Meditación 2 de Noviembre: Deja de ser una esponja



No tiene que ser una esponja emocional, recogiendo cada sentimiento a su alrededor. Aprenda a distinguir si lo que siente le pertenece a usted o a otra persona.
Linda tiene un hijo adulto. Cada vez que su hijo atraviesa un momento difícil, Linda se lleva las emociones de su hijo, como si esos sentimientos le pertenecieran. Ella hablará con su hijo por teléfono por un tiempo. Se expresará intensa y poderosamente acerca de cómo se siente realmente acerca de todo en su vida. Después de todo, Linda es su madre. Es seguro decirle cómo se siente realmente, incluso si no puede contarle a nadie más. Linda puede sentirse bien cuando comienza a hablar con su hijo. Pero al final de la conversación, Linda ya no se siente tan bien. Ella puede sentirse enojada, molesta o preocupada, o lo que sea que sintiera su hijo antes de hablar con ella.
A veces absorbemos los sentimientos de otras personas porque nos olvidamos de protegernos. A menudo, hacemos esto debido a la profundidad de los sentimientos que tenemos para esta persona. El remedio para esto es el mismo que cuando tratamos con nuestras propias emociones. Reconocemos lo que estamos sintiendo Le damos ese sentimiento a su debido tiempo. Entonces lo dejamos ir. Exprimimos la esponja.
Algunas veces, solo se necesita el acto de reconocer que hemos tomado las emociones de otra persona para borrar esas emociones. Si luchamos por la conciencia, comenzaremos a reconocer cuándo los sentimientos que sentimos no son nuestros.
Los niños a menudo están abiertos y sin protección. Si estamos pasando por muchos sentimientos a su alrededor, también pueden absorber nuestras emociones. Es importante compartir nuestros sentimientos con los demás y dejar que las personas nos hablen de sus sentimientos. Pero tenemos que prestar atención. Si hemos recogido las emociones de otra persona, debemos dejar ir esos sentimientos.
«Dios, ayúdame a saber que parte de estar cerca de las personas y amarlas significa que a veces tomo sus sentimientos. Muéstrame cómo protegerme para poder mantener mi corazón abierto a las personas que amo sin asumir sus sentimientos.»
Actividad: De niños, es posible que hayamos absorbido las emociones de nuestros padres. Estas emociones pueden permanecer con nosotros hasta la adultez, dando forma a nuestras creencias y nuestra actitud general hacia la vida. Estas emociones pueden ser engañosas. Creemos que son nuestros, pero no lo son. Pertenecen a otra persona. Pídele a tu Poder Superior que te muestre si has absorbido alguna emoción de tus padres u otras personas en tu vida. Luego mantente abierto a las respuestas que recibas a esta oración.
Si alguna emoción o recuerdo comienza a aparecer en su conciencia, vaya a su diario y escriba sobre ellos. Solo documente la escena o memoria que se le viene a la mente. Luego libera las emociones. Libéralos y déjalos ir. Llevar los sentimientos de otra persona no ayuda a la otra persona y no nos ayuda. Mereces ser libre y claro.

(Melody Beattie de su Libro Mas del lenguaje del Adiós).

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