Reflexión del Dia: 31 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente iniciara su real sanación cuando se inserte en un proceso de recuperación que lo conduzca a autoestimarse y aceptarse tal cual es.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Podemos amarnos a nosotros mismos y a nuestras vidas. Podemos consentirnos y amarnos. Podemos aceptar a nuestros maravillosos yo, con todas nuestras faltas, flaquezas, puntos fuertes, puntos débiles, sentimientos, pensamientos, y todo lo demás. Es lo mejor que tenemos. Es lo que somos, y lo que teníamos que ser y no es un error. Nosotros somos lo más grande que alguna vez nos pueda suceder. Créanlo. Esto hace la vida mucho más fácil.
La única diferencia entre los codependientes y el resto del mundo es que las otras personas no se fastidian a sí mismas por ser quienes son. Toda a gente tiene pensamientos similares y tiene todo un rango de sentimientos. Toda la gente comete errores y hace unas cuantas cosas bien. De modo que podemos dejarnos en paz.
No somos ciudadanos de segunda clase. No merecemos llevar vidas de segunda mano. ¡Y no merecemos relaciones de segunda! Somos adorables y vale la pena que nos conozcan. La gente que nos ama y a quienes les caemos bien no son estúpidos ni inferiores por hacerlo. Tenemos derecho a ser felices. Nos merecemos cosas buenas.
Las personas que parecen más bellas son iguales a nosotros. La única diferencia es que ellas se dicen a sí mismas que se ven bien, y se dejan brillar. La gente que dicen las cosas más profundas, inteligentes o ingeniosas son iguales a nosotros. Se han aventurado a través de situaciones atemorizantes y se han dicho a si mismas que pueden hacerla. La gente que tiene éxito es igual que nosotros. Han seguido adelante y han desarrollado sus dones y talentos, y se han fijado metas. Somos incluso iguales a las personas que salen en televisión: nuestros héroes, nuestros ídolos. Todos trabajamos más o menos con el mismo material: humanidad. Lo que hace la diferencia es cómo nos sentimos. Lo que hace la diferencia es lo que nos decimos a nosotros mismos.

Mi Reflexión: Para el codependiente su mayor problema es la no aceptación de si mismo. Cuando inicia su proceso de recuperación empieza a ser consciente de la necesidad de amarse tal cual es, con sus fortalezas y debilidades. Inicia así un camino espiritual que lo lleva gradualmente a desarrollar un sentido de estima personal alto. En ese sendero descubre cuánto vale como persona y se responsabiliza de su propio cuidado. (Alpha).

¿Actualmente acudes a la Terapia de CoDA? ¿Sientes cambios significativos? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 30 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la necesidad de expresar los sentimientos negativos para recibir aquello positivo que necesitamos que entre a nuestra vida.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los sentimientos son energía Los sentimientos reprimidos bloquean nuestra energía. No estamos en la mejor forma cuando estamos bloqueados.
Otro problema con los sentimientos reprimidos es que estos no desaparecen. Se prolongan, a veces haciéndose cada vez más fuertes y provocando que hagamos cosas peculiares. Debemos mantenernos un paso adelante del sentimiento, tenemos que mantenernos ocupados, tenemos que hacer algo. No nos atrevemos a quedarnos quietos y en paz porque entonces podríamos sentir esas emociones. Y el sentimiento podría irrumpir de todas maneras, imponiéndonos hacer algo que nunca tuvimos la intención de hacer: gritarles a los niños, dar una patada al gato, derramar algo sobre nuestro vestido favorito, o llorar en una fiesta. Nos quedamos varados en los sentimientos porque estamos tratando de reprimirlos y al igual que un vecino insistente, no se irán hasta que reconozcamos su presencia.
La gran razón para no reprimir esos sentimientos es que el aislamiento emocional nos hace perder nuestros sentimientos positivos. Perdemos la capacidad para sentir. A veces este puede ser un alivio bienvenido si el dolor se vuelve demasiado grande o demasiado constante, pero este no es un buen plan de vida. Podemos cerrar nuestras hondas necesidades —las de amar y de ser amados— cuando cerramos nuestras emociones. Podemos perder nuestra capacidad para disfrutar del sexo, del tacto humano. Perdemos la capacidad de sentirnos cerca de la gente, que se conoce como intimidad. Perdemos nuestra capacidad para disfrutar de las cosas placenteras de la vida.
Perdemos contacto con nosotros y con nuestro medio ambiente. Ya no estamos en contacto con nuestros instintos. No percibimos nuestros sentimientos, ni lo que nuestros sentimientos nos están diciendo, ni problema alguno en nuestro medio ambiente. Perdemos el poder motivador de los sentimientos. Si no sentimos, probablemente no estamos analizando el pensamiento que acompaña al sentimiento, y no sabemos lo que nuestros yos nos están diciendo. Y si no manejamos nuestros sentimientos no cambiamos y no crecemos. Nos quedamos varados.
Los sentimientos pueden no ser siempre un barril de felicidad, pero reprimirlos puede ser verdaderamente desastroso. Así que, ¿cuál es la solución? ¿Qué hacemos con estos incómodos sentimientos que parecen ser tanto una carga como un deleite?
Los sentimos. Podemos sentir. Está bien sentir nuestros sentimientos, Está bien que tengamos sentimientos, todos los que hay. Incluso está bien que los hombres sientan. No está mal que haya sentimientos. Estos no son inadecuados. No necesitamos sentirnos culpables acerca de tos sentimientos. Los sentimientos no son hechos; sentir una furia homicida es enteramente distinto que cometer suicidio. Los sentimientos no se deben juzgar como buenos o malos. Los sentimientos son energía emocional; no son rasgos de personalidad.

