Reflexión del Dia: 13 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que hay una sola vía para alcanzar la independencia emocional y esta es el desapego.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferente a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.
De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

Mi Reflexión: Cuando comprendemos con claridad la importancia de dejar ir las preocupaciones y desórdenes por estar apegado a personas o sustancias, adquirimos conciencia plena que es la mejor herramienta para la recuperación. El codependiente tiene que asumir ese compromiso sincera y honestamente. Allí radica su misión primaria. (Alpha).

¿Estás intentando desapegarte? ¿Lo has logrado? Comenta acá. <

Reflexión del Dia: 7 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que de todas las características de la codependencia resalta la reacción permanente ante cualquier evento.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

«Los codependientes desean ayudar. Yo sospecho que han ayudado. Pero probablemente murieron pensando que no habían hecho demasiado y se sentían culpables.»
“Es natural que tratemos de proteger y de ayudar a las personas que nos importan. También es natural que nos afecten los problemas de la gente que nos rodea y que reaccionemos a ellos. A medida que un problema se vuelve más serio y permanece sin resolverse, más nos afecta y más reaccionamos hacia él.”

La palabra «reaccionar» es importante aquí. Sea como sea que nos aproximemos a la codependencia, como sea que la definamos, y sea cual fuere el marco de referencia que elijamos para diagnosticarla y para tratarla, la codependencia es primordialmente un proceso de reacción. Los codependientes son reaccionarios.
Reaccionan en exceso. Reaccionan demasiado poco. Pero rara vez actúan. Reaccionan a los problemas, las vidas, los dolores y las conductas de otros. Reaccionan a sus propios problemas, dolores y conductas. Muchas reacciones codependientes son reacciones al estrés. No es necesariamente anormal, pero resulta heroico y un auténtico salvavidas aprender a no reaccionar y a actuar de maneras más sanas. Sin embargo, la mayoría de nosotros necesitamos que se nos enseñe a hacerlo.

Reflexión: La codependencia asumida como una enfermedad psicoafectiva está mayormente sustentada en que el codependiente «reacciona» a todo evento, desde algo complejo hasta mínimo. Difícilmente resuelva algo reaccionando, pero vive en compulsión, pretendiendo resolver situaciones sin lograrlo. En eso merma su psiquis y su parte física se compromete. (Alpha).

¿Eres un reaccionario permanente? ¿Cömo estas acordando tu problema de codependencia? Comparte aquí tus vivencias.

Meditación 30 de Noviembre… Desapego

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que la una manera de liberarnos de nuestros apegos a los demás es desapegarnos, convirtiéndonos en responsables de conducir nuestra vida, dejando a los demás libres para hacer lo que deseen hacer.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Un día, mi hijo trajo a casa a vivir con nosotros a un hámster. Lo pusimos en una jaula. Poco tiempo después, el hámster escapó.
Durante los siguientes seis meses, el animal corría asustado y salvaje por toda la casa. Y lo mismo nosotros para atraparlo.
“Ahí está. ¡Agárralo!”, gritábamos cada vez que alguien veía al hámster. Mi hijo o yo dejábamos lo que estuviéramos haciendo, corríamos por toda la casa y nos lanzábamos sobre el animal con la esperanza de atraparlo.
Me preocupaba por él, aunque no lo viéramos. “Esto no esta bien”, pensaba. “No puedo tener a un hámster corriendo suelto por la casa. Tenemos que atraparlo. Tenemos que hacer algo”.
Un pequeño animal del tamaño de un ratón tenía en agitación toda la casa. Un día, mientras estaba sentada en la sala, vi al animal correr por el pasillo. En estado de frenesí, empecé a abalanzarme sobre él, como generalmente lo hacía, y luego me detuve.
No, me dije. Estoy harta. Si ese animal quiere vivir en los rincones y escondrijos de esta casa, voy a dejar que lo haga. Estoy harta de preocuparme por él .Estoy harta de perseguirlo. Esta es una circunstancia irregular, pero así es justamente como va a tener que ser.
Dejé que el hámster corriera sin que yo reaccionara. Me sentía un poquito incómoda con mi nueva reacción -no reaccionar-, pero me ceñí a ella de todas maneras.
Me sentí más a gusto con mi nueva reacción, no reaccionar. Al poco tiempo, estaba perfectamente en paz con la situación. Había dejado de pelear con el hámster. Una tarde, unas cuantas semanas después de que empecé a practicar mi nueva actitud, el hámster corrió cerca de mí, como lo había hecho tantas veces y apenas lo mire. El animal se paró en seco, volteó y me miró. Empecé a abalanzarme sobre él. Él empezó a correr. Me relajé.
“Muy bien”, dije. “Haz lo que quieras”. Y lo decía en serio. Una hora después, el hámster vino, se paró junto a mí y esperó.
Gentilmente lo levanté y lo coloqué en su jaula, donde ha vivido feliz desde entonces. ¿La moraleja de la historia? No te balances sobre el hámster. El ya está asustado, y tratar de atraparlo lo único que logra es asustarlo más y a nosotros nos vuelve locos.
¡El desapego funciona!

