Reflexión del Dia: 5 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» caracteriza al codependiente como «reaccionarios», con sentimientos de ira, odio y amargura hacia nosotros mismos. El codependiente sufre por cualquier causa, se conduce en el drama y se hace víctima de cualquier situación. Actúa de manera colérica ante el entorno, generando pugnas y dificultades para el grupo donde se moviliza. Nuestros sentimientos se descarrilan con extrema facilidad.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes son reaccionarios. Reaccionamos con ira, culpa, vergüenza, odio a nosotros mismos, preocupación, sentimientos heridos, gestos controladores, acciones solícitas, depresión, desesperación y furia. Reaccionamos con miedo y ansiedad. Algunos de nosotros reaccionamos tanto que nos resulta doloroso estar cerca de la gente, y torturante encontrarnos dentro de un grupo grande de personas. Es normal reaccionar y responder a nuestro medio ambiente. Reaccionar es parte de la vida. Es parte de interactuar, es parte de ser humano y de estar vivo. Pero nos permitimos irritamos tanto y distraernos tanto.
Pequeñeces, cosas mayores —lo que sea— tienen el poder de descarrilarnos. Y nuestra respuesta después de que reaccionamos a menudo no es la que más nos conviene.
Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.
BRINCAMOS DENTRO DEL PRIMER SENTIMIENTO QUE NOS ATRAVIESA Y LUEGO NOS EMPANTANAMOS EN ÉL. Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emociones y conductas controladas —disparadas— por cualquier persona o cosa en nuestro entorno. Indirectamente estamos permitiendo que los demás nos digan qué hacer. Eso significa que hemos perdido el control. Estamos siendo controlados.
Cuando reaccionamos abdicamos a nuestro poder personal, dado por Dios, para pensar, sentir y actuar de acuerdo con nuestro mejor interés.

Mi Reflexión: La conducta reaccionaria del codependiente a menudo nace de un intento desesperado de controlar el entorno emocional, pero este enfoque tiene un efecto contraproducente. Al reaccionar impulsivamente ante los comportamientos y emociones de los demás, se perpetúa un ciclo de tensión y desequilibrio, tanto para uno mismo como para la relación. Este comportamiento no solo agota tu energía emocional, sino que también eclipsa tu capacidad para responder de manera más saludable y consciente. En el fondo, ser reactivo en lugar de proactivo mina la posibilidad de construir relaciones genuinas basadas en el respeto mutuo y el amor verdadero. Ser consciente de esta tendencia reaccionaria es el primer paso para romper el ciclo, permitiéndote actuar desde un lugar de autoconciencia y equilibrio emocional. (Alpha).

¿Te sientes identificado con esta reflexión? ¿Has vivido situaciones de reacciones sin sentido alguno? ¿Has buscado ayuda profesional? ¿Cuales han sido tus herramientas y te han sido de utilidad? Comenta aquí.

Meditación 5 de Septiembre… Dios está consciente de ti

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la imperiosa necesidad de asumir que el sendero de curación de la codependencia pasa por Confiar en un Poder Superior a nosotros y que este va a ayudarnos a transitar este camino difícil hasta alcanzar la sanación.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.
Medita sobre esto:

Querido Dios, ¿Eres realmente invisible o es solo un truco? (Cartas de los niños a Dios).

A veces no podemos ver más de unos pocos pies frente a nosotros a lo largo del camino. El camino todavía está allí. Todo lo que tenemos que hacer es seguir caminando hasta que salgamos de la oscuridad hacia la Luz. Solo da un pequeño paso a la vez.
Entrégate a las circunstancias en tu vida. Siente tus sentimientos. Sé consciente de tu dolor y tu sufrimiento, si eso es lo que estás pasando. Pero recuerda que incluso cuando no puedes ver a Dios, Dios puede verte.
¡Y a Dios le importa!

«Dios, ayúdame a sentir tu presencia activa y amor en mi vida hoy».

