Reflexión del Dia: 17 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que el papel de víctima es uno de los preferidos por el codependiente, aunque pueda interactuar en el triángulo de Karpman o del Drama jugando los otros roles.

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Reflexiona sobre esto:

Muchos codependientes, en alguna época de su vida, fueron verdaderas víctimas, del abuso, de la negligencia, del abandono, del alcoholismo de otro, o de cualquier otra situación que puede hacer víctima a la gente. Estuvimos, en algún momento, realmente desvalidos e incapacitados para protegernos o solucionar nuestros problemas. Algo nos sobrevino, algo que no pedimos, y que nos hirió terriblemente. Eso es triste, verdaderamente triste. Pero un hecho todavía más triste es que muchos de los codependientes empezamos a vernos a nosotros mismos como víctimas. Nuestra dolorosa historia se repite. Como sus nanas, permitimos que la gente nos victimice, y participamos en nuestra victimización al seguir perpetuamente rescatando a la gente.
Rescatar o cuidar no son un acto de amor. El triángulo del drama es un triángulo de odio. Alimenta y mantiene el odio hacia uno mismo, y es un obstáculo para la expresión de nuestros sentimientos hacia los demás.
El triángulo y los papeles cambiantes de rescatador, perseguidor y víctima son el proceso visible que atravesamos. Cambia el papel que desempeñamos y nos sobrevienen los cambios emocionales tan cierta y tan intensamente como si estuviéramos leyendo un libreto. Podemos completar el proceso en segundos, experimentando tan sólo emociones ligeras al cambiar de papel. O bien podemos llevarnos años en completar el triángulo y engendrando así una explosión mayor. Podemos, y muchos lo hacemos, rescatar veinte veces en un día.

Mi Reflexión: El codependiente se mueve en un triángulo insano jugando roles variados. Salir de ese círculo le permitirá sanar sus heridas y asumir una responsabilidad consigo mismo. (Alpha).

¿Te sientes jugando varios roles en el triángulo insano de Karpman? ¿Has intentado romper este círculo vicioso? Comparte aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 29 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que el codependiente, al moverse en ambientes tóxicos, debe ser honesto en evidenciar sus sentimientos, pero siempre cuidando de su seguridad.

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Reflexiona sobre esto:

Como codependientes, a menudo perdemos contacto con nuestra parte emocional. A veces nos aislamos emocionalmente para evitar que nos aplasten. Ser vulnerable emocionalmente es peligroso. Se amontona una herida sobre otra, y a nadie parece importarle. Alejarse se vuelve la opción más segura. Nos vemos sobrecargados de dolor, de modo que hacemos cortocircuito para protegernos.
Podemos retiramos emocionalmente de cierta gente, de quienes pensamos que nos pueden herir. No confiamos en esas personas y ante ellas ocultamos nuestra parte emocional.
A veces nos sentimos obligados a retirar nuestras emociones. Los sistemas familiares que sufren los efectos del alcoholismo y de otros trastornos rechazan la honestidad emocional y a veces parecen demandar la deshonestidad. Consideremos nuestros intentos por explicarle a un borracho cómo nos sentimos cuando él o ella chocaron el coche, arruinando nuestra fiesta de cumpleaños, o vomitando en nuestra cama. Nuestros sentimientos pueden provocar reacciones incomodas en los otros, tales como la ira. Expresar nuestros sentimientos puede ser incluso peligroso para nuestro bienestar físico, porque esto bambolea el barco familiar.

Reflexión: Los sentimientos o las emociones son el lenguaje universal y deben de honrarse. Son la expresión auténtica de quién eres en lo más profundo de ti. (Judith Wright).

¿Sientes que puedes expresar abiertamente tus sentimientos? ¿Eres aceptado por los demás cuando eres sincera con respecto a esto? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 23 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que el control es una ilusión que solo ocasiona desesperación y crispación a la persona codependiente. Lo mejor es olvidar esa actitud y empezar a recuperarse.