«Hoy me sentiré a gusto con mi nueva reacción de no reaccionar. Me sentiré en paz.

Reflexión: Para el codependiente que pasa su vida apegado emocionalmente, la única salida valida para su recuperación es el Desapego. Entendiendo que este es un proceso gradual, en el cual no dejamos de amar a las personas, solo que cambiamos nuestra percepción del papel que ellas deben tener en sus vidas. Entendemos que solo podemos cambiarnos a nosotros mismos, los demás quedan libres de actuar como deseen hacerlo. Eso es liberador y nos enseña a valorarnos y responsabilizarnos de nuestra vida. (Alpha).

¿Estás teniendo un vínculo de apego afectivo? ¿Estás trabajando en desapegarte? Comenta tu vivencia.

Meditación 11 de Octubre… Recuperación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad que tiene el codependiente de aceptar que en todo su proceso de recuperación actúa nuestro Poder Superior. Sin esa convicción no lo lograríamos.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Qué fácil es culpar a los demás de nuestros problemas. “Mira lo que él está haciendo” “Mira cuánto he esperado” “¿Por qué ella no me llama?” “Si tan solo él cambiara, yo sería feliz”. Con frecuencia, nuestras acusaciones son justificadas.
Probablemente nos sentimos dolidos y frustrados. En esos momentos podemos empezar a creer que la solución a nuestro dolor y frustración está en que la otra persona haga lo que queremos o que las cosas resulten como lo deseamos. Pero estas ilusiones autoderrotistas colocan el poder y el control de nuestra vida en manos de otras personas. A esto le llamamos codependencia.
La solución válida a nuestro dolor y frustración, es reconocer nuestros propios sentimientos. Sentimos la ira, la pena; luego dejamos ir nuestros sentimientos y encontramos la paz, en nuestro interior. Sabemos que nuestra felicidad no la controla otra persona, aunque nos hayamos convencido de ello. A esto le llamamos aceptación.
Después decidimos que aunque nos gustaría que nuestra situación fuera diferente, tal vez nuestra vida esté transcurriendo de esta manera por alguna razón. Quizá esté en juego un propósito y un plan superiores, uno mejor que el que nosotros podríamos haber orquestado. A esto le llamamos fe.
Después decidimos lo que necesitamos hacer, qué está dentro de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. A eso se le llama recuperación.
Es fácil señalar con nuestro dedo a otra persona, pero es más recompensante señalar suavemente con él hacia nosotros mismos.

«Hoy viviré con mi dolor y frustración, lidiando con mis propios sentimientos».

