Reflexión del Dia: 2 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea que el codependiente deja de ser el mismo para convertirse en la persona que «cuida a otro». Pierde su perspectiva personal.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los codependientes están oprimidos, deprimidos y reprimidos. Muchos de nosotros podemos decir rápidamente lo que alguien más está sintiendo, por qué una persona se siente de determinada manera, cuánto tiempo se han sentido así, y qué es lo que esa persona probablemente hará respecto a ese sentimiento.
Muchos de nosotros pasamos la vida inquietándonos por los sentimientos de los demás. Tratamos de componer los sentimientos de la gente. Tratamos de controlar los sentimientos de los demás. No queremos lastimar a la gente, no queremos irritarla, y no queremos ofenderle. Así de responsables nos sentimos por los sentimientos de los demás. Y, sin embargo, no sabemos lo que nosotros estamos sintiendo. Y si lo sabemos, no sabemos qué hacer para componernos. Muchos de nosotros hemos abandonado o nunca hemos asumido la responsabilidad por nuestro yo emocional.

Reflexión: La persona codependiente está tan «entretenida», controlando y manipulando la vida de los demás por tanto tiempo, que sabe lo que piensa, siente y actúa ante cada momento de su vida. Caso contrario, se desdibuja de sus sentimientos. Le es imposible saber quien es? como piensa? como actúa el mismo? ¡Es una triste paradoja! (Alpha). ¿Actúas de esta manera? ¿Quê piensas hacer al respecto? Comenta acá.

Lectura Bíblica sugerida: Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.(Hechos 4:12).

Reflexión del Dia: 3 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que se debe atravesar el duelo de manera personal, viviendo cada una de las etapas. Llegar a la aceptación significa responsabilizarnos de nuestra vida y del entorno de manera saludable.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Por favor comprendan que aceptación no significa adaptación. No significa resignación ante el lamentable y mísero estado en que están las cosas. No significa aceptar o tolerar ningún tipo de abuso.
Significa, en el momento presente, que reconocemos y aceptamos nuestras circunstancias, incluyéndonos a nosotros mismos y a las personas en nuestras vidas, tal y como somos nosotros y ellas.
Sólo desde tal estado poseemos la paz y la capacidad para evaluar esas circunstancias, hacer los cambios adecuados y resolver nuestros problemas. Una persona de quien se abusa no tomará las decisiones necesarias para detener ese abuso hasta que él o ella lo reconozcan. La persona debe entonces dejar de pretender que el abuso de alguna manera terminará mágicamente, dejar de pretender que no existe, o dejar de poner pretextos de por qué existe.
En un estado de aceptación somos capaces de responder con responsabilidad hacia nuestro entorno. En este estado recibimos el poder para cambiar las cosas que podemos cambiar. Los alcohólicos no pueden dejar de beber hasta que aceptan su impotencia ante el alcohol y ante su alcoholismo. Las personas con trastornos en su manera de comer no pueden solucionar sus problemas con la comida hasta que aceptan su impotencia ante la comida. Los codependientes no podemos cambiar hasta que aceptamos nuestras características codependientes, nuestra impotencia ante la gente, ante el alcoholismo y ante otras circunstancias que tan desesperadamente hemos tratado de controlar. La aceptación es la más grande paradoja: no podemos cambiar hasta que aceptemos la manera de ser que tenemos.

Reflexión: Pasar las etapas del Duelo es personal. Cada persona lo atraviesa de diversa manera. Quedarse en la negación por tiempo indefinido no es la opción sana. Es necesario vivir cada una de las 5 etapas, hasta llegar a la Aceptación. Es preciso definir que esta ultima fase del duelo significa vivir en el presente aceptando cada evento con fortaleza, solo así logramos introducir los cambios necesarios en nuestra vida. Asumimos responsabilidad por nosotros y el entorno. (Alpha).

¿Vives actualmente un duelo? ¿Cómo lidias con las etapas del duelo? Comparte aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Porque por esto trabajamos y nos esforzamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los creyentes. (1 Timoteo 4:10).

