Reflexión del Dia: 4 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma la equivocación en la que vive el codependiente negándose la posibilidad de desapegarse de sus apegos y asumir un compromiso serio y mantenido con su propio cuidado.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Podemos experimentar nuestros sentimientos, hablar de nuestros miedos, aceptarnos a nosotros mismos y a nuestras condiciones actuales, y luego empezar el camino hacia la no-dependencia.
Podemos hacerlo. No necesitamos sentirnos fuertes todo el tiempo para ser no-dependientes y para cuidar de nosotros mismos. Podemos tener y probablemente tengamos sentimientos de miedo, de debilidad y quizá hasta de desesperanza. Esto es normal e incluso saludable. El poder verdadero viene de asumir nuestros sentimientos no de ignorarlos. La verdadera fuerza viene, no de aparentar fortaleza todo el tiempo, sino de reconocer nuestras debilidades y vulnerabilidades cuando así nos sintamos.
Muchos de nosotros tenemos noches oscuras. Muchos tenemos incertidumbre soledad y el aguijón de necesidades y deseos que suplican ser satisfechos, y que sin embargo aparentemente pasan desapercibidos.
A veces el camino está brumoso y resbaloso y no tenemos esperanza. Lo único que podemos sentir es miedo. Lo único que podemos ver es la oscuridad.

Mi Reflexión: El codependiente maneja sentimientos y emociones negativas que perturban su serenidad y paz interior. Como persona obsesionada y apegada reprime tales sentimientos, ocupándose sólo de atender y complacer a otras personas ajenas a él. Así transcurre parte de su tiempo, dejando de lado interesarse y responsabilizarse de cuidarse a sí mismo. Solo haciéndose consciente de su error podrá avanzar en la recuperación y lograr su tranquilidad y sanación. (Alpha).

¿Eres una persona apegada? ¿Estás en recuperación actualmente? Comparte aquí tus logros.

Reflexión del Dia: 2 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea que el codependiente deja de ser el mismo para convertirse en la persona que «cuida a otro». Pierde su perspectiva personal.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los codependientes están oprimidos, deprimidos y reprimidos. Muchos de nosotros podemos decir rápidamente lo que alguien más está sintiendo, por qué una persona se siente de determinada manera, cuánto tiempo se han sentido así, y qué es lo que esa persona probablemente hará respecto a ese sentimiento.
Muchos de nosotros pasamos la vida inquietándonos por los sentimientos de los demás. Tratamos de componer los sentimientos de la gente. Tratamos de controlar los sentimientos de los demás. No queremos lastimar a la gente, no queremos irritarla, y no queremos ofenderle. Así de responsables nos sentimos por los sentimientos de los demás. Y, sin embargo, no sabemos lo que nosotros estamos sintiendo. Y si lo sabemos, no sabemos qué hacer para componernos. Muchos de nosotros hemos abandonado o nunca hemos asumido la responsabilidad por nuestro yo emocional.

Mi Reflexión: La persona codependiente está tan «entretenida», controlando y manipulando la vida de los demás por tanto tiempo, que sabe lo que piensa, siente y actúa ante cada momento de su vida. Caso contrario, se desdibuja de sus sentimientos. Le es imposible saber quien es? como piensa? como actúa el mismo? ¡Es una triste paradoja! (Alpha).

¿Actúas de esta manera? ¿Quê piensas hacer al respecto? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 23 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la importancia que tiene para el codependiente iniciar el sendero de la recuperación de su codependencia.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cuando amamos a otro demasiado, cuando desesperadamente queremos y necesitamos lo que ellos tienen -llámese aceptación, aprobación, amor o amistad, quizá renunciemos a nuestra capacidad de cuidar de nosotros mismos cuando estamos con ellos, por miedo a no recibir lo que necesitamos. Quizá tengamos la esperanza de lograr controlar todo con base en fuerza de voluntad, para estar por fin a salvo y alcanzar lo que necesitamos.
¡No lo lograremos!
Estas ideas son ilusiones. No somos defectuosos. La mayoría de nosotros sencillamente hemos estado repitiendo lo que aprendimos, a veces a muy temprana edad: protegiéndonos mediante el intento de controlar a otros o permitiendo que otros nos controlen. Nos convertimos en adultos cuidadores y controladores que han perdido contacto con una meta real y apropiada: amar y aceptarnos a nosotros mismos y confiar en el proceso de la vida y en la bondad. Crecimos con comportamientos codependientes.
Quizá sea normal desear controlar a la gente y los eventos para minimizar nuestras pérdidas, pero no es sano. No es bueno para nosotros mismos; no es bueno para otros.
Quizá estemos tan desconectados con nosotros mismos que apenas nos damos cuenta, hasta que la vida se derrumba a nuestro alrededor y nuestra vida se vuelve ingobernable.
El tipo de cuidado que acompaña la recuperación es más tranquilo y suave, más amoroso, más liberador y más enfocado a atender a nuestras propias responsabilidades. Es curativo y rejuvenecedor; es un cuidado de sí mismo que renueva, que tiene espacio para los sentimientos propios, las necesidades, los deseos, las metas, los planes y la vida de uno mismo, una vida con sentido y propósito, feliz y útil.