Reflexión: En el proceso de recuperación de la codependencia atravesamos por un sendero espiritual, el cual está bajo control de nuestro Poder Superior. Nuestra participación es ir «aceptando» con «fe» que estamos siendo reparados en los defectos de carácter, que ello no es fácil y no podemos hacerlo solo. Cuando aceptemos esa gran verdad, estamos llegando a recuperarnos. Mantente firme aun cuando te mueven sentimientos complejos. (Alpha).

¿Estás en el proceso de recuperación? ¿Asistes a reuniones de CoDA? Comparte tu experiencia acá.

Meditación 5 de Octubre… Conocimiento

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que cada persona transita su sendero para alcanzar el autoconocimiento; y en nuestro caso será gradual. Podemos necesitar ayuda de nuestro Poder Superior y cuando todo este listo alcanzaremos la experiencia de aprendizaje en el tiempo correcto.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

¡Aprende a dejarte guiar por la verdad!

Sabremos lo que necesitemos saber cuando necesitemos saberlo. No tenemos por qué sentirnos mal por tomarnos nuestro tiempo para llegar a conocernos a nosotros mismos. No tenemos que forzar este
autoconocimiento o esta conciencia antes de tiempo.
¡Sí! Tal vez el mundo entero vio una verdad particular en nuestra vida y nosotros la negamos, hasta que estuvimos listos para lidiar con ella. Ese es asunto nuestro ¡y nuestro derecho! Nuestro proceso nos pertenece y descubriremos nuestras verdades en el momento correcto, cuando estemos listos, cuando esté completa la experiencia de aprendizaje.
El concepto de mayor autocrecimiento que podemos desarrollar para nosotros mismos y para los demás es permitirnos tener nuestro propio proceso. Podemos dar y recibir apoyo y aliento mientras atravesamos este proceso. Podemos escuchar a los demás y decir lo que pensamos.
Podemos fijar límites y cuidar de nosotros mismos cuando se necesite. Pero seguimos dándonos a nosotros mismos y a los demás el derecho a crecer a nuestro propio ritmo, sin juzgar, y con mucha confianza en que todo está bien y de acuerdo con lo programado.
Cuando estemos listos, cuando llegue el momento adecuado y cuando nuestro Poder Superior esté listo, sabremos lo que necesitemos saber.

«Hoy dejaré que yo y los demás crezcamos y cambiemos a nuestro propio ritmo y de acuerdo con nuestro propio programa de tiempo. Confío en que se me ayudará con conocimientos acerca de mí mismo y con las herramientas para lidiar con este autoconocimiento, en el momento adecuado».

Reflexión: Cuando estamos transitando el proceso de autodescubrimiento vamos a tener que lidiar con sentimientos encontrados, que van desde asumir la responsabilidad de llegar a conocernos realmente hasta permitirnos ayuda de personas que igual que nosotros han pasado por lo mismo. Cuando alcancemos el entendimiento de lo que ocurre tenemos todo el derecho mantenernos firmes en lo que creemos, significa esto que cada quien llega a las convicciones propias en tiempos distintos. Nosotros debemos darnos ese permiso hasta estar listas para aprender de las experiencias (Alpha).

¿Estás transitando el proceso de autodescubrimiento personal? Cómo estás haciéndolo?.Comenta aquí.

Meditación 14 de Septiembre… Sí, tu puedes

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma que el codependiente debe aferrarse a la confianza en un poder superior a él para lograr la curación. Convencerse que esa Divinidad cree en él y va a guiarlo en las situaciones que viva hasta llevarlo por un sendero espiritual de sanación.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Llegamos a creer que un Poder más grande que nosotros podría restaurarnos a la sensatez. (Segundo paso).

