Meditación 27 de Septiembre … Retrocesos temporales

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que la recuperación no es un proceso lineal y tiene sus altibajos que son esperados, pero que si mantenemos firmeza saldremos fortalecidos.

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Medita sobre esto:

A veces, después de empezar la recuperación, las cosas parecen empeorar. Nuestras finanzas, nuestras relaciones o nuestra salud pueden parecer deteriorarse
Esto es temporal. Esta es una parte normal de la recuperación y de la curación. Puede ser que las cosas sean así durante un tiempo, pero no demasiado.
Sigue trabajando en la recuperación, y la tendencia se revertirá. En poco tiempo, las cosas, y nosotros, estaremos mejor que estábamos antes. Esta vez, la base será sólida.

«Dios mío, ayúdame a confiar en Ti y en la recuperación, aunque tenga retrocesos. Ayúdame a recordar que los problemas son temporales y que cuando se solucionen, estaré en un terreno más firme».

Reflexión: Durante el proceso de recuperación he tenido problemas que me han ubicado en etapas ya transitadas,pero con voluntad y confianza en mi Poder Superior asumo lo temporal de mi situación y reinicio la terapia. Esta vez la base es más sólida y me permite avanzar hacia mi bienestar. (Alpha).

¿Has pasado por esos retrocesos en tu recuperación? ¿Como has logrado salir de ese problema? Comparte aquí en los comentarios.

Reflexión del Dia: 25 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»plantea que el Desapego es una herramienta efectiva al momento de asumir nuestra recuperación, asumirla nos permite alcanzar la paz interior que necesitamos.

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Reflexiona sobre esto:

El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferente a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.
De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

Reflexión: Los codependientes vivimos apegados a las relaciones, no sabemos vivir sin estar atado a esa dependencia emocional. Saber que hay una manera saludable de relacionarnos da un nuevo sentido a la vida, ese es el DESAPEGO. No se trata de dejar de querer a las personas, sino de asumir nuestro compromiso primario con nosotros mismos, y dejar que las otras personas hagan con su vida lo que deseen hacer. Desapegarnos pasa por mantenernos alejados del control enfermizo, solo así sanaremos. (Alpha).

¿Has practicado el Desapego en tus relaciones? ¿Sientes que ha servido para sanarte? Comparte tus vivencias acá.

Meditación 24 de Septiembre… Vamos a hacer un trato

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que duelo se asume de forma individual y el codependiente, para asumir la dura realidad, utiliza el regateo o «hacer un trato» con Dios para aceptar las pérdidas.

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Medita sobre esto:

La relación simplemente no estaba funcionando, y lo deseaba tanto. Seguía pensando que si me hacía parecer más bonita, si solo intentaba ser una persona más amable y cariñosa, entonces él me amaría. Me di la vuelta para ser algo mejor, cuando todo el tiempo, quién era estaba bien. Sin embargo, no pude ver lo que estaba haciendo hasta que avancé y acepté la realidad. (Anónimo).

Una de las etapas más frustrantes de aceptación es la etapa de negociación. En la negación, hay dicha, enfado, hay una cierta sensación de poder. Al negociar, vacilamos entre creer que hay algo que podemos hacer para cambiar las cosas y darnos cuenta de que no existe.
Podemos hacernos ilusiones una y otra vez, solo para hacerlos trizas.
Muchos de nosotros nos volteamos para intentar negociar con la realidad. Algunos de nosotros hemos hecho cosas que parecen absurdas, en retrospectiva, una vez que hemos logrado la aceptación.
«Si trato de ser una mejor persona, entonces esto no sucederá. Si me veo más bonita, mantengo una casa más limpia, bajo de peso, sonrío más. Déjate llevar, agárrate más fuerte, cierra los ojos y cuente hasta diez, grita, entonces no tendré que enfrentar esta pérdida, este cambio».
Hay historias de miembros de Al-Anón sobre intentos de negociar con el alcoholismo: «Si mantengo la casa más limpia, él no beberá. Si la hago feliz comprándole un vestido nuevo, ella no beberá. Si le compro un auto nuevo a mi hijo, dejará de consumir drogas».
Los niños adultos también han negociado con sus pérdidas: «Tal vez si soy el niño perfecto, entonces mamá o papá me amarán y aprobarán, dejarán de beber y estarán allí para mí de la manera en que yo quiero que lo hagan». Lo hacemos a lo grande, cosas pequeñas, intermedias, a veces locas, para alejar, detener o detener el dolor relacionado con la aceptación de la realidad.
No hay sustituto para aceptar la realidad. Ese es nuestro objetivo, pero en el camino podemos tratar de llegar a un acuerdo. Reconocer nuestros intentos de negociar por lo que son, parte del proceso de aflicción, ayuda a que nuestras vidas sean más manejables.

