Meditación 2 de Marzo… Dejando ir lo que queremos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la necesidad de soltar aquellas emociones, sentimientos negativos que enlentecen la recuperación del codependiente. No hay otra fórmula con éxito asegurado que el «dejar ir».

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Medita sobre esto:

Para aquellos de nosotros que hemos sobrevivido controlando y entregándonos, dejarlo ir puede no ser fácil. (Mas Allá de la Codependencia).

En la recuperación, aprendemos que es importante identificar lo que queremos y necesitamos. ¿Dónde nos deja este concepto? Con un paquete grande pero claramente identificado de deseos y necesidades actualmente no satisfechas. Nos hemos arriesgado para dejar de negar y para comenzar a aceptar lo que queremos y necesitamos. El problema es que la necesidad o necesidad se cuelga allí, no se cumple.
Esto puede ser un lugar frustrante, doloroso, molesto y, a veces, obsesivo.
Después de identificar nuestras necesidades, hay un siguiente paso para satisfacer nuestros deseos y necesidades. Este paso es una de las ironías espirituales de la recuperación. El siguiente paso es dejar de lado nuestros deseos y necesidades después de que hayamos tomado medidas meticulosas para identificarlos.
Los dejamos ir, los abandonamos, en un nivel mental, emocional, espiritual y físico. A veces, esto significa que debemos rendirnos. No siempre es fácil llegar a este lugar, pero generalmente es a donde tenemos que ir.
Cuántas veces he negado un deseo o una necesidad, luego repasé los pasos para identificar mis necesidades, solo para sentirme molesto, frustrado y desafiado porque no tengo lo que quiero y no sé cómo obtenerlo. Si luego me embarco en un plan para controlar o influir para lograr que se satisfaga esa necesidad o deseo, por lo general empeoraré las cosas. Buscar, intentar controlar el proceso, no funciona. Debo, lo he aprendido para mi consternación, dejarlo ir.
Algunas veces, incluso tengo que ir al punto de decir: «No lo quiero». Me doy cuenta de que es importante para mí, pero no puedo controlar eso en mi vida. Ahora, ya no me importa si lo tengo o no. De hecho, voy a ser absolutamente feliz sin eso y sin ninguna esperanza de obtenerlo, porque la esperanza de obtenerlo me vuelve loco: mientras más espero y trato de obtenerlo, más frustrado me siento porque estoy no lo entiendo».
No sé por qué el proceso funciona de esta manera.
Solo sé que así es como funciona el proceso para mí. No he encontrado forma de evitar el concepto de dejar ir.
A menudo podemos tener lo que realmente queremos y necesitamos, o algo mejor. Dejar ir es parte de lo que hacemos para conseguirlo.

«Hoy, me esforzaré por soltar esos deseos y necesidades que me están causando frustración. Los ingresaré en mi lista de objetivos, luego lucharé por dejarlos ir. Confiaré en Dios para que me traiga los deseos de mi corazón, en el tiempo de Dios y en el camino de Dios».

Mi Reflexión: Cuando de defectos de carácter se trata. Cuando tenemos sentimientos negativos e insanos nos toca «soltar» «dejar ir». Herramienta útil, aunque difícil de ejecutar. Este proceso es gradual, pero debe estar en nuestra vida de forma continua, sólo así podemos encaminar la recuperación sostenida de la codependencia. Muy difícil y contracorriente intentarlo fuera de este contexto. (Alpha).

¿Te estás despegándo de aquello que te perturba? ¿Cómo lo haces? ¿Buscas ayuda de un terapeuta o grupos de apoyo CoDA? Comparte aquí.

Meditación 1 de Marzo… Deja ir la ira

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que soltar los sentimientos negativos como la ira, el enfado y la culpa permite al codependiente lograr su recuperación.