Oh no! No podría hacer eso.
¡Bueno! tal vez podría intentarlo.
Creo que puedo hacerlo, pero no muy bien.
Lo estoy haciendo, pero estoy muy, muy asustado.
¡Oh! Lo estoy haciendo mejor.
¡Oops! Cometí un error. Supongo que no puedo hacerlo, después de todo.
¡Oh bien! Intentaré de nuevo.
¡Ver! No estoy haciendo nada mejor esta vez.
De acuerdo, lo intentaré una vez más. Quizás dos veces.
¡Hey Mira! ¡Soy bastante bueno!
Supongo que puedo hacerlo, después de todo.
¡Guauu! Esto es realmente divertido.

Hay una curva de aprendizaje para todo lo que queremos aprender a hacer. No solo sabemos cómo hacer algo, y hacerlo bien.
Una buena razón para tener un Poder Superior es que Él o Ella cree en nosotros, incluso cuando no creemos en nosotros mismos. No solo necesitamos llegar a creer en Dios. Necesitamos llegar a creer en nosotros mismos.
Deja que tu no pueda convertirme en un yo. Toma todo el tiempo que necesites. Aprende a disfrutar el proceso de llegar a creer que puedes. Se paciente. Acepta dónde te encuentras hoy en tu curva de aprendizaje.

«Dios, concédeme una confianza humilde que me permita disfrutar del don de la vida, de mí mismo y de todo lo que me has dado para hacer»./strong>

Reflexión: El codependiente maneja actitudes derrotistas, su conducta es guiada por la incapacidad para poder hacer aquello que desea, se siente limitado por su baja autoestima, de allí que no se proponga realizar otra tarea que no sea «controlar», eso fue lo que aprendió y hace frecuentemente. Cuando se propone recuperarse, y transita este sendero espiritual, confía en un Poder Superior a él que va a guiarlo, a ayudarlo a salir de ese «marasmo»en el que se encuentra. Si logra asumir esa creencia, surgirá el «milagro». Sus creencias y convicciones negativas y derrotistas serán sustituidas por sentimientos de claridad, entendimiento, humildad y alegría para alcanzar su curación. Cuando nadie cree en nosotros, nos aferramos a la creencia que Dios sí cree y eso nos reconforta y permite seguir adelante. (Alpha).

¿Has sentido la guía divina en tus actos? ¿Cómo te sientes al respecto? Puedes compartir tus experiencias con nosotros.

Meditación 28 de Agosto… Con nueva energía

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que la recuperación nos llena de una «energía nueva», llena de maravillosas sorpresas. La alegría de estar recuperándonos nos permite ver la capacidad real de alcanzar esa anhelada paz interior. Podemos llegar a ser felices, estar en armonía con nuestro interior y el entorno.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Lo divertido se vuelve divertido, el amor se vuelve amor, la vida se convierte en algo que vale la pena vivir. Y nos sentimos agradecidos. (Más allá de la codependencia).

Hay una nueva energía, un sentimiento nuevo en nuestra vida. No podemos basar nuestras expectativas acerca de lo que sentiremos el día de mañana, o incluso dentro de unas horas, sobre lo que estamos sintiendo en este momento.
No hay dos momentos iguales en el tiempo. Nos estamos recuperando.
Estamos cambiando. Nuestra vida está cambiando. A veces, las cosas no han funcionado como nosotros queríamos. Teníamos lecciones que aprender. El futuro no será como el pasado.

¡No limites el futuro por el pasado!
Reflexiona acerca del principio de tu recuperación. ¿No han habido muchos cambios que te han traído hasta donde te encuentras ahora? Reflexiona acerca de lo ocurrido hace un año. ¿No han cambiado tú y tus circunstancias desde entonces?. En vez de ello, confía. Acepta el hoy, pero no te limites por él.
Viene una nueva energía. Un nuevo sentimiento está en camino. No podemos predecir cómo será viendo cómo era o cómo es, porque entonces cuando llegue, será totalmente diferente. No hemos trabajado ni luchado en vano. Ha sido por algo y para algo.
Los tiempos están cambiando para mejorar. Sigue en el sendero de la confianza y la obediencia. Permanece abierto a lo nuevo.

