Reflexión del Dia: 1 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente se vuelve cuidador desde su infancia, y esa tarea lo mantiene apegado y comprometido con los demás, descuidando su propio cuidado.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos aprendimos a ser cuidadores cuando éramos niños. Quizá fuimos casi forzados a ello como resultado de vivir con un padre alcohólico o con algún otro problema familiar. Algunos podemos habernos convertido en cuidadores más tarde en la vida como resultado de estar dentro de una relación de compromiso con un alcohólico o con otra persona que se rehusara y pareciera incapaz de cuidar de sí misma. Decidimos contender —para sobrevivir— de la mejor manera que pudimos, levantándole su carretilla y asumiendo sus responsabilidades.
A muchos codependientes se les han enseñado otros modos de ser cuidadores. Tal vez alguien nos dijo estas mentiras, y nosotros las creímos: no seas egoísta, sé siempre amable y ayuda a la gente, nunca hieras a otros porque “se sienten” nunca digas que no, y no menciones tus necesidades y deseos personales porque no es de buena educación hacerlo.
Podemos haber sido enseñados para ser responsables de otras personas pero no de nosotros mismos. A algunas mujeres se les inculcó que las buenas madres y esposas eran cuidadoras. Que se requería y esperaba de ellas que fueran cuidadoras. Que era su deber. Algunos hombres creen que los buenos padres y esposos son cuidadores, superhéroes responsables de satisfacer toda necesidad de cada miembro de la familia.

Mi Reflexión: Nuestro trabajo como «cuidadores» nace desde la niñez. Aprendimos a cuidar a nuestros familiares, o amistades. Ello marcó nuestra vida futura. Creíamos que era la misión por cumplir. Esa tarea nos llevó a cuidar a otros y descuidarnos a nosotros. Allí está el origen de la irresponsabilidad que sentimos para nosotros mismos. Deslastrarnos de esa conducta es difícil, pero necesitamos comprender que no es nuestra responsabilidad primaria. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Eres cuidador en tu grupo familiar? ¿Esa tarea te trae satisfacción o desazón? Comparte tu experiencia aquí.

Meditación 1 de Diciembre… Derribar esas paredes

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad de «salir» de las dificultades a tiempo, sin regodearse en aquellos eventos que nos mantienen en un drama permanente.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Frank era un hombre felizmente casado, o al menos eso pensaba. Entonces, un día, su esposa de diez años llegó a casa y le dijo que ya no tenía ganas de volver a casarse. «Te amo. Simplemente no estoy enamorado de ti», dijo, saliendo por la puerta.
Frank estaba devastado. Se enojó con su esposa, enojado con su iglesia y enojado con Dios. Él se enojó, y se quedó de esa manera. Echó humo y generalizó. Decidió que todas las mujeres deben ser así y, tarde o temprano, cualquiera que se acercara demasiado lo lastimaría.
Muchos de nosotros experimentamos dolor en la vida. Viene con el juego.
Está bien lastimar, enojarse, incluso ser amargo por un tiempo. Pero a nadie le interesa escuchar nuestra historia de amor perdida diez años después de que sucediera.
Incluso nos cansamos de escucharlo, nosotros mismos.
A veces es hora de nutrir nuestro dolor. A veces es hora de superarlo y volver al juego.
Todos caemos. La mayoría de las personas cambia de opinión. Todos cometemos errores.
No tenemos que permitir que una mala experiencia en la vida nos impida tener experiencias positivas en el futuro. Las paredes son indiscriminadas. Si bien pueden protegernos de ser heridos de nuevo, también nos evitarán experimentar alegría.

«Dios me ayude a soltar las actitudes de autosabotaje formadas en un momento de dolor. Ábreme a la belleza que espera cuando me acerco a la vida con el corazón abierto.»

Mi Reflexión: Los seres humanos tendemos a autosabotear nuestros momentos de alegría, de paz, de serenidad. Si bien podemos vivir momentos difíciles, también lo es que tratemos de «salir» de nuestro dolor de la mejor y mas rápida manera posible. Es oportuno que entendamos que quedarnos allí en ese sito de sufrimiento no es una buena opción y hay formas de «romper» con ese evento y darnos oportunidad para ser feliz y dichosos. Confiemos en el Poder Superior y lo lograremos. (Alpha).