Reflexión del Dia: 1 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientereafirma que el codependiente como persona obsesiva se enfrenta a problemas en su cotidianidad que no sabe manejar. Su control falla y se desencadenan problemas difíciles de manejar.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Es horrible estar obsesionado con otro ser humano o con un problema. ¿Conoces alguna persona obsesionada con alguien o con algo? Esa persona no puede hablar de otra cosa, no puede pensar en otra cosa. Aunque parezca oírte cuando le hablar, sabes que no te escucha. Su mente está dando tumbos, va de aquí para allá en un interminable remolino de pensamientos compulsivos. Está preocupada. Relaciona todo lo que le dices (aunque no tenga nada que ver) con el objeto de su obsesión. Dice las mismas cosas, una y otra vez, usando las mismas palabras o cambiándolas ligeramente. Lo que tú digas no sirve de nada. Aunque le digas que pare, no sirve de nada. Probablemente lo haría si pudiera. El problema es que no puede hacerlo (en ese momento). Pues está a punto de estallar con la discordante energía de que está hecha la obsesión. Tiene un problema o una preocupación que no sólo lo molesta y lo controla.
Tal vez tú hayas estado obsesionada con alguien o con algo. Alguien dice o hace algo. Se te ocurre un pensamiento. Algo te recuerda un evento pasado. Entra un problema en tu conciencia. Algo sucede o no sucede. O percibes que algo está sucediendo, pero no estás segura de qué es. Él no te llama, y generalmente lo hace a estas horas. Él no contesta el teléfono, y debería hacerlo. Es el día de paga. En el pasado siempre se emborrachaba el día de paga. Tan sólo ha estado sobrio durante tres meses. ¿Sucederá lo mismo ahora?
Podrás no saber qué es, podrás no saber por qué es, y no estás segura de cuándo, pero sabes que algo malo –algo terrible– ha sucedido, sucede o va a suceder. Te da algo en el estómago. El sentimiento te abruma, esa ansiedad tan común en los codependientes que te hace retorcerte y estrujarte las manos. Es la que nos lleva a hacer muchos de los actos que nos lastiman; es la sustancia de la que se alimentan la preocupación y la obsesión. Es el peor de los miedos. Por lo general el miedo viene y se va, nos deja volando, listos para pelear, o sólo temporalmente asustados. Pero la ansiedad perdura. Se adhiere a la mente, paralizándola para todo excepto para sus propios propósitos, un interminable fárrago de los mismos pensamientos inútiles. Es el combustible que nos impele a incurrir en conductas controladoras de todo tipo. No podemos pensar más que en seguirle echando ojo a las cosas, en controlar el problema y hacer que se vaya; es el material del que está hecha la codependencia.
Cuando estás obsesionada, no puedes apartar tu mente de esa persona o de ese problema. No sabes lo que estás sintiendo. No sabes lo que está pensando. Ni siquiera estás segura de lo que debes hacer, pero, ¡por Dios, debes hacer algo! ¡Y pronto!

Reflexión: Cuando se maneja una actitud obsesiva-compulsiva es un verdadero caos para quien lo vive. En el caso del codependiente, apegado a personas y cosas, esta actitud es una constante que aprendió desde su infancia. Toda vez que se dispara el motivo, por muy fútil que este sea, se suceden acontecimientos que van en crescendo. Ya la situación es incontrolable. Nada mas aterrador que vivir una experiencia como esta. Todo esta confuso. No tiene herramientas para controlarse. Aparece el «caos». (Alpha).

¿Te ves como una persona rescatadora-compulsiva? ¿Tienes y has probado alguna herramienta para controlarte en esos casos? Comparte aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, (Tito 2:13).