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Medita sobre esto:

En la recuperación, a menudo discutimos objetivamente acerca de la ira.
Sí, razonamos, ésta es una emoción que todos tendemos a experimentar.
Sí, la meta en la recuperación es liberarse del resentimiento y de la ira.
Sí, está bien sentir enojo, estamos de acuerdo. Bueno, quién sabe…
La ira es una emoción poderosa y a veces atemorizante. También es beneficiosa si no le permitimos que se endurezca hasta convertirse en resentimiento o utilizarla como un mazo demoledor para castigar a la gente o para abusar de ella.
La ira es una señal de advertencia. Señala los problemas.
A veces, señala problemas que necesitamos resolver.
A veces, señala límites que necesitamos fijar.
A veces, es el estallido final de energía antes de que nos entre la aceptación o el dejar ir.
Y, en ocasiones, la ira simplemente es. No necesita justificarse.
Por lo general no se puede confiar en un pulcro envoltorio. Y no es necesario que ésta nos asfixie a nosotros o a nuestra energía.
No tenemos que sentirnos culpables cada vez que experimentemos ira. No tenemos que sentirnos culpables.
Inhala profundamente. Podemos, sin vergüenza, sentir todos nuestros sentimientos, incluyendo la ira, y seguir asumiendo la responsabilidad de nuestra conducta.

«Hoy sentiré y liberaré cualquier sentimiento de ira que tenga. Puedo hacerlo de manera adecuada y segura».

Mi Reflexión: El codependiente no tiene que mantenerse enojado, eso le ofusca la claridad y le inhabilita para pensar como abordar la realidad que le rodea. Es bien cierto que la ira señala aquellas áreas de nuestro cuerpo y mente que debemos considerar para resolver viejas creencias, pero no es propicio mantener ese sentimiento por mucho tiempo.Tenemos que revertirlo. ¿Cómo hacerlo? Soltando y dejando ir todo aquello que nos ata a sentimientos de vergüenza, miedo, culpa, ira. Esto se trabaja en Grupos de Apoyo de CoDA. (Alpha).

¿Estás asistiendo a Grupos de Doce Pasos de CoDA? ¿Sientes que, integrándote a esa Terapia, mejoran tus problemas? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 27 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera la necesidad que el codependiente reciba ayuda para canalizar sus sentimientos negativos y así sanar su codepende

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Reflexiona sobre esto:

Tristemente, muchos de nosotros no tenemos a dónde ir con toda esa ira. Nos la tragamos, nos mordemos la lengua, sacamos el pecho, la lanzamos a nuestro estómago, la dejamos zumbar en nuestra cabeza, escapamos de ella, le damos medicamentos, o le damos una galleta. Nos culpamos a nosotros mismos, convertimos la ira en depresión, nos metemos en cama, tenemos la esperanza de que nos muramos, y nos enfermamos a causa de ello. Finalmente le pedimos a Dios que nos perdone por ser una persona tan horrible o por sentir ira en primer lugar.
Muchos de nosotros hemos estado en un verdadero dilema con nuestra ira, especialmente si hemos vivido en un sistema familiar que dice: “No sientas; sobre todo, no sientas ira”. El alcohólico en realidad no quiere escuchar qué tan fuera de si nos sentimos. Él o ella probablemente piensan que nuestra ira es irracional de todos modos, y puede molestarle cuando hablamos acerca de ella. Nuestra ira puede oprimir los botones de la culpa en el alcohólico. El alcohólico puede incluso sobrepasarnos en su ira simplemente para mantenernos reprimidos y sintiéndonos culpables.
A menudo no podemos o no queremos decirles a nuestros padres cómo nos sentimos. Ellos pueden estar furiosos con nosotros porque somos amigos de alguien que tiene problemas con el alcohol o con otra droga. O nuestros padres pueden ver tan sólo el lado bueno del alcohólico o del adicto y pensar que somos poco razonables y que no lo apreciamos. Nuestros amigos pueden llegar incluso a hartarse de oír nuestras quejas. Algunos podemos sentirnos tan avergonzados que creemos no poder contarle a nuestro sacerdote o a nuestro pastor cuán enojados estamos. Ellos simplemente nos llamarían pecadores, y no necesitarnos oír nada más. Eso es lo que nos hemos estado diciendo a nosotros mismos. Muchos de nosotros ni siquiera pensaríamos en volvernos hacia nuestro poder superior y expresarle qué tan enojados estamos. De modo que, ¿qué hacemos con todo este vapor sellado a presión? Lo mismo que hacemos con casi todo lo que tiene que ver con nosotros: lo reprimimos y nos sentimos culpables por él. La ira reprimida, al igual que todas las otras emociones reprimidas, causa problemas. A veces nuestra ira puede derramarse de forma inadecuada. Le gritamos a alguien a quien no teníamos intención de gritarle. Arrugamos la cara fruncimos los labios, y ayudamos a los demás a no sentir ganas de estar cerca de nosotros. Azotamos los platos aunque no podamos permitirnos el gasto de romper nada que tenga un valor material porque ya hemos perdido demasiado.

