Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expresa de manera tajante que el control es ilusorio, no es funcional, es enfermizo, que solo nos trae dificultades, que nos desgasta hasta el punto de perder nuestra salud física y psicoafectiva. Nadie puede controlar a nadie, solo podemos controlarnos a nosotros mismos. Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.
El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.
A fin de cuentas las personas hacen lo que quieren hacer. Se sienten como se quieren sentir (o como se están sintiendo); piensan lo que quieren pensar; hacen las cosas que creen que necesitan hacer; y cambiarán sólo cuando estén listos para cambiar. No importa si ellos no tienen la razón y nosotros sí. No importa que se estén lastimando a sí mismos. No importa que nosotros podríamos ayudarles si tan sólo nos escucharan y cooperaran con nosotros. NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA.
No podemos cambiar a las personas. Cualquier intento de controlarlas es un engaño y una ilusión. Se resistirán a nuestros esfuerzos o redoblarán los suyos para probar que no podemos controlarlas. Podrán adaptarse temporalmente a nuestras demandas, pero cuando nos demos la vuelta regresarán a su estado natural. Y aún más, la gente nos castigara por obligarla a hacer algo que no quiere, o a ser como no quiere ser,
Ningún control será suficiente para efectuar un cambio permanente o deseable en otra persona. A veces podremos hacer cosas que aumenten la probabilidad de que la gente quiera cambiar, pero ni aun eso podemos garantizar o controlar.
Y esa es la verdad. Es una desgracia. A veces es difícil de aceptar, especialmente si alguien a quien amas se lastima a sí mismo o a sí misma y a ti. Pero así es. La única persona a la que puedes o podrás hacer cambiar es a ti misma. La única persona que te atañe controlar eres tú misma.
¡Desapégate. Renuncia!
Mi Reflexión: Durante años he pretendido»controlar a los otros», intervenir en sus vidas para «cambiarlos», creyendo que lo que hacen no esta bien y que si obedecen mis sugerencias o consejos les va a ir mejor en la vida. Hoy, después de muchas dificultades en lo personal, puedo admitir ante ustedes, que realmente es desgastante pretender manejar a los demás como si fueran «títeres», ¡eso no funciona, ni funcionara jamas! He tomado conciencia de ello tras algunos problemas con mi salud física y desordenes en lo afectivo. Las personas solo desean ser ellas mismas, cometer sus propios errores, tener sus aciertos y nada mas. Quien pretenda intervenir en sus decisiones, va a ser rechazado y hasta eliminado de sus afectos.
¿Has tenido alguna experiencia similar? ¿Has asumido cambiar y buscar dejar ir o soltar? Si lo estas haciendo comparte tus vivencias con nosotros, sera de mucha ayuda.
Día: 16 de agosto de 2019
Meditación 16 de Agosto… Sosteniendo tu verdad
Confía en ti mismo. Confía en lo que sabes.
A veces, es difícil permanecer en nuestra propia verdad y confiar en lo que sabemos, especialmente cuando otros intentan convencernos de lo contrario.
En estos casos, otros pueden estar lidiando con problemas de culpa y vergüenza. Ellos pueden tener su propia agenda. Pueden estar inmersos en la negación. Les gustaría que creamos que no sabemos lo que sabemos; les gustaría que no confiemos en nosotros mismos; ellos preferirían involucrarnos en sus tonterías.
No tenemos que renunciar a nuestra verdad o nuestro poder a los demás. Eso es codependencia.
Creer mentiras es peligroso. Cuando dejamos de confiar en nuestra verdad, cuando reprimimos nuestros instintos, cuando nos decimos a nosotros mismos que debe haber algo mal en nosotros para sentir lo que sentimos o creer en lo que creemos, damos un golpe mortal a nuestro yo y a nuestra salud.
Cuando descartamos esa parte importante de nosotros mismos que sabe cuál es la verdad, nos aislamos de nuestro centro. Nos sentimos locos. Nos metemos en la vergüenza, el miedo y la confusión. No podemos orientarnos cuando permitimos que alguien tire de la alfombra debajo de nosotros.
Esto no significa que nunca estemos equivocados. Pero no siempre estamos equivocados.
Este abierto. Stand en nuestra verdad. Confía en lo que sabes Y se niega a aceptar la negación, el disparate, la intimidación o la coacción que le gustaría desviar su rumbo.
Pide que te muestren la verdad, claramente, no por la persona que intenta manipularlo o convencerlo, sino por ti mismo, tu Poder Superior y el Universo.
«Hoy, confiaré en mi verdad, mis instintos y mi habilidad para afirmarme en la realidad. No me permitiré dejarme influenciar por la intimidación, la manipulación, los juegos, la deshonestidad o las personas con agendas particulares».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).