Reflexión del Dia: 27 de Julio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente
reitera que para el codependiente no tiene ninguna importancia la diversión. Ha pasado gran parte de su vida aislado socialmente, así lo aprendió y así ha estado actuando.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La diversión no se lleva con la codependencia. Es difícil divertirnos cuando nos odiamos a nosotros mismos. Es difícil disfrutar de la vida cuando no hay dinero para la comida porque el alcohólico se lo ha bebido todo. Es casi imposible divertirnos cuando estamos enfrascados con emociones reprimidas, mortalmente preocupados por alguien, saturados de sentimientos de culpa y de desconfianza, controlándonos con rigidez a nosotros mismos o a alguien más, o preocupados por lo que los demás están pensando de nosotros. Sin embargo, la mayoría de la gente no está pensando en nosotros; está preocupada por sí misma y por lo que nosotros pensamos de ella.
Como codependientes, necesitamos aprender a jugar y a disfrutar. Disponernos para divertirnos y permitirnos hacerlo es una parte importante de cuidar de nosotros mismos. Nos ayuda a mantenernos sanos. Nos ayuda a trabajar mejor. Equilibra nuestra vida. Merecemos divertirnos. La diversión es una parte normal de estar vivos. Divertirnos es tomarnos tiempo para celebrar que estamos vivos.
Podemos planear la diversión dentro de nuestra rutina. Podemos aprender a reconocer cuándo necesitamos jugar y qué tipo de cosas disfrutamos hacer. Si no podemos hacer esto, sí podemos tener como meta inmediata aprender a divertirnos. Empezar a hacer cosas sólo para nosotros mismos, tan sólo porque queremos hacerlas. Al principio podemos sentirnos incómodos, pero al poco rato nos sentiremos mejor. Se habrá vuelto divertido.
Podemos permitirnos disfrutar de la vida. Si queremos algo y podemos pagarlo, compremoslo. Si queremos hacer algo que es legal e inofensivo, hagámoslo. Cuando estemos involucrados haciendo algo que es recreativo, no encontremos maneras para sentirnos mal. Disfrutemos de la vida. Podemos descubrir cosas que disfrutarnos al hacer, y luego dejarnos disfrutarlas. Podemos aprender a relajarnos y a disfrutar de las cosas que hacemos a diario, y no sólo de las actividades recreativas. El martirio puede interferir con nuestra capacidad para sentirnos bien bastante después de que el alcohólico ha dejado de ayudarnos a sentirnos desdichados. El sufrimiento puede volverse habitual, pero también el disfrutar de la vida y ser buenos con nosotros mismos. Probémoslo.

Mi Reflexión: La baja autoestima del codependiente lo lleva a dejar de lado aquello que le haga feliz. Esta acostumbrado a no divertirse, Lo necesario sería iniciar progresivamente, como parte de su terapia, un esquema de actividades sociales, con su pareja, familia, amistades para reentrenarse en aquello que le satisfaga y ponga en contacto saludable con las personas. (Alpha).

¿Sientes que das poco o mucho tiempo a la diversión? ¿Si es así, logras disfrutar esos momentos? Comenta acá.

Meditación 27 de Julio … Deja ir

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refuerza la tesis del desapego como estrategia para soltar aquellos eventos, personas y situaciones que atan y definen la vida del codependiente.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Deja de tratar con insistencia de controlar las cosas. Nuestra labor no es controlar a la gente, los resultados de los sucesos, las circunstancias, la vida. Quizá en el pasado no pudimos confiar y dejar que las cosas sucedieran. Pero ahora podemos hacerlo. La manera como se está desenvolviendo la vida es buena.
Déjala que se desenvuelva.
Deja de empeñarte en hacer las cosas mejor, de ser mejor, de ser más. Ser como somos y hacer las cosas como las hacemos es suficientemente bueno para hoy.
Ser como éramos y hacer las cosas como las hacíamos fue bastante bueno ese día.
Aligerémonos. Dejemos ir. Dejemos de esforzarnos tanto.

«Hoy me dejaré ir. Dejaré de tratar de controlar todo. Dejaré de tratar de ser mejor y de hacerlo todo mejor, y simplemente me dejaré ser».

Mi Reflexión: Para el codependiente es obligatorio iniciarse y ejercitarse en la práctica de «soltar», de «dejar ir» todo aquello que le ata: personas, amistades, eventos. Esta herramienta del desapego ha dado magníficos resultados en los grupos de ayuda de CoDA y se utiliza para personas controladoras. (Alpha).