Mi Reflexión: «En el contexto de la codependencia, la afirmación ‘Dios está consciente de ti’ puede servir como un poderoso recordatorio de que no estás solo en tu lucha por encontrar equilibrio y sanación. A menudo, la codependencia nos hace sentir atrapados en una red de necesidades emocionales que parece inescapable. Sin embargo, esta expresión sugiere que hay una fuerza superior que es consciente de tu situación, tus desafíos y tu valor intrínseco. No tienes que llevar la carga tú solo; puedes encontrar consuelo y dirección al confiar en algo más grande que tú. En ese acto de fe, puedes encontrar la fuerza para comenzar a priorizarte a ti mismo y a sanar desde un lugar de amor propio y dignidad. Este concepto puede ser especialmente reconfortante si te encuentras en un ciclo de querer controlar todo, recordándote que hay aspectos de la vida y de la sanación que están fuera de tu control, pero no fuera del cuidado de un Ser Superior. (Alpha).

¿Has sentido durante las dificultades, la presencia activa de Dios? ¿Te ha dado esa presencia, paz y serenidad? Cuéntanos esa experiencia..

Reflexión del Dia: 4 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» nos hace comprender la necesidad de mantenernos en calma interior para asumir las decisiones que nos ayuden a salir de los problemas que creamos y enfrentamos como personas apegadas y guiadas por una necesidad enfermiza de «controlar» la vida de los demás.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía

Reflexiona sobre esto:

Descubre que necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto?
¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo?
Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.
Cálmate. No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!

Mi Reflexión: En la sanación de la codependencia, aprender a cuidar de uno mismo no es un lujo, sino una necesidad imperante. La codependencia nos enseña a poner las necesidades de los demás por encima de las nuestras, a tal punto que descuidar nuestro propio bienestar se vuelve la norma. Sin embargo, la verdadera sanación solo puede comenzar cuando reorientamos ese cuidado hacia nosotros mismos. Al hacerlo, no solo ganamos una mayor estabilidad emocional y autoestima, sino que también creamos el espacio para relaciones más saludables y equitativas. Cuidar de ti mismo es el primer paso para romper el ciclo de la codependencia, pues nos permite establecer límites saludables y practicar la autoafirmación de una manera que enriquece nuestra vida y la de los que nos rodean. El autocuidado en este contexto se convierte en un acto radical de autoamor, esencial para desmantelar los patrones y creencias que sostienen la codependencia. Al cuidar de ti mismo, te das el permiso para ser una persona completa, y no solo un satélite en la órbita de alguien más. (Alpha).

¿Has asumido decisiones para cuidar de ti mismo en el sendero a la recuperación? ¿Cuáles herramientas te han funcionado? Comenta acá tus vivencias al respecto.

Meditacion 4 de Septiembre… Encontremos una dirección

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós propone que para transitar el camino de la recuperación debemos fijar metas concretas y alcanzables para llevar una vida gobernable. Enfatiza que podemos ayudar a nuestro poder Superior a guiar nuestra vida.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Yo solía pasar tanto tiempo reaccionando y respondiendo a todos los demás, que mi vida no tenía una dirección. La vida de otras personas, sus problemas y deseos disponían el curso de mi vida. Una vez que me di cuenta de que estaba bien que pensara en lo que quería y lo identificara, empezaron a tener lugar en mi vida cosas notables. (Anónimo).

Cada uno de nosotros tiene una vida que vivir, una vida que tiene un propósito y un significado. Podemos ayudarle a nuestro Poder Superior a que dé dirección y propósito a nuestra vida fijando metas.
Podemos fijar metas anual, mensual o diariamente en tiempos de crisis. Las metas crean una dirección y un ritmo; las metas nos ayudan a tener una vida gobernable dirigida de acuerdo con el curso que hemos elegido para nosotros mismos.
Podemos ayudarnos a dar dirección a nuestras vidas fijando metas.

«Hoy prestaré atención a fijar para mi vida un curso de acción, en vez de dejar que me arrastre cualquier viento».