Reflexión del Dia: 28 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea que el codependiente se acostumbró a intervenir manipulando controlando la vida de los demás, dejando de lado asumir la responsabilidad de su vida.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos nos cansamos tanto del enorme peso —la responsabilidad total por todos los seres humanos— que podemos brincarnos los sentimientos de lástima y preocupación que acompañan a los actos de rescate y seguirnos con la ira o el enojo. Estamos enojados todo el tiempo; sentimos ira y resentimiento contra víctimas potenciales. Una persona con una necesidad o un problema provoca que sintamos la necesidad de hacer algo o nos sentiremos culpables. Después del rescate, no ocultamos nuestra hostilidad hacia este incómodo predicamento.
El cuidar como nana no ayuda, sólo provoca problemas. Cuando tomamos a la gente a nuestro cuidado y hacemos cosas que no deseamos hacer, ignoramos necesidades, deseos y sentimientos personales.
Nos hacemos a un lado a nosotros mismos. En ocasiones estamos tan ocupados cuidando a los demás que dejamos nuestra vida entera en suspenso. Muchos cuidadores se sienten inquietos y abrumados; no disfrutan ninguna de sus actividades. Los cuidadores aparentamos ser muy responsables, pero no lo somos; pues no asumimos el compromiso de nuestra responsabilidad más alta: nosotros mismos.

Reflexión: El codependiente carga con responsabilidades ajenas. Su vida como persona apegada y obsesionada por cuidar a otros, le anula para responsabilizarse de si mismo. Esa inversión de conceptos y creencias pasa factura y llegado un momento crucial se da cuenta que ya no gobierna ni su vida ni la de los demás, allí siente la necesidad perentoria de cambiar y salir de ese atolladero emocional que vive. (Alpha).

¿Mantienes apego por personas y cosas? ¿Cómo lidias con esa situación insana? Comenta acá.

Lectura Bíblica sugerida: Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. (Lucas 2:11).

Reflexión del Dia: 27 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera la necesidad que el codependiente reciba ayuda para canalizar sus sentimientos negativos y así sanar su codependencia.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Tristemente, muchos de nosotros no tenemos a dónde ir con toda esa ira. Nos la tragamos, nos mordemos la lengua, sacamos el pecho, la lanzamos a nuestro estómago, la dejamos zumbar en nuestra cabeza, escapamos de ella, le damos medicamentos, o le damos una galleta. Nos culpamos a nosotros mismos, convertimos la ira en depresión, nos metemos en cama, tenemos la esperanza de que nos muramos, y nos enfermamos a causa de ello. Finalmente le pedimos a Dios que nos perdone por ser una persona tan horrible o por sentir ira en primer lugar.
Muchos de nosotros hemos estado en un verdadero dilema con nuestra ira, especialmente si hemos vivido en un sistema familiar que dice: “No sientas; sobre todo, no sientas ira”. El alcohólico en realidad no quiere escuchar qué tan fuera de si nos sentimos. Él o ella probablemente piensan que nuestra ira es irracional de todos modos, y puede molestarle cuando hablamos acerca de ella. Nuestra ira puede oprimir los botones de la culpa en el alcohólico. El alcohólico puede incluso sobrepasarnos en su ira simplemente para mantenernos reprimidos y sintiéndonos culpables.
A menudo no podemos o no queremos decirles a nuestros padres cómo nos sentimos. Ellos pueden estar furiosos con nosotros porque somos amigos de alguien que tiene problemas con el alcohol o con otra droga. O nuestros padres pueden ver tan sólo el lado bueno del alcohólico o del adicto y pensar que somos poco razonables y que no lo apreciamos. Nuestros amigos pueden llegar incluso a hartarse de oír nuestras quejas. Algunos podemos sentirnos tan avergonzados que creemos no poder contarle a nuestro sacerdote o a nuestro pastor cuán enojados estamos. Ellos simplemente nos llamarían pecadores, y no necesitarnos oír nada más. Eso es lo que nos hemos estado diciendo a nosotros mismos. Muchos de nosotros ni siquiera pensaríamos en volvernos hacia nuestro poder superior y expresarle qué tan enojados estamos. De modo que, ¿qué hacemos con todo este vapor sellado a presión? Lo mismo que hacemos con casi todo lo que tiene que ver con nosotros: lo reprimimos y nos sentimos culpables por él. La ira reprimida, al igual que todas las otras emociones reprimidas, causa problemas. A veces nuestra ira puede derramarse de forma inadecuada. Le gritamos a alguien a quien no teníamos intención de gritarle. Arrugamos la cara fruncimos los labios, y ayudamos a los demás a no sentir ganas de estar cerca de nosotros. Azotamos los platos aunque no podamos permitirnos el gasto de romper nada que tenga un valor material porque ya hemos perdido demasiado.