Responde estas interrogantes: ¿Tiendes a sabotear tu felicidad? ¿Has intentado salir de momentos difíciles? ¿Cuales herramientas te han resultado positivas? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 30 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente es un controlador compulsivo. Esa conducta es aprendida, esconde una baja autoestima. En ocasiones no puede evitar comportarse de esa manera.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

No necesitamos eliminar todas nuestras reacciones hacia la gente y hacia los problemas. Las reacciones pueden ser útiles. Pueden ayudarnos a identificar lo que nos gusta y lo que nos hace sentirnos bien.
Nos ayudan a identificar los problemas dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Pero la mayoría de nosotros reaccionamos demasiado. Y gran parte de las cosas a las que reaccionamos son tonterías. No son tan importantes, y no ameritan el tiempo ni la atención que les damos. Algunas de nuestras reacciones son respuestas a las reacciones que los demás tienen frente a nosotros. (Estoy furiosa porque él se puso furioso; él se puso furioso porque yo estaba enojada; yo estaba enojada porque pensé que él estaba enojado conmigo; pero no estaba enojado sino herido porque…)
Nuestras reacciones pueden ser el eslabón de una cadena de reacciones tal que a menudo los involucrados están irritados y nadie sabe por qué. Simplemente están irritados. Luego, todos están fuera de control y a la vez son controlados. A veces la gente se comporta de cierta manera para provocar que nosotros reaccionemos de otra. Si dejamos de reaccionar de esta cierta manera, la privamos de lo divertido que esto le resulta. Quedamos fuera de su control y le quitamos el poder que tiene sobre nosotros.
A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante, ¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.

Mi Reflexión: El codependiente vive «reaccionando» a cualquier situación o problema. Eso lleva a perder el control sobre sus conductas y pierde el norte del verdadero problema. Puede que hasta le de importancia a situaciones tontas. Para el es su estilo de vida, así vive durante periodos de tiempo. Es oportuno recalcar que solo a través de la terapia en Doce Pasos de CoDA podrá salir de ese círculo vicioso y asumir responsabilidad de si mismo. (Alpha).

Responde estas interrogantes: ¿Estás reaccionando a cualquier evento? ¿Estás pensando en iniciar la Terapia en Doce Pasos de CoDA? Comparte tus experiencias aquí.

Meditación 30 de Noviembre… Desapego

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que la una manera de liberarnos de nuestros apegos a los demás es desapegarnos, convirtiéndonos en responsables de conducir nuestra vida, dejando a los demás libres para hacer lo que deseen hacer.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Un día, mi hijo trajo a casa a vivir con nosotros a un hámster. Lo pusimos en una jaula. Poco tiempo después, el hámster escapo.
Durante los siguientes seis meses, el animal corría asustado y salvaje por toda la casa. Y lo mismo nosotros para atraparlo.
“Ahí está. ¡Agárralo!”, gritabamos cada vez que alguien veía al hámster. Mi hijo o yo dejábamos lo que estuviéramos haciendo, corríamos por toda la casa y nos lanzábamos sobre el animal con la esperanza de atraparlo.
Me preocupaba por él, aunque no lo viéramos. “Esto no esta bien”, pensaba. “No puedo tener a un hámster corriendo suelto por la casa. Tenemos que atraparlo. Tenemos que hacer algo”.
Un pequeño animal del tamaño de un ratón tenía en agitación toda la casa. Un día, mientras estaba sentada en la sala, vi al animal correr por el pasillo. En estado de frenesí, empecé a abalanzarme sobre él, como generalmente lo hacía, y luego me detuve.
No, me dije. Estoy harta. Si ese animal quiere vivir en los rincones y escondrijos de esta casa, voy a dejar que lo haga. Estoy harta de preocuparme por él .Estoy harta de perseguirlo. Esta es una circunstancia irregular, pero así es justamente como va a tener que ser.
Dejé que el hámster corriera sin que yo reaccionara. Me sentía un poquito incómoda con mi nueva reacción -no reaccionar-, pero me ceñí a ella de todas maneras.
Me sentí más a gusto con mi nueva reacción, no reaccionar. Al poco tiempo, estaba perfectamente en paz con la situación. Había dejado de pelear con el hámster. Una tarde, unas cuantas semanas después de que empecé a practicar mi nueva actitud, el hámster corrió cerca de mí, como lo había hecho tantas veces y apenas lo mire. El animal se paró en seco, volteó y me miró. Empecé a abalanzarme sobre él. Él empezó a correr. Me relajé.
Muy bien”, dije. “Haz lo que quieras”. Y lo decía en serio. Una hora después, el hámster vino, se paró junto a mí y esperó.
Gentilmente lo levanté y lo coloqué en su jaula, donde ha vivido feliz desde entonces. ¿La moraleja de la historia? No te balancees sobre el hámster. El ya está asustado, y tratar de atraparlo lo único que logra es asustarlo más y a nosotros nos vuelve locos.
¡El desapego funciona!