Mi Reflexión: El codependiente maneja emociones de ira resentimiento, producto de sentimientos de culpa y venganza por sentirse rechazado, abusado y aislado. Culpa de ello a quienes representan afectos importantes en su vida familiar. Esos sentimientos negativos los reprime permanentemente, de allí que su conducta sea «reaccionaria», a la defensiva. Impide con esa actitud que los demás puedan acercársele y desear compartir cualquier evento con el. No es necesario mostrarse violento o colérico. Los sentimientos deben ser expresados y compartidos bien sea con personas amigas, profesionales de la salud mental, o grupos de apoyo. Lo importante es ventilarlos y canalizarlos para bien. (Alpha).

¿Asistes a Grupos de Apoyo de CoDA? ¿Recibes ayuda profesional de un Terapeuta? Comparte aquí tus vivencias al respecto.

Meditación 26 de Febrero… Control

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica como opción para salir del marasmo del apego afectivo, «el solar o dejar ir» todo aquello que nos ata física y emocionalmente. Esa es la vía expedita y válida.

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Medita sobre esto:

A veces, el día gris nos da miedo. Esos son los días en que regresan los viejos sentimientos. Podemos sentirnos necesitados, asustados, avergonzados, incapaces de cuidar de nosotros mismos.
Cuando esto sucede, es difícil confiar en nosotros mismos, en los demás, en la bondad de la vida y en las buenas intenciones de nuestro Poder Superior. Los problemas nos parecen agobiantes. El pasado parece carecer de sentido; el futuro, desierto. Nos sentimos seguros de que las cosas que queremos en la vida nunca sucederán.
En esos momentos, quizá nos convenzamos de que las cosas y las personas de fuera tienen la llave de nuestra felicidad. Ahí es cuando quizá tratemos de controlar a la gente y a las situaciones para enmascarar nuestro dolor. Cuando te vengan estas “loqueras codependientes”, los otros a menudo empiecen a reaccionar negativamente a nuestro afán de controlar.
Cuando estemos en un estado frenético, buscando la felicidad fuera de nosotros mismos y buscando que los demás nos den paz y estabilidad, recordemos esto:
Aunque pudiéramos controlar a las personas y a las cosas, aunque obtuviéramos lo que queríamos, seguiríamos siendo nosotros mismos. Nuestro estado emocional seguiría siendo un torbellino.
La gente y las cosas no nos quitan el dolor ni nos curan. En la recuperación aprendemos que ésa es labor nuestra y que podemos llevarla a cabo usando nuestros recursos, nosotros mismos, nuestro Poder Superior, nuestros sistemas de apoyo y nuestro programa de recuperación.
Con frecuencia cuando ya estamos en paz, confiados, y hemos aceptado las cosas, nos vienen lo que queríamos, con naturalidad y soltura. El sol empieza a brillar de nuevo. ¿No es divertido, y no es verdad, cómo en realidad todo cambio comienza con nosotros?

«Hoy puedo dejar ir las cosas, las personas y mi necesidad de control. Puedo manejar mis sentimientos. Puedo llegar a sentirme en paz. Puedo alcanzar la calma. Puedo volver al camino y encontrar la verdadera llave de la felicidad: yo mismo. Recordaré que un día gris es simplemente eso, un día gris».