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Reflexiona sobre esto:

El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.
A fin de cuentas las personas hacen lo que quieren hacer. Se sienten como se quieren sentir (o como se están sintiendo); piensan lo que quieren pensar; hacen las cosas que creen que necesitan hacer; y cambiarán sólo cuando estén listos para cambiar. No importa si ellos no tienen la razón y nosotros sí. No importa que se estén lastimando a sí mismos. No importa que nosotros podríamos ayudarles si tan sólo nos escucharan y cooperaran con nosotros. ¡NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA!
No podemos cambiar a las personas. Cualquier intento de controlarlas es un engaño y una ilusión. Se resistirán a nuestros esfuerzos o redoblarán los suyos para probar que no podemos controlarlas. Podrán adaptarse temporalmente a nuestras demandas, pero cuando nos demos la vuelta regresarán a su estado natural. Y aún más, la gente nos castigara por obligarla a hacer algo que no quiere, o a ser como no quiere ser. Ningún control será suficiente para efectuar un cambio permanente o deseable en otra persona. A veces podremos hacer cosas que aumenten la probabilidad de que la gente quiera cambiar, pero ni aun eso podemos garantizar o controlar.
Y esa es la verdad. Es una desgracia. A veces es difícil de aceptar, especialmente si alguien a quien amas se lastima a sí mismo o a sí misma y a ti. Pero así es. La única persona a la que puedes o podrás hacer cambiar es a ti misma. La única persona que te atañe controlar eres tú misma.

Mi Reflexión: Quien crea que puede controlar a los demás y lograr hacerles cambiar sus costumbre está totalmente equivocado. Cuando intentamos mantener el control sobre los otros nos damos cuenta que es imposible lograr esto: es más, terminamos enfermándonos y dejando de lado el cuidado propio, que si es nuestra total y única responsabilidad. (Alpha).

¿Estás tratando de controlar a los demás? Cómo te has sentido haciendo esto? Comparte aquí./strong>

Reflexión del Dia: 21 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la necesidad de asumir cuando se está apegado afectivamente a una persona para iniciar con compromiso el desapego.

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Reflexiona sobre esto:

El apego puede adoptar varias formas:

-Podemos preocuparnos excesivamente por una persona o un problema (en cuyo caso es apego es de nuestra energía mental.
– Podemos acostumbrarnos y comenzar a obsesionarnos con la gente y los problemas que existen en nuestro ambiente y tratar de controlarlos (en cuyo caso nuestra energía mental, física y emocional está dirigida al objeto de nuestra obsesión).
– Podemos volvernos reaccionarios en vez de actuar auténticamente por voluntad propia (el apego es de nuestra energía mental, física y emocional).
– Podemos volvernos emocionalmente dependientes de las personas que nos rodean (entonces sí estamos verdaderamente apegados).
– Podemos volvernos niñeras (rescatadores-facilitadores) de las personas a nuestro alrededor (apegándonos firmemente a la necesidad que tienen de nosotros).

Mi Reflexión: El apego no lleva a nada positivo, por el contrario, trae consecuencias terribles a la vida de la persona apegada. Todo nos lleva a la necesidad de desapegarnos de aquellos eventos, personas, o situaciones que merman nuestra paz y nos mantienen inquietos, coléricos y en una tristeza terrible. Basta ya de «autoflagelars», asumamos una postura de defensa de nosotros mismos. Nadie dijo que iba a ser fácil, pero si puedo decirles que es posible. (Alpha).

¿Te sientes apegado emocionalmente? ¿Has intentado buscar ayuda en Terapia Doce Pasos de CoDA? Comenta acá tu experiencia al respecto.

Reflexión del Dia: 13 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que para sanar la codependencia no existen recetas milagrosas. Hay un método que se resume en la Terapia Doce Pasos de CoDA, y junto a otros semejantes a él y a sus problemas de dependencia puede salir de ese foso y recuperarse de este padecimiento.

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Reflexiona sobre esto:

Los codependientes desean ayudar. Yo sospecho que han ayudado. Pero probablemente murieron pensando que no habían hecho demasiado y se sentían culpables.”
“Es natural que tratemos de proteger y de ayudar a las personas que nos importan. También es natural que nos afecten los problemas de la gente que nos rodea y que reaccionemos a ellos. A medida que un problema se vuelve más serio y permanece sin resolverse, más nos afecta y más reaccionamos hacia él.”
La palabra reaccionar es importante aquí. Sea como sea que nos aproximemos a la codependencia, como sea que la definamos, y sea cual fuere el marco de referencia que elijamos para diagnosticarla y para tratarla, la codependencia es primordialmente un proceso de reacción. Los codependientes son reaccionarios.
Reaccionan en exceso. Reaccionan demasiado poco. Pero rara vez actúan. Reaccionan a los problemas, las vidas, los dolores y las conductas de otros. Reaccionan a sus propios problemas, dolores y conductas. Muchas reacciones codependientes son reacciones al estrés. No es necesariamente anormal, pero resulta heroico y un auténtico salvavidas aprender a no reaccionar y a actuar de maneras más sanas. Sin embargo, la mayoría de nosotros necesitamos que se nos enseñe a hacerlo.

