Reflexión del Dia: 26 de Junio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera la necesidad de asumir el apego afectivo e iniciar la recuperación para desapegarse.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El Apego puede adoptar varias formas:
* Podemos preocuparnos excesivamente por una persona o un problema (en cuyo caso es apego es de nuestra energía mental).
* Podemos acostumbrarnos y comenzar a obsesionarnos con la gente y los problemas que existen en nuestro ambiente y tratar de controlarlos (en cuyo caso nuestra energía mental, física y emocional está dirigida al objeto de nuestra obsesión).
* Podemos volvernos reaccionarios en vez de actuar auténticamente por voluntad propia (el apego es de nuestra energía mental, física y emocional).
* Podemos volvernos emocionalmente dependientes de las personas que nos rodean (entonces sí estamos verdaderamente apegados).
* Podemos volvernos niñeras (rescatadores, facilitadores) de las personas a nuestro alrededor (apegándonos firmemente a la necesidad que tienen de nosotros).

Mi Reflexión: El codependiente tiene varias fuentes de apego, pero si este es afectivo resulta más complejo y difícil aceptar cambios de creencias en su vida para lograr la recuperación. Vivir apegado a personas, eventos o sustancias sólo conduce al «desgaste» físico y psicoemocional.(Alpha). Mira este video

¿Estás apegado afectivamente? ¿Cómo estás abordando el desapego? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 17 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que el papel de víctima es uno de los preferidos por el codependiente, aunque pueda interactuar en el triángulo de Karpman o del Drama jugando los otros roles.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos codependientes, en alguna época de su vida, fueron verdaderas víctimas, del abuso, de la negligencia, del abandono, del alcoholismo de otro, o de cualquier otra situación que puede hacer víctima a la gente. Estuvimos, en algún momento, realmente desvalidos e incapacitados para protegernos o solucionar nuestros problemas. Algo nos sobrevino, algo que no pedimos, y que nos hirió terriblemente. Eso es triste, verdaderamente triste. Pero un hecho todavía más triste es que muchos de los codependientes empezamos a vernos a nosotros mismos como víctimas. Nuestra dolorosa historia se repite. Como sus nanas, permitimos que la gente nos victimice, y participamos en nuestra victimización al seguir perpetuamente rescatando a la gente.
Rescatar o cuidar no son un acto de amor. El triángulo del drama es un triángulo de odio. Alimenta y mantiene el odio hacia uno mismo, y es un obstáculo para la expresión de nuestros sentimientos hacia los demás.
El triángulo y los papeles cambiantes de rescatador, perseguidor y víctima son el proceso visible que atravesamos. Cambia el papel que desempeñamos y nos sobrevienen los cambios emocionales tan cierta y tan intensamente como si estuviéramos leyendo un libreto. Podemos completar el proceso en segundos, experimentando tan sólo emociones ligeras al cambiar de papel. O bien podemos llevarnos años en completar el triángulo y engendrando así una explosión mayor. Podemos, y muchos lo hacemos, rescatar veinte veces en un día.

Mi Reflexión: El codependiente se mueve en un triángulo insano jugando roles variados. Salir de ese círculo le permitirá sanar sus heridas y asumir una responsabilidad consigo mismo. (Alpha).

¿Te sientes jugando varios roles en el triángulo insano de Karpman? ¿Has intentado romper este círculo vicioso? Comparte aquí tus vivencias.

Meditación 17 de Junio… Sometimiento


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente debe interpretar las circunstancias como pruebas que nos aleccionan.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Aprende las lecciones de tus circunstancias actuales.
No tenemos que ir hacia delante resistiendo lo que es indeseable en nuestra vida hoy. Adelantamos, crecemos, cambiamos a través de la aceptación.
La evitación no es la clave; es el sometimiento lo que abre las puertas.
Escucha esta verdad: todos estamos en nuestras circunstancias actuales por una razón. Hay una lección, una valiosa lección, que debemos aprender antes de poder seguir adelante.
Algo importante está obrando en nosotros y en los que nos rodean.
Quizá no lo identifiquemos hoy, pero podemos saber que es importante. Podemos saber que es bueno.
Vence no por la fuerza, sino por el sometimiento. La batalla se libra, y se gana, en nuestro interior. Debemos librarla hasta que aprendamos, hasta que aceptemos, hasta que sintamos gratitud, hasta que nos libremos.

«Hoy estaré abierto a las lecciones de mis circunstancias actuales, no tengo que etiquetar, saber o entender lo que estoy aprendiendo; a su tiempo lo veré claramente. Para hoy, la confianza y la gratitud bastan».