Mi Reflexión: El codependiente es un permanente controlador de eventos y personas. Esta dispuesto a perder su serenidad en aras de manipular a los demás. Esa situación compulsiva lo enferma física y emocionalmente. Para salir de ese torbellino solo hay una única y válida opción…»Soltar y Dejar Ir». Cuando nos desapegamos de esos afectos y cosas obtenemos liberación y podemos dar pasos seguros hacia nuestra recuperación. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Cómo lidias con el desapego? ¿Asistes a Terapia CoDA? Comparte aquí tus vivencias.

Meditación 25 de Febrero… Practica un acto de gratitud

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica la necesidad de mantenerse agradeciendo al Creador, a la familia, amigos y grupos de apoyo porque solo el codependiente no puede salir de su adicción.

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Medita sobre esto:

Ninguno de nuestros éxitos llega sin la ayuda de otros. Una y otra vez, parece que hay alguien parado en la encrucijada esperándonos, señalando el camino con el corazón. Pueden ser amigos, familiares, ministros o mentores, o incluso oficiales de policía o jueces. Creo que podrían ser ángeles enviados para ayudarnos a atravesar esos momentos difíciles y señalarnos de nuevo al camino con el corazón.
Están en el lugar correcto en el momento adecuado con las palabras exactas y la ayuda que necesitamos. ¿Les has dado las gracias por estar allí?
Practica un acto de gratitud. Encuentra una de tus luces, guía o ángeles de la guarda, y dile a esa persona lo que él o ella significaron para ti en tu vida. Es posible que tus guías ni siquiera se den cuenta del impacto que tuvieron en ti. Y quién sabe si tus amables palabras pueden ser solo la luz que necesitan hoy para empujarlas suavemente en su camino con el corazón.
Luego, da un paso más. Asume la actitud amable y afectuosa que te hicieron o te transmitieron a otra persona.

«Dios, recuérdame dar gracias donde se deba hacer».

Mi Reflexión: Para sanar el codependiente necesita estar conectado con otras personas,sean sus familiares, amistades o grupos de apoyo. Esas personas le ayudan a transitar el sendero de su recuperación. Ser agradecido es una bendición maravillosa y le da un sustento para continuar recorriendo terapéuticamente su camino para sanar. Gratitud es una palabra poderosa. (Alpha).

¿Eres agradecido con el Creador? ¿Eres una persona agradecida con la gente que te rodea? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 24 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que todos quienes hemos tenido pérdidas atravesamos un proceso de aflicción que debe elaborarse individualmente.

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Reflexiona sobre esto:

La mayoría de nosotros empezamos a hacer estas cosas por la necesidad de protegernos a nosotros mismos y de satisfacer nuestras necesidades. Hicimos, sentimos y pensamos estas cosas para sobrevivir – emocional, mental y a veces físicamente-. Tratamos de entender y de contender con nuestros complejos mundos de la mejor manera. No siempre es fácil vivir con personas sanas y normales. Pero es particularmente difícil vivir con personas enfermas, atribuladas o perturbadas. Es horrible tener que vivir con un alcohólico delirante. Muchos de nosotros nos las hemos tenido que ver con circunstancias indignantes, y estos esfuerzos han sido tan admirables como heroicos. Hemos hecho lo mejor que hemos podido.
Sin embargo, estos recursos de autoprotección ya no nos resultan útiles. En ocasiones, las cosas que hacemos para protegernos se vuelven contra nosotros y nos lastiman. Se vuelven autodestructivas. Muchos codependientes apenas logran sobrevivir, y la mayoría no satisface sus necesidades.
¿Podremos cambiar? ¿Podremos aprender conductas más sanas? No sé si se pueda enseñar la salud mental, emocional y espiritual, pero podemos ser inspirados y alentados. Podemos aprender a hacer las cosas de otra manera. Podemos cambiar. Creo que la mayoría de la gente quiere estar sana y vivir sus vidas lo mejor posible. Pero muchos de nosotros no sabemos que está bien hacer las cosas de otra manera.
Muchos de nosotros ni siquiera sabemos qué es lo que hemos estado haciendo que no ha funcionado. La mayoría de nosotros hemos estado tan ocupados respondiendo a los problemas de otras personas que no hemos tenido tiempo para identificar y mucho menos para ocuparnos de nuestros propios problemas.
Muchos profesionales dicen que el primer paso hacia el cambio es tomar conciencia. El segundo paso es la aceptación.