«Hoy me sentiré a gusto con mi nueva reacción de no reaccionar. Me sentiré en paz.

Mi Reflexión: Para el codependiente que pasa su vida apegado emocionalmente, la única salida válida para su recuperación es el Desapego. Entendiendo que este es un proceso gradual, en el cual no dejamos de amar a las personas, solo que cambiamos nuestra percepción del papel que ellas deben tener en sus vidas. Entendemos que solo podemos cambiarnos a nosotros mismos, los demás quedan libres de actuar como deseen hacerlo. Eso es liberador y nos enseña a valorarnos y responsabilizarnos de nuestra vida. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Estás teniendo un vínculo de apego afectivo? ¿Estás trabajando en desapegarte? Comenta tu vivencia.

Reflexión del Dia: 29 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente es un controlador compulsivo. Esa conducta es aprendida y esconde una baja autoestima. En ocasiones no puede evitar comportarse de esa manera.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los codependientes son aquellas personas que consistentemente, y con gran cantidad de esfuerzo y energía, tratan de forzar que sucedan las cosas.
Controlamos en nombre del amor.
Lo hacemos porque “sólo estamos tratando de ayudar”.
Lo hacemos porque nosotros sí sabemos cómo deben hacerse las cosas y cómo deben comportarse las personas.
Lo hacemos porque nosotros estamos bien y ellos están mal.
Controlamos porque nos da miedo no hacerlo.
Lo hacemos porque no sabemos qué otra cosa hacer.
Lo hacemos para dejar de sufrir.
Controlamos porque pensamos que tenemos que hacerlo.
Controlamos porque no pensamos.
Controlamos porque solamente podemos pensar en controlar.
En última instancia quizá controlemos porque esa es la manera en que siempre hemos hecho las cosas.

Mi Reflexión: El codependiente actúa controlando a los demás, Así se acostumbra a vivir. Así aprendió a relacionarse. El cree que es feliz, que está bien ayudar a los otros de manera compulsiva. Resulta difícil explicar esta conducta, pero así reacciona el codependiente. (Alpha).

Te insto a responder estas preguntas: ¿Tienes necesidad de controlar a las personas? ¿Te sientes bien haciéndolo, o por el contrario, vives irritado? Comenta acá.

Meditación 29 de Noviembre… Mire su «nunca»

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que el codependiente debe aceptar el dolor como una lección para aprender. Mostrarse vulnerable ayuda a enfrentar el sufrimiento.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Ten cuidado con lo que dices que nunca volverás a hacer. Puede que esté construyendo un muro entre tu y lo bueno en su vida.
Me lastimó, así que nunca volveré a hablar con él. Ella me lastimó, así que nunca volveré a involucrarme con mujeres.
A veces, nuestros sentimientos de dolor pueden ser avisos precisos y confiables de que debemos alejarnos y permanecer alejados. Pero, por lo general, cuando decimos que nunca, es porque no queremos ser vulnerables y sentimos el dolor que se nos presentó.
Decir nunca puede ser una indicación de que hemos cerrado nuestros corazones.
¿Has construido una pared con tus «nunca»? Mira. Mira debajo. ¿Hay un sentimiento de dolor que necesitas sentir?
¿Te quemaste cuando tocaste la estufa caliente, así que nunca más te acercarás a una estufa? Te perderás algunas comidas sabrosas.

«Dios, ayúdame a ser lo suficientemente vulnerable como para sentir mi dolor y aprender mi lección, en lugar de decir nunca y construir una gran pared.

Mi Reflexión: Los codependientes vivimos tantos sentimientos de tristeza y abandono que en muchas ocasiones queremos pensamos que no tenemos salida a nuestro problema. Es necesario, para sanar, que aceptemos el dolor y el sufrimiento como unos sentimientos que si bien lucen negativos, nos harán abrirnos y aceptarlos hasta buscar ayuda para recuperarnos. Ser vulnerables es positivo. Alejarnos y encerrarnos no nos lleva a ninguna solución. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Evitas sentir dolor? ¿Enfrentas el dolor con optimismo para sanar? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 28 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la conducta autodestructiva que maneja el codependiente dentro del «círculo del Drama o de Karpman». La autora advierte la necesidad de salir de ese círculo insano y detener el dolor. No es fácil, pero tampoco imposible. Al sentir la necesidad de salir, y con el desarrollo de un trabajo personal eficiente, se logra.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El peor aspecto de ser cuidadores es que nos tornamos víctimas y así nos quedamos. Creo que muchas conductas autodestructivas serias —el consumo abusivo de productos químicos, los trastornos en la manera de comer, los trastornos sexuales— se desarrollan a través de este papel de víctima. Siendo víctimas, atraemos a los perpetradores. Creemos que necesitamos a alguien que nos cuide, porque nos sentimos desamparados. Algún cuidador por fin nos presentará a una persona o a alguna institución para que nos cuide mental, física, financiera o emocionalmente.
¿Por qué, se preguntarán, personas aparentemente razonables hacen este tipo de rescate? Por muchas razones. La mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de lo que hacemos. Creemos en verdad que estamos ayudando. Algunos creemos que tenemos que rescatar. Hemos confundido nuestras ideas acerca de lo que es ayudar y de lo que no lo es. Muchos estamos convencidos de que el rescatar es una obra de caridad.
Incluso podemos llegar a considerar cruel y duro de corazón hacer algo con tanta sangre fría como permitir a una persona que maneje y afronte un sentimiento legítimo, sufra una consecuencia, se desilusione al escuchar un “no”, se le pida que responda a nuestras necesidades y deseos y que en lo general se le considere responsable de si mismo o de sí misma en este mundo. No importa que ellos ciertamente paguen un precio por nuestra “ayuda”, un precio que será tan duro o más severo aún que cualquier sentimiento que pudieran enfrentar.
Muchos no entendernos de qué somos responsables y de qué no lo somos. Podemos creer que tenemos la obligación de estremecernos cada vez que alguien tiene un problema porque es responsabilidad nuestra actuar justamente así. En ocasiones al sentirnos responsables de tantas cosas, nos enfermamos de tal manera que rechazamos toda responsabilidad y nos volvemos totalmente irresponsables.
Sin embargo, en el centro de la mayoría de los rescates hay un demonio: baja autoestima. Rescatamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos. Aunque los sentimientos son temporales y artificiales, el hecho de cuidar nos da un estado temporal de sentimientos agradables, de autoestima y de poder. Tal y como un trago ayuda a un alcohólico a sentirse mejor momentáneamente, un rescate nos distrae temporalmente del dolor de ser quienes somos.

Mi Reflexión: Los codependientes nos convertimos en cuidadores muchas veces porque así lo hicimos desde la infancia y fue una conducta aprendida. Ser cuidadores-rescatadores nos ancla en una actitud de mártires o víctimas que impiden que progresemos hacia la recuperación. Aprendemos a movernos en el círculo de Karpman y allí nos regodeamos hasta sentir que somos victimados. Seguimos en ese círculo insano por mucho tiempo, nos desgastamos y nos sentimos infelices, abusados y maltratados. Detener esta conducta autodestructiva es vital para sentirnos bien, nos toca asumir una responsabilidad con nosotros mismos.(Alpha).

Contestas estas interrogantes: ¿Eres un cuidador-rescatador? ¿Cómo trabajas este rango de conducta insana? Comenta acá.

Meditacion 28 de Noviembre… Probándoselo a nosotros mismos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que el codependiente debe plantearse como meta primaria aceptase tal cual es y aprender a cuidar de sí mismo. Dejar de controlar a los demás es necesario para su recuperación.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Pasé un año tratando de demostrarle a mi esposo cuánto me estaba lastimando la bebida. Cuando comencé a recuperarme, me di cuenta de que era yo quien necesitaba darme cuenta de lo mucho que me estaba lastimando la bebida. (Anónimo).
Pasé meses tratando de demostrarle a un hombre con el que estaba saliendo lo responsable y saludable que era. Entonces me di cuenta de lo que estaba haciendo. No necesitaba darse cuenta de lo responsable y saludable que era. Yo si. (Anónimo).