Mi Reflexión: El codependiente maneja sentimientos negativos habitualmente. Producto de sus problemas de rechazo y abuso desde su infancia tiende a reprimir esos sentimientos para evitar el dolor. Debemos expresarlos para así sanar. Desprendernos de lo negativo da cabida para atraer lo positivo a nuestra vida. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Expresas libremente tus sentimientos negativos? Comparte tu experiencia aquí..

Reflexión del Dia: 29 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expresa que el codependiente se apega a personas y problemas de su entorno. Se obsesiona y todo en aras de mantener el control de la situación.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cuando un codependiente dice “creo que me estoy apegando a ti”. ¡Cuidado! Probablemente así es.
La mayoría de los codependientes están apegados a la gente y a los problemas en sus entornos. Por “apego” no quiero decir el sentimiento normal de que la gente le caiga a uno bien, le interesan sus problemas o se sienta en conexión con el mundo. Apegarse es involucrarse en exceso, a veces de una manera desesperadamente intrincada.
Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. Es energía desperdiciada.

Mi Reflexión: El apego afectivo o dependencia emocional es un problema realmente serio y complejo. El codependiente vive obsesionado por resolver los problemas de la persona a la que esta apegada en desmedro de su propia salud física y psíquica. Resulta difícil entender el control que sustenta esta relación insana, así mismo no tiene fácil solución. La persona apegada se obsesiona y hace compulsivo su control enfermizo. (Alpha).

¿Estás obsesionado con controlar a alguien? ¿Estás trabajando en recuperar tu paz? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 28 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que el codependiente se moviliza frecuentemente en el triángulo del drama, jugando los roles de victimario, rescatador y víctima.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos codependientes, en alguna época de su vida, fueron verdaderas víctimas, del abuso, de la negligencia, del abandono, del alcoholismo de otro, o de cualquier otra situación que puede hacer víctima a la gente. Estuvimos, en algún momento, realmente desvalidos e incapacitados para protegernos o solucionar nuestros problemas. Algo nos sobrevino, algo que no pedimos, y que nos hirió terriblemente. Eso es triste, verdaderamente triste. Pero un hecho todavía más triste es que muchos de los codependientes empezamos a vernos a nosotros mismos como víctimas. Nuestra dolorosa historia se repite. Como sus nanas, permitimos que la gente nos victimice, y participamos en nuestra victimización al seguir perpetuamente rescatando a la gente.
Rescatar o cuidar no son un acto de amor. El triángulo del drama es un triángulo de odio. Alimenta y mantiene el odio hacia uno mismo, y es un obstáculo para la expresión de nuestros sentimientos hacia los demás.
El triángulo y los papeles cambiantes de rescatador, perseguidor y víctima son el proceso visible que atravesamos. Cambia el papel que desempeñamos y nos sobrevienen los cambios emocionales tan cierta y tan intensamente como si estuviéramos leyendo un libreto. Podemos completar el proceso en segundos, experimentando tan sólo emociones ligeras al cambiar de papel. O bien podemos llevarnos años en completar el triángulo y engendrando así una explosión mayor. Podemos, y muchos lo hacemos, rescatar veinte veces en un día.