¿Has practicado el dejar ir aquello que te agobia? ¿Cómo te has sentido al respecto? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 26 de Julio

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que el codependiente merece sanar y vivir una vida llena de serenidad y paz interior. Está llamado a mejorar su autoestima.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Nuestra baja autoestima u odio a nosotros mismos está vinculado con todos los aspectos de nuestra codependencia: nuestra calidad de mártires; nuestra negativa a disfrutar de la vida; nuestro fanatismo por el trabajo; nuestra tendencia a mantenernos tan ocupados que no podamos disfrutar de la vida; nuestro perfeccionismo; el hecho de no permitirnos disfrutar de las cosas que hacemos bien o sentirnos bien acerca de ellas; nuestra desidia; el amontonar pilas de sentimientos de culpa y de incertidumbre acerca de nosotros mismos; prevenir la intimidad con los demás que nos hace huir de las relaciones, evitar comprometernos, quedarnos dentro de relaciones destructivas; iniciar relaciones con personas que no nos convienen, así como evitar a la gente que nos conviene.
Podemos encontrar medios sin fin para autotorturarnos: comer en exceso, descuidar nuestras necesidades, compararnos con los demás, obsesionarnos, morar en recuerdos dolorosos, o imaginar futuras escenas dolorosas. Pensamos: ¿qué tal si ella vuelve a beber?, ¿qué tal si tiene un affaire?, ¿qué tal si un tornado destruye la casa? Esta actitud del “qué tal” es siempre buena para conseguir una fuerte dosis de miedo. Nos espantamos y luego nos preguntamos por qué estaremos tan asustados.
No nos gustamos, y no nos vamos a permitir obtener ninguna de las cosas buenas de la vida porque creemos que no las merecemos.

Mi Reflexión: El codependiente nunca ha recibido amor del bueno. Su vida se ha movido en el abandono, la y carencias afectivas. No sabe lo que es dar y recibir amor de manera saludable. él debe modificar la creencia al respecto. El merece lo mejor. Trabajar la autoestima es gradual y a veces lento. (Alpha).

¿Sientes que necesitas mejorar tu autoestima? ¿Estás trabajando en ello? Comparte aquí tu experiencia al respecto.

Meditacion 26 de Julio … Adueñémonos de nuestro poder

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que se hace necesario para el codependiente abandonar viejas y falsas creencias y trazarse como meta asumir nuevas formas sanas de convivir con los demás.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

¿No lo ves? no tenemos porque sentirnos tan victimados por la vida, por la gente, por las situaciones, por el trabajo, por nuestros amigos, por nuestras relaciones amorosas, por nuestra familia, por nosotros mismos, por nuestros sentimientos, por nuestros pensamientos, por nuestras circunstancias.
No somos víctimas. No tenemos que ser víctimas. ¡De eso es de lo que se trata!.

Sí, admitir y aceptar la impotencia es importante. Pero ése es un primer paso, una introducción a este asunto de la recuperación. Luego, viene el adueñarnos de nuestro poder. Cambiar lo que podamos.
Esto es tan importante como admitir y aceptar la impotencia. Y hay tanto que podemos cambiar.
Podemos adueñarnos de nuestro poder, dondequiera que vayamos, dondequiera que estemos, con quienquiera que estemos. No tenemos que quedarnos ahí parados con las manos atadas, con un desamparo rastrero, sometiéndonos a cualquier cosa que venga. Hay cosas que podemos hacer. Podemos hablar. Resolver el problema. Usar el problema para motivarnos a hacer algo bueno por nosotros mismos.
Podemos hacernos sentir bien a nosotros mismos. Podemos alejarnos. Podemos regresar en nuestros propios términos. Podemos defendernos. Podemos rehusarnos a dejar que los otros nos controlen y nos manipulen.
Podemos hacer lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos. Esa es la belleza la recompensa, la corona de la victoria que se nos da en este proceso llamado recuperación.¡De eso es de lo que se trata!
Si no podemos hacer nada respecto de la circunstancia, podemos cambiar nuestra actitud. Podemos hacer un trabajo interior: encarar valientemente nuestros asuntos para no ser victimados. Se nos ha dado una maravillosa llave para la vida.
Ya no somos víctimas, a menos que queramos serlo.
La libertad y la alegría son nuestras si las tomamos, si las sentimos, por el duro trabajo que hemos realizado.

