Reflexión del Dia: 26 de Enero



CONTINUAMOS HACIENDO NUESTRO INVENTARIO PERSONAL Y CUANDO NOS EQUIVOCABAMOS LO ADMITIAMOS INMEDIATAMENTE (Décimo Paso de CoDA).
CONTINUAMOS HACIENDO NUESTRO INVENTARIO PERSONAL
«Por la forma en que vives todo lo externo, me maravilla que alguna vez hayas tenido un mal día,» dijo alguna vez mi ex-marido.
Su comentario intentaba ser gracioso; también era una observación sagaz. Antes de la recuperación de la codependencia, yo tenía una capacidad insólita de sólo ver lo externo: qué hacían otros; qué no hacían; qué trataban de hacerme a mí; que me habían hecho; y qué tanto mejor me sentiría si estuvieran haciendo algo diferente.
Pensar así, que otros de alguna manera controlaban el camino de mi vida y que podían hacerme sentir mejor o diferente, era una ilusión. Y aprendí que era una ilusión por el camino difícil: tocando fondo en mi codependencia.
Si hemos hecho nuestro trabajo en los Pasos, hemos pasado ya de pensar así. Quizá volvamos a ello de vez en cuando, pero por lo menos ahora sabemos qué estamos haciendo, y sabemos que es una ilusión. Muchos de nosotros comenzamos nuestro viaje de recuperación gracias a lo que algún ser amado hacía o no hacía. Entramos a este programa por esa manera de pensar. Luego, el Primer Paso nos hizo poner los pies en la tierra de una nueva manera de pensar, una nueva manera de enfrentar la vida, a otros, y a nosotros mismos.
Para cuando llegamos al Cuarto Paso, ya estábamos mirando hacia adentro. Estábamos listos para comenzar a indagar en nuestra alma. Comenzamos a mirarnos a nosotros mismos y lo que sucedía con nosotros. Comenzamos a ver como respondíamos comúnmente a la vida, en vez de fijarnos en lo que sucedía con otros.
El proceso por el que atravesamos en los Pasos Cuatro y Cinco nos llevó a una gira de limpieza por nosotros mismos. Entregamos nuestra vida y voluntad al cuidado de Dios, tal como concebíamos a Dios. Luego, hicimos una limpieza del paquete que habíamos entregado.
Ahora, se nos ha dado este Paso, un Paso de mantenimiento, para ayudarnos a continuar con este proceso de mirar hacia adentro. Este Paso no nos pide que nos persigamos continuamente con cincel y martillo. No nos dice que tenemos que andar por la vida teniéndonos a nosotros mismos bajo un microscopio, hipervigilando todo lo que digamos o hagamos, esperando sin aliento para criticar y castigarnos a nosotros mismos.
Pero sí nos da permiso de continuar estando conscientes de nosotros mismos, y cuando estemos equivocados, admitirlo y manejarlo sin demora.

¿Cuáles son los «errores» que buscamos y admitimos inmediatamente?
Estamos buscando los daños que hacemos a otros, los daños que son fáciles de racionalizar y justificar. Hay que observar cualquier patrón personal de conducta que sea inferior a lo que razonablemente podemos esperar de nosotros mismos.
Esto puede incluir expresiones de enojo y rabia inapropiadas, conducta inapropiada cuando estamos enojados, guardar resentimientos, controlar, manipular, y usar a las personas, mentir, esperar que otros llenen el «hueco en nuestra alma,» o cualquier otro comportamiento que no alcanza nuestra propia aprobación.
¿Cómo sabremos cuando nos hemos comportado inadecuadamente? Si hemos hecho nuestra tarea, si hemos limpiado el tiradero de culpas merecidas e inmerecidas del pasado, si hemos trabajado estos Pasos lo mejor que podamos, sabremos.
El asunto llamará nuestra atención.
Habremos experimentado suficiente paz para poder reconocer la inquietud, y suficiente guía para saber cómo encontrar nuestro camino para salir de cualquier predicamento en el que nos encontramos. Sabremos y confiaremos que podemos soltar y permitir que se nos guíe al camino de conducta correcta, ya sea pedir disculpas o intentar un cambio de conducta con otra persona.
He aprendido que no puedo confiar sólo en los sentimientos para hacer este Paso. Puede ser que me sienta culpable cuando no he hecho nada malo. O puedo sentirme culpable acerca de hacer cosas que son buenas para mí: tales como jugar, divertirme, expresar mis sentimientos, y decir lo que quiero y necesito. A veces, no me siento culpable de comportamientos que legítimamente necesito corregir: me siento a la defensiva y protectora.
Este Paso nos pide que continuemos el proceso de usar nuestro intelecto, nuestra sabiduría, la sabiduría de la recuperación, para revisar e inventariarnos a nosotros mismos. Debemos confiar en nuestros sentimientos, pero también debemos usar nuestro intelecto, de manera que no nos perdamos en una ola de culpa inmerecida y actitudes defensivas.
Podemos pensar. Con nuestra nueva conciencia podemos mirarnos a nosotros mismos cada día y, con amor, dilucidar lo que necesitamos para cuidar de nosotros mismos.

(Melody Beattie de su Guía de los Doce Pasos).

También te podría gustar...

Deja un comentario