Mi Reflexión: Lo que vivimos en el presente es consecuencia directa de las decisiones asumidas en el pasado. Quedarnos atrapados en pasado y futuro no arroja beneficio alguno a nuestro crecimiento, por el contrario, nos atasca y enferma. Lo lógico y sano es vivir en el presente agradeciendo a la Divinidad las pruebas que nos presenta la vida porque son las lecciones que nos corresponde aprender. (Alpha).

¿Aceptas las situaciones como pruebas que debes aprender? Comenta tu opinión aquí.

Reflexión del Dia: 8 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que el dependiente emocional antepone el bienestar de los demás al suyo. Esto se relaciona también con la sumisión que adoptan los dependientes a los demás

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La dependencia excesiva de otra persona puede matar el amor. Las relaciones que se basan en inseguridad emocional y en una necesidad, en vez de sustentarse en el amor, pueden volverse autodestructivas. No funcionan. Una necesidad demasiado grande aleja a la gente y extingue el amor. Asusta a la gente y hace que se vaya. Atrae a la gente equivocada. Y no satisface nuestras verdaderas necesidades.
Nuestras necesidades reales se hacen cada vez mayores, al igual que nuestra desesperación. Fijamos nuestra vida en torno a esta persona, tratando de proteger así nuestra fuente de seguridad y de felicidad. Abdicamos a vivir nuestra propia vida al hacer esto. Y sentimos ira contra esa persona. Somos controlados por ella.
Dependemos de esa persona. Finalmente nos enojamos y nos resentimos con la persona de quien dependemos y quien nos controla, porque le hemos dado nuestro poder personal y nuestros derechos.

Mi Reflexión: Los dependientes emocionales poseen una baja tolerancia a la soledad, tienen miedo a estar solos, no son capaces de disfrutar de un tiempo consigo mismos. Siempre buscarán contacto, estar con esa persona o personas. La soledad les incomoda de manera ilógica, porque la relacionan con el valor que tiene para los demás, con no ser importante.(Alpha).

¿Sientes que eres un dependiente emocional? ¿Has buscado ayuda profesional? ¿Estás en terapia Doce Pasos de CoDA? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 2 de Junio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que el codependiente se convierte en un «cuidador compulsivo» de familiares adictos a alcohol o drogas. Ese comportamiento autodestructivo le enferma e impide responsabilizarse de si mismo.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

A muchos codependientes se les han enseñado otros modos de ser cuidadores. Tal vez alguien nos dijo estas mentiras, y nosotros las creímos: no seas egoísta, sé siempre amable y ayuda a la gente, nunca hieras a otros porque “se sienten” nunca digas que no, y no menciones tus necesidades y deseos personales porque no es de buena educación hacerlo.
Podemos haber sido enseñados para ser responsables de otras personas pero no de nosotros mismos. A algunas mujeres se les inculcó que las buenas madres y esposas eran cuidadoras. Que se requería y esperaba de ellas que fueran cuidadoras. Que era su deber. Algunos hombres creen que los buenos padres y esposos son cuidadores, superhéroes responsables de satisfacer toda necesidad de cada miembro de la familia.

Reflexión: La persona acaba organizando su vida alrededor del alcohólico o adicto para tratar de compensar o cubrir su comportamiento autodestructivo, facilitando que continúe su adicción, llegando a ser incapaz de regular su propia intimidad y de desarrollar un «yo» autónomo. También manifiestan una dependencia compulsiva de la aprobación de las demás personas para intentar encontrar seguridad, autoestima e identidad. (Juan Roldán).

¿Eres cuidador de alguna persona de la que dependas? ¿Has evaluado si esa persona puede cuidarse por si misma? Comenta acá tus vivencias al respecto.

Reflexión del Dia: 26 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que no tenemos porque preocuparnos por los demás hasta obsesionarnos. Eso solo nos conduce a enfermarnos.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Son trucos que construimos nosotros mismos. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así. Muchos de nosotros hemos reaccionado de esta manera con justificada buena razón. Podremos haber vivido con problemas complicados y serios que han perturbado nuestra vida, y que a cualquier persona normal podrían volver ansiosa, perturbada, preocupada y obsesionada. Podemos amar a alguien que tiene problemas, alguien fuera de control. Su problema puede ser el alcoholismo, un trastorno de la alimentación, apostar de una manera compulsiva, un problema emocional o mental, o cualquier combinación de estos.
Algunos de nosotros podremos haber vivido con problemas menos serios, pero que nos preocupan de todas maneras. Las personas que amamos o que nos importan pueden tener cambios súbitos en sus estados de ánimo. Pueden hacer cosas que desearíamos que no hicieran. Podemos pensar que él o ella podrían hacer las cosas de otra manera, de un modo mejor, de una forma que creemos que no causaría tantos problemas.
Por fuerza del hábito, algunos de nosotros hemos desarrollado una actitud de apego, de preocuparnos, reaccionar y obsesivamente tratar de controlar. Quizá hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la curda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca. Algunos de nosotros ni siquiera nos daremos cuenta de que nos hemos estado agarrando tan fuerte. Otros nos habremos convencido de que debemos asirnos así de fuerte. Creemos que no existe otra alternativa que la de reaccionar a esta persona o problema de esta manera obsesiva. A menudo, cuando le sugiero a la gente que se aparte de esta persona o de este problema, me responden con horror. “¡Oh, no!”, dicen, “nunca podría hacer eso. Yo lo amo, o la amo, demasiado. Me importa demasiado para hacerle eso. Este problema o esta persona es demasiado importante para mí. Tengo que permanecer apegado a ella (o a esto)”.