«Hoy me recordaré a mi mismos tan frecuentemente como sea necesario de que no soy una víctima, y que no necesito ser victimado por ninguna cosa que se me venga. Trabajaré duro para quitarme la máscara de víctima, ya sea que esto signifique fijar un límite y hacerlo respetar, alejarme, lidiar con mis sentimientos o darme a mí mismo lo que necesito. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de sentirme victimado».

Mi Reflexión: Victimizarse es una vía que usa el codependiente para sacar provecho, mantenerse a flote en sus relaciones. Dejar ese rol cuesta cuando se ha usado por mucho tiempo. Bajo la terapia de Doce Pasos CoDA se pueden modificar Mitos y Creencias erradas y empezar a empoderarse de su vida. (Alpha).

¿Te sientes como una víctima? ¿Cómo lidias con ese rol? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 25 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la importancia de asistir a terapia para poder desprenderse de lo que agobia y martiriza la vida del codependiente.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Medita sobre esto:

Muchos de nosotros esperamos y necesitamos tanto de la gente que nos conformamos con muy poco.
Podemos volvernos dependientes de personas con problemas, de alcohólicos y otras personas con problemas. Podemos volvernos dependientes de personas que no precisamente nos gustan ni amamos. A veces, necesitamos tanto de la gente que nos conformamos casi con quien sea. Podemos necesitar a gente que no satisface nuestras necesidades. De nuevo, podemos encontrarnos en situaciones en las cuales necesitamos que alguien esté ahí para apoyarnos, pero que la persona que hemos elegido no puede o no podrá hacerlo.
Es posible incluso llegar a convencernos a nosotros mismos de que no podemos vivir sin alguien y que nos marchitaremos y moriremos si esa persona no está dentro de nuestra vida. Si esa persona es un alcohólico o tiene serios problemas, podremos tolerar el abuso y la enfermedad para mantenerla dentro de nuestra vida, a modo de proteger nuestra fuente de seguridad emocional. Nuestra necesidad se hace tan grande que nos conformamos con demasiado poco. Nuestras expectativas caen por debajo de lo normal, por debajo de lo que deberíamos esperar de nuestras relaciones. Luego, nos quedamos atrapados, varados.

Mi Reflexión: Depender de los demás es desgastante, conduce a frustrarnos y acaba con nuestra dignidad. Estamos llamados a recuperarnos y aceptar como prioridad «dejar ir» aquello que nos agobia y que nunca podremos controlar y mucho menos cambiar. Dediquemos esa energía en nosotros mismos, cuidándonos y amándonos. (Alpha).

¿Estás asistiendo a terapia? ¿Sientes cambios positivos en tus creencias y comportamientos? Comparte aquí.

Meditacion 25 de Julio … Síguele

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma que solo el Codependiente puede y debe asumir la terapia para recuperarse. El es el encargado de responsabilizarse de su vida. Otros pueden ayudar, pero él es el protagonista de esta historia.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Sigue practicando tus conductas de recuperación, aunque las sientas difíciles, aunque aun no las domines, incluso aunque aun no las entiendas.
A veces se tarda uno años en que un concepto de recuperación vaya de nuestra mente a nuestro corazón y a nuestra alma. Necesitamos trabajar las conductas de recuperación con la diligencia, con el esfuerzo y con la repetida practica que aplicamos a nuestras conductas codependientes. Tenemos que obligarnos a hacer cosas aunque no nos parezcan naturales. Necesitamos decirnos a nosotros mismos que nos importamos y que podemos cuidar de nosotros mismos aunque no creamos en lo que estamos diciendo.
Necesitamos hacerlo, y hacerlo, y hacerlo, día tras día, año tras año.
Es poco razonable esperar que adoptemos este nuevo modo de vida de la noche a la mañana.Podemos tener que «actuar como si» durante meses, años, antes de que las conductas de recuperación se conviertan en algo fijo y natural.
Incluso después de años, podemos descubrirnos, en tiempos de estrés o de coacción, revirtiéndonos a viejas maneras de pensar, de sentir y de comportarnos.
Podemos tener capas de sentimientos que no estamos listos para reconocer hasta que llevemos varios años de recuperación. ¡Eso está bien! Cuando llegue el momento, lo haremos.
¡No te des por vencido! Se lleva tiempo imbuirnos de amor propio hasta la médula. Requiere una práctica constante. De tiempo y experiencia. De lecciones, lecciones y más lecciones.
Luego, justamente cuando creemos que hemos llegado, descubrimos que tenemos más que aprender.
Esa es la alegría de la recuperación ¡Que seguimos aprendiendo y creciendo toda nuestra vida! Sigue cuidando de ti mismo, a pesar de lo que sea. Sigue bregando con las conductas de recuperación, un día a la vez. Sigue amándote a ti mismo, aunque no lo sientas como algo natural. Actúa como si lo fuera, tanto tiempo como sea necesario, aunque ese periodo te parezca demasiado largo.
Un día sucederá. Despertarás y descubrirás que aquello con lo que estabas luchando, por lo que estabas trabajando tan duro y habías estado forzándote a hacer, finalmente lo sientes a gusto. Te ha llegado hasta el alma.
Luego, prosigues aprendiendo algo nuevo y mejor.