Mi Reflexión: Los codependientes se mueven gran parte de su vida en el Triángulo del Drama o de Karpman. Pasa del rol de perseguidor, a víctima y rescatador. Mantenerse en este escenario insano le propicia el desarrollo de una baja autoestima y resentimiento hacia si mismo. Salir de ese círculo vicioso es na tarea a emprender lo mas pronto posible, solo así sanará de la codependencia. (Alpha).

¿Te mueves en el triángulo del drama de Karpman? ¿Cual es el rol que más desempeñas? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 27 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que el codependiente se convierte en rescatador cuando cuida a personas que incluso pueden valerse por si misma. Es una conducta aprendida desde su niñez.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

No podemos cambiar a las personas. Cualquier intento de controlarlas es un engaño y una ilusión. Se resistirán a nuestros esfuerzos o redoblarán los suyos para probar que no podemos controlarlas. Podrán adaptarse temporalmente a nuestras demandas, pero cuando nos demos la vuelta regresarán a su estado natural. Y aún más, la gente nos castigara por obligarla a hacer algo que no quiere, o a ser como no quiere ser,
Ningún control será suficiente para efectuar un cambio permanente o deseable en otra persona. A veces podremos hacer cosas que aumenten la probabilidad de que la gente quiera cambiar, pero ni aun eso podemos garantizar o controlar.
Y esa es la verdad. Es una desgracia. A veces es difícil de aceptar, especialmente si alguien a quien amas se lastima a sí mismo o a sí misma y a ti. Pero así es. La única persona a la que puedes o podrás hacer cambiar es a ti misma. La única persona que te atañe controlar eres tú mismo.

Mi Reflexión: El control es una ilusión. Cuando intentamos cambiar a los otros nos conseguimos en una encrucijada terrible: somos nosotros quienes somos controlados por la situación. No podemos cambiar a nadie, más que a nosotros mismos. esa en una dura verdad, pero es la única verdad. Asumamos la responsabilidad de cuidar de nuestra vida (Alpha).

¿Tienes la necesidad de controlar a los demás? ¿Estas ocupándote de dejar ir esa necesidad? Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 26 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que el codependiente se convierte en un camaleón para manipular a las personas y eventos que le rodean. Todo ello a fin de lograr «meterse en sus vidas y lograr su cometido de controlar».

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los Codependientes son tiránicos y dominantes, algunos gobiernan con mano de hierro desde un trono que ellos mismos se han atribuido. Son poderosos. Ellos siempre saben más. Y, por Dios, que las cosas se harán a su modo. Ellos se encargarán de que así sea.
Otros hacen su sucio trabajo en forma encubierta. Se ocultan tras un disfraz de dulzura y amabilidad, y secretamente se dedican a o suyo: ¡A METERSE EN LOS ASUNTOS DE LOS DEMÁS!
Otros, llorando y suspirando, claman incapacidad, proclaman su dependencia, anuncian su total victimización, y exitosamente controlan por medio de su debilidad. Son tan inútiles, Necesitan tanto de tu cooperación. No pueden vivir sin ella. A veces los débiles son los más poderosos manipuladores y controladores. Han aprendido a asirse a las cuerdas de la culpa y de la lástima.
Muchos codependientes combinan sus tácticas, empleando una variedad de métodos. ¡Cualquier cosa que funcione! (O, para ser más exactos, esperando resultados de cualquier cosa que no funcione).
No importa cuáles sean las tácticas, las metas siguen siendo las mismas, Conducen a otras personas a hacer lo que tú quieres que hagan. Las llevan a comportarse como tú piensas que deben hacerlo. No las dejan actuar de modos que tú consideras incorrectos para ellas, pero que quizá intentarían, si no fuera por tu “ayuda”.
Fuerzan los eventos de la vida para que se desarrollen y se desenreden de la manera y a la hora que tú has designado. No dejan que ocurra lo que ocurre, o lo que podría suceder. Nosotros hemos escrito la obra, y nos encargaremos de que los actores se comporten y de que las escenas se desarrollen exactamente com nosotros hemos decidido que debe ser. No importa que sigamos colándonos de la realidad. Si nos abocamos a la carga con suficiente insistencia, podremos (creemos) detener el flujo de la vida, transformar a la gente y cambiar las cosas a nuestro antojo.

Mi Reflexión: Las conductas controladoras que asume el codependiente son variadas, desde la tiranía, la victimización, la amabilidad, la dulzura, etc. Solo persiguen manipular y controlar a los demás y a os eventos para lograr salirse con la suya. (Alpha).