Tratando de demostrar lo buenos que somos, tratando de demostrar que somos lo suficientemente buenos, tratando de mostrarle a alguien cuánto nos ha herido, tratando de mostrarle a alguien que estamos entendiendo, son señales de advertencia de que podemos estar en nuestra propia derrotando comportamientos.
Pueden ser una indicación de que estamos tratando de controlar a alguien. Pueden ser una indicación de que no creemos lo buenos que somos, que somos lo suficientemente buenos, que alguien nos está lastimando.
Pueden ser una advertencia de que nos hemos dejado enganchar a un sistema disfuncional. Pueden indicar que estamos atrapados en esa niebla nublada de negación o que estamos haciendo algo que no es bueno para nosotros.
Intentar en exceso para hacer un punto con otro puede significar que todavía no hemos hecho ese punto con nosotros mismos. Una vez que hagamos ese punto con nosotros mismos, una vez que comprendamos, sabremos qué hacer.
El problema no es que los demás nos entiendan y nos tomen en serio. El problema no es que los demás crean que somos buenos y lo suficientemente buenos. El problema no es que otros vean y crean cuán responsables, cariñosos o competentes somos.
El problema no es si los demás se dan cuenta de cuán profundamente estamos sintiendo un sentimiento en particular. Nosotros somos los que necesitamos ver la luz.

«Hoy, Dios, ayúdame a dejar de lado mi necesidad de controlar los resultados al influir en las creencias de los demás. Me concentraré en aceptarme a mí mismo en lugar de intentar probar algo sobre mí mismo. Si me encuentro en la trampa codependiente de tratar de enfatizar algo sobre mí mismo a otro, me preguntaré si necesito convencerme de ese punto.»

Mi Reflexión: El codependiente transita su existencia controlando a los demás, su comportamiento está ceñido a complacer y quedar bien con las personas En muchas ocasiones queremos dejar ver cuánto ha progresado en la recuperación, aunque esta conducta puede señalar lo contrario: seguimos tratando de controlar y hacer ver a las personas que somos buenos y estamos bien. Llegó el momento que entendamos que solo necesitamos estar claros nosotros mismos, que nuestra tarea primaria es atendernos, aceptarnos, cuidarnos, solo así alcanzaremos paz, serenidad y disfrutaremos de la vida ¡Ponte a cumplir tu tarea, deja que los demás vivan como deseen. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Sigues teniendo la necesidad de controlar a los otros? ¿Has iniciado tu proceso de recuperación? Comparte aquí tu experiencia al respecto.

Reflexión del Dia: 27 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea el desapego como la herramienta clave para lograr salir de una dependencia emocional.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferente a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.
De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

Mi Reflexión: El codependiente vive parte de su vida apegado a personas y eventos. Eso lo transforma negativamente y su vida transcurre con dolor y sufrimiento. La estrategia clave para lograr salir de esa dependencia, es el «Desapego». Debemos tener claro que esto no significa que dejemos de amar a los demás, ni que es fácil lograr este estado. Solo si comprendemos en esencia que significa desapegarse, podemos alcanzar nuestra paz y serenidad. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Estas apegado? ?A qué o a quién? ¿Cómo haces para desapegarte? ¿Lo logras? Comparte tu vivencia.

Meditación 27 de Noviembre… Es nuestra lección

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que todos tenemos pruebas que superar en la vida. Hasta no conocer nuestro papel en la existencia tendremos sufrimiento.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Cuando aprendes tus lecciones, el dolor desaparece. (Elisabeth Kübler-Ross, La rueda de la vida).

Algunas veces, esperamos y esperamos a que termine una situación dolorosa. ¿Cuándo dejará de beber? ¿Cuándo llamará? ¿Cuándo mejorará este aspecto financiero? ¿Cuándo sabré qué hacer a continuación?
La vida tiene su propia línea de tiempo. Tan pronto como recibimos la lección, el dolor se neutraliza y luego desaparece.
Y la lección es siempre nuestra.
Examina tu vida. ¿Estás esperando que alguien o algo fuera de ti suceda para hacerte sentir mejor? ¿Estás esperando que alguien aprenda su lección para que el dolor se detenga? Si es así, intente girar hacia adentro.
¡Vea lo que realmente es la lección!

«Dios, por favor muéstrame lo que se supone que debo aprender ahora mismo.»

Mi Reflexión: La persistencia de dolor y sufrimiento en nuestra vidas puede ser una señal inequívoca que algo tenemos para aprender y no lo hemos hecho aùn. No hay fórmulas mágicas. Nada ni nadie de nuestro entorno puede vivir nuestra existencia. Cada quien tiene sus pruebas que superar y solo así, nos liberaremos del dolor. Acércate a tu ser superior, allí están las respuestas. (Alpha).

Responde estas interrogantes: ¿Has accedido a Dios para hallar las respuestas a tu sufrimiento? ¿Crees en un Dios verdadero que tiene un plan específico para Tí en tu vida? Comenta acá tus vivencias al respecto.