Con un poco de humildad, sometimiento y esfuerzo de su parte, creo que pueden hacerlo. Siento que el desapego puede volverse una respuesta habitual, de la misma manera que obsesionarse, preocuparse y ser controladores se han vuelto respuestas habituales en la práctica. Podremos no hacerlo perfectamente. Sin embargo, y al ritmo que sea, podemos practicar el desapego en nuestras vidas, y creo que eso es bueno para nosotros. Espero que puedan ser capaces de desapegarse con amor de la persona o de las personas de quienes se están desapegando. Creo que es mejor hacerlo todo con una actitud de amor. Sin embargo, por una multitud de razones, no siempre podemos hacerlo así. Si no puedes desapegarte con amor, en mi opinión es preferible desapegarse con enojo que permanecer apegados. Si nos desapegamos, estamos en una mejor posición para trabajar sobre (o a través) de nuestras resentidas emociones. Si estamos apegados, probablemente no hagamos nada más que estar siempre irritados.
¿Cuándo debemos desapegarnos? Cuando no podamos dejar de pensar, de hablar acerca de o de preocuparnos por alguien o por algo; cuando nuestras emociones estén en constante ebullición; cuando sintamos que tenemos que hacer algo acerca de alguien porque ya no podemos soportar la situación ni un minuto más; cuando estamos colgando de un hilo y sentimos que tal hebra está a punto de romperse; y cuando creemos que ya no podemos seguir viviendo con el problema con el que hemos estado tratando de vivir. ¡Es tiempo de desapegarnos! Aprenderán a reconocer cuándo es aconsejable desapegarse. Una buena regla a seguir es esta: cuando más necesitas desapegarte es cuando esto parece ser lo más lejano o lo menos posible de hacer.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Día: 18 de febrero de 2019
Meditación 18 de Febrero… Trae tus ideales a la vida
Hay una historia zen sobre dos monjes caminando por una calle después de una fuerte lluvia. Al llegar a una esquina, se encontraron con una hermosa muchacha con ropa fina que no podía cruzar la calle fangosa sin ensuciarse.
«Aquí, te ayudaré», dijo un monje. Levantándola en sus brazos, la llevó al otro lado. Los dos monjes caminaron en silencio durante mucho tiempo.
«Hemos jurado el celibato y se supone que no debemos acercarnos a las mujeres». Es peligroso «, dijo el segundo monje a la primera. «¿Por qué hiciste eso?»
«Dejé a la niña de vuelta en la esquina», dijo el primer monje. «¿Todavía la llevas?»
A veces, podemos encontrarnos en una situación en la que nuestros ideales entran en conflicto. Ser amable y amar a otra persona puede estar en conflicto con nuestro valor de estar comprometidos y amarnos a nosotros mismos. Cuando un ideal se impone a otro, entonces usa tu juicio. Haz lo correcto por los demás. Haz lo correcto por ti mismo, también. Entonces deja pasar el incidente y sigue adelante.
Para los monjes en nuestra historia, la acción correcta generalmente significa no tener contacto con las mujeres. Sin embargo, al encontrarse con una persona varada en el camino, la acción correcta se convirtió en ayudar a los demás. Los ideales permanecen: Pensamiento correcto, acción correcta, habla correcta, pero el camino hacia esos ideales puede girar y girar a lo largo de la vida. Sea sensible y consciente de que está siguiendo una creencia ideal y no rígida.
«Dios, ayúdame a aprender cuando sea el momento de dejarte ir».
Actividad: En una actividad anterior, exploramos nuestras metas y la lista de sueños. Ahora, determinemos la ética y los ideales por los que queremos vivir, el código de conducta que queremos seguir. ¿Qué es lo más importante para usted, ya sea que sus sueños se hagan realidad y usted logre sus metas? Los ejemplos de ideales pueden ser mantenerse limpios y sobrios, honrar sus compromisos con los demás y honrar su compromiso consigo mismo. Muchas personas eligen valores espirituales adicionales, como la compasión, la honestidad, la tolerancia. Algunas personas eligen vivir según un ideal que llaman «Conciencia de Cristo», algo de «conciencia de Buda», algunos de los «Doce Pasos» y algunos de los Diez Mandamientos. Haga una lista de sus ideales y ponga esa lista con sus metas. Deja que estos ideales sean una luz que guíe tu camino y te permita vivir en armonía con los demás y contigo mismo.
(Melody Beattie de su Libro Mas del lenguaje del Adiós).