Mi Reflexión: En la travesía para sanar de la codependencia, la dirección no es solo un deseo, es una necesidad. No se trata de vagar sin rumbo en un laberinto emocional, sino de seguir un camino claro y deliberado hacia un mejor bienestar. Esta dirección puede venir de múltiples fuentes: terapia profesional, grupos de apoyo, lecturas especializadas, y la autoexploración sincera. Pero más allá de los métodos, lo fundamental es tener una intención clara: la de vivir una vida más auténtica, más enriquecedora y más en sintonía con tu verdadero yo. Al encontrar y mantener esa dirección, convertimos el desafío de la codependencia en una oportunidad para el crecimiento personal y la transformación. El primer paso hacia la sanación siempre será reconocer la necesidad de cambiar y buscar activamente los recursos y el apoyo que te ayudarán a seguir adelante. La dirección en este contexto es menos acerca de llegar a un «destino» y más acerca de embarcarse en un viaje continuo de autoconciencia y mejora (Alpha).

¿Tienes claridad con respecto al Poder de la Divinidad como tu guía? ¿Esta Creencia te ha ayudado en direccionar tu vida? Coméntanos tus vivencias.

Reflexión del Dia: 3 de Septiembre


Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea las bondades de desapegarse, dejar que los demás asuman la responsabilidad de sus vidas, y nosotros aprender a amarnos, a aceptarnos tal cual somos, a despreocuparnos por aquello que no podemos cambiar ¡Liberarnos es la clave!

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe. Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos in volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso compulsivo, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.
Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y de recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o de responsabilidad hacia los demás. En ocasiones el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas. Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos. ¡Qué gran plan! Cada quien atiende sus propios asuntos.

Mi Reflexión: El desapego en la codependencia no es un acto de renuncia, sino más bien un acto de liberación. Al liberarnos de la necesidad compulsiva de controlar o ser validados por los demás, recuperamos nuestra propia autonomía y bienestar emocional. En el espacio que se crea, descubrimos que el amor verdadero no es una transacción de necesidades, sino una libre expresión de nuestra humanidad compartida. En el desapego, encontramos la libertad para ser quienes somos realmente, y en esa libertad, descubrimos el tipo de amor y conexión que siempre hemos buscado. Este tipo de desapego no es frío o indiferente, sino que es el medio por el cual se puede vivir de una manera más consciente y saludable, tanto para uno mismo como para los demás. (Alpha).

¿Has estado ejercitándote en la práctica del desapego? ¿Cuáles herramientas has utilizado para esto? ¿Sientes que has dado pasos positivos hacia el desapego? Coméntanos tus experiencias.

Meditación 3 de Septiembre… Ten en cuenta la ilusión de control


Melody Beattie, en su LibroEl Lenguaje del Adiós enfoca el daño que nos ocasionamos a nosotros mismos pretendiendo controlar a otras personas, sintiéndonos enfadados, hasta coléricos. Reafirma que el control es una ilusión. y nada podemos hacer para cambiar las cosas, solo «invertir» el tiempo en cambiar nuestras reacciones ante la realidad que vivimos ¡eso sí podemos!

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Recuerda cómo se siente cuando tratamos de controlar a otra persona.
«Estaba conduciendo por la carretera un día detrás de un automóvil que decidí que conducía demasiado despacio», me dijo un amigo. «Estaba gritando, furioso y hablando sobre el conductor que estaba frente a mí», intentando mentalmente apartarlo de mi camino. Quería que se acercara y me dejara pasar.
«Mientras conducía me observé a mí mismo. Entonces comencé a reír. No estaba enojado con este conductor frente a mí. Estaba enojado porque estaba tratando de controlar algo que no podía cambiar».
Sé consciente de todos tus sentimientos. Pero también recuerda ser consciente de que a veces no es la otra persona la que nos vuelve locos. Nos lo estamos haciendo a nosotros mismos.

«Dios, ayúdame a ser consciente del drama autocreado en mi vida. Ayúdame a dejar de lado mi necesidad de controlar. Dame el coraje de mis sentimientos. Y ayúdame a ser consciente de cuándo mi propia voluntad se está desencadenando».