Hoy bregaré con mis conductas de recuperación, aunque no las sienta como algo natural. Me forzaré a practicarlas aunque me parezca difícil. Trabajaré por amarme a mí mismo hasta que realmente me ame».

Mi Reflexión: El codependiente debe asumir un compromiso continuo y serio en su recuperación. Hay que recordarle que esta asistiendo a la tarea mas importante de su vida… cambiar creencias y conductas insanas por otras saludables. Debe poner su máximo empeño en lograrlo. (Alpha).

¿Estás asistiendo a Terapia Doce Pasos de CoDA? ¿Cómo te sientes asistiendo a Grupos de apoyo? Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 24 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que la codependencia tiene como base una baja autoestima y ello lleva al codependiente a autoagredirse, llegando incluso a perder el amor por sí mismo.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Podemos encontrar medios sin fin para autotorturarnos: comer en exceso, descuidar nuestras necesidades, compararnos con los demás, obsesionarnos, morar en recuerdos dolorosos, o imaginar futuras escenas dolorosas. Pensamos: ¿qué tal si ella vuelve a beber?, ¿qué tal si tiene un affaire?, ¿qué tal si un tornado destruye la casa? Esta actitud del “qué tal” es siempre buena para conseguir una fuerte dosis de miedo. Nos espantamos y luego nos preguntamos por qué estaremos tan asustados.
No nos gustamos, y no nos vamos a permitir obtener ninguna de las cosas buenas de la vida porque creemos que no las merecemos. Como codependientes, tendemos a entablar relaciones totalmente antagónicas en nuestro interior.
Algunos de nosotros aprendimos estas conductas de odio a sí mismo dentro de nuestras familias, posiblemente con la ayuda de uno de nuestros padres que era alcohólico. Algunos reforzamos ese desdén que sentimos por nosotros mismos dejando a un padre alcohólico para casarnos con un alcohólico. Podemos haber iniciado relaciones adultas con una frágil autoestima, para luego descubrir que lo que nos quedaba de autoestima se ha desintegrado. Pocos de nosotros podemos haber guardado nuestra autoestima completamente intacta hasta que lo conocimos a él o a ella o hasta que surgió ese problema; repentina o gradualmente nos encontramos odiándonos a nosotros mismos.

Mi Reflexión: La codependencia se fundamentan en una baja autoestima. Eso conduce a una falla tremenda en el amor que merecemos darnos y por ende la responsabilidad que debemos asumir para con nosotros mismos. (Alpha).

¿Estás en terapia actualmente? ¿Trabajas reforzando tu autoestima? Comparte tu vivencia aquí.

Meditacion 24 de Julio … Negación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica que negar la realidad no significa en modo alguno que dejara de existir. Por el contrario lo saludable es utilizar nuestros mejores mecanismos para lidiar con la verdad y abordar soluciones

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

La negación es una herramienta poderosa. Nunca subestimes su capacidad para nublar tu visión.
Estáte consciente de que, por muchas razones, nos hemos vuelto expertos en utilizar esta herramienta para hacer la realidad más tolerable. Hemos aprendido bien a detener el dolor causado por la realidad, no cambiando nuestras circunstancias, sino pretendiendo que son diferentes.
No seas demasiado duro contigo mismo. Mientras una parte de ti estaba ocupada creando una realidad de fantasía, la otra se puso a trabajar para aceptar la verdad.
Ahora es tiempo ya de encontrar valor. De encarar la verdad. De dejarla introducirse suavemente en nosotros.
Cuando podamos hacerlo, se nos llevará hacia delante.

«Dios mío, dame el valor y la fuerza para verme claramente».

Mi Reflexión: La persona codependiente asume la negación como una vía viable, pero insana de mantenerse en una situación difícil. Crear una realidad diferente generando fantasías mentales para alterarla a nuestro modo es muy usual, pero altamente negativo para la recuperación. Cuando asumimos que hay que enfrentar las cosas y darle soluciones hemos iniciado nuestra sanación. (Alpha).