Mi Reflexión: No podemos desentendernos por completo de las opiniones de los demás, porque somos seres eminentemente sociales. Sin embargo, cuando te importa más el qué dirán que tu satisfacción, cuando priorizas la aceptación de los demás sobre tu propia felicidad, entonces, antes o después, tu camino se torcerá y cuando mires a tu alrededor, solo verás insatisfacción. (Alpha).

¿Te importa mucho la aprobación de los demás? ¿Estás manejando la herramienta del desapego? Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 23 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que el control es una ilusión que solo ocasiona desesperación y crispación a la persona codependiente. Lo mejor es olvidar esa actitud y empezar a recuperarse.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.
A fin de cuentas las personas hacen lo que quieren hacer. Se sienten como se quieren sentir (o como se están sintiendo); piensan lo que quieren pensar; hacen las cosas que creen que necesitan hacer; y cambiarán sólo cuando estén listos para cambiar. No importa si ellos no tienen la razón y nosotros sí. No importa que se estén lastimando a sí mismos. No importa que nosotros podríamos ayudarles si tan sólo nos escucharan y cooperaran con nosotros. ¡NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA!
No podemos cambiar a las personas. Cualquier intento de controlarlas es un engaño y una ilusión. Se resistirán a nuestros esfuerzos o redoblarán los suyos para probar que no podemos controlarlas. Podrán adaptarse temporalmente a nuestras demandas, pero cuando nos demos la vuelta regresarán a su estado natural. Y aún más, la gente nos castigara por obligarla a hacer algo que no quiere, o a ser como no quiere ser. Ningún control será suficiente para efectuar un cambio permanente o deseable en otra persona. A veces podremos hacer cosas que aumenten la probabilidad de que la gente quiera cambiar, pero ni aun eso podemos garantizar o controlar.
Y esa es la verdad. Es una desgracia. A veces es difícil de aceptar, especialmente si alguien a quien amas se lastima a sí mismo o a sí misma y a ti. Pero así es. La única persona a la que puedes o podrás hacer cambiar es a ti misma. La única persona que te atañe controlar eres tú misma.

Mi Reflexión: Quien crea que puede controlar a los demás y lograr hacerles cambiar sus costumbre está totalmente equivocado. Cuando intentamos mantener el control sobre los otros nos damos cuenta que es imposible lograr esto: es más, terminamos enfermándonos y dejando de lado el cuidado propio, que si es nuestra total y única responsabilidad. (Alpha).

¿Estás tratando de controlar a los demás? Cómo te has sentido haciendo esto? Comparte aquí./strong>

Reflexión del Dia: 21 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la necesidad de asumir cuando se está apegado afectivamente a una persona para iniciar con compromiso el desapego.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El apego puede adoptar varias formas:

-Podemos preocuparnos excesivamente por una persona o un problema (en cuyo caso es apego es de nuestra energía mental.
– Podemos acostumbrarnos y comenzar a obsesionarnos con la gente y los problemas que existen en nuestro ambiente y tratar de controlarlos (en cuyo caso nuestra energía mental, física y emocional está dirigida al objeto de nuestra obsesión).
– Podemos volvernos reaccionarios en vez de actuar auténticamente por voluntad propia (el apego es de nuestra energía mental, física y emocional).
– Podemos volvernos emocionalmente dependientes de las personas que nos rodean (entonces sí estamos verdaderamente apegados).
– Podemos volvernos niñeras (rescatadores-facilitadores) de las personas a nuestro alrededor (apegándonos firmemente a la necesidad que tienen de nosotros).