Mi Reflexión: El codependiente aprende a ser un «reaccionario» por sus vivencias insanas desde su infancia. Todo le perturba, cree que esta haciendo mas las cosas para complacer a la gente que el dice amar. Esta conducta lo va destruyendo poco a poco hasta minimizarlo y dejarlo sin autoestima. Se convierte en un ser temeroso, ansioso, agresivo, se victimiza y no puede ser feliz. ¿Como salir de ese torbellino que es su vida? No hay recetas mágicas, solo una terapia exitosa que se resume en Doce Pasos de CoDA. El debe atreverse a asumir un compromiso serio consigo mismo y caminar este sendero espiritual junto con otros que están pasando por su misma situación. (Alpha).

¿Estás asistiendo a Terapia Doce Pasos de CoDA? Comparte aquí alguna vivencia al respecto.

Reflexión del Dia: 7 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere la actitud reaccionaria del codependiente, quien se deja llevar por cualquier situación para responder exageradamente.

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Reflexiona sobre esto:

No tenemos que tomar las cosas tan a pecho (a nosotros mismos, a los eventos y a las otras personas). Sacamos las cosas fuera de toda proporción —nuestros sentimientos, pensamientos, acciones y errores—. Hacemos lo mismo con los sentimientos, pensamientos y acciones de otras personas. Nos decimos a nosotros mismos que las cosas son temibles, terribles, una tragedia y el fin del mundo. Muchas cosas pueden ser tristes, muy malas o desagradables, pero lo único que es el fin del mundo es el fin del mundo. Los sentimientos son importantes, pero son sólo sentimientos. Los pensamientos son importantes, pero son tan sólo pensamientos y todos pensamos en muchas cosas diferentes, y nuestros pensamientos están sujetos a cambio. Lo que hacemos y decimos es importante, lo que otros dicen y hacen es importante, pero el mundo no pende de ninguna fraseo acción en particular. Y si es particularmente importante decir o hacer algo, no nos preocupemos: sucederá. Aligérate. Date a ti mismo y a los demás espacio para moverse, para hablar, para ser lo que somos: humanos. Dale oportunidad a la vida para que las cosas se den solas. Date a ti mismo oportunidad para disfrutarlo.

Mi Reflexión: La persona codependiente tiene un temperamento explosivo y sucumbe ante cualquier situación por muy tonta que parezca. La mueve cualquier evento, estallando con enfado e ira ante los demás. Esa actitud reaccionaria le impide mantener vínculos efectivos y saludables con las personas a su alrededor. (Alpha).

¿Actúas con enfado ante cualquier evento? ¿Te has puesto a pensar qué ocasiona esa conducta? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 6 de Mayo


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que el codependiente no tiene porque obsesionarse por cuidar a los demás. Esa conducta es autodestructiva y lleva a dañar sus áreas emocional y física.

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Reflexiona sobre esto:

Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Son trucos que construimos nosotros mismos. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así. Muchos de nosotros hemos reaccionado de esta manera con justificada buena razón. Podremos haber vivido con problemas complicados y serios que han perturbado nuestra vida, y que a cualquier persona normal podrían volver ansiosa, perturbada, preocupada y obsesionada. Podemos amar a alguien que tiene problemas, alguien fuera de control. Su problema puede ser el alcoholismo, un trastorno de la alimentación, apostar de una manera compulsiva, un problema emocional o mental, o cualquier combinación de estos.
Algunos de nosotros podremos haber vivido con problemas menos serios, pero que nos preocupan de todas maneras. Las personas que amamos o que nos importan pueden tener cambios súbitos en sus estados de ánimo. Pueden hacer cosas que desearíamos que no hicieran. Podemos pensar que él o ella podrían hacer las cosas de otra manera, de un modo mejor, de una forma que creemos que no causaría tantos problemas.
Por fuerza del hábito, algunos de nosotros hemos desarrollado una actitud de apego, de preocuparnos, reaccionar y obsesivamente tratar de controlar. Quizá hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la curda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca. Algunos de nosotros ni siquiera nos daremos cuenta de que nos hemos estado agarrando tan fuerte. Otros nos habremos convencido de que debemos asirnos así de fuerte. Creemos que no existe otra alternativa que la de reaccionar a esta persona o problema de esta manera obsesiva. A menudo, cuando le sugiero a la gente que se aparte de esta persona o de este problema, me responden con horror. “¡Oh, no!”, dicen, “nunca podría hacer eso. Yo lo amo, o la amo, demasiado. Me importa demasiado para hacerle eso. Este problema o esta persona es demasiado importante para mí. Tengo que permanecer apegado a ella (o a esto)”.