Mi Reflexión: El codependiente se acostumbra a vivir apegado a cuidar de otras personas. No conoce otra forma de relacionarse, de sentirse útil. Cuando se siente incompetente y no gobierna ni su vida, asume que debe recuperarse para alcanzar la serenidad y paz interior. Ese paso es trascendental, lo coloca en el sendero de liberación, de tranquilidad, de esperanzas. (Alpha).

¿Iniciaste la recuperación?¿Cómo te sientes responsabilizándote de ti mismo? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 19 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que la necesidad de control, por parte del codependiente, es ilusoria y sólo le acarrea problemas físicos y mentales en su vida.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cuando estás obsesionada, no puedes apartar tu mente de esa persona o de ese problema. No sabes lo que estás sintiendo. No sabes lo que está pensando. Ni siquiera estás segura de lo que debes hacer, pero, ¡por Dios, debes hacer algo! ¡Y pronto!
Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Son trucos que construimos nosotros mismos. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así. Muchos de nosotros hemos reaccionado de esta manera con justificada buena razón. Podremos haber vivido con problemas complicados y serios que han perturbado nuestra vida, y que a cualquier persona normal podrían volver ansiosa, perturbada, preocupada y obsesionada. Podemos amar a alguien que tiene problemas, alguien fuera de control. Su problema puede ser el alcoholismo, un trastorno de la alimentación, apostar de una manera compulsiva, un problema emocional o mental, o cualquier combinación de estos.

Mi Reflexión: El codependiente maneja una inmensa necesidad de controlar la vida de los demás, necesita imperativamente intervenir en sus vidas, modificar su conducta. Cuando conscientemente entiende que eso es una ilusión negativa que genera obsesión y compulsión en sus actos, que es un comportamiento autodestructivo, inicia los cambios necesarios para revertir esas creencias. Es allí cuando, con su Terapia de Doce Pasos de CoDA, asume una mayor responsabilidad por si mismo. (Alpha).

¿Estás intentando controlar la vida de las personas? ¿Cómo estás recuperándote? Comparte tu experiencia.

Reflexión del Dia: 16 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera la actitud insana del codependiente al dedicar su vida en intentar manipular la vida de las personas, siendo que nunca va a lograrlo, por el contrario, pierde su vida.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos codependientes combinan sus tácticas, empleando una variedad de métodos. ¡Cualquier cosa que funcione! (O, para ser más exactos, esperando resultados de cualquier cosa que no funcione).
No importa cuáles sean las tácticas, las metas siguen siendo las mismas, Conducen a otras personas a hacer lo que tú quieres que hagan. Las llevan a comportarse como tú piensas que deben hacerlo. No las dejan actuar de modos que tú consideras incorrectos para ellas, pero que quizá intentarían, si no fuera por tu “ayuda”. Fuerzan los eventos de la vida para que se desarrollen y se desenreden de la manera y a la hora que tú has designado. No dejan que ocurra lo que ocurre, o lo que podría suceder. Nosotros hemos escrito la obra, y nos encargaremos de que los actores se comporten y de que las escenas se desarrollen exactamente como nosotros hemos decidido que debe ser. No importa que sigamos colándonos de la realidad. Si nos abocamos a la carga con suficiente insistencia, podremos (creemos) detener el flujo de la vida, transformar a la gente y cambiar las cosas a nuestro antojo.

Mi Reflexión: Tristemente el codependiente agota su tiempo, desgasta sus fuerzas y no logra cumplir sus deseos enfermizos de «controlar/manipular a las personas y los eventos». Cuando se consume y le es ingobernable su vida, asume la responsabilidad consigo mismo. (Alpha).