«Hoy, Dios mío, ayúdame a no juzgar o a limitar mi futuro por lo que fue mi pasado. Ayúdame a abrirme a todas las emociones posibles de cambio, tanto dentro de mí como a mi alrededor.

Reflexión: A medida que progresamos en la recuperación va entrando en nuestro cuerpo y espíritu una «energía nueva, y eso lo palpamos al presentarse cambios en la percepción de la realidad, pasamos a tener una mejor disposición para abordar el futuro sin estar regido por lo ocurrido en el pasado. Nos vamos llenando de espiritualidad, de sosiego, armonía y mucha paz. Nuestro interior siente una profunda Gratitud por el Creador, sabemos que Él ha estado acompañándonos en este recorrido y que va a seguir haciéndolo. Nuestro incondicional «sometimiento a su voluntad» ha permitido vivir esta mejoría y vamos a continuar este sendero de sosiego y serenidad. (Alpha).

¿Durante la recuperación has sentido que estas cargándote de esa energía maravillosa? ¿Has modificado tu percepción de la vida? ¿Sientes que estás alcanzando paz interior? Danos tus opiniones al respecto en los comentarios.

Versículo Bíblico del Dia: Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». (Apocalipsis 21:3-4).

Meditación 26 de Agosto… Apoderarnos de nuestra fuerza

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente debe asumir una conducta que le permita tomar el control de su vida, abandonando el papel de «víctima» y vencer, con su fuerza interior, la necesidad de mantenerse apegado a quien(es) le quieren manipular. Analizar el rol o papel que jugamos en nuestra vida es una buena señal para saber cuando estamos jugando a ser victimado y detener eso a tiempo. ¡No permitamos ser coaccionado por los demás!

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Hay un sentimiento al que le tenemos que prestar una particular atención durante la recuperación: sentirnos victimados. No como es su derecho, y nosotros nos estamos sintiendo víctimas porque estamos intentando controlar su proceso o, de manera irracional, estamos esperando que ellos cuiden de nosotros. Nos podemos sentir victimados si nos quedamos atascados en una creencia codependiente, tal como ….Los demás me hacen sentir…. Los demás tienen la llave de mi felicidad y mi destino…. o, no podré ser feliz a menos que otro se comporte de determinada manera, o de que sucedan ciertas cosas.
Otras veces, apoderarnos de nuestra fuerza significa que nos damos cuenta de que estamos siendo victimados por la conducta de otra persona. Están siendo invadidos nuestros límites. Es ese caso, indagamos qué necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos e impedir que continúe la victimización; necesitamos fijar límites.
A veces, lo único que se requiere es un cambio de actitud. No somos víctimas.
Luchamos por sentir compasión hacia la persona que nos victimó, pero comprendemos que a menudo la compasión viene después, cuando nos hayamos despojado de nuestro papel de víctimas en cuerpo, mente y espíritu. También entendemos que sentir demasiada compasión puede volver a ponernos de inmediato en el cajón de las víctimas. Sentir demasiada lástima por una persona que nos está victimizando puede establecer una situación donde la persona nos pueda convertir de nuevo en su víctima.
No tratamos de forzar consecuencias ni crisis sobre otra persona, pero tampoco la rescatamos de las consecuencias lógicas de su conducta. Si hay un papel que tengamos la responsabilidad de jugar para que se den esas consecuencias, lo desempeñamos, no para controlar ni para castigar, sino para ser responsables con nosotros mismos y con los demás.
Tratamos de descubrir qué podemos estar haciendo que nos hace sentir victimados, o qué papel estamos jugando dentro de un sistema, y dejamos, también, de hacerlo. No tenemos poder sobre los demás ni sobre su conducta, pero podemos apropiarnos de nuestra fuerza y apartarnos de ser víctimas.