Mi Reflexión: Obsesionarse, preocuparse y entregarse al cuidado de los demás pretendiendo controlar sus vidas es una tarea «desgastante» que solo lleva al codependiente a desmejorarse emocional y físicamente. Esa conducta insana destruye aún más su autoestima, llegando al extremo de dejar de cuidar de si mismo. (Alpha).

¿Vives obsesionado por manipular la vida de otros? ¿Has asumido que necesitas terapia? ¿La has buscado? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 2 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea la imperiosa necesidad que el codependiente asuma que requiere ayuda e inicie voluntariamente la Terapia, solo así se recuperara y podrá asumir el compromiso de cuidar de él mismo.

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Reflexiona sobre esto:

No tienen por qué ser perfectas las decisiones tomadas. No tenemos que ser perfectos. Ni siquiera tenemos que ser casi perfectos. Podemos ser simplemente quienes somos. Podemos equivocarnos en nuestras elecciones. No somos tan frágiles que no podamos manejar el hecho de haber cometido un error. ¡No es para tanto! Es parte del vivir.
Podemos aprender de nuestros errores, o sencillamente podemos tomar otra decisión. La cita que sigue trata acerca de la toma de decisiones en el mundo de los negocios, y creo que también se aplica a otras áreas de la vida:
Si tomas una decisión, te convertirás en un héroe dentro del mundo de los negocios. Si el 30 por ciento de tus decisiones son correctas, serás un gran triunfador.
Incluso podemos cambiar de manera de pensar. Y luego volver a cambiar. Y luego otra vez. Los codependientes vacilan. Como codependientes, estamos en medio de situaciones perturbadoras.
Podemos ir de aquí para allá; podemos correr al alcohólico, y luego recibirlo de nuevo. Podemos irnos, regresar, luego irnos otra vez. Así es como llegaremos a donde vamos. Está bien. Demos un paso más adelante, es normal y a menudo necesario.
“Pero”, un codependiente puede objetar, “no sabes cómo es mi mente. En ocasiones tengo pensamientos terribles. A veces tengo fantasías inenarrables”. Todos los tenemos, y es normal, especialmente si vivimos con un alcohólico. En nuestra mente podemos haber ido cien veces al funeral de nuestro cónyuge alcohólico. Nuestros pensamientos son la clave para nuestros sentimientos. Nuestros sentimientos son la clave para nuestros pensamientos. No tenemos que reprimir. Necesitamos dejar que los pensamientos y sentimientos nos atraviesen, y luego determinar qué debemos hacer para cuidar de nosotros mismos.

Mi Reflexión: Prácticamente la mente del codependiente es un «caos permanente». Vive sintiendo emociones negativas que le atormentan y le resulta imposible creer que es normal lo que piensa y hace. Acallar esa mente es posible, solo que asumir la terapia de recuperación es a voluntad propia y quien debe asumir el compromiso es el propio afectado. Nadie puede hacerlo por esa persona. (Alpha).

¿Sientes la necesidad perentoria de iniciar la recuperación? ¿Comparte aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 29 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que todo codependiente busca afanosamente llegar a un grado de independencia para volver a decidir por sí mismo y asumir el verdadero rol de responsabilidad propia que le corresponde.

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Reflexiona sobre esto:

La gente atrapada busca escapar. Los codependientes que se sienten varados en una relación pueden empezar a planear un escape. Algunas veces nuestra ruta de escape es positiva, saludable.
Podemos comenzar a dar pasos para volvernos no-dependientes, emocional y económicamente. “No-dependencia” es un término que Penélope Russianoff utiliza en su libro para describir ese equilibrio deseable por medio del cual reconocemos y satisfacemos la necesidad sana y natural que tenemos de la gente y del amor, sin que dependamos de manera envolvente y dañina de tal necesidad.
Podemos regresar a la escuela, conseguir un empleo, o fijarnos otras metas que nos den libertad. Y por lo general fijamos esas metas cuando estamos suficientemente hartos de estar atrapados. Algunos codependientes, sin embargo, planean escapes destructivos. Podemos tratar de escapar de nuestra prisión usando alcohol o drogas. Podemos volvemos fanáticos del trabajo. Podernos buscar un escape volviéndonos emocionalmente dependientes de otra persona que es como la persona de la que intentamos escapar, otro alcohólico, por ejemplo. Muchos codependientes comienzan a contemplar la vía del suicidio. Para algunos, terminar con su vida parece ser la única salida de esta situación terriblemente dolorosa.
La dependencia emocional y el sentirse atrapados también pueden provocar problemas en relaciones que podrían salvarse. Si estamos en una relación todavía buena, podemos ser demasiado inseguros para desapegamos y empezar a cuidar de nosotros mismos. Podemos extinguirnos y asfixiar o alejar a la otra persona. Esa necesidad extrema se vuelve obvia para los demás. Se puede sentir, percibir.¡

Mi Reflexión: El proceso de recuperación de la codependencia es enriquecedor para la persona con este padecimiento En este sendero espiritual va cambiando interiormente y asume un rol protagónico en cuanto a su cuidado y compromiso con su curación. Caminar hacia la «no-dependencia» es el reto. (Alpha).

¿Estás transitando el camino transformador de la recuperación? ¿Cuál es la percepción actual de tí mismo? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 19 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la necesidad de asumir la recuperación para sanar de la codependencia.

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Reflexiona sobre esto:

No afirmo que los codependientes sean una especie peculiar porque necesitan y quieren amor y aprobación. La mayoría de la gente quiere estar dentro de una relación amorosa. Quieren tener a una persona especial en sus vidas. La mayoría de la gente quiere y necesita tener amigos. La mayoría de la gente quiere que las personas cercanas en sus vidas la amen y la aprueben. Estos son deseos naturales, sanos. En la mayoría de las relaciones está presente cierta cantidad de dependencia emocional, aún en las más sanas.
Pero muchos hombres y mujeres no sólo quieren y necesitan a la gente: necesitamos a la gente. Podemos ser manejados, controlados por esta necesidad.
Necesitar demasiado a la gente puede causar problemas. Otras personas se convierten en la clave de nuestra felicidad. Creo que gran parte del estar centrado en los demás, con nuestras vidas en órbita alrededor de otras personas, va de la mano de la codependencia y mana de nuestra inseguridad emocional. Creo que, en gran medida, la búsqueda incesante de aprobación en la que nos embarcamos proviene también de la inseguridad. La magia está en los demás, no en nosotros, creemos, El sentirse bien está en ellos, no en nosotros. Entre menos cosas buenas encontremos en nosotros mismos, más las buscaremos en los demás,
Ellos lo tienen todo; nosotros no tenemos nada. Nuestra existencia no es importante. Hemos sido abandonados y relegados tan a menudo que también nosotros nos abandonamos.
Necesitar tanto a la gente, y sin embargo creer que no somos dignos de ser amados y que la gente nunca estará ahí cuando la necesitemos, puede volverse una creencia profundamente imbuida. A veces, pensamos que la gente no está ahí para ayudarnos cuando en realidad lo está. Nuestra necesidad puede bloquear nuestra visión, impidiéndonos ver el amor que está ahí esperándonos.
En ocasiones, ningún ser humano puede estar ahí para ayudarnos en la forma en la que requerimos, que nos absorba que nos cuide y que nos haga sentirnos bien, completos y seguros.
Muchos de nosotros esperamos y necesitamos tanto de la gente que nos conformamos con muy poco.
Podemos volvernos dependientes de personas con problemas, de alcohólicos y otras personas con problemas. Podemos volvernos dependientes de personas que no precisamente nos gustan ni amamos. A veces, necesitamos tanto de la gente que nos conformamos casi con quien sea. Podemos necesitar a gente que no satisface nuestras necesidades. De nuevo, podemos encontrarnos en situaciones en las cuales necesitamos que alguien esté ahí para apoyarnos, pero que la persona que hemos elegido no puede o no podrá hacerlo.

Mi Reflexión: Para el codependiente su necesidad obsesiva de los demás genera serias dificultades en su vida, Para desmontar esa situación insana debe acudir a Terapia e iniciar un proceso de recuperación laborioso, pero sanador. Solo cumpliendo los principios y normas de la Terapia de CoDA irá asumiendo el control de su vida. (Alpha).

¿Estas ocupando de tu recuperación? ¿Asistes a Grupo de ayuda de CoDA? Comparte aquí tu experiencia.