¿Cuáles son las conductas que utilizas para controlar? ¿Estás pensando en recuperarte y entrar a terapia Doce Pasos de CoDA? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 25 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que el codependiente se convierte en rescatador cuando cuida a personas que incluso pueden valerse por si misma. Es una conducta aprendida desde su niñez.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Rescatamos cada vez que tomamos las responsabilidades de otro ser humano, los pensamientos, sentimientos, decisiones, conductas, crecimiento, bienestar, problemas o destino de otra persona. Las acciones siguientes son una forma de Rescatar:

– Hacer algo que no queremos hacer.
– Decir que sí cuando queremos decir que no.
– Hacer algo por alguien aunque esa persona es capaz de hacerlo por ella misma y debería estar haciéndolo.
– Satisfacer las necesidades de la gente sin que nos lo hayan pedido y antes de que hayamos consentido en hacerlo.
– Hacer más de lo que en justicia nos toca hacer una vez que se nos ha pedido ayuda.
– Consistentemente dar más de lo que recibimos en una situación particular.
– Arreglar tos sentimientos de la gente.
– Pensar por los demás.
– Hablar en nombre de otra persona.
– Sufrir las consecuencias de la conducta de los demás en vez de que sean ellos quienes las sufran.
– Solucionarle a la gente sus problemas.
– Poner más interés y mayor actividad en una labor conjunta que los que pone la otra persona.
– No pedir lo que nosotros queremos, necesitamos o deseamos.

Mi Reflexión: El codependiente se vuelve un rescatador-cuidador muchas veces desde su infancia. Vive encargado del cuidado de otra(s) persona(s). Ese escenario se repite inclusive hasta su vida adulta. Se acostumbra y adapta a hacer lo de siempre. Es difícil desprenderse de tal responsabilidad y prefiere mantenerse en ese mismo rol. (Alpha).

¿Estás al cuidado de personas? ¿Eres un rescatador de alguien? Comenta tus vivencias al respecto.

Reflexión del Dia: 24 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente necesita compartir sus sentimientos a otras personas, pero siempre en un ambiente saludable que le brinde seguridad y confianza.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los sentimientos son indicadores y motivadores. Observa los patrones en nuestros sentimientos. Nos dicen mucho acerca de nosotros y de nuestras relaciones. A veces, manejar los sentimientos significa la necesidad de un cambio en la manera de pensar.
Hay ocasiones en que podemos necesitar discutir nuestros sentimientos y pensamientos con otras personas. No es sano vivir nuestra vida en aislamiento. Compartir nuestra parte emocional con otros produce acercamiento e intimidad. Y también el ser aceptados como somos por alguien nos ayuda a aceptarnos a nosotros mismos. Esta es siempre una experiencia maravillosa. A veces, podemos querer discutir las cosas con un amigo que simplemente nos escuche,mientras ventilamos nuestros asuntos y tratamos de averiguar que está sucediendo. Las cosas que nos guardamos dentro pueden crecer demasiado y volverse demasiado poderosas. Lanzarlas al aire hace que se reduzcan. Ganamos en perspectiva.
También es divertido compartir los sentimientos placenteros: las alegrías, los éxitos, los “tiempos color de rosa”. Y si queremos tener una relación de intimidad con alguien, necesitamos discutir nuestros sentimientos persistentes con ella o con él. A esto se le llama «honestidad emocional».

Mi Reflexión: El codependiente tiene a vivir en aislamiento. Teme ser rechazado. Ya el o ella han vivido abusos, abandonos y discriminación por personas cercanas; y eso creó una atmósfera que le resulta imposible de sortear. Sus relaciones se sustentan en el control, la manipulación. Sus sentimientos son miedo,resentimiento, angustia, vergüenza, culpa. Para el codependiente discutir sus sentimientos con las personas es complejo, le llena de tensión. Aprender a hacer este ejercicio saludable le lleva tiempo. Durante la recuperación va aceptando abrir sus emociones y sentimientos a los demás. Empieza a ver los beneficios de hacerlo. (Alpha).

