Reflexión del Dia: 12 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea que el codependiente debe adoptar una total responsabilidad de su vida, aceptando que el es el único capaz de construir un espacio sano para mantenerse en recuperacion.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

A veces damos lo que necesitamos significa darnos algo divertido: una golosina, un nuevo peinado, un vestido nuevo, un nuevo par de zapatos, un juguete nuevo, una noche en el teatro, o un viaje a las Bahamas.
En ocasiones, darnos lo que necesitamos es trabajar. Necesitamos eliminar o desarrollar cierta característica; necesitamos trabajar en una relación; o necesitamos atender a nuestras responsabilidades para con otras personas o para con nosotros mismos. Darnos lo que necesitamos no solamente significa hacernos regalos; significa hacer lo necesario para vivir responsablemente, no una existencia exageradamente responsable o irresponsable en exceso.
Nuestras necesidades son distintas y varían de un momento a otro y de un día para otro. ¿Estamos sintiendo la loca ansiedad que acompaña a la codependencia? Quizá necesitemos acudir a una reunión de Al- Anón. ¿Son nuestros pensamientos negativos y desesperantes? Tal vez necesitemos leer un libro de meditación o uno que nos inspire. ¿Estamos preocupados por un problema físico? Quizá necesitemos ir al doctor. ¿Se están portando muy mal los niños? Tal vez necesitemos idear un plan familiar de disciplina. ¿La gente está pisando nuestros derechos? Fijemos algunos límites. ¿Tenemos el estómago hecho nudo a causa de las emociones? Manejemos nuestros sentimientos. Tal vez necesitemos desapegarnos, desaceleramos, enmendar, intervenir, iniciar una relación, o pedir el divorcio. De nosotros depende. ¿Qué pensamos que debemos hacer?
Además de darnos lo que necesitarnos, empezamos a decirle a la gente lo que necesitamos y queremos de ellos porque esto forma parte de cuidarnos y de ser seres humanos responsables.

Reflexión: El codependiente debe aprender a darse aquello que necesita, entendiendo esto como no solo las cosas materiales que puedan darle una sensación placentera efímera, sino la aceptación de su responsabilidad en aquello que genere el cuidado de si mismo. Asumir un comportamiento constructivo para sanar de su codependencia. (Alpha).

¿Estás actuando responsablemente en tu cuidado? ¿Cómo has introducido cambios en esa creencia? Comparte aquí tu experiencia.

Lectura Bíblica sugerida: Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. (Mateo 6:34).

Reflexión del Dia: 11 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que el codependiente tiene una tarea primordial: responsabilizarse de su cuidado. Asumir este rol activo para sanar y hacer que su vida se mantenga en paz y serenidad.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros hemos creído que nuestras necesidades no son importantes y que no debemos mencionarlas. Algunos incluso hemos llegado a creer que nuestras necesidades son malas o están mal, de modo que hemos aprendido a reprimirlas y a empujarlas fuera de nuestra conciencia. No hemos aprendido a identificar lo que necesitamos, ni a escuchar a esa necesidad porque de todos modos no importaba: nuestras necesidades no iban a ser satisfechas. Algunos de nosotros no hemos aprendido cómo satisfacer adecuadamente nuestras necesidades.
Darnos a nosotros mismos lo que necesitamos no es difícil. Creo que podemos aprender rápido. La fórmula es sencilla: en cualquier situación dada, desapégate y pregunta: “¿qué necesito hacer para cuidar de mí mismo?”
Luego necesitamos escucharnos a nosotros mismos y a nuestro poder superior. Respetar lo que oímos. El demente negocio de castigarnos por lo que pensamos, sentimos, y deseamos, esta tontería de no escuchar a quien realmente somos y a lo que nuestro yo lucha por decirnos debe parar. ¿Cómo creen que Dios trabaja con nosotros? Como ya lo he dicho antes, no es de sorprender que pensemos que Dios nos ha abandonado; nos hemos abandonado nosotros mismos. Podemos ser gentiles y aceptarnos. No somos sólo o meramente humanos, fuimos creados con la intención de que fuéramos humanos. Y podemos ser compasivos con nosotros mismos. Después, tal vez, podamos desarrollar verdadera compasión hacia los demás.42
Escuchen lo que nuestro precioso yo trata de decirnos acerca de lo que necesitamos.

Reflexión: El codependiente tiende habitualmente a reprimir sus sentimientos y emociones, considerando que no está acertado reaccionar de determinada manera. Esto lo lleva a despreocuparse de si mismo y descuidar su responsabilidad de aceptarse tal cual es y asumir un rol activo en su cuidado.(Alpha).}

¿Estás comprometido en tu cuidado personal? ¿Haces esfuerzos por mantenerte activo en tu recuperación? Comenta acá.

Lectura Bíblica sugerida: Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. (Salmo 73:26)..

Reflexión del Dia: 10 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que lograr la libertad y alcanzar la serenidad solo se logra a través de la responsabilidad personal de cuidarnos, aceptarnos y trabajar en el Programa CoDA.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Necesitarnos dejar de avergonzarnos a nosotros mismos. La vergüenza, al igual que la culpa, no sirve absolutamente para ningún propósito. Si la gente nos dice, directa o indirectamente, que debíamos sentirnos avergonzados, no tenemos que creerle. Odiarnos o avergonzarnos de nosotros mismos no ayuda más que por un momento. Di una situación que se mejoró por el hecho de que continuamente sintieras culpa o vergüenza.
Di una vez que eso haya resuelto un problema. ¿En qué forma ayudó? La mayor parte del tiempo, la culpa y la vergüenza nos mantienen tan ansiosos que no podemos rendir al máximo. La culpa dificulta todo. Necesitamos valorarnos y tomar decisiones y elecciones que mejoren nuestra autoestima.
Podemos ser suaves, amorosos, atentos, amables y estar prestos a escucharnos a nosotros mismos, a nuestros sentimientos, pensamientos, necesidades, deseos y a todo lo que somos. Podemos aceptarnos, todos podemos hacerlo. Empecemos por donde nos encontramos y volvámonos más poco a poco.
Desarrollemos nuestros dones y talentos. Confiemos en nosotros mismos. Seamos asertivos. Se puede confiar en nosotros. Honrémonos, pues es ahí donde reside la magia. Esta es nuestra llave para abrir el mundo.

Reflexión: Estar estancados con sentimientos de culpa, vergüenza y resentimiento solo nos ancla y evita buscar ser feliz. Desatarnos de esos sentimientos negativos nos permite liberarnos y buscar la paz y serenidad an deseadas. Podemos y debemos amarnos, aceptarnos, vivir con nuestras debilidades y trabajar arduamente para convertirlas en fortaleza, todo esto con la ayuda del poder superior. (Alpha).

¿Estás trabajando en soltar sentimientos negativos? ¿Asistes al Programa CoDA? Comparte tu experiencia.

Lectura Bíblica sugerida: El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. (Salmo 121:7-8).

Reflexión del Dia: 9 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la necesidad de curación del codependiente con base en propiciar vínculos afectivos sanos, creencia firme en el poder superior como guía divina, y en el compromiso de responsabilizarse de sí mismo.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Necesitamos rehusarnos a entrar en una relación antagónica al interior de nosotros. Dejar de culpamos y de ser víctimas, y dar los pasos necesarios para apartar a la víctima. Suprime los sentimientos de culpa. La culpa y la vergüenza no sirven a ningún propósito a largo plazo. Sólo son útiles para indicar momentáneamente cuándo podemos haber violado nuestros propios códigos morales. La culpa y la vergüenza no son útiles como un modo de vida. Suprime los “debería de”. Volvámonos conscientes de cuándo nos estamos castigando y torturando y hagamos un esfuerzo concertado para decirnos mensajes positivos a nosotros mismos. Si debíamos de estar haciendo algo, hagámoslo. Si nos estamos autotorturando, dejemos de hacerlo. Se hace cada vez más fácil. Podemos reírnos de nosotros mismos, decirnos que no nos veremos entrampados, darnos un abrazo a nosotros mismos, y luego vivir como elijamos hacerlo. Si tenernos sentimientos de culpa verdaderos, manejémoslos. Dios nos perdonará. Él sabe que hicimos las cosas lo mejor que pudimos, aunque las hayamos hecho de lo peor. No tenernos que castigarnos sintiéndonos culpables para probarle a Dios o a nadie más cuánto nos importa. Necesitamos perdonarnos, hagamos los pasos cuarto y quinto (ver el capítulo de Haz el Programa de Doce Pasos); habla con un sacerdote; habla con Dios; enmiéndate; y luego da el asunto por terminado.

Reflexión: La sanación pasa por dejar de desestimarnos e iniciar un proceso de valoración y aceptación de cada uno de nosotros como personas con derecho a cometer errores, pero también con opción a rectificar, excusarse y seguir adelante con los vínculos afectivos que necesitemos mantener a nuestro lado. No nos sobre exigamos, todo llega en el momento preciso. El poder superior nos guía siempre y a nosotros nos toca creer y tener una profunda confianza que todo va a llegar en su momento. (Alpha).

¿Estás dispuesto a iniciar tu recuperación? ¿Asistes a Grupos CoDA? Comparte aquí tus vivencias.

Lectura Bíblica sugerida: Y ésta fue mi oración al Señor mi Dios; ésta fue mi confesión: Señor, Dios grande y digno de ser temido, que cumples tu pacto y tu misericordia con los que te aman y cumplen tus mandamientos (Da 9:4).

Reflexión del Dia: 7 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienteratifica que nadie puede cambiar a las personas, y el codependiente se maneja en el triangulo del Drama de Karpman.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cerca de un año después de comenzar a recuperarme de mi codependencia me di cuenta de que aún estaba haciendo algo que me causaba dolor. Percibí que este patrón tenía algo que ver con el por qué muchas de las relaciones que establecía se agriaban. Pero no sabia qué era “eso” que estaba yo haciendo, de modo que no pude dejar de hacerlo. ¿Qué es esa cosa que los codependientes hacen una y otra vez? ¿Por qué nos seguimos sintiendo tan mal?”
Pensó un momento en mi pregunta antes de responderme. “Los codependientes son cuidadores de los demás, rescatadores. Rescatan, luego persiguen, y terminan siendo víctimas. Estudia el triángulo del drama de Karpman”, me dijo. El triángulo del drama de Karpman y sus papeles de rescatador, perseguidor y víctima.
Eso era. Ese era mi patrón. Este es nuestro patrón. Esto es lo que hacemos repetidamente con nuestros amigos, familiares, conocidos, clientes o cualquiera que se encuentre a nuestro alrededor. Como codependientes, podernos hacer muchas cosas, pero este patrón es el que seguimos mejor y con mayor frecuencia. Esta es nuestra reacción favorita.
Somos rescatadores, quienes todo lo proporcionan. Somos grandes madrinas o padrinos del mundo entero. No sólo satisfacernos las necesidades de la gente, sino que las anticipamos.
Arreglamos los asuntos de los demás, los enseñamos, nos afligimos por ellos, Les solucionamos, los atendemos. Y lo hacemos todo tan bien. “Tu deseo es un mandato para mí”, es nuestro lema. “Tu problema es mi problema.” Somos cuidadores.
Rescatamos a la gente de sus responsabilidades. Nos hacemos cargo, cuidamos de sus responsabilidades en vez de dejar que ellos lo hagan. Luego nos enojamos con ellos por lo que hemos hecho. Nos sentimos usados y nos da lástima de nosotros mismos. Ese es el patrón, el triángulo.

Reflexión: El codependiente se moviliza como rescatador en el Triangulo del Drama de Karpman. Este escenario insano es una constante en la existencia del codependiente. Esa actitud autodestructiva de victimizarse hace que sufra seriamente un largo tiempo, desgastándose física y emocionalmente. (Alpha).

¿Te mueves en el Triangulo de Karpman? ¿Cómo te sientes actuando como víctima/rescatador? Comenta acá tus vivencias.

Lectura Biblica sugerida: Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.(Hebreos 12:11).

Reflexión del Dia: 5 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientereitera que cada persona está siendo guiada por la Divinidad y al tener ese concepto claro se sentirá acompañada y provista siempre.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Vivir nuestra vida puede no ser tampoco un prospecto emocionante para algunos de nosotros. Tal vez hemos estado tan envueltos con otras personas que hemos olvidado cómo vivir y disfrutar de nuestras vidas.
Podemos sufrir un dolor emocional tan grande que pensamos que no tenemos vida propia; lo único que sentimos es nuestro dolor. Eso no es verdad. Somos más que nuestros problemas. Podemos ser más que nuestros problemas.40 No porque hasta ahora la vida haya sido tan dolorosa debe seguir lastimándonos. La vida no tiene que herirnos tanto, y no será así, si empezamos a cambiar. De aquí en adelante puede ser que no todo sean rosas, pero tampoco tiene por qué ser todo espinas. Necesitamos y podemos desarrollar nuestras propias vidas. Como dice un amigo mío: “Consiguete una vida”.
Algunos codependientes piensan que una vida sin futuro, sin propósito, sin grandes sacudidas y sin grandes quebrantos no vale la pena vivirse. Eso tampoco es verdad. Yo creo que Dios nos tiene guardadas cosas emocionantes e interesantes a cada uno de nosotros. Creo que para cada quien existe un propósito placentero y que vale la pena por algo más que cuidar a la gente y ser un apéndice de ella. Creo que manifestamos esta actitud cuando cuidamos de nosotros mismos. Empezamos a cooperar. Nos abrimos a la bondad y a la riqueza de que disponemos dentro de nosotros y para nosotros.

Reflexión: Creo firmemente que Dios tiene un propósito definido para cada persona, este nos permite vivir a plenitud, aunque con altibajos, dificultades y conflictos porque la vida no es lineal. Cuando entendemos esto y le damos a ese Poder Superior su calificación como guía divina sentimos que vamos transitando acompañados y que seremos provistos de lo que necesitemos. (Alpha).

¿Tienes esa convicción de la Divinidad? Comenta tus criterios al respecto.

Lectura Bíblica sugerida: Tú, Señor, eres bondadoso y sabes perdonar; ¡grande es tu misericordia para los que te invocan! (Sal 86:5).

Reflexión del Dia: 4 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientemanifiesta la necesidad de entender que el codependiente saldrá adelante cuando asuma responsabilizarse de sí mismo.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Darnos a nosotros mismos lo que necesitarnos significa volvernos nuestro terapeuta personal, nuestro confidente, nuestro consejero espiritual, nuestro compañero, nuestro mejor amigo y nuestro cuidador en esta emocionante nueva aventura que hemos emprendido: vivir nuestra propia vida.
Basamos todas nuestras decisiones en la realidad, y las tomamos como mejor nos conviene.
Tomamos en cuenta nuestras responsabilidades para con otras personas, porque esto es lo que hace a la gente responsable. Pero también sabemos que nosotros contamos. Tratamos de eliminar los “debo de” de nuestras decisiones y aprendemos a confiar en nosotros mismos. Si nos escuchamos a nosotros mismos y a nuestro poder superior, no seremos engañados. Darnos lo que necesitamos y aprender a vivir en forma autodirigida requiere de fe. Necesitamos fe suficiente para proseguir con nuestra vida, y necesitamos hacer al menos algo pequeñito a diario para empezar a ir hacia adelante.
A medida que aprendemos a preocuparnos por nuestras necesidades y a satisfacerlas, nos perdonamos a nosotros mismos cuando cometemos errores y nos felicitamos a nosotros mismos cuando hacemos bien las cosas. No sentimos tanta congoja cuando hacemos algunas cosas pobremente y otras más con cierta mediocridad, pues eso es también parte de la vida. Aprendemos a reírnos de nosotros mismos y de nuestra humanidad, pero no reímos cuando necesitamos llorar. Nos tomarnos en serio, pero no demasiado en serio.

Reflexión: Cuan necesario es para el codependiente aprender a vivir a plenitud. Eso se alcanza cuando conscientemente se responsabiliza de su cuidado. Entiende que el es la fortaleza para salir a flote, comprende que sus capacidades existen y debe aprender a manejarse con los conflictos y salir airoso de ellos. (Alpha).

¿Estás responsabilizándote de tí mismo? ¿Sientes que has avanzado en tu recuperación? Comparte tus vivencias aquí.

Lectura Bíblica sugerida: ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. (1 Juan 3:1).

Meditación 4 de Febrero… Deja de cuestionarte a ti mismo

Melody Beattie, en su Libro Mas del Lenguaje del Adiós reafirma que el codependiente tenga un cuestionamiento permanente de sus ideas y convicciones, pero debe iniciar su recuperación para cambiar sus percepciones y mitos al respecto.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

A menudo en la vida, cuando surge un incidente, sabemos lo que queremos y necesitamos hacer. Está vacío. Ya tenemos esa lección bajo nuestro cinturón. Nuestros corazones y guías internas nos están hablando claramente sobre lo que queremos o no queremos hacer.
Pero creo que deberíamos estar abiertos al cambio y a las nuevas ideas. Tal vez lo que quiero es incorrecto. ¿Podría ser que lo que quiero es verdad? Probablemente no. Tal vez no sé de lo que estoy hablando.
Estamos creando esta molestia y angustia nosotros mismos.
Sé abierto a nuevas ideas. No siempre tenemos razón en lo que creemos. Mantente abierto a examinar y cambiar tus creencias e ideales. Pero no pases todo el tiempo en segundo y tercer lugar adivinandote. Tu vida pasará rápidamente No obtendrás nada hecho. Y lo más probable es que esas segundas, terceras y cuartas suposiciones te lleven al lugar desde el que comenzaste.

«Dios, ayúdame a dejar de perder el tiempo y la energía, adivinándome a mí mismo. Ayúdame a aprender a confiar en ti y confiar en mí mismo.»

Reflexión: La persona codependiente tiende a cuestionarme permanentemente. Le es fácil dudar de si mismo. Desconfía de sus capacidades. Sus creencias erróneas, en cuanto a sus capacidades, le hace desestimarse. Se cree dueño de la razón, es rígido en sus ideas y criterios. Llegó el momento de desmontar esa creencias e iniciar un sendero de recuperación que lo lleve a entender cuánto necesita cambiar para sanar. (Alpha).

¿Revisas tus comportamientos para modificarte? ¿Asistes a terapia en CoDA? Comparte tus vivencias acá.

Versiculo Biblico del Dia: ¡Cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas. (Salmo 36:7).

Reflexión del Dia: 3 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientereitera que solo con la aceptación de nuestras limitaciones humanas para cambiar a los demás podremos asumir la recuperación de la codependencia.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo. Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos. Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo.
Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga. A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas (y a veces, las más dolorosas) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.

Reflexión: La solución es desapegarse. Esto significa entender con claridad meridiana que no podemos cambiar a los demás, ni cambiar la realidad que nos rodea, y aceptar que estamos limitados a lograr cambios en nosotros mismos. (Alpha).

¿Estas trabajando en el desapego?¿Asistes a Grupos de 12 Pasos de CoDA? Comenta acá.

Lectura Bíblica sugerida: Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.(Juan 15:12).

Reflexión del Dia: 2 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientemanifiesta la necesidad del codependiente de rescatar y cuidar a los demás, aun sin necesitar su ayuda.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás. Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. Generalmente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triángulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.

Reflexión: ¿Por que mantenerse atado a la «necesidad enfermiza» de rescatar-cuidar a los demás? Para el codependiente es parte de sus hábitos de vida. Quizá no conoce que hay una manera sana de relacionarse con los otros. No tiene porque hacerlo, pero el se siente útil y necesario. Esa creencia errada solo está en su mente y de manera compulsiva lo hace día a día. Desatarse o desapegarse es una solución difícil de asumir ¿Cuándo lo hará? En aquel momento que no pueda mas gobernar su vida, que este menoscabado física y emocionalmente. El solo puede asumir voluntariamente su recuperación. Nadie puede hacer ese trabajo, puede ayudarlo, mas no hacerlo. (Alpha).

¿Mantienes vínculos de rescate con las personas? ¿Cómo te sientes al respecto? Comparte aquí tu experiencia.

Lectura Bíblica sugerida: ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. (1 Juan 3:1).