Cuando estás obsesionada, no puedes apartar tu mente de esa persona o de ese problema. No sabes lo que estás sintiendo. No sabes lo que está pensando. Ni siquiera estás segura de lo que debes hacer, pero, ¡por Dios, debes hacer algo! ¡Y pronto!
Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Son trucos que construimos nosotros mismos. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así. Muchos de nosotros hemos reaccionado de esta manera con justificada buena razón. Podremos haber vivido con problemas complicados y serios que han perturbado nuestra vida, y que a cualquier persona normal podrían volver ansiosa, perturbada, preocupada y obsesionada. