Meditación 2 de Septiembre.. Claridad

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad que tenemos los codependientes de «ejercitarnos» para desarrollar la fe, solo así podemos estar claros que existe un plan divino desarrollándose para cada uno de nosotros, tanto en las situaciones buenas como en aquellos momentos difíciles que atravesamos en nuestra vida. Es el único camino para recuperarnos y sanar.

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Medita sobre esto:

Sé que lo mejor es confiar en Dios, pero a veces, me olvido de eso.
Cuando estamos en medio de una experiencia, es fácil olvidar que hay un Plan. A veces, todo lo que podemos ver es hoy.
Si tuviéramos que ver solo dos minutos del medio de un programa de televisión, tendría poco sentido. Sería un evento desconectado.
Si tuviéramos que ver a un tejedor cosiendo un tapiz por solo unos momentos, y enfocándonos solo en una pequeña parte del trabajo, no se vería hermoso. Parecería unos pocos hilos peculiares colocados al azar.
Con qué frecuencia utilizamos esa misma perspectiva limitada para mirar nuestra vida, especialmente cuando estamos atravesando un momento difícil.
Podemos aprender a tener una perspectiva cuando estamos atravesando esos tiempos de aprendizaje confusos y difíciles. Cuando estamos siendo aglutinados por eventos que nos hacen sentir, pensar y cuestionar, estamos en medio de aprender algo importante.
Podemos confiar en que algo valioso está siendo desarrollado en nosotros, incluso cuando las cosas son difíciles, incluso cuando no podemos orientarnos. La perspicacia y la claridad no aparecen hasta que hayamos dominado nuestra lección.
La fe es como un músculo. Debe ser ejercitado para crecer fuerte. Las experiencias repetidas de tener que confiar en lo que no podemos ver y las experiencias repetidas de aprender a confiar en que las cosas funcionarán, son lo que hace que nuestros músculos de fe crezcan fuertes.

«Hoy, confiaré en que los eventos en mi vida no son aleatorios. Mis experiencias no son un error. El Universo, mi Poder Superior y la vida no me están molestando. Estoy pasando por lo que necesito pasar para aprender algo valioso, algo que me preparará para la alegría y el amor que estoy buscando».

Mi Reflexión: Cuando se vive en un estado de codependencia, la idea de confiar en un Ser Superior puede ofrecer un alivio profundo y transformador. Esta confianza nos permite soltar la ilusión de control que a menudo sostiene la codependencia, cambiando la carga de ser el ‘hacedor’ todo el tiempo. En lugar de intentar manipular cada resultado en nuestras relaciones y en nuestras vidas, podemos encontrar paz en la creencia de que hay una fuerza más grande que nos guía. Esta entrega no es pasividad, sino una activa decisión de dejar de luchar contra las corrientes de la vida y empezar a fluir con ellas, confiando en que estamos cuidados y guiados, incluso cuando no lo entendemos completamente. La espiritualidad o la fe pueden ser herramientas poderosas para quienes buscan liberarse de los patrones codependientes, ofreciendo un enfoque más amplio y menos centrado en el ego para enfrentar los desafíos de la vida y las relaciones. (Alpha).

¿Has transitado ese sendero espiritual? ¿Has alcanzado la confianza y fe en Dios cual sea tu convicción de El? ¿Cuáles han sido tus vivencias? Comenta aquí, será de mucha ayuda.

Reflexión del Dia: 1 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que los codependientes tendemos a «entregar el control de nuestra vida a los otros,» abdicando nuestro poder. Cuando nos hacemos dependientes, entramos en un torbellino de emociones y sentimientos que nos llevan hasta la desesperación, la tristeza y desordenamos nuestra existencia. Toda relación que se sustenta en el control, y no en el amor está signada por el fracaso.

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Reflexiona sobre esto:

La dependencia emocional y el sentirse atrapados también pueden provocar problemas en relaciones que podrían salvarse. Si estamos en una relación todavía buena, podemos ser demasiado inseguros para desapegamos y empezar a cuidar de nosotros mismos. Podemos extinguirnos y asfixiar o alejar a la otra persona. Esa necesidad extrema se vuelve obvia para los demás. Se puede sentir, percibir. En última instancia, la dependencia excesiva de otra persona puede matar el amor. Las relaciones que se basan en inseguridad emocional y en una necesidad, en vez de sustentarse en el amor, pueden volverse autodestructivas. No funcionan. Una necesidad demasiado grande aleja a la gente y extingue el amor. Asusta a la gente y hace que se vaya. Atrae a la gente equivocada. Y no satisface nuestras verdaderas necesidades.
Nuestras necesidades reales se hacen cada vez mayores, al igual que nuestra desesperación. Fijamos nuestra vida en torno a esta persona, tratando de proteger así nuestra fuente de seguridad y de felicidad. Abdicamos a vivir nuestra propia vida al hacer esto. Y sentimos ira contra esa persona. Somos controlados por ella. Dependemos de esa persona. Finalmente nos enojamos y nos resentimos con la persona de quien dependemos y quien nos controla, porque le hemos dado nuestro poder personal y nuestros derechos.

Mi Reflexión: La sanidad en las relaciones cuando se es codependiente comienza con el reconocimiento de que tu valor no está anclado en cómo te perciben los demás, sino en cómo te percibes a ti mismo. La clave está en establecer límites saludables que protejan tu bienestar emocional, permitiendo al mismo tiempo la conexión genuina con otros. No se trata de evitar las relaciones, sino de entrar en ellas de una manera más consciente y menos compulsiva. Al priorizar tu propio crecimiento y bienestar, creas un espacio en el que las relaciones pueden prosperar sin convertirse en la fuente única de tu identidad o felicidad. El primer paso para cualquier tipo de sanación es el reconocimiento del problema, seguido por el compromiso continuo con el cambio y el autocuidado. Mantener la salud en las relaciones siendo codependiente es un proceso de aprendizaje constante, uno que se facilita al amarte y respetarte a ti mismo primero. (Alpha).

¿Has tenido ese tipo de relaciones difíciles de dependencia afectiva?¿Has logrado salir «airoso» de estas relaciones? ¿Cuáles herramientas usaste? ¿Dieron resultados positivos? Comparte aquí en los comentarios.

Meditación 1 de Septiembre… Tú eres digno de ser amado.

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos reitera que los codependientes aprendimos desde la infancia por razones diversas, que no merecemos recibir amor y a descartar amar a los demás de manera saludable, pero esa actitud debe cambiar. Aun con sentimientos negativos hacia nosotros mismos (miedo, vergüenza, tristeza), transitamos la vida sin saber que las vivencias sucedidas son «lecciones para aprender».

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Medita sobre esto:

Nos regresamos… y nos regresamos… y nos regresamos… a través de las capas de miedo, de vergüenza, de heridas y de encantamientos negativos cuando descubrimos al niño exuberante, sencillo, encantador y amoroso que había, y que aún hay, en nosotros. (Más allá de la codependencia).

Tú eres digno de ser amado. Sí, tú.
Tan sólo porque la gente no haya estado contigo, tan sólo porque ciertas personas no hayan sido capaces de demostrarte amor de maneras que sí funcionarán, tan sólo porque las relaciones hayan fracasado o se hayan agriado, eso no significa que no seas digno de ser amado.
Has tenido lecciones que aprender. A veces, esas lecciones te han lastimado.
Deja ir el dolor. Abre tu corazón al amor.
Tú eres digno de ser amado.
Tú eres amado.

«Hoy me diré a mí mismo que soy digno de ser amado. Esto lo seguiré haciendo hasta que lo crea.

Mi Reflexión: El primer paso hacia la sanación de la codependencia no es aprender a vivir sin los demás, sino aprender a vivir contigo mismo. El amor propio no es egoísmo; es la base desde la cual se construyen relaciones más saludables. Al nutrirte a ti mismo, te haces más fuerte, menos dependiente de la validación externa y más capaz de amar de una forma que enriquece en lugar de agotar. Este proceso de autoamor es esencial para desmantelar los patrones de codependencia, permitiendo que emerja un yo más auténtico y completo. (Alpha).

¿Has sentido el rechazo de los demás? ¿Qué has pensado y sentido al respecto? ¿Has aprendido a amarte a ti mismo? Si has logrado crecer en ese sentido comparte tus herramientas en los comentarios.

Reflexión del Dia: 30 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que existe una sola vía para lograr sanar de esta enfermedad y es a través del «desapego». Has perdido tiempo negando esa verdad, te toca asumir que llego el momento de concretar esta práctica.

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Reflexiona sobre esto:

“Pero esto es tan importante para mí”, protestan muchos. “No me puedo desapegar”.
Si es tan importante para ti, yo sugiero que esa es la razón más importante para desapegarte. Escuché sabias palabras acerca del desapego de boca de niños chiquitos, de los míos. A veces mi hijo más pequeño, Shane, se queda abrazado a mi fuerte y largamente después de que le doy mimos. Me tambaleo. Pierdo el equilibrio, y me impaciento con él porque me sigue abrazando. Comienzo a resistírmele.
Tal vez lo hace para tenerme cerca más rato. Quizá sea una manera de controlarme. No lo sé. Una noche que hizo esto mi hija nos miró hasta que ella misma se sintió frustrada e impaciente.
“Shane”, le dijo, “hay un tiempo para soltarse”. Para cada uno de nosotros, llega un tiempo para soltarse. Sabrás cuándo ha llegado ese tiempo.
Cuando has hecho todo lo que se puede hacer, es tiempo de desapegarte. Maneja tus sentimientos. Enfréntate a tus miedos acerca de perder el control. Gana control sobre ti mismo y sobre tus responsabilidades. Dales a los demás la libertad para ser lo que son. Al hacerlo, te liberarás.

Mi Reflexión: Para el codependiente, el desapego se siente como una contradicción a su esencia, como si soltar lo que lo ata significara perder una parte de sí mismo. Pero es en el acto valiente de soltar donde se encuentra la verdadera libertad: la libertad de ser, de amar y de vivir sin cadenas emocionales que limitan el potencial de una vida plena. Esta dificultad en el desapego no es una sentencia de por vida; es mas bien un obstáculo que, una vez reconocido y enfrentado, puede ser superado para alcanzar una versión más saludable y autónoma de uno mismo. (Alpha).

¿Sientes que es el momento de soltar lo que te mantiene apegado y sufriendo? ¿Has intentado desapegarte anteriormente? ¿Has logrado concretar el desapego? Coméntanos tus vivencias al respecto.

Reflexión del Dia: 27 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que los codependientes somos «reaccionarios» porque vivimos por largo tiempo situaciones altamente complejas que nos han hecho «dudar de nosotros mismos». La falta de confianza altera nuestra estima personal y nos hace temer a las relaciones con los demás.

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Reflexiona sobre esto:

Muchos reaccionamos como si todo fuera una crisis porque hemos vivido tantas crisis durante tanto tiempo que la reacción a la crisis se ha convertido en un hábito.
Reaccionamos porque pensamos que no deberían estar sucediendo las cosas como suceden.
Reaccionamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos.
Reaccionamos porque la mayoría de la gente reacciona.
Reaccionamos porque pensamos que tenemos que reaccionar.
No tenemos que hacerlo.
No debemos tener tanto miedo de la gente. Son gente como nosotros.
No tenemos que abdicar a nuestra paz. No sirve de nada. Disponemos de los mismos recursos y
hechos cuando estamos en paz que de los que disponemos cuando estamos en un estado frenético y caótico.
De hecho disponemos de más recursos porque nuestras mentes y emociones están libres de actuar a su mayor potencial.
No debemos abdicar a nuestro poder para pensar y sentir por cuenta de los demás. Tampoco eso se requiere de nosotros.
No tenemos que tomar las cosas tan a pecho (a nosotros mismos, a los eventos y a las otras personas).
oportunidad para disfrutarlo.
No debemos tomar la conducta de otras personas como el reflejo de nuestra autoestima.
No tenemos que tomar el rechazo como reflejo de nuestra autoestima.
No tenemos que tomar las cosas de manera tan personal.
Una interrupción, el mal humor de otro, una lengua aguda, un mal día pensamientos negativos, problemas o el alcoholismo activo no tienen por qué manejar o arruinar nuestro día, ni siquiera una hora de nuestro día. Si la gente no quiere estar con nosotros o actuar de una manera saludable, esto no es reflejo de nuestra autoestima. Refleja, en cambio sus propias circunstancias actuales. Al practicar el desapego podemos disminuir nuestras reacciones destructivas hacia el mundo que nos rodea. Sepárate de las cosas. Déjalas estar, y deja que la gente sea como es. ¿Quién eres tú para decir que la interrupción, el estado de ánimo, las palabras, el mal día, el pensamiento o el problema no son una parte importante y necesaria de la vida? ¿Quién eres tú para decir si este problema no será en último término benéfico para ti o para alguien más?
No tenemos que reaccionar. Tenemos opciones. Esta es la alegría de la recuperación de la codependencia. Y cada vez que ejercitamos nuestro derecho para elegir cómo queremos actuar, pensar, sentir y comportarnos.

Mi Reflexión: Los codependientes vivimos enfadados, coléricos y reaccionamos ante cualquier situación o problema, exageramos esa conducta. Lo hacemos porque no sabemos hacer otra cosa cuando debemos enfrentar a las personas con quienes compartimos nuestra vida (pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo). Así lo aprendimos y seguimos haciéndolo de manera habitual. Cuando entendemos que reaccionar no ayuda, por el contrario «le damos el control a los demás», empezamos a sentir la imperiosa necesidad de «desapegarnos». Somos nosotros quienes debemos escoger cómo vamos a actuar de manera saludable. Con la ayuda de la Divinidad podemos llevar adelante esta tarea. (Alpha).

¿Habitualmente reaccionas por cualquier situación que atraviesas? ¿Estás practicando el DESAPEGO como herramienta para liberarte? Comenta los resultados aquí.

Meditación 27 de Agosto … Negligencia

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que el codependiente puede «postergar tareas» que está llamado a hacer, cayendo en negligencia para resolver algunos problemas. Esta actitud negativa se va haciendo habitual en ellos, y en muchas ocasiones se debe al temor a enfrentarse con lo que tiene pendiente por resolver, y esto le genera ansiedad. Nos toca confiar en la intuición para saber cuando corresponde actuar y cuando toca esperar. Confiemos en la Divinidad.

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Medita sobre esto:

La negligencia –no actuar en el momento oportuno- es una conducta autoderrotista. Produce ansiedad, culpa, desarmonía y que tengamos una machacona conciencia de la tarea que la vida nos está diciendo que es tiempo de hacer.
No siempre estamos siendo morosos cuando dejamos algo para después. A veces, hacer algo antes del momento preciso puede ser tan contraproducente como esperar demasiado. Podemos aprender a discernir la diferencia. Escúchate a ti mismo. Escucha al universo. ¿A qué se le ha pasado ya el tiempo de que lo hicieras y te está creando ansiedad y te está aguijoneando por dentro?
¿Hay algo en tu vida que estés evitando porque no quieres enfrentarlo? ¿Se está haciendo cada vez más grande la ansiedad por estarlo posponiendo?
A veces, la ira, el miedo o el sentirse impotente puede motivar la negligencia. A veces, la negligencia simplemente se ha convertido en algo habitual.
Confía en ti mismo y escúchate a ti, a tu Poder Superior y al Universo. Vigila los signos y señales. Si es tiempo de hacer algo, hazlo ahora. Si aún no es tiempo, espera hasta que sea el momento oportuno.

«Dios mío ayúdame a estar a tiempo y en armonía con mi vida. Ayúdame a sintonizarme al Divino Orden y a la Divina Regulación del Tiempo y a confiar en ellos».

Mi Reflexión: Los codependientes tendemos a caer en «inacción», postergamos darle solución a situaciones por mucho tiempo, se hace habitual esta conducta, luego nos llenamos de ansiedad al no tener resuelto los problemas. La «negligencia» es una faceta de nuestro comportamiento porque vamos «dando largas» a los problemas sin que hagamos nada al respecto. Debemos desarrollar la intuición para saber cuando hacer las cosas de manera oportuna y si no corresponde, retrasarlas hasta que sea el tiempo correcto. Dios con su guía nos dirá. Confiemos en su voluntad. (Alpha).

¿Asumes esta conducta frecuentemente? ¿Dejas problemas sin abordar? Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 26 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ratifica la necesidad de dependencia afectiva que desarrolla el codependiente, hasta el punto de «conformarse» con lo poco que puede brindarle de atención y afecto la persona a la cual esta apegado. Esta situación de apego mas critico lo lleva incluso a «limitar» sus relaciones, para luego quedarse solo dependiendo aun mas de esa persona. Es un verdadero «drama».

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Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros esperamos y necesitamos tanto de la gente que nos conformamos con muy poco.
Podemos volvernos dependientes de personas con problemas, de alcohólicos y otras personas con problemas. Podemos volvernos dependientes de personas que no precisamente nos gustan ni amamos. A veces, necesitamos tanto de la gente que nos conformamos casi con quien sea. Podemos necesitar a gente que no satisface nuestras necesidades. De nuevo, podemos encontrarnos en situaciones en las cuales necesitamos que alguien esté ahí para apoyarnos, pero que la persona que hemos elegido no puede o no podrá hacerlo.
Es posible incluso llegar a convencernos a nosotros mismos de que no podemos vivir sin alguien y que nos marchitaremos y moriremos si esa persona no está dentro de nuestra vida. Si esa persona es un alcohólico o tiene serios problemas, podremos tolerar el abuso y la enfermedad para mantenerla dentro de nuestra vida, a modo de proteger nuestra fuente de seguridad emocional. Nuestra necesidad se hace tan grande que nos conformamos con demasiado poco. Nuestras expectativas caen por debajo de lo normal, por debajo de lo que deberíamos esperar de nuestras relaciones. Luego, nos quedamos atrapados, varados.

Mi Reflexión: El manejo «desordenado» de las relaciones por parte de los codependientes tiene un serio trasfondo de «baja autoestima». No se creen digno de ser amados. Solo sienten que dedicándole su tiempo a los otros, obtendrán atención y afecto. Así transcurre parte de su vida y cada día se limitan sus opciones de «desapegarse» hasta un momento crítico que puede generarles trastornos psicoafectivos que trastocan su salud física y emocional. ¿Cómo detener esto? solo haciéndose consciente de la seriedad y gravedad del asunto e iniciando una recuperación responsable. De no asumir esta última, serían lamentables las consecuencias. Podemos sanar… claro que SÍ, todo dependerá de nosotros mismos. (Alpha).

¿Has vivido este apego tan manifiesto por alguien? ¿Has logrado detenerte a tiempo? ¿Cuales herramientas has manejado? Comparte con nosotros tus comentarios.

Reflexión del Dia: 25 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que los codependientes pasamos por momentos de dificultad, de recaídas en nuestro proceso de curación. La Autora nos enfoca en la necesidad de no perder el foco, de mantenernos alertas, de trabajar con las herramientas que disponemos. Vamos a pasar por momentos difíciles, pero solo con una actitud positiva y confiada en nosotros mismos, pasaremos estas dificultades.

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Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros tenemos noches oscuras. Muchos tenemos incertidumbre soledad y el aguijón de necesidades y deseos que suplican ser satisfechos, y que sin embargo aparentemente pasan desapercibidos.
A veces el camino está brumoso y resbaloso y no tenemos esperanza. Lo único que podemos sentir es miedo. Lo único que podemos ver es la oscuridad. Una noche yo iba manejando con este tipo de clima. No me gusta manejar, y particularmente no me gusta manejar cuando hay mal tiempo. Estaba tiesa y asustada hasta el tuétano. Apenas podía ver; las calaveras tan sólo iluminaban unos cuantos metros de la carretera. Estaba casi ciega. Empecé a sentir pánico. ¡Podría suceder cualquier cosa! Luego, un pensamiento tranquilizante entró en mi mente. El camino sólo estaba iluminado unos cuantos metros, pero cada vez que pasaba esos cuantos metros, se iluminaba un pedazo nuevo. No importaba que no pudiera ver muy a lo lejos. Si me relajaba, podía ver tan lejos como era necesario por el momento. La situación no era ideal, pero podría sobrellevarla si mantenía la calma y trabajaba con lo que disponía.

Mi Reflexión: La sanación interior es alcanzable, si nos enfocamos que pasa por etapas, que no es lineal, tiene altibajos y cada problema, con disposición de nuestra parte, se solucionara. Nuestra actitud hacia la recuperación marca la diferencia, si somos realistas y manejamos las herramientas de las que disponemos en cada momento, caminaremos este sendero espiritual progresivamente y avanzando hacia la meta. Allí radica el éxito de esta tarea. (Alpha).

¿Te has enfrentado a momentos donde creíste que hasta allí podías llegar? ¿Cómo lo manejaste? ¿Saliste airoso y fortalecido, o por el contrario tu vivencia fue negativa? ¿Insistes en mantenerte de pie? Comparte tu experiencia acá.

Reflexión del Dia: 21 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» nos hace reflexionar sobre el «dolor y sufrimiento» que siente el codependiente cuando asume hábitos de conductas autodestructivas cuando se relaciona con otros, y cómo se va desdibujando su autoestima hasta anularse como persona por ejercer un control enfermizo sobre los demás. Debemos aprender a amarnos, a aceptarnos como somos. Al relacionarnos nos corresponde fijar límites sanos para no caer en esos hábitos que solo nos llevan a perder nuestra paz interior.

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Reflexiona sobre esto:

Sea cual sea el problema que tenga la otra persona, la codependencia implica un sistema habitual de pensar, de sentir y de comportarnos hacia nosotros y hacia los demás que nos causa dolor. Las conductas o hábitos codependientes son autodestructivos. Con frecuencia reaccionamos a las personas que se autodestruyen; reaccionamos aprendiendo a autodestruirnos. Estos hábitos nos pueden conducir a, o mantenernos en, relaciones destructivas que no funcionan. Estas conductas pueden sabotear relaciones que en otras condiciones sí hubieran funcionado. Estas conductas pueden impedirnos encontrar la paz y la felicidad con la persona más importante en nuestra vida: uno mismo. Estas conductas pertenecen a la única persona que cada uno de nosotros puede controlar –a la única persona que podemos hacer cambiar– a uno mismo. Estos son nuestros problemas.

Mi Reflexión: Nuestras conductas sólo pueden ser modificadas por cada uno de nosotros. Si nos planteamos sanar, asumimos que debemos comprometernos con buscar alternativas saludables para mantener las relaciones, que no trae paz vivir controlando, que es una ilusión creer que podemos cambiar a los otros. Enfoquemos la tarea en «CAMBIARNOS A NOSOTROS MISMOS», eso sí podemos y debemos hacerlo por nuestro propio bien. Basta ya de sufrir pretendiendo lo que es imposible. Recapacitemos y asumamos un plan de acción que nos conduzca a un mejor final… liberarnos de los apegos. Con fe, fuerza, tenacidad y amor hacia nosotros mismos podemos lograrlo (Alpha).

¿Has reflexionado que ya llegó el momento de introducir los cambios en tu vida? ¿Estás dispuesto a asumir este desafío?. Comenta si fijaste algunas metas concretas y si estas te han dado resultados positivos.

Reflexión del Dia: 20 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ofrece su enfoque sobre la Codependencia. Para Melody las reacciones de los Codependientes son propias de aquellas enfermedades que cursan con conductas autodestructivas que van desde la preocupación, la tristeza, hasta llegar a la depresión y otros trastornos psicosomáticos que impactan la salud física y emocional de quien la padece. Puede empeorar si no se aborda a tiempo su tratamiento.

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Reflexiona sobre esto:

Quizá alguna de las razones por las cuales los profesionales consideran enfermedad a la codependencia es porque muchos codependientes están reaccionando a una enfermedad tal como el alcoholismo.
Otra razón por la cual se le llama enfermedad a la codependencia es porque es progresiva. A medida que la gente a nuestro alrededor se enferma más, podemos empezar a reaccionar en forma más intensa aún. Lo que empezó como una pequeña preocupación puede disparar el aislamiento, la depresión, una enfermedad física o emocional, o fantasías suicidas. Una cosa lleva a la otra, y las cosas se empeoran. La codependencia puede no ser una enfermedad, pero puede enfermarte. Y también puede contribuir a que la gente a tu alrededor permanezca enferma.
Otra razón más por la que se le llama enfermedad a la codependencia es porque las conductas codependientes –como muchas conductas autodestructivas– se vuelven habituales. Repetimos los hábitos sin pensarlo. Los hábitos cobran vida propia.

Mi Reflexión: La Codependencia bien cae en ese rango de trastorno emocional Los codependientes pasamos de una simple preocupación hasta llegar incluso a tornarnos obsesivos-compulsivos por la necesidad imperiosa de «controlar» a los demás. Nos vamos envolviendo en una dependencia a las personas que se vuelve repetitiva, y ello nos toca nuestra salud física y altera en ocasiones nuestra psiquis. No atinamos a entender que ocurre y como llegamos a ese lugar, ni como salir de ese atolladero. Sentimos emociones tan fuertes que nos desbordan en muchas ocasiones y nos descontrolamos hasta «creer que estamos perdiendo la razón». Todo eso puede cambiar, solo que debemos comprometernos en nuestra tratamiento para recuperarnos. (Alpha).

¿Has sentido ese cúmulo de emociones alguna vez? ¿Cómo te sientes con relación a la codependencia? ¿Estás trabajando en tu tratamiento para recuperarte? Coméntanos tus vivencias.