Mi Reflexión: El apego no lleva a nada positivo, por el contrario, trae consecuencias terribles a la vida de la persona apegada. Todo nos lleva a la necesidad de desapegarnos de aquellos eventos, personas, o situaciones que merman nuestra paz y nos mantienen inquietos, coléricos y en una tristeza terrible. Basta ya de «autoflagelars», asumamos una postura de defensa de nosotros mismos. Nadie dijo que iba a ser fácil, pero si puedo decirles que es posible. (Alpha).

¿Te sientes apegado emocionalmente? ¿Has intentado buscar ayuda en Terapia Doce Pasos de CoDA? Comenta acá tu experiencia al respecto.

Reflexión del Dia: 18 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera la necesidad que el codependiente asuma el control de su vida. Solo puede cambiarse a si mismo.Los demás deben asumir su propio cuidado.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los codependientes nunca saben qué esperar, especialmente si están en cercana relación con un alcohólico, un drogadicto, un criminal, un jugador empedernido, o con cualquiera otra persona que tenga un problema serio o un trastorno compulsivo. Estamos bombardeados de problemas, pérdidas y cambio. Soportamos ventanas hechas añicos, citas a las que no se acude, promesas rotas, y francas mentiras. Perdemos nuestra seguridad económica, nuestra seguridad emocional, la fe en las personas que amamos, la fe en Dios, y la fe en nosotros mismos. Podemos perder nuestro bienestar físico, nuestros bienes materiales, nuestra capacidad para disfrutar del sexo, nuestra reputación, nuestra vida social, nuestra carrera, nuestro autocontrol, nuestra autoestima, y a nosotros mismos.
Algunos le perdemos el respeto y la confianza a la gente que amamos. A veces incluso perdemos el amor y nuestro compromiso con una persona que alguna vez amamos. Esto es común. Es una consecuencia natural, normal de la enfermedad.

Mi Reflexión: El codependiente apegado vive en continua zozobra tratando de intervenir en la vida de los demás, y abandona su propio cuidado. Debe revertir este escenario de autoabandono y entrar a interesarse por si mismo, asumiendo su propio cuidado. Iniciar esta tarea le da un respiro a su vida de sufrimiento y desazón que vive.(Alpha).

¿Te interesas mas por el cuidado de otros que por ti mismo? ¿Has pensado en buscar ayuda para desapegarte de lo que hace infeliz? Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 6 de Mayo


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que el codependiente no tiene porque obsesionarse por cuidar a los demás. Esa conducta es autodestructiva y lleva a dañar sus áreas emocional y física.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Son trucos que construimos nosotros mismos. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así. Muchos de nosotros hemos reaccionado de esta manera con justificada buena razón. Podremos haber vivido con problemas complicados y serios que han perturbado nuestra vida, y que a cualquier persona normal podrían volver ansiosa, perturbada, preocupada y obsesionada. Podemos amar a alguien que tiene problemas, alguien fuera de control. Su problema puede ser el alcoholismo, un trastorno de la alimentación, apostar de una manera compulsiva, un problema emocional o mental, o cualquier combinación de estos.
Algunos de nosotros podremos haber vivido con problemas menos serios, pero que nos preocupan de todas maneras. Las personas que amamos o que nos importan pueden tener cambios súbitos en sus estados de ánimo. Pueden hacer cosas que desearíamos que no hicieran. Podemos pensar que él o ella podrían hacer las cosas de otra manera, de un modo mejor, de una forma que creemos que no causaría tantos problemas.
Por fuerza del hábito, algunos de nosotros hemos desarrollado una actitud de apego, de preocuparnos, reaccionar y obsesivamente tratar de controlar. Quizá hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la curda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca. Algunos de nosotros ni siquiera nos daremos cuenta de que nos hemos estado agarrando tan fuerte. Otros nos habremos convencido de que debemos asirnos así de fuerte. Creemos que no existe otra alternativa que la de reaccionar a esta persona o problema de esta manera obsesiva. A menudo, cuando le sugiero a la gente que se aparte de esta persona o de este problema, me responden con horror. “¡Oh, no!”, dicen, “nunca podría hacer eso. Yo lo amo, o la amo, demasiado. Me importa demasiado para hacerle eso. Este problema o esta persona es demasiado importante para mí. Tengo que permanecer apegado a ella (o a esto)”.

Mi Reflexión: Obsesionarse, preocuparse y entregarse al cuidado de los demás pretendiendo controlar sus vidas es una tarea «desgastante» que solo lleva al codependiente a desmejorarse emocional y físicamente. Esa conducta insana destruye aún más su autoestima, llegando al extremo de dejar de cuidar de si mismo. (Alpha).

¿Vives obsesionado por manipular la vida de otros? ¿Has asumido que necesitas terapia? ¿La has buscado? Comenta acá.