«Hoy asumiré la responsabilidad de ser yo mismo y de demostrarselo a los demás al no permitir que se me victimen. No puedo controlar los acontecimientos, pero sí puedo controlar mi actitud al ser victimado. No soy una víctima; no merezco ser victimado.

Reflexión: Los codependientes nos hemos acostumbrado tanto a jugar el papel de víctima que extrañamos no hacerlo. Llegó el momento de detener esa conducta autodestructiva, forzándonos a desarrollar ese poder interior que nos va a permitir descubrir cuando lo estamos haciendo e implementar las herramientas que nos saquen de ese escenario caótico. Al principio será difícil y nos sentiremos «extraños», pero a medida que avanza nuestra recuperación, y anteponiendo nuestro bienestar al de los demás, lograremos asumir aquellas conductas que hagan sentirnos bien con los otros, sin que vaya en desmedro de nosotros mismos. Recordemos que buscar nuestra liberación es una tarea propia, y a cada quien le corresponde responsablemente hacerse cargo de sí mismo. No tenemos poder para cambiar a las personas, y ellas solas deben asumir sus conductas sanas. (Alpha).

¿Te has visto en situaciones que has logrado detener ser victimado? ¿Cómo lograste detener ese proceso? ¿Cuáles herramientas utilizaste? Comparte aquí tus vivencias.

Versículo Bíblico del Dia: Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. (2 Corintios 4:17).

Meditación 25 de Agosto … Estemos dispuestos a reparar los daños

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refuerza la necesidad de «reparar daños» a aquellas personas a quienes ofendimos, y como este proceso gradual alivia nuestro corazón, modifica nuestra actitud, permitiéndonos liberarnos de sentimientos negativos de ira, amargura y vergüenza. Esta decisión saludable nos hace entender que debe prevalecer el «AMOR» en nuestras vidas, aunque para llegar hasta allí debamos transitar un proceso laborioso, pero valioso porque permitirá alcanzar nuestra real curación.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

El Paso Ocho está hablando de un cambio de corazón, de un cambio curativo.
Esta actitud puede ser el principio de una gran cadena de recuperación y de curación en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. Significa que estamos dispuestos a dejar ir nuestra dureza de corazón, uno de los más grandes obstáculos para nuestra capacidad de dar y recibir amor.

En el Paso Ocho hacemos una lista de toda la gente que hemos dañado, y nos permitimos a nosotros mismos experimentar una actitud curativa hacia ellos. Es una actitud de amor.
En este Paso, no nos arrojamos con locura y empezamos a gritar: «¡Lo siento!». Hacemos nuestra lista, no para sentirnos culpables, sino para facilitar la curación. Antes de que realmente reparemos daños o empecemos a considerar la manera apropiada de repararlos, nos permitimos a nosotros mismos cambiar nuestra actitud. Ahí es donde comienza la curación, en nuestro interior.
Esto puede cambiar la energía. Puede cambiar la dinámica. Puede hacer comenzar el proceso, antes de que abramos la boca y digamos lo siento. Abre la puerta del amor. Abre la puerta a la energía del amor y de la curación. Nos capacita para llenarnos de sentimientos y energía positivos.
Esa energía se puede sentir alrededor del mundo, y comienza dentro de nosotros.

¿Con cuánta frecuencia, después de haber sido lastimados, deseábamos que la persona simplemente reconociera nuestro dolor y dijera, «lo siento»? ¿ Cuán tan a menudo hemos deseado que la persona simplemente nos viera, nos escuchara y volviera hacia nosotros la energía del amor? ¿Cuán frecuentemente hemos anhelado por lo menos un cambio de corazón, una pequeña dosis de reconciliación, en las relaciones manchadas por asuntos inconclusos y malos sentimientos? Muy a menudo.
Los otros también lo desean. Eso no es ningún secreto. La energía de la curación comienza con nosotros. Nuestra disposición para reparar el daño puede beneficiar o no a la otra persona; el o ella pueden estar o no dispuestos a olvidarse del asunto.
Pero nosotros nos curamos. Nos volvemos capaces de amar.