¿Eres una persona que huye de su realidad? ¿Cómo lidias con tus sentimientos de negación? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 23 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que el rol preferido por el codependiente es de «cuidador compulsivo». También plantea que puede ejercer el de «víctima», ejerciendo todo un drama a su alrededor para llamar la atención.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

¡Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás!
Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. Generalmente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triangulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.
Después de que rescatamos, inevitablemente nos movemos a la siguiente esquina del triángulo: la persecución. Nos volvemos resentidos y nos enojamos con la persona a quien tan generosamente hemos “ayudado”. Hemos hecho algo que no queríamos hacer, algo fuera de nuestra responsabilidad, hemos ignorado nuestras propias necesidades y deseos, y nos enojamos por ello. Para complicar más el asunto, esta víctima, esta pobre persona que hemos rescatado, no siente gratitud por nuestra ayuda. No aprecia suficientemente el sacrificio que hemos hecho. La víctima no se porta corno debiera. Ni siquiera está siguiendo nuestro consejo, que tan prontamente le brindamos. Esta persona no nos deja recomponer sus sentimientos. Algo no ha funcionado bien, de modo que nos rasgamos nuestro halo y sacamos nuestro trinche.

Mi Reflexión: El codependiente habitualmente se mueve en un triangulo vicioso que se denomina «Triángulo del drama o de Karpman». En este escenario figuran tres actores: rescatador, víctima y victimario. El codependiente ejerce el rol de «rescatador-cuidador por excelencia». Vive pendiente de los otros, de intervenir en su vida, cambiarla, ofrecer consejos, sugerencias. No siempre se queda ejerciendo ese papel sino que en ocasiones pasa a ser víctima, se debilita, se desarma, dramatiza, solo para buscar amor, afecto, felicidad. Triste vida la del codependiente. Necesita ayuda para salir de esa trama insana. (Alpha).

¿En ese triángulo, cuál es tu rol? ¿Identificas claramente esa conducta autodestructiva que ocupa tu vida? Comenta acá.

Meditacion 23 de Julio… Forzar a que suceda algo


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós recalca la imposibilidad de intervenir en la vida de los demás. Esta postura no le devenga nada positivo a su sanación.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Deja de tratar que suceda algo.
Dejar de hacer, tanto si esto te está desgastando o con ello no estás logrando los resultados deseados. Deja de pensar tanto en ello. Deja de preocuparte por ello. Deja de estar tratando de forzar, de manipular, de obligar o de hacer que suceda.
Hacer que sucedan las cosas es controlar. Podemos tomar una acción positiva para ayudar a que sucedan las cosas. Podemos hacer nuestra parte. Pero muchos de nosotros hacemos más que nuestra parte.
Sobrepasamos los límites de cuidar y hacer nuestra parte y nos embarcamos en una conducta controladora, coercitiva, de cuidar excesivamente a los demás.
Controlar es autoderrotista. No funciona. Al ofrecernos demasiado para hacer que suceda algo, de hecho podemos estar impidiendo que ocurra.
Haz tu parte relajadamente, con armonía, en paz. Luego, déjalo ir.
Simplemente déjalo ir. Oblígate a dejarlo ir si es necesario. «Actúa como si». Pon tanta energía en dejarlo ir como las has puesto en tratar de controlar. Obtendrás mucho mejores resultados.
Puede que no suceda. Puede ser que ocurra de la manera como nosotros queríamos y esperábamos. Pero nuestra conducta controladora tampoco hubiera logrado que sucediera.
Aprende a dejar que las cosas sucedan, porque así ocurrirá, de todas maneras. Y mientras esperamos a ver qué sucede, estaremos más felices y también lo estarán quienes nos rodean.

«Hoy dejaré de forzar a que sucedan las cosas. En vez de ello, permitiré que las cosas ocurran de manera natural. Si me sorprendo tratando de forzar eventos o de controlar a la gente, me detendré y descubriré una manera de desapegarme».

Mi Reflexión: Controlar es una conducta habitual del codependiente. Cree que si controla los eventos y a las personas que le rodean va a pasar conforme lo desea. Nada más ilusorio que esta postura. Por el contrario lo más sano es dejar ir o soltar todo aquello que nos desgasta y no podemos manipular. (Alpha).

¿Eres de los que desea controlar todo a su alrededor? ¿Estás en Terapia Doce Pasos de CoDA? Comparte tu experiencia aquí.