Mi Reflexión: La ilusión del control es precisamente eso: una ilusión. Creer que podemos manejar cada aspecto de nuestras vidas y las de los demás no solo es agotador, sino que también nos priva de las lecciones que vienen con la incertidumbre y el desafío. Al soltar la necesidad de control, nos abrimos a la riqueza de la experiencia humana: la alegría del azar, el crecimiento que viene del fracaso, y la libertad inherente en la aceptación de que no somos los directores del universo, sino más bien participantes en un misterio mucho más grande. La aceptación del hecho de que no tenemos control total puede ser liberadora, permitiendo una vida más rica y gratificante en la que la preocupación y el estrés no dominan cada momento.(Alpha).

¿Has estado tratando de controlar lo que ocurre en tu entorno? ¿Cuales son tus reacciones al respecto? Coméntanos y compartimos.

Meditación 2 de Septiembre.. Claridad

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad que tenemos los codependientes de «ejercitarnos» para desarrollar la fe, solo así podemos estar claros que existe un plan divino desarrollándose para cada uno de nosotros, tanto en las situaciones buenas como en aquellos momentos difíciles que atravesamos en nuestra vida. Es el único camino para recuperarnos y sanar.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Sé que lo mejor es confiar en Dios, pero a veces, me olvido de eso.
Cuando estamos en medio de una experiencia, es fácil olvidar que hay un Plan. A veces, todo lo que podemos ver es hoy.
Si tuviéramos que ver solo dos minutos del medio de un programa de televisión, tendría poco sentido. Sería un evento desconectado.
Si tuviéramos que ver a un tejedor cosiendo un tapiz por solo unos momentos, y enfocándonos solo en una pequeña parte del trabajo, no se vería hermoso. Parecería unos pocos hilos peculiares colocados al azar.
Con qué frecuencia utilizamos esa misma perspectiva limitada para mirar nuestra vida, especialmente cuando estamos atravesando un momento difícil.
Podemos aprender a tener una perspectiva cuando estamos atravesando esos tiempos de aprendizaje confusos y difíciles. Cuando estamos siendo aglutinados por eventos que nos hacen sentir, pensar y cuestionar, estamos en medio de aprender algo importante.
Podemos confiar en que algo valioso está siendo desarrollado en nosotros, incluso cuando las cosas son difíciles, incluso cuando no podemos orientarnos. La perspicacia y la claridad no aparecen hasta que hayamos dominado nuestra lección.
La fe es como un músculo. Debe ser ejercitado para crecer fuerte. Las experiencias repetidas de tener que confiar en lo que no podemos ver y las experiencias repetidas de aprender a confiar en que las cosas funcionarán, son lo que hace que nuestros músculos de fe crezcan fuertes.

«Hoy, confiaré en que los eventos en mi vida no son aleatorios. Mis experiencias no son un error. El Universo, mi Poder Superior y la vida no me están molestando. Estoy pasando por lo que necesito pasar para aprender algo valioso, algo que me preparará para la alegría y el amor que estoy buscando».

Mi Reflexión: Cuando se vive en un estado de codependencia, la idea de confiar en un Ser Superior puede ofrecer un alivio profundo y transformador. Esta confianza nos permite soltar la ilusión de control que a menudo sostiene la codependencia, cambiando la carga de ser el ‘hacedor’ todo el tiempo. En lugar de intentar manipular cada resultado en nuestras relaciones y en nuestras vidas, podemos encontrar paz en la creencia de que hay una fuerza más grande que nos guía. Esta entrega no es pasividad, sino una activa decisión de dejar de luchar contra las corrientes de la vida y empezar a fluir con ellas, confiando en que estamos cuidados y guiados, incluso cuando no lo entendemos completamente. La espiritualidad o la fe pueden ser herramientas poderosas para quienes buscan liberarse de los patrones codependientes, ofreciendo un enfoque más amplio y menos centrado en el ego para enfrentar los desafíos de la vida y las relaciones. (Alpha).

¿Has transitado ese sendero espiritual? ¿Has alcanzado la confianza y fe en Dios cual sea tu convicción de El? ¿Cuáles han sido tus vivencias? Comenta aquí, será de mucha ayuda.

