Reflexión del Dia: 10 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere que el codependiente en su obsesión de manipular a los otros termina siendo controlado por esa situación. Su vida se convierte en un caos.

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Reflexiona sobre esto:

Cuando intentamos controlar a la gente y a las cosas que no tenemos por qué controlar, somos controlados por ellos. Abdicarnos a nuestro poder para pensar, sentir y actuar de acuerdo con lo que más nos conviene. A menudo perdemos el control sobre nosotros mismos. Con frecuencia, somos controlados no sólo por la gente, también por enfermedades tales como el alcoholismo, o las tendencias compulsivas en el comer y en los juegos de apuesta. El alcoholismo y otros trastornos destructivos son fuerzas poderosas. Nunca se debe olvidar que los alcohólicos y otras personas con problemas son expertos controladores. Encontramos la horma de nuestro zapato cuando tratamos de controlarlos a ellos o a su enfermedad. Perdemos la batalla. Perdemos la guerra. Nos perdemos a nosotros mismos, a nuestras vidas Como dice una frase de Al-Anón: Tú no lo provocaste; no lo puedes controlar; y no lo puedes curar. ¡Así que deja de tratar de hacerlo! Nos frustramos al máximo cuando tratarnos de hacer lo imposible. Y generalmente impedirnos que suceda lo posible Creo que asirse fuertemente a una persona o cosa, o forzar mi voluntad sobre cualquier situación elimina la posibilidad de que mi poder superior haga algo constructivo acerca de la situación, la persona o yo. Mi afán de controlar bloquea el poder de Dios. Bloquea la capacidad de otras personas para crecer y madurar. Impide que los sucesos ocurran de una manera natural. Me impide a mí disfrutar de la gente o de los eventos.
El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.

Reflexión: Los codependientes viven sumidos en una vida de control ilusorio sobre las personas. Desgastan su energía para ver al tiempo que eso no funcionó, dejándolos en una situación vulnerable de desánimo, tristeza, y hasta depresión. Solo aceptando que eso es un espejismo podremos dar un giro y buscar la ayuda necesaria y válida para cambiar. (Alpha).

¿Sientes que estás dejando llevar por ejercer el control sobre otros? ¿Has buscado ayuda? Comparte tu experiencia aquí.

Lectura Bíblica sugerida: El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él. (Juan 14:21).

Meditación 10 de Abril… Ámate por lo que eres

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma que el codependiente se abandona gradualmente, deja de lado sus sueños para cumplir con las otras personas. Es momento de perseguir sus ideales, darle sentido a su vida y ser feliz.

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Medita sobre esto:

«Estoy cansada de trabajar tanto para ser flaca, usar la última ropa y tratar de maquillarme bien», me dijo Gina, una mujer hermosa, un día. «Solo quiero ser amado por mí, por lo que tengo en mi corazón».

Es saludable lucir lo mejor posible, pero algunos de nosotros sustituimos la autoestima por lo que usamos, cuánto dinero ganamos y las cosas que poseemos.
Un día, conocí a una mujer que tenía el pelo largo, ojos brillantes y tocaba música folclórica irlandesa hermosa. A ella le encantaba cantar y bailar. Sus ojos se iluminaron cuando habló de su música. Pude ver lo apasionada y viva que estaba. Su banda tocaba para la gente, pero generalmente por una tarifa nominal o gratis, explicó.
«Pero queremos mejorar», dijo. «Realmente quiero ser alguien algún día».
«Eres alguien ahora», le dije.
Sigue tus sueños. Conduce ese auto. Vístete bien. Que tengas el cabello arreglado, perfecto. Pero no olvides amarte sin esas cosas.
Eres alguien ahora.

«Dios, ayúdame a ver más allá de todas las trampas exteriores con las que me rodeo. Ayúdame a ver la verdadera belleza en mí y en las personas de mi vida».

Reflexión: El codependiente tiene una tarea básica que cumplir: «Aprender a quererse». No ha sido fácil su vida, llena de desconfianza hacia los demás, desamor a el mismo, e incredulidad hacia sus fortalezas. Cuando desee sanar y busque ayuda irá descubriendo quién es realmente, tendrá sueños y los perseguirá. Si es persistente, los hallará. Allí se reencontrará y será feliz. (Alpha).

¿Tienes claro tu papel en tu recuperación? ¿Cuáles herramientas estás usando? Comparte aquí.

Versiculo Biblico del Dia: pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí del Padre.(Juan 16:27).