«Hoy trabajaré por lograr un cambio de corazón si están presentes la dureza del corazón, la defensividad, la culpa o la amargura. Me dispondré a dejar ir esos sentimientos y a reemplazarlos por la energía curativa del amor».

Reflexión: Sanar interiormente pasa por reconocer las ofensas que hemos proferido a los otros y reparar esos daños. No es fácil para nadie, menos aún para los codependientes, pedir disculpas o perdón. Solamente «aliviando nuestro corazón», asumiremos esa tarea. Muchos hemos vivido sintiendo el desamparo, el abandono de quienes amamos y creíamos nos amaban, ello hizo que nuestros sentimientos de amargura, ira, culpa se instalaran en nuestro corazón y no floreciera el amor, de allí que nos cueste «darlo». Al trabajar sobre la «reparación de daños» drenamos esos sentimientos negativos que endurecen nuestra alma, y empezamos a sanar progresivamente, pasando de ser ofensivos, iracundos, coléricos, a amorosos y comprensivos. La tarea requiere paciencia, perseverancia y coraje. No pongamos trabas a este proceso, una vez iniciado con convicción de la necesidad de hacerlo para nuestra curación, no debemos frenar hasta lograrlo. (Alpha).

¿Estás dispuesto a trabajar en la reparación de daños? ¿Lo has hecho y tienes resultados tangibles?. Comenta aquí.

Versículo Bíblico del Dia: En verdad, quien me encuentra halla la vida y recibe el favor del Señor. (Proverbios 8:35).

Meditación 7 de Mayo… Deja ir el miedo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica que si bien la codependencia se fundamenta en el miedo como emoción negativa, no es menos cierto que puede ser abordada y sanda siempre y cuando el codependiente asuma su compromiso al respecto.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

El miedo es la médula de la codependencia. Nos puede motivar a controlar situaciones o a descuidarnos a nosotros mismos.

Muchos de nosotros hemos estado atemorizados durante tanto tiempo, que ya no clasificamos a nuestros sentimientos como miedo. Nos hemos acostumbrado a sentirnos alterados y ansiosos. Lo sentimos normal.
La paz y la serenidad pueden resultarnos incómodas.
En una época, el miedo puede haber sido apropiado y útil. Podemos habernos apoyado en el miedo para protegernos, en forma parecida a como los soldados en la guerra se atienen al miedo para ayudarse a sobrevivir. Pero ahora, en la recuperación, estamos viviendo la vida de manera diferente.
Es tiempo de darle gracias a nuestros viejos miedos por habernos ayudado a sobrevivir, luego, decirles adiós. Demos la bienvenida a la paz, la confianza, la aceptación y la seguridad. Ya no necesitamos tener tanto miedo. Podemos escuchar nuestros miedos sanos y dejar ir el resto.
Podemos crearnos una sensación de seguridad, ahora. Estamos a salvo, ahora. Hemos hecho el compromiso de cuidar de nosotros mismos.
Podemos confiar en nosotros mismos y amarnos.

«Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de tener miedo. Reemplázala con la necesidad de estar en paz. Ayúdame a escuchar mis miedos sanos y a despojarme del resto.»

Reflexión: Si partimos de la premisa que el miedo sustenta la codependencia, obviamente debemos atacar la raíz para procurar sanar ese trastorno. Durante la recuperación se da énfasis a soltar los sentimientos negativos sustituyendolos gradualmente por nuevas y saludables emociones. Recuperarnos puede llevarnos parte de nuestra vida, pero los resultados son maravillosos.(Alpha).

¿Estás en la etapa del miedo, la vergüenza y la culpa como pilares de tus conductas? ¿Has pensado en buscar ayuda? Comparte aquí.

Versiculo Biblico del Dia: El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién me he de atemorizar? (Sal 27:1).