Reflexión: El codependiente maneja emociones de ira resentimiento, producto de sentimientos de culpa y venganza por sentirse rechazado, abusado y aislado. Culpa de ello a quienes representan afectos importantes en su vida familiar. Esos sentimientos negativos los reprime permanentemente, de allí que su conducta sea «reaccionaria», a la defensiva. Impide con esa actitud que los demás puedan acercarsele y desear compartir cualquier evento con el. No es necesario mostrarse violento o colérico. Los sentimientos deben ser expresados y compartidos bien sea con personas amigas, profesionales de la salud mental, o grupos de apoyo. Lo importante es ventilarlos y canalizarlos para bien. (Alpha).

¿Asistes a Grupos de Apoyo de CoDA? ¿Recibes ayuda profesional de un Terapeuta? Comparte aquí tus vivencias al respecto.

Lectura Bíblica sugerida: Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. (Santiago 1:5).

Reflexión del Dia: 26 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que la codependencia hace que quien la padece se muestre reaccionario y ante cualquier crisis se desatan sus miedos y temores, asumiendo una postura agresiva generalmente.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

No necesitamos eliminar todas nuestras reacciones hacia la gente y hacia los problemas. Las reacciones pueden ser útiles. Pueden ayudarnos a identificar lo que nos gusta y lo que nos hace sentirnos bien.
Nos ayudan a identificar los problemas dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Pero la mayoría de nosotros reaccionamos demasiado. Y gran parte de las cosas a las que reaccionamos son tonterías. No son tan importantes, y no ameritan el tiempo ni la atención que les damos. Algunas de nuestras reacciones son respuestas a las reacciones que los demás tienen frente a nosotros. (Estoy furiosa porque él se puso furioso; él se puso furioso porque yo estaba enojada; yo estaba enojada porque pensé que él estaba enojado conmigo; pero no estaba enojado sino herido porque…)
Nuestras reacciones pueden ser el eslabón de una cadena de reacciones tal que a menudo los involucrados están irritados y nadie sabe por qué. Simplemente están irritados. Luego, todos están fuera de control y a la vez son controlados. A veces la gente se comporta de cierta manera para provocar que nosotros reaccionemos de otra. Si dejamos de reaccionar de esta cierta manera, la privamos de lo divertido que esto le resulta. Quedamos fuera de su control y le quitamos el poder que tiene sobre nosotros.
A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. (Pero no necesitamos seguir haciéndolo, ¿o sí?) A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante, ¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.

Reflexión: El codependiente, ante cada situación que le impacte, tiene reacciones adversas que desencadenan, en su entorno, una cadena de reacciones negativas que se plantean como un círculo vicioso que luego no puede controlarse. Si identificamos nuestra reacción, podemos controlarla mientras estemos en la recuperación. (Alpha).

Estás en proceso de recuperarte asistiendo a Grupos de CoDA? Sientes mejoría de tu dependencia y tus reacciones? Comenta aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados. (Colosenses 1:13-14).