¿Estás recuperándote?¿Cómo te sientes revelando ante tus pensamientos, sentimientos y emociones? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 23 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que el codependiente maneja pensamientos, sentimientos y emociones complejas que lo conducen a tener hábitos insanos comprometiendo su salud física y emocional.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de nosotros empezamos a hacer estas cosas por la necesidad de protegernos a nosotros mismos y de satisfacer nuestras necesidades. Hicimos, sentimos y pensamos estas cosas para sobrevivir – emocional, mental y a veces físicamente-. Tratamos de entender y de contender con nuestros complejos mundos de la mejor manera. No siempre es fácil vivir con personas sanas y normales. Pero es particularmente difícil vivir con personas enfermas, atribuladas o perturbadas. Es horrible tener que vivir con un alcohólico delirante. Muchos de nosotros nos las hemos tenido que ver con circunstancias indignantes, y estos esfuerzos han sido tan admirables como heroicos. Hemos hecho lo mejor que hemos podido.
Sin embargo, estos recursos de autoprotección ya no nos resultan útiles. En ocasiones, las cosas que hacemos para protegernos se vuelven contra nosotros y nos lastiman. Se vuelven autodestructivas. Muchos codependientes apenas logran sobrevivir, y la mayoría no satisface sus necesidades.

Mi Reflexión: La codependencia nos sumerge en un torbellino de emociones difíciles de manejar. Posiblemente creamos hacer lo correcto rescatando y cuidando personas disfuncionales, pero nuestra vida se convierte en un caos, perdemos todo sentido de racionalidad, y terminamos siendo manejados, abusados y victimados por los demás. (Alpha).

¿Eres un codependiente en recuperación? ¿Estás en terapia con grupos de ayuda de CoDA? Comparte acá tus vivencias al respecto.

Meditación 23 de Diciembre… Miedo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expone la necesidad de mantener una fe inquebrantable en nuestro poder superior, eso permitirá atravesar dificultades con capacidad para resolverlas.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Un día, decidí probar algo nuevo. Llevé a mi hijo de diez años al río St. Croix en un Waverunner. Un Waverunner es un vehículo pequeño que se asemeja a una motocicleta.
Nos pusimos chalecos salvavidas y nos embarcamos en una experiencia que resultó estimulante y atemorizante: estimulante cuando me permití disfrutarla; aterrador cuando pensé demasiado sobre lo que estaba haciendo y todas las cosas terribles que podrían pasar.
A mitad de nuestro viaje, mi peor miedo se hizo realidad. Tomamos un derrame. Estábamos forcejeando en treinta pies de agua. El Waverunner se balanceaba sobre las olas frente a mí, como una tortuga motorizada en su espalda.
«No entres en pánico», dijo mi hijo con calma.
«¿Qué pasa si nos ahogamos?», Me opuse.
«No podemos», dijo. «Tenemos chalecos salvavidas en. ¡Ver! Estamos flotando».
«La máquina está al revés», le dije. «¿Cómo vamos a darle la vuelta?»
Al igual que el hombre dijo» respondió mi hijo.»La flecha apunta de esta manera».
Con un gesto fácil, giramos la máquina hacia arriba.
«¿Qué pasa si no podemos volver a subir?», Le pregunté.
«Podemos», respondió mi hijo. «Para eso están hechos los Waverunners: escalar en el agua».
Me relajé y, mientras nos alejábamos, me pregunté por qué me había asustado tanto. Pensé que tal vez es porque no confío en mi capacidad para resolver problemas. Tal vez es porque una vez casi me ahogo cuando no llevaba un chaleco salvavidas.
Pero tampoco te ahogaste, una pequeña voz dentro me tranquilizó. Sobreviviste.
No entres en pánico
Los problemas se hicieron para ser resueltos. La vida fue hecha para ser vivida. Aunque algunas veces podemos estar por encima de nuestras cabezas, sí, incluso podemos pasar por un momento y beber un trago de agua, no nos ahogaremos. Estamos usando, y siempre hemos estado usando, chalecos salvavidas. Esa chaqueta de soporte se llama «Dios».

«Hoy recordaré que me cuido a mí mismo. Cuando entiendo por encima de mi cabeza, Dios está allí apoyándome, incluso cuando mis miedos intentan hacerme olvidar.»

Mi Reflexión: Cuando enfrentamos dificultades tendemos a angustiarnos y tener miedo resulta lógico. Pero si creemos firmemente en nuestro Poder Superior, cada dificultad prueba esa fe en Él. Podemos atravesar problemas leves o graves, pero si confiamos en la compañía de Dios, todo puede tolerarse y pasará. (Alpha).

¿Has desarrollado una relación estrecha con tu poder superior? Te sientes aliviado de contar con un poder divino que te ayuda? Comparte tus experiencias.