Reflexión del Dia: 1 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que los codependientes tendemos a «entregar el control de nuestra vida a los otros,» abdicando nuestro poder. Cuando nos hacemos dependientes, entramos en un torbellino de emociones y sentimientos que nos llevan hasta la desesperación, la tristeza y desordenamos nuestra existencia. Toda relación que se sustenta en el control, y no en el amor está signada por el fracaso.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La dependencia emocional y el sentirse atrapados también pueden provocar problemas en relaciones que podrían salvarse. Si estamos en una relación todavía buena, podemos ser demasiado inseguros para desapegamos y empezar a cuidar de nosotros mismos. Podemos extinguirnos y asfixiar o alejar a la otra persona. Esa necesidad extrema se vuelve obvia para los demás. Se puede sentir, percibir. En última instancia, la dependencia excesiva de otra persona puede matar el amor. Las relaciones que se basan en inseguridad emocional y en una necesidad, en vez de sustentarse en el amor, pueden volverse autodestructivas. No funcionan. Una necesidad demasiado grande aleja a la gente y extingue el amor. Asusta a la gente y hace que se vaya. Atrae a la gente equivocada. Y no satisface nuestras verdaderas necesidades.
Nuestras necesidades reales se hacen cada vez mayores, al igual que nuestra desesperación. Fijamos nuestra vida en torno a esta persona, tratando de proteger así nuestra fuente de seguridad y de felicidad. Abdicamos a vivir nuestra propia vida al hacer esto. Y sentimos ira contra esa persona. Somos controlados por ella. Dependemos de esa persona. Finalmente nos enojamos y nos resentimos con la persona de quien dependemos y quien nos controla, porque le hemos dado nuestro poder personal y nuestros derechos.

Mi Reflexión: «La sanidad en las relaciones cuando se es codependiente comienza con el reconocimiento de que tu valor no está anclado en cómo te perciben los demás, sino en cómo te percibes a ti mismo. La clave está en establecer límites saludables que protejan tu bienestar emocional, permitiendo al mismo tiempo la conexión genuina con otros. No se trata de evitar las relaciones, sino de entrar en ellas de una manera más consciente y menos compulsiva. Al priorizar tu propio crecimiento y bienestar, creas un espacio en el que las relaciones pueden prosperar sin convertirse en la fuente única de tu identidad o felicidad. El primer paso para cualquier tipo de sanación es el reconocimiento del problema, seguido por el compromiso continuo con el cambio y el autocuidado. Mantener la salud en las relaciones siendo codependiente es un proceso de aprendizaje constante, uno que se facilita al amarte y respetarte a ti mismo primero. (Alpha).

¿Has tenido ese tipo de relaciones difíciles de dependencia afectiva?¿Has logrado salir «airoso» de estas relaciones? ¿Cuáles herramientas usaste? ¿Dieron resultados positivos? Comparte aquí en los comentarios.

Meditación 1 de Septiembre… Tú eres digno de ser amado.

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos reitera que los codependientes aprendimos desde la infancia por razones diversas, que no merecemos recibir amor y a descartar amar a los demás de manera saludable, pero esa actitud debe cambiar. Aun con sentimientos negativos hacia nosotros mismos (miedo, vergüenza, tristeza), transitamos la vida sin saber que las vivencias sucedidas son «lecciones para aprender».

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Nos regresamos… y nos regresamos… y nos regresamos… a través de las capas de miedo, de vergüenza, de heridas y de encantamientos negativos cuando descubrimos al niño exuberante, sencillo, encantador y amoroso que había, y que aún hay, en nosotros. (Más allá de la codependencia).

Tú eres digno de ser amado. Sí, tú.
Tan sólo porque la gente no haya estado contigo, tan sólo porque ciertas personas no hayan sido capaces de demostrarte amor de maneras que sí funcionarán, tan sólo porque las relaciones hayan fracasado o se hayan agriado, eso no significa que no seas digno de ser amado.
Has tenido lecciones que aprender. A veces, esas lecciones te han lastimado.
Deja ir el dolor. Abre tu corazón al amor.
Tú eres digno de ser amado.
Tú eres amado.

«Hoy me diré a mí mismo que soy digno de ser amado. Esto lo seguiré haciendo hasta que lo crea.

Mi Reflexión: El primer paso hacia la sanación de la codependencia no es aprender a vivir sin los demás, sino aprender a vivir contigo mismo. El amor propio no es egoísmo; es la base desde la cual se construyen relaciones más saludables. Al nutrirte a ti mismo, te haces más fuerte, menos dependiente de la validación externa y más capaz de amar de una forma que enriquece en lugar de agotar. Este proceso de autoamor es esencial para desmantelar los patrones de codependencia, permitiendo que emerja un yo más auténtico y completo. (Alpha).

¿Has sentido el rechazo de los demás? ¿Qué has pensado y sentido al respecto? ¿Has aprendido a amarte a ti mismo? Si has logrado crecer en ese sentido comparte tus herramientas en los comentarios.

Reflexión del Dia: 31 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» nos hace reflexionar en cómo piensa y siente una persona codependiente con referencia a su capacidad de cuidarse responsablemente. La Autora describe que estos pensamientos negativos se forjan desde la niñez, cuando nadie nos demostró amor e interés en nosotros, lo que desencadenó la desconfianza de nuestro propio poder interior.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros aprendimos estas cosas porque en nuestra niñez, alguien muy importante para nosotros fue incapaz de darnos el amor, la aprobación y la seguridad emocional que necesitábamos. De modo que hemos ido por la vida de la mejor manera posible, todavía buscando vaga o desesperadamente algo que nunca tuvimos. Algunos de nosotros todavía nos golpeamos la cabeza contra el cemento, tratando de obtener este amor de las personas que, al igual que mamá o papá, son incapaces de darnos lo que necesitamos. El ciclo se repite una y otra vez hasta que lo interrumpimos y lo detenemos. Se le llama asunto inconcluso.
Quizá se nos ha enseñado a no confiar en nosotros mismos. Esto sucede cuando tenemos un sentimiento y se nos dice que es malo o inadecuado. O cuando confrontamos una mentira o una inconsistencia y se nos acusa de estar locos. Perdemos la fe en esa parte profunda e importante de nosotros que experimenta sentimientos inapropiados, detecta la verdad y tiene confianza en su capacidad para manejar las situaciones de la vida. Muy pronto, podemos empezar a creer lo que nos han dicho de nosotros mismos: que no servimos, que estamos locos, que no se puede confiar en nosotros. Vemos a la gente a nuestro alrededor —personas a veces enfermas, con problemas, fuera de control— y pensamos, “ellos están bien. Deben estarlo.Me lo dijeron. De modo que debo ser yo. Debe haber algo fundamental que está mal en mí”. Nos abandonamos y perdemos la fe en nuestra capacidad para cuidarnos.

Mi Reflexión: Volver a creer en el amor propio cuando se ha vivido una infancia de abandono y falta de amor es un acto valiente y transformador. Reconoce que tu pasado no tiene que definir tu capacidad para amarte a ti mismo hoy. Aquello que te fue negado en la niñez no establece tu valor ni tus posibilidades en el presente. Al nutrir un amor propio resiliente, estás reescribiendo una historia de vida que te empodera en lugar de limitarte. Es como plantar una semilla en tierra que antes se consideraba estéril; con el cuidado y la atención adecuados, esa semilla no solo germina, sino que florece. En esa floración, descubres que el amor hacia ti mismo es el nutriente más poderoso para tu bienestar emocional y tu capacidad para establecer relaciones saludables. Recuerda que el amor propio no es un destino, sino un viaje constante de descubrimiento y aceptación. Aceptar este reto es el primer paso para liberarte del peso de un pasado doloroso. (Alpha).

¿Tienes esos pensamientos y sentimientos negativos sobre ti? ¿Has perdido la fe en tu capacidad de amarte? ¿Te sientes desamparado, consiguiendo algo de paz siempre que sea controlando la vida de los demás?. Comenta aquí tus vivencias./em>