Reflexión del Dia: 25 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que la codependencia no hace sentirnos inferiores y rechazados por las personas afectivamente importantes para nosotros.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros aprendimos estas cosas porque en nuestra niñez, alguien muy importante para nosotros fue incapaz de darnos el amor, la aprobación y la seguridad emocional que necesitábamos. De modo que hemos ido por la vida de la mejor manera posible, todavía buscando vaga o desesperadamente algo que nunca tuvimos. Algunos de nosotros todavía nos golpeamos la cabeza contra el cemento, tratando de obtener este amor de las personas que, al igual que mamá o papá, son incapaces de darnos lo que necesitamos. El ciclo se repite una y otra vez hasta que lo interrumpimos y lo detenemos. Se le llama «asunto inconcluso».
Quizá se nos ha enseñado a no confiar en nosotros mismos. Esto sucede cuando tenemos un sentimiento y se nos dice que es malo o inadecuado. O cuando confrontamos una mentira o una inconsistencia y se nos acusa de estar locos. Perdemos la fe en esa parte profunda e importante de nosotros que experimenta sentimientos inapropiados, detecta la verdad y tiene confianza en su capacidad para manejar las situaciones de la vida. Muy pronto, podemos empezar a creer lo que nos han dicho de nosotros mismos: que no servimos, que estamos locos, que no se puede confiar en nosotros. Vemos a la gente a nuestro alrededor —personas a veces enfermas, con problemas, fuera de control— y pensamos, “ellos están bien. Deben estarlo. Me lo dijeron. De modo que debo ser yo. Debe haber algo fundamental que está mal en mí”. Nos abandonamos y perdemos la fe en nuestra capacidad para cuidarnos.

Reflexión: El codependiente lleva consigo resentimientos y recuerdos dolorosos de su infancia, ello le motiva a perder su autoestima. Desconfía de sus capacidades, por lo que no cree pueda cuidar de si mismo. ¿Como revertir esta creencia negativa? Solo asumiendo la responsabilidad plena de cuidarse, aceptarse y amarse tal cual es. (Alpha).

¿Estas en tu proceso de recuperación? Comenta tu experiencia aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto. (1 Pedro 1:18-19).

Reflexión del Dia: 24 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que todos quienes hemos tenido pérdidas atravesamos un proceso de aflicción que debe elaborarse individualmente.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de nosotros empezamos a hacer estas cosas por la necesidad de protegernos a nosotros mismos y de satisfacer nuestras necesidades. Hicimos, sentimos y pensamos estas cosas para sobrevivir – emocional, mental y a veces físicamente-. Tratamos de entender y de contender con nuestros complejos mundos de la mejor manera. No siempre es fácil vivir con personas sanas y normales. Pero es particularmente difícil vivir con personas enfermas, atribuladas o perturbadas. Es horrible tener que vivir con un alcohólico delirante. Muchos de nosotros nos las hemos tenido que ver con circunstancias indignantes, y estos esfuerzos han sido tan admirables como heroicos. Hemos hecho lo mejor que hemos podido.
Sin embargo, estos recursos de autoprotección ya no nos resultan útiles. En ocasiones, las cosas que hacemos para protegernos se vuelven contra nosotros y nos lastiman. Se vuelven autodestructivas. Muchos codependientes apenas logran sobrevivir, y la mayoría no satisface sus necesidades.
¿Podremos cambiar? ¿Podremos aprender conductas más sanas? No sé si se pueda enseñar la salud mental, emocional y espiritual, pero podemos ser inspirados y alentados. Podemos aprender a hacer las cosas de otra manera. Podemos cambiar. Creo que la mayoría de la gente quiere estar sana y vivir sus vidas lo mejor posible. Pero muchos de nosotros no sabemos que está bien hacer las cosas de otra manera.
Muchos de nosotros ni siquiera sabemos qué es lo que hemos estado haciendo que no ha funcionado. La mayoría de nosotros hemos estado tan ocupados respondiendo a los problemas de otras personas que no hemos tenido tiempo para identificar y mucho menos para ocuparnos de nuestros propios problemas.
Muchos profesionales dicen que el primer paso hacia el cambio es tomar conciencia. El segundo paso es la aceptación.

Reflexión: E l codependiente atraviesa un proceso de duelo o aflicción que solo no debe abordar. Necesita entender que el Duelo debe elaborarse y es personal. (Alpha).

¿De que manera vives tu Duelo? ¿Estás en Terapia Doce Pasos de CoDA para recuperarte? Comenta acá.

Lectura Bíblica sugerida: Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.(Romanos 3:23-24).

Reflexión del Dia: 22 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientereitera que para el codependiente se hace necesario asumir su recuperación. Llegado el momento que no gobierna su vida, el mismo acepta cambiar, recuperarse.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos nos cansamos tanto del enorme peso—la responsabilidad total por todos los seres humanos— que podemos brincarnos los sentimientos de lástima y preocupación que acompañan a los actos de rescate y seguirnos con la ira o el enojo. Estamos enojados todo el tiempo; sentimos ira y resentimiento contra víctimas potenciales. Una persona con una necesidad o un problema provoca que sintamos la necesidad de hacer algo o nos sentiremos culpables. Después del rescate, no ocultamos nuestra hostilidad hacia este incómodo predicamento.
El cuidar como nana no ayuda, sólo provoca problemas. Cuando tomamos a la gente a nuestro cuidado y hacemos cosas que no deseamos hacer, ignoramos necesidades, deseos y sentimientos personales.
Nos hacemos a un lado a nosotros mismos. En ocasiones estamos tan ocupados cuidando a los demás que dejamos nuestra vida entera en suspenso. Muchos cuidadores se sienten inquietos y abrumados; no disfrutan ninguna de sus actividades. Los cuidadores aparentamos ser muy responsables, pero no lo somos; pues no asumimos el compromiso de nuestra responsabilidad más alta: nosotros mismos.

Mi Reflexión: La persona codependiente asume posturas que evidencian enfado y enojo, máxime cuando ha llegado al límite de su resistencia para atender la vida de los demás. Su existencia se vuelve ingobernable y es allí cuando siente la necesidad de cambiar, de darse una oportunidad para sanar. Empieza la recuperación de su codependencia. (Alpha).

¿Has llegado al tope de tu resistencia por cuidar de otras personas? ¿Estás pensando en iniciar el proceso de recuperación? Comparte aquí tu decisión.

Lectura Bíblica sugerida: Y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. (Mateo 10:38).

Reflexión del Dia: 21 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que para el codependiente asumir sus sentimientos no es una alternativa viables. Prefiere ignorarlos y entretenerse en manipular a los demás.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Puede parecer más fácil, en ocasiones, no sentir. Tenemos tantas responsabilidades porque hemos asumido muchas responsabilidades de la gente que nos rodea. Debemos de hacer lo que es necesario de todas maneras. ¿Para qué tomar tiempo en sentir? ¿Qué cambiaría eso?
A veces tratamos de hacer desaparecer nuestros sentimientos porque nos dan miedo, Reconocer lo que verdaderamente sentimos demandaría una decisión —acción o cambio— de parte nuestra. Nos enfrentará cara a cara con la realidad. Estaríamos conscientes de lo que estamos pensando de lo que queremos, y de lo que necesitamos hacer. Y todavía no estamos listos para hacer eso.
Los codependientes están oprimidos, deprimidos y reprimidos. Muchos de nosotros podemos decir rápidamente lo que alguien más está sintiendo, por qué una persona se siente de determinada manera, cuánto tiempo se han sentido así, y qué es lo que esa persona probablemente hará respecto a ese sentimiento.
Muchos de nosotros pasamos la vida inquietándonos por los sentimientos de los demás. Tratamos de componer los sentimientos de la gente. Tratamos de controlar los sentimientos de los demás. No queremos lastimar a la gente, no queremos irritarla, y no queremos ofenderle. Así de responsables nos sentimos por los sentimientos de los demás. Y, sin embargo, no sabemos lo que nosotros estamos sintiendo. Y si lo sabemos, no sabemos qué hacer para componernos. Muchos de nosotros hemos abandonado o nunca hemos asumido la responsabilidad por nuestro yo emocional.

Reflexión: La persona codependiente tiene un profundo temor a exteriorizar sus sentimientos por miedo a sentir. Prefiere hurgar los sentimientos de los demás e intervenir en modificarlos que enfrentarse a los propios. Este desgano por saber mas sobre nuestras emociones impide que asumamos un compromiso serio con nosotros mismos, evadimos todo intento por recuperarnos. Caemos en un círculo vicioso del cual no podemos, no deseamos. es más no sabemos como salir. (Alpha).

¿Te enfrentas con tus sentimientos? ¿Qué conclusiones sacas al respecto? Comparte aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mateo 18:20).