¿Estás en estos momentos lidiando con tu adicción a controlar a los demás? ¿Qué estás haciendo al respecto? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 15 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que apegarse es negativo, no resuelve nada y mantiene una tensa e insana relación entre rescatador y rescatado.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los problemas que causa el APEGO son muchos. Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. ¡Es energía desperdiciada!

Mi Reflexión: Apegarse es involucrarse en la vida de los demás, eso es desgastante y no resuelve nada. Por el contrario desgasta y enferma a la persona apegada. Soltar y dejar ir es la solución para el apego afectivo. (Alpha).

¿Estás apegado a algo o a alguien? ¿Estás en proceso de desapegarte? Comenta tus experiencias aquí.

Reflexión del Dia: 14 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que el codependiente es una persona que se mantiene en una actitud de rescate permanente, obviando la responsabilidad de cuidarse a sí mismo.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Siendo codependientes, pasamos mucho de nuestro tiempo rescatando. Somos la prueba viviente de que la gente puede ganarle a Dios. Por lo general yo detecto a un codependiente los primeros cinco minutos después de conocerlo y hablar con él. Él o ella o bien me ofrecerán ayuda que no he pedido, o seguirán hablando conmigo aunque resulta obvio que están incómodos y desean terminar con la conversación. La persona empieza la conversación tomando la responsabilidad por mí y no tomándola para sí misma.
Algunos nos cansamos tanto del enorme peso —la responsabilidad total por todos los seres humanos— que podemos brincarnos los sentimientos de lástima y preocupación que acompañan a los actos de rescate y seguirnos con la ira o el enojo. Estamos enojados todo el tiempo; sentimos ira y resentimiento contra víctimas potenciales. Una persona con una necesidad o un problema provoca que sintamos la necesidad de hacer algo o nos sentiremos culpables. Después del rescate, no ocultamos nuestra hostilidad hacia este incómodo predicamento.

Mi Reflexión: El codependiente rescatador sabe esconder sus sentimientos, así lo ha hecho habitualmente por años. El mantenerse responsabilizado de los demás, le cansa y asume una conducta agresiva, mayormente reflejada con su entorno familiar cercano. Triste y complicada realidad para el codependiente. No sabe como zafarse de ese circulo y se mantiene rescatando a otros, sin cuidarse el mismo. (Alpha).

¿Actúas como un rescatador permanentemente? ¿Cómo lidias con esos sentimientos negativos? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 9 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la necesidad de curación del codependiente con base en propiciar vínculos afectivos sanos, creencia firme en el poder superior como guía divina, y en el compromiso de responsabilizarse de sí mismo.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Necesitamos rehusarnos a entrar en una relación antagónica al interior de nosotros. Dejar de culpamos y de ser víctimas, y dar los pasos necesarios para apartar a la víctima. Suprime los sentimientos de culpa. La culpa y la vergüenza no sirven a ningún propósito a largo plazo. Sólo son útiles para indicar momentáneamente cuándo podemos haber violado nuestros propios códigos morales. La culpa y la vergüenza no son útiles como un modo de vida. Suprime los “debería de”. Volvámonos conscientes de cuándo nos estamos castigando y torturando y hagamos un esfuerzo concertado para decirnos mensajes positivos a nosotros mismos. Si debíamos de estar haciendo algo, hagámoslo. Si nos estamos autotorturando, dejemos de hacerlo. Se hace cada vez más fácil. Podemos reírnos de nosotros mismos, decirnos que no nos veremos entrampados, darnos un abrazo a nosotros mismos, y luego vivir como elijamos hacerlo. Si tenernos sentimientos de culpa verdaderos, manejémoslos. Dios nos perdonará. Él sabe que hicimos las cosas lo mejor que pudimos, aunque las hayamos hecho de lo peor. No tenernos que castigarnos sintiéndonos culpables para probarle a Dios o a nadie más cuánto nos importa. Necesitamos perdonarnos, hagamos los pasos cuarto y quinto (ver el capítulo de Haz el Programa de Doce Pasos); habla con un sacerdote; habla con Dios; enmiéndate; y luego da el asunto por terminado.

Mi Reflexión: La sanación pasa por dejar de desestimarnos e iniciar un proceso de valoración y aceptación de cada uno de nosotros como personas con derecho a cometer errores, pero también con opción a rectificar, excusarse y seguir adelante con los vínculos afectivos que necesitemos mantener a nuestro lado. No nos exijamos de más, todo llega en el momento preciso. El poder superior nos guía siempre y a nosotros nos toca creer y tener una profunda confianza que todo va a llegar en su momento. (Alpha).

¿Estás dispuesto a iniciar tu recuperación? ¿Asistes a Grupos CoDA? Comparte aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 8 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que solo cuidándonos y amándonos podemos salir de ese atolladero afectivo en que estamos envueltos los codependientes.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Somos buenos. Somos suficientemente buenos. Somos adecuados. Mucha de nuestra ansiedad y de nuestro temor nacen, creo, de decirnos constantemente que no somos capaces de afrontar el mundo y todas sus situaciones. Nathaniel Branden le llama a esto una “inenarrable sensación de estar incapacitados para la realidad”.48 Estoy aquí para decirles que estamos capacitados para la realidad. Relájense. Está bien ser quienes somos. ¿Qué más o quién más podemos ser? Tan sólo hagamos lo mejor posible lo que se nos pide hacer. ¿Qué más podemos hacer? A veces, ni siquiera podemos hacer las cosas lo mejor posible; eso también está bien. Podemos tener sentimientos, pensamientos, miedos vulnerabilidades al ir por la vida, todos los tenemos. Necesitarnos dejar de decirnos a nosotros mismos que somos diferentes por sentir y hacer lo que todo el mundo hace y siente.
Necesitamos ser buenos con nosotros mismos. Necesitamos ser compasivos y amables con nosotros mismos. ¿Cómo podemos esperar cuidarnos adecuadamente si no nos gustamos o nos odiamos?

Mi Reflexión: El codependiente se autocrítica y flagela constantemente, eso forma parte de su vida diaria. La razón, una baja estima personal. Llego el momento de entender que no somos diferentes a los demás, no somos malas personas, no somos monstruos, sólo seres humanos con limitaciones para entablar relaciones saludables. Todo ello cambiará cuando asumamos que tenemos un alto compromiso con nosotros mismos: responsabilizarnos de nuestro cuidado. Allí comienza nuestra sanación. (Alpha).

¿Estás comportándote duramente contigo? ¿Estás en recuperación? Comenta acá los resultados hasta ahora.

Reflexión del Dia: 7 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que nadie puede cambiar a las personas, y el codependiente se maneja en el triangulo del Drama de Karpman.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cerca de un año después de comenzar a recuperarme de mi codependencia me di cuenta de que aún estaba haciendo algo que me causaba dolor. Percibí que este patrón tenía algo que ver con el por qué muchas de las relaciones que establecía se agriaban. Pero no sabia qué era “eso” que estaba yo haciendo, de modo que no pude dejar de hacerlo. ¿Qué es esa cosa que los codependientes hacen una y otra vez? ¿Por qué nos seguimos sintiendo tan mal?”
Pensó un momento en mi pregunta antes de responderme. “Los codependientes son cuidadores de los demás, rescatadores. Rescatan, luego persiguen, y terminan siendo víctimas. Estudia el triángulo del drama de Karpman”, me dijo. El triángulo del drama de Karpman y sus papeles de rescatador, perseguidor y víctima.
Eso era. Ese era mi patrón. Este es nuestro patrón. Esto es lo que hacemos repetidamente con nuestros amigos, familiares, conocidos, clientes o cualquiera que se encuentre a nuestro alrededor. Como codependientes, podernos hacer muchas cosas, pero este patrón es el que seguimos mejor y con mayor frecuencia. Esta es nuestra reacción favorita.
Somos rescatadores, quienes todo lo proporcionan. Somos grandes madrinas o padrinos del mundo entero. No sólo satisfacernos las necesidades de la gente, sino que las anticipamos.
Arreglamos los asuntos de los demás, los enseñamos, nos afligimos por ellos, Les solucionamos, los atendemos. Y lo hacemos todo tan bien. “Tu deseo es un mandato para mí”, es nuestro lema. “Tu problema es mi problema.” Somos cuidadores.
Rescatamos a la gente de sus responsabilidades. Nos hacemos cargo, cuidamos de sus responsabilidades en vez de dejar que ellos lo hagan. Luego nos enojamos con ellos por lo que hemos hecho. Nos sentimos usados y nos da lástima de nosotros mismos. Ese es el patrón, el triángulo.

Mi Reflexión: El codependiente se moviliza como rescatador en el Triangulo del Drama de Karpman. Este escenario insano es una constante en la existencia del codependiente. Esa actitud autodestructiva de victimizarse hace que sufra seriamente un largo tiempo, desgastándose física y emocionalmente. (Alpha).

¿Te mueves en el Triangulo de Karpman? ¿Cómo te sientes actuando como víctima/rescatador? Comenta acá tus vivencias.