Mi Reflexión: El codependiente atraviesa un proceso de duelo o aflicción que solo no debe abordar. Necesita entender que el Duelo debe elaborarse y es personal, que todo pasará, y mientras tanto, en el proceso, debe cuidar de sí mismo (Alpha).

¿De que manera vives tu Duelo? ¿Estás en Terapia Doce Pasos de CoDA para recuperarte? Comenta acá.

Meditación 24 de Febrero… Desapegarse con amor

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que el desapego es la única vía para lograr sanar de la recuperación.

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Medita sobre esto:

Cuando nos exponemos por primera vez al concepto de desapego, muchos de nosotros lo encontramos objetable y cuestionable. Podemos pensar que separar significa que no nos importa. Podemos creer que controlando, preocupándonos e intentando forzar que las cosas sucedan, estamos demostrando cuánto nos importa.
Podemos creer que controlar, preocupar y forzar de alguna manera afectará el resultado que deseamos. Controlar, preocuparse y forzar no funciona. Incluso cuando tenemos razón, controlar no funciona. En algunos casos, controlar puede evitar que ocurra el resultado que queremos.
A medida que practicamos el principio de desapego con las personas en nuestra vida, lentamente comenzamos a aprender la verdad. Separar, preferiblemente desprendiéndose con amor, es un comportamiento de relación que funciona.
Aprendemos algo más también, el desapego, dejar de lado nuestra necesidad de controlar a las personas, mejora todas nuestras relaciones. Abre la puerta al mejor resultado posible. Reduce nuestro nivel de frustración y nos libera a nosotros y a otros para vivir en paz y armonía.
Desapego significa que nos importa, sobre nosotros mismos y otros. Nos libera para tomar las mejores decisiones posibles. Nos permite establecer los límites que debemos establecer con las personas. Nos permite tener nuestros sentimientos, dejar de reaccionar e iniciar un curso de acción positivo. Alienta a otros a hacer lo mismo. Permite a nuestro Poder Superior intervenir y trabajar.

«Hoy, confiaré en el proceso de desapego con amor. Entiendo que no solo estoy dejando ir. Estoy dejando ir y dejando a Dios. Estoy amando a los demás, pero también me amo a mí mismo».

Mi Reflexión: La recuperación de la codependencia se basa en lograr «desapegarse» de las personas y eventos que le mantienen apegados. Durante el tránsito espiritual para sanar, se mantienen situaciones que retrasan llegar a la meta. Se hace necesario asumir una responsabilidad seria y sostenida confiando plenamente en la voluntad divina para reforzar mi convicción en mantenerme en armonía con mi serenidad y paz interior. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Has logrado iniciar el desapego? Comparte aquí tu experiencia.

Reflexión del Dia: 23 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la importancia que tiene para el codependiente iniciar el sendero de la recuperación de su codependencia.

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Reflexiona sobre esto:

Cuando amamos a otro demasiado, cuando desesperadamente queremos y necesitamos lo que ellos tienen -llámese aceptación, aprobación, amor o amistad, quizá renunciemos a nuestra capacidad de cuidar de nosotros mismos cuando estamos con ellos, por miedo a no recibir lo que necesitamos. Quizá tengamos la esperanza de lograr controlar todo con base en fuerza de voluntad, para estar por fin a salvo y alcanzar lo que necesitamos.
¡No lo lograremos!
Estas ideas son ilusiones. No somos defectuosos. La mayoría de nosotros sencillamente hemos estado repitiendo lo que aprendimos, a veces a muy temprana edad: protegiéndonos mediante el intento de controlar a otros o permitiendo que otros nos controlen. Nos convertimos en adultos cuidadores y controladores que han perdido contacto con una meta real y apropiada: amar y aceptarnos a nosotros mismos y confiar en el proceso de la vida y en la bondad. Crecimos con comportamientos codependientes.
Quizá sea normal desear controlar a la gente y los eventos para minimizar nuestras pérdidas, pero no es sano. No es bueno para nosotros mismos; no es bueno para otros.
Quizá estemos tan desconectados con nosotros mismos que apenas nos damos cuenta, hasta que la vida se derrumba a nuestro alrededor y nuestra vida se vuelve ingobernable.
El tipo de cuidado que acompaña la recuperación es más tranquilo y suave, más amoroso, más liberador y más enfocado a atender a nuestras propias responsabilidades. Es curativo y rejuvenecedor; es un cuidado de sí mismo que renueva, que tiene espacio para los sentimientos propios, las necesidades, los deseos, las metas, los planes y la vida de uno mismo, una vida con sentido y propósito, feliz y útil.

Mi Reflexión: El codependiente se acostumbra a vivir apegado a cuidar de otras personas. No conoce otra forma de relacionarse, de sentirse útil. Cuando se siente incompetente y no gobierna ni su vida, asume que debe recuperarse para alcanzar la serenidad y paz interior. Ese paso es trascendental, lo coloca en el sendero de liberación, de tranquilidad, de esperanzas. (Alpha).

¿Iniciaste la recuperación?¿Cómo te sientes responsabilizándote de ti mismo? Comparte acá.

Meditación 23 de Febrero… Celebra tu abundancia

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica cuánto debemos agradecer al Creador los regalos que la vida nos ofrece. Vivir plenamente es la clave.

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Medita sobre esto:

Celebra la abundancia que llega a tu vida. Muy a menudo, pasamos tanto tiempo en la etapa de «no hacer» que no sabemos qué hacer cuando nos dan la oportunidad de «hacerlo». Podemos acostumbrarnos tanto al sufrimiento, incluso podemos llegar a lo esperado, y nos sentimos culpables cuando nos dan las cosas buenas de la vida y cuando finalmente tenemos suficiente.
Es posible que nos hayamos condicionado a creer que para tener éxito y abundancia, debemos haber hecho algo mal. No estamos seguros de merecer esta felicidad recién descubierta.
¿Qué hacemos ahora que no tenemos que luchar para dar cada paso y rogarle a Dios por el dinero para pagar cada comida?
¡Celebrala! ¡Disfrútala! La abundancia es un regalo del universo. Es importante aprender a ser un dador saludable y alegre. También es importante recibir alegremente.
Si te han dado mucho, se agradecido. Usa tu abundancia sabiamente Disfrútala. Compártelo con otros. Agradece los regalos en tu vida.

«Dios, gracias por los regalos.»

Mi Reflexión: Cuando asumimos ser merecedores de las cosas buenas que llegan a nuestra vida, esta transcurre suavemente. Tenemos bendiciones, bajo forma de regalos maravillosos otorgados por la Divinidad. Solo queda agradecer y seguir viviendo a plenitud. (Alpha).

¿Te sientes merecedor de lo bueno que tienes? ¿Eres agradecido con El Creador? Comenta acá.

Meditación 22 de Febrero… Honestidad en las relaciones

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que la base de sustentaciones en las relaciones con las personas son la claridad, honestidad y franqueza.

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Medita sobre esto:

Podemos ser honestos y directos sobre nuestros límites en las relaciones y sobre los parámetros de una relación particular.
Quizá ninguna área de nuestra vida refleja nuestra singularidad e individualidad en la recuperación más que nuestras relaciones. Algunos de nosotros estamos en una relación comprometida. Algunos de nosotros estamos saliendo. Algunos de nosotros no estamos saliendo. Algunos de nosotros estamos viviendo con alguien. Algunos de nosotros deseamos estar saliendo. Algunos de nosotros deseamos estar en una relación comprometida. Algunos de nosotros entramos en nuevas relaciones después de la recuperación. Algunos de nosotros permanecemos en la relación en la que estábamos antes de que comenzáramos a recuperarnos.
También tenemos otras relaciones. Tenemos amistades Las relaciones con los niños, con los padres, con la familia extendida. Tenemos relaciones profesionales: relaciones con personas en el trabajo.
Necesitamos ser capaces de ser honestos y directos en nuestras relaciones. Un área sobre la que podemos ser honestos y directos es sobre los parámetros de nuestras relaciones. Podemos definir nuestras relaciones con las personas, y podemos pedirles que sean honestos y directos sobre la definición de su visión de la relación con nosotros.
Es confuso estar en una relación y no saber dónde nos encontramos, ya sea en el trabajo, en una amistad, con miembros de la familia o en una relación de amor. Tenemos derecho a ser directos acerca de cómo definimos la relación, qué queremos que sea. Pero las relaciones son iguales a dos personas que tienen los mismos derechos. La otra persona también debe ser capaz de definir la relación. Tenemos derecho a saber y preguntar Ellos también.
La honestidad es la mejor política.
Podemos establecer límites. Si alguien quiere una relación más intensa que nosotros, podemos ser claros y honestos sobre lo que queremos, sobre nuestro nivel deseado de participación. Podemos decirle a la persona qué esperar razonablemente de nosotros, porque eso es lo que queremos dar. Cómo se enfrenta la persona es su problema. Si le decimos a la persona o no, es nuestra.
Podemos establecer límites y definir amistades cuando éstas causan confusión.
Incluso podemos definir relaciones con niños, si esas relaciones se han vuelto pegajosas y han excedido nuestros parámetros. Necesitamos definir las relaciones de amor y lo que eso significa para cada persona. Tenemos derecho a preguntar y recibir respuestas claras. Tenemos el derecho de hacer nuestras propias definiciones y tener nuestras propias expectativas. También lo hace la otra persona.
La honestidad y la franqueza es la única política. A veces no sabemos lo que queremos en una relación. Algunas veces la otra persona no sabe. Pero cuanto antes podamos definir una relación, con la ayuda de la otra persona, antes podremos decidir sobre un curso de conducta apropiado para nosotros.
Cuanto más claros podamos ser al definir las relaciones, más podremos cuidarnos a nosotros mismos en esa relación. Tenemos derecho a nuestros límites, deseos y necesidades. También lo hace la otra persona. No podemos obligar a alguien a tener una relación o participar en un nivel que deseemos si él o ella no quiere. Todos nosotros tenemos el derecho de no ser forzados.
La información es una herramienta poderosa, y tener la información sobre lo que es una relación particular -los límites y las definiciones de la misma- nos permitirá cuidar de nosotros mismos en ella.
Las relaciones tardan un tiempo en formarse, pero en algún momento podemos esperar razonablemente una definición clara de lo que es esa relación y cuáles son sus límites. Si las definiciones entran en conflicto, somos libres de tomar una nueva decisión basada en la información adecuada sobre lo que debemos hacer para cuidarnos.

«Hoy, lucharé por la claridad y la franqueza en mis relaciones. Si ahora tengo algunas relaciones turbias y mal definidas, y si les he dado el tiempo adecuado para formarse, comenzaré a tomar medidas para definir esa relación. Dios, ayúdame a dejar de lado mis temores sobre la definición y comprensión de la naturaleza de mis relaciones actuales. Guíame hacia un pensamiento claro y saludable. Ayúdame a saber que lo que quiero está bien. Ayúdame a saber que si no puedo obtener eso de la otra persona, lo que quiero todavía está bien, pero no es posible en este momento. Ayúdame a aprender a no renunciar a lo que quiero y necesito, sino que me capacite para tomar decisiones apropiadas y saludables sobre dónde conseguirlo.

Mi Reflexión: Para mantener la convivencia sana en las relaciones humanas debe obrarse con la credibilidad, el respeto y la honestidad. Así se mantiene claridad entre las personas y se genera un ambiente de franqueza que sustenta estos vínculos.(Alpha).

¿En tus relaciones con los demás mantienes la franqueza como norte? ¿Tus vínculos afectivos son estables? Comenta aca tu experiencia al respecto.