«Hoy, daré a mí mismo y a los demás la libertad de sufrir las pérdidas por completo. Voy a ser responsable pero me daré permiso para ser humano»./strong>

Reflexión: Transitar el proceso de duelo es difícil para cualquier persona, para al codependiente puede ocasionar un desequilibrio importante que debe asumir. En el paso por las etapas del duelo el regateo es una fase que puede utilizarse y es efectiva, aun a sabiendas que usemos los mecanismo que usemos, debemos aceptar la realidad y aceptar la perdida completamente. (Alpha).

¿Has usado el regateo como mecanismo para aceptar la perdida durante el duelo? Comenta tus vivencias aquí.

Meditación 21 de Septiembre … Deja ir la urgencia

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos hace reflexionar que el codependiente tiene un aprendizaje que lograr y eso se sustenta en «dejar ir» aquello que le lleva a perder su calma interior. Refiere que esto lleva a planificar sin prisa cada día, poniéndose como tarea efectuarlas con serenidad.

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Medita sobre esto:

¡Una cosa a la vez!
Eso es todo lo que tenemos que hacer. No dos cosas a la vez, sino una cosa hecha en paz.
Una tarea a la vez. Un sentimiento a la vez. Un día a la vez. Un problema a la vez. Un paso a la vez. Un placer a la vez.
Relájate. Deja ir la urgencia. Empieza calmadamente ahora. Toma una sola cosa a la vez. ¿Ves cómo todo se arregla?

«Hoy haré en paz una sola cosa a la vez. Cuando tenga dudas, haré primero lo primero».

Reflexión: Como rasgo predominante del codependiente está el deseo de efectuar con prisa todas las cosas en su vida sin planificarse, lo que le roba la paz y serenidad interior ¿Cómo se resuelve este dilema?. Aunque suene difícil de lograr debemos aprender a priorizar los pendientes y hacer una solo tarea por vez. En la medida que ejercitemos esta práctica, vamos observando que se logra cumplirlos sin perder nuestra estabilidad ni correr riesgos innecesarios que nos enfermen física ni emocionalmente. (Alpha).

¿Has asumido jerarquizar tus tareas diariamente? ¿Te ha dado resultados positivos hacerlo?. Comparte en los comentarios.

Meditación 11 de Septiembre … Conflicto y desapego

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refiere que durante las relaciones el codependiente maneja diversas reacciones, y puede caer en conflicto intentando ayudar a la otra persona; y cuando esto ocurre el desapego es una alternativa saludable. Los codependientes muchas veces no están preparados para esta tarea. Deben centrarse entonces, en continuar responsabilizándose de si mismo, y dejar que haya un mejor momento para abordar y recomponer ese vinculo afectivo.

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Medita sobre esto:

En una relación hay esas épocas maravillosas en que las cosas transcurren suavemente para ambas personas, y ninguna de las dos necesita concentrarse demasiado en el concepto del desapego. Pero hay esas épocas desafiantes en que una persona está en crisis o está cambiando, y necesitamos desapegarnos.
Luego están también esos ciclos estresantes donde ambas personas están lidiando con cuestiones muy intensas. Ambos están necesitados y ninguno tiene nada que dar.
Hay época en que desapegarnos y cuidar de nosotros mismos es difícil. Es sutil, en esos momentos, identificar el problema. Ambas personas están lidiando y curándose. Ninguna tiene mucho que dar. por lo menos por el momento. Y ambas se sienten particularmente necesitadas.
Ese es el problema.
¿Cuál es la solución?
Puede no haber una solución perfecta. El desapego sigue siendo la clave, pero puede resultar difícil cuando nosotros mismos necesitamos apoyo. De hecho, la otra persona puede estar pidiendo apoyo más que ofreciendolo.
Aun así podemos trabajar con el desapego. Aun así podemos manejar nuestros sentimientos. Podemos aceptarlo como un ciclo temporal en la relación y dejar de estar buscando que la otra persona nos de algo que él o ella no pueden dar por el momento.
Podemos también dejar de esperar que nosotros demos por el momento.
La comunicación ayuda. Identificar el problema y hablar acerca de él sin culpa ni avergonzar es un principio. Ingeniar sistemas de apoyo alternativos, o formas de satisfacer nuestras necesidades, ayuda. Seguimos siendo responsables de cuidar de nosotros mismos, aunque estemos en la mejor de las relaciones. Podemos esperar
razonablemente que los conflictos de necesidades y el choque de asuntos por resolver se den en las relaciones más amorosas, más sanas.
Es uno de los ciclos del amor, de la amistad y de la familia. Si es una relación sana, la crisis no continuará indefinidamente.
Recuperemos nuestro equilibrio. La otra persona lo recuperará también. Podemos dejar de estar volviéndonos locos esperando que la otra persona esté equilibrada cuando no lo está.
Hablemos las cosas. Resolvamos las cosas. Mantengamos nuestras expectativas acerca de nosotros mismos, de los demás y de nuestras relaciones sanas y razonables.
Una buena relación será capaz de mantenerse y de sobrevivir a los malos tiempos. A veces, los necesitamos para que ambos podamos crecer y aprender por separado.
A veces, la gente que por lo general está ahí para apoyarnos no puede hacerlo. Podemos encontrar otra manera de cuidar de nosotros mismos.

«Hoy recordaré que mis mejores relaciones tienen tiempos malos. Si el mal es la norma, consideraré cuánto de deseable es la relación. Si el mal tiempo es un ciclo temporal, practicaré el comprenderme a mí mismo y a la otra persona. Dios mío , ayúdame a recordar que la ayuda y el apoyo que quiero y necesito no viene nada más en forma de una sola persona. Ayúdame a estar abierto a opciones sanas para cuidar de mí mismo si no dispongo de mi sistema normal de apoyo».

Reflexión: Tenemos dificultades para manejar nuestras relaciones, y nos «enganchamos» en ayudar a la otra persona. Durante ese tiempo descuidamos nuestro cuidado y caemos en conflictos que sólo tendrán solución cuando aceptemos que nos corresponde «desapegarnos hasta que podamos conducirnos sanamente y recomponer ese vínculo afectivo». Recordemos que solos podemos ayudarnos, si contamos con otra vía de ayuda externa aprovechémosla. (Alpha).

¿Tienes conflictos en tus relaciones? ¿Cómo conduces esas situaciones? ¿Te desapegas con facilidad?. Comparte en los comentarios tus vivencias.

Versículo Bíblico del Día: Vivan en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda y sacrificio a Dios, de aroma fragante (Ef 5:2).

Meditación 8 de Septiembre… Transformación a través del dolor

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós aclara que para alcanzar la Aceptación se requiere transitar por un proceso de cinco etapas, llamado proceso de duelo, muy difícil y laborioso transitarlo, solo que en el trayecto vamos sintiendo que «descargamos» el sufrimiento con el que vivimos durante parte de nuestra existencia.

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Medita sobre esto:

Nos esforzamos por la aceptación en la recuperación, la aceptación de nosotros mismos, nuestro pasado, otras personas y nuestras circunstancias actuales. La aceptación trae paz, sanación y libertad, la libertad de cuidar de nosotros mismos.
La aceptación no es un proceso de un solo paso. Antes de lograr la aceptación, avanzamos hacia ella en etapas de negación, enojo, negociación y tristeza. Llamamos a estas etapas el proceso de duelo. El dolor puede ser frustrante. Puede ser confuso. Podemos vacilar entre la tristeza y la negación. Nuestros comportamientos pueden vacilar. Otros pueden no entendernos. Es posible que no nos comprendamos a nosotros mismos ni a nuestro propio comportamiento mientras lamentamos nuestras pérdidas. Entonces, un día, las cosas se aclaran. La niebla se levanta y vemos que hemos estado luchando para enfrentar y aceptar una realidad en particular.
No te preocupes. Si estamos tomando medidas para cuidarnos, avanzaremos en este proceso al ritmo adecuado. Sé comprensivo contigo mismo y con los demás por la forma tan humana en que atravesamos la transición.

«Hoy, aceptaré la forma en que atravieso el cambio. Aceptaré el proceso de duelo y sus etapas, como la forma en que las personas aceptan la pérdida y el cambio».

Reflexión: Llegar a la ACEPTACIÓN requiere de un inmenso deseo de cambio de conducta para con nosotros mismos. Nos comprometemos a transitar un camino tortuoso, pero liberador que nos llevará a la aceptación de nuestro pasado, a asumir las pérdidas de manera racional, a comprender conscientemente que debemos seguir batallando para enfrentar la realidad por muy dura que esta sea. Vamos a sentirnos confundidos, nos moveremos en las distintas etapas del Duelo, pero si sentimos que estamos responsabilizándonos de nosotros, debemos estar tranquilos, esa es la idea. (Alpha).

¿Has atravesado duelos? ¿Cómo te has conducido ante las pérdidas? ¿Sientes que te ha sido fácil lograr la aceptación de la realidad? ¿Sientes que responsablemente cuidaste de ti mismo durante la aflicción?. Comenta tus vivencias aquí.

Versículo Bíblico del Día: A todo se acomoda, cree todo el bien del prójimo, todo lo espera, y lo soporta todo” (1 Corintios 13:7).

Meditación 27 de Agosto … Negligencia

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que el codependiente puede «postergar tareas» que está llamado a hacer, cayendo en negligencia para resolver algunos problemas. Esta actitud negativa se va haciendo habitual en ellos, y en muchas ocasiones se debe al temor a enfrentarse con lo que tiene pendiente por resolver, y esto le genera ansiedad. Nos toca confiar en la intuición para saber cuando corresponde actuar y cuando toca esperar. Confiemos en la Divinidad.

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Medita sobre esto:

La negligencia –no actuar en el momento oportuno- es una conducta autoderrotista. Produce ansiedad, culpa, desarmonía y que tengamos una machacona conciencia de la tarea que la vida nos está diciendo que es tiempo de hacer.
No siempre estamos siendo morosos cuando dejamos algo para después. A veces, hacer algo antes del momento preciso puede ser tan contraproducente como esperar demasiado. Podemos aprender a discernir la diferencia. Escúchate a ti mismo. Escucha al universo. ¿A qué se le ha pasado ya el tiempo de que lo hicieras y te está creando ansiedad y te está aguijoneando por dentro?
¿Hay algo en tu vida que estés evitando porque no quieres enfrentarlo? ¿Se está haciendo cada vez más grande la ansiedad por estarlo posponiendo?

A veces,la ira, el miedo o el sentirse impotente puede motivar la negligencia. A veces, la negligencia simplemente se ha convertido en algo habitual.
Confía en ti mismo y escúchate a ti, a tu Poder Superior y al Universo. Vigila los signos y señales. Si es tiempo de hacer algo, hazlo ahora. Si aún no es tiempo, espera hasta que sea el momento oportuno.

«Dios mío ayúdame a estar a tiempo y en armonía con mi vida. Ayúdame a sintonizarme al Divino Orden y a la Divina Regulación del Tiempo y a confiar en ellos».

Reflexión: Los codependientes tendemos a caer en «inacción», postergamos darle solución a situaciones por mucho tiempo, se hace habitual esta conducta, luego nos llenamos de ansiedad al no tener resuelto los problemas. La «negligencia» es una faceta de nuestro comportamiento porque vamos «dando largas» a los problemas sin que hagamos nada al respecto. Debemos desarrollar la intuición para saber cuando hacer las cosas de manera oportuna y si no corresponde, retrasarlas hasta que sea el tiempo correcto. Dios con su guía nos dirá. Confiemos en su voluntad. (Alpha).

¿Asumes esta conducta frecuentemente? ¿Dejas problemas sin abordar? Comenta aquí.

Versículo Bíblico del Dia: Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. (1 Juan 5:13).

Meditación 25 de Agosto … Estemos dispuestos a reparar los daños

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refuerza la necesidad de «reparar daños» a aquellas personas a quienes ofendimos, y como este proceso gradual alivia nuestro corazón, modifica nuestra actitud, permitiéndonos liberarnos de sentimientos negativos de ira, amargura y vergüenza. Esta decisión saludable nos hace entender que debe prevalecer el «AMOR» en nuestras vidas, aunque para llegar hasta allí debamos transitar un proceso laborioso, pero valioso porque permitirá alcanzar nuestra real curación.

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Medita sobre esto:

El Paso Ocho está hablando de un cambio de corazón, de un cambio curativo.
Esta actitud puede ser el principio de una gran cadena de recuperación y de curación en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. Significa que estamos dispuestos a dejar ir nuestra dureza de corazón, uno de los más grandes obstáculos para nuestra capacidad de dar y recibir amor.

En el Paso Ocho hacemos una lista de toda la gente que hemos dañado, y nos permitimos a nosotros mismos experimentar una actitud curativa hacia ellos. Es una actitud de amor.
En este Paso, no nos arrojamos con locura y empezamos a gritar: «¡Lo siento!». Hacemos nuestra lista, no para sentirnos culpables, sino para facilitar la curación. Antes de que realmente reparemos daños o empecemos a considerar la manera apropiada de repararlos, nos permitimos a nosotros mismos cambiar nuestra actitud. Ahí es donde comienza la curación, en nuestro interior.
Esto puede cambiar la energía. Puede cambiar la dinámica. Puede hacer comenzar el proceso, antes de que abramos la boca y digamos lo siento. Abre la puerta del amor. Abre la puerta a la energía del amor y de la curación. Nos capacita para llenarnos de sentimientos y energía positivos.
Esa energía se puede sentir alrededor del mundo, y comienza dentro de nosotros.

¿Con cuánta frecuencia, después de haber sido lastimados, deseábamos que la persona simplemente reconociera nuestro dolor y dijera, «lo siento»? ¿ Cuán tan a menudo hemos deseado que la persona simplemente nos viera, nos escuchara y volviera hacia nosotros la energía del amor? ¿Cuán frecuentemente hemos anhelado por lo menos un cambio de corazón, una pequeña dosis de reconciliación, en las relaciones manchadas por asuntos inconclusos y malos sentimientos? Muy a menudo.
Los otros también lo desean. Eso no es ningún secreto. La energía de la curación comienza con nosotros. Nuestra disposición para reparar el daño puede beneficiar o no a la otra persona; el o ella pueden estar o no dispuestos a olvidarse del asunto.
Pero nosotros nos curamos. Nos volvemos capaces de amar.

«Hoy trabajaré por lograr un cambio de corazón si están presentes la dureza del corazón, la defensividad, la culpa o la amargura. Me dispondré a dejar ir esos sentimientos y a reemplazarlos por la energía curativa del amor».

Reflexión: Sanar interiormente pasa por reconocer las ofensas que hemos proferido a los otros y reparar esos daños. No es fácil para nadie, menos aún para los codependientes, pedir disculpas o perdón. Solamente «aliviando nuestro corazón», asumiremos esa tarea. Muchos hemos vivido sintiendo el desamparo, el abandono de quienes amamos y creíamos nos amaban, ello hizo que nuestros sentimientos de amargura, ira, culpa se instalaran en nuestro corazón y no floreciera el amor, de allí que nos cueste «darlo». Al trabajar sobre la «reparación de daños» drenamos esos sentimientos negativos que endurecen nuestra alma, y empezamos a sanar progresivamente, pasando de ser ofensivos, iracundos, coléricos, a amorosos y comprensivos. La tarea requiere paciencia, perseverancia y coraje. No pongamos trabas a este proceso, una vez iniciado con convicción de la necesidad de hacerlo para nuestra curación, no debemos frenar hasta lograrlo. (Alpha).

¿Estás dispuesto a trabajar en la reparación de daños? ¿Lo has hecho y tienes resultados tangibles?. Comenta aquí.

Versículo Bíblico del Dia: En verdad, quien me encuentra halla la vida y recibe el favor del Señor. (Proverbios 8:35).

Meditación 20 de Agosto … Honestidad en las relaciones

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad de ser honestos» en nuestras relaciones, aunque debemos «fijar límites» que nos permitan actuar con total claridad y asumir compromiso solo si nos sentimos bien con esa persona. Las relaciones con los demás permiten que valoremos cuánto hemos progresado en nuestra recuperación, son el mejor referente para ello.

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Medita sobre esto:

Podemos ser honestos y directos acerca de nuestros límites en las relaciones y acerca de los parámetros de una relación en particular.
Quizá ninguna otra área de nuestra vida refleje nuestra calidad de únicos y nuestra individualidad en la recuperación más que nuestras relaciones. Algunos de nosotros tenemos una relación de compromiso.
Algunos de nosotros salimos con alguien. Algunos de nosotros no salimos con nadie. Algunos de nosotros estamos viviendo con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos salir con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos tener una relación de compromiso. Algunos de nosotros nos embarcamos en relaciones nuevas después de la recuperación. Algunos de nosotros permanecemos dentro de la relación que teníamos antes de comenzar la recuperación.
También tenemos otras relaciones. Tenemos amigos. Relaciones con los hijos, con los padres, con el resto de la familia. Tenemos relaciones profesionales, relaciones con gente en el trabajo.
Necesitamos ser capaces de ser honestos y directos en nuestras relaciones. En un área en la que podemos ser honestos y directos es en los parámetros de nuestras relaciones. Podemos definir nuestras relaciones con la gente, una idea que escribieron Charlotte Kasl y otros, y podemos pedirle que sea honesta y directa al definir su punto de vista acerca de su relación con nosotros.
Causa confusión estar dentro de una relación y no saber dónde estamos parados, ya sea en el trabajo, en una amistad, con miembros de la familia, o en una relación amorosa. Tenemos derecho a ser directos acerca de cómo definimos la relación, qué es lo que queremos que sea. Pero las relaciones igualan a dos personas que tienen iguales derechos. La otra persona necesita ser capaz de definir la relación también. Tenemos derecho a saber y a preguntar. Lo mismo ellos.
La honestidad es la mejor política.
Podemos fijar límites. Si alguien quiere una relación más intensa que nosotros, podemos ser claros y honestos acerca de lo que queremos nosotros, acerca del nivel de participación que nos proponemos tener. Podemos decirle a la persona lo que puede esperar razonablemente por parte nuestra, porque eso es lo que queremos dar.
La forma como la persona lo maneje es asunto suyo. Si se lo decimos o no es asunto nuestro.
Podemos establecer límites y definir las amistades cuando éstas provoquen confusión.
Podemos incluso definir las relaciones con los niños, si esas relaciones se han vuelto pegajosas y exceden a nuestros parámetros. Necesitamos definir las relaciones amorosas y lo que éstas significan para cada perdona. Tenemos derecho a hacer preguntas y a recibir respuestas claras. Tenemos derecho a hacer nuestras propias definiciones y a tener nuestras propias expectativas. Y lo mismos la otra persona.
Ser honestos y directos es la única política. A veces no sabemos que queremos en una relación. A veces, la otra persona no lo sabe. Pero entre mas pronto podamos definir una relación, con la ayuda de la otra persona, mas pronto podemos decidir el curso adecuado de conducta para nosotros misma. La información es una herramienta poderosa, y tener la información acerca de lo que es una relación particular -los límites y definiciones de la misma- nos dará la fuerza para cuidar de nosotros respecto de ella.
Las relaciones llevan un tiempo para formarse, pero en algún punto podemos razonablemente esperar una definición clara de lo que es la relación y cuáles son sus límites. Si chocan las definiciones, somos libres de tomar una nueva decisión basándonos en la información adecuada acerca de lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos.

«Hoy me esforzaré por ser claro y directo en mis relaciones. Si ahora tengo algunas relaciones lóbregas y poco definidas, y si les he dado el tiempo adecuado para formarse, empezaré a tomar acción para definir esa relación. Dios mío, ayúdame a dejar ir mis miedos acerca de definir y comprender la naturaleza de mis relaciones actuales. Guíame a la claridad, a pensar clara, sanamente. Ayúdame a saber que lo que quiero está bien. Ayúdame a saber que si no puedo conseguir eso de la otra persona, lo que quiero sigue estando bien, pero no es posible en el momento presente. Ayúdame a aprender a no renunciar a lo que quiero y necesito, sino dame la fuerza para hacer elecciones apropiadas, sanas, acerca de dónde conseguirlo».

Reflexión: Habitualmente no logramos construir vínculos sanos con las personas por nuestra necesidad de intervenir y controlar. Si queremos que una relación se concrete debemos comprometernos con claridad y honestidad en ese vinculo que estamos generando. No resulta fácil lograr esto, pero necesitamos mantenernos unidos a alguien, solo que bajo límites claros y saludables. Caso contrario dejar ir es la solución hasta estar mas seguros para relacionarnos. (Alpha).

¿Cómo manejas tus relaciones? ¿Lo haces con compromiso siendo honesto? ¿Te funciona? Comenta aquí si te resulta y cuáles son tus herramientas para lograrlo?

Versículo Bíblico del Dia: Para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. (Romanos 15:32).

Meditación 15 de Agosto … Deja espacio para los sentimientos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que para quienes estamos acostumbrados a reaccionar ante cualquier «sentimiento» que aparezca en nuestra mente, resulta beneficioso que nos demos el tiempo para trabajar de forma consciente e ir entendiéndonos como personas. No hace falta que nos apuremos como solemos hacer las cosas. Este trabajo interior lleva su tiempo y toca que sepamos dosificarnos.

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Medita sobre esto:

Necesitamos darnos espacio a nosotros mismos y dárselo a los demás para trabajar con nuestros sentimientos.
Somos gente, no robots. Una parte importante de nosotros –quiénes somos, cómo crecemos, cómo vivimos- está conectada a nuestro centro emocional. Tenemos sentimientos, a veces difíciles, a veces desgarradores, a veces explosivos, sobre los que necesitamos trabajar.
Al afrontar estos sentimientos y trabajar en ellos crecemos nosotros y los demás. En las relaciones, ya sea en una relación amorosa, en una amistad, en una relación familiar o en una relación de negocios, la gente necesita espacio para experimentar sus sentimientos y trabajar en ellos.
Algunos le llaman » atravesar el proceso».
Es irracional esperar de nosotros mismos o de los demás que no necesitamos tiempo y espacio para trabajar sobre nuestros sentimientos. Estaríamos disponiéndonos a nosotros mismos y a nuestras relaciones al fracaso si no nos damos este tiempo y este espacio en nuestra vida.
Necesitamos tiempo para trabajar con los sentimientos. Necesitamos espacio y permiso para trabajar con estos sentimientos de la manera embarazosa, incómoda, a veces desordenada en que la gente trabaja sobre ellos.
Así es la vida. Así es el crecimiento. Así está bien. Podemos darle espacio a los sentimientos. Podemos dejar que la gente tenga tiempo y permiso para trabajar sobre sus sentimientos. No tenemos que mantenernos a nosotros mismos y mantener a los demás bajo una rienda tan tirante. Mientras trabajamos sobre nuestros sentimientos no tenemos que gastar energía innecesaria reaccionando a cada sentimiento que tengamos nosotros mismos o los demás. No tenemos por qué tomar tan en serio nuestros sentimientos, ni los sentimientos de los demás, mientras nosotros o ellos estamos en el proceso de trabajar sobre ellos.
Deja que los sentimientos fluyan y confía adónde te está llevando este flujo.

«Puedo fijar límites razonables para una conducta y, aun así dejar espacio para todo un rango de emociones».

Reflexión: Para los codependientes cuya tendencia controladora sobre los demás es una constante, nos resulta «cuesta arriba» poner orden en la mente y darnos tiempo para analizar nuestros sentimientos que se agolpan y nos desajustan emocionalmente. Solo asumiendo un trabajo interno a conciencia podremos darnos un espacio a salvo que día a día permita analizar nuestras emociones e ir construyendo esos límites saludables para sanarnos. No es fácil, tampoco imposible, el compromiso es personal con nosotros mismos. (Alpha).

¿Estás trabajando sobre aquellos sentimientos que te hacen reaccionar brusca e inadecuadamente? ¿Cuál herramienta te ha resultado eficaz? ¿Has observado beneficios en tu vida? Comparte tu experiencia al respecto aquí.

Versículo Bíblico del Día: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió á su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado á Dios, sino que él nos amó á nosotros, y ha enviado á su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos á otros.” (1 Juan 4:9-11).