Algunas personas piensan que estar «desapegado» es no desear ni necesitar nada, anular las metas personales y no tener aficiones de ningún tipo. Nada más erróneo: estar desapegado no es estar medio muerto. Como dice el budista Ricard Matthieu refiriéndose a la dependencia afectiva: «No estar apegado no significa que queramos menos a una persona, sino que no estamos preocupados por la relación…». Ésa es la clave: despreocupación y ausencia de ansiedad, no importa con qué o con quién sea el vínculo. El desapego se fundamenta en una «filosofía del desprendimiento», que no es otra cosa que un intento por ser psicológicamente más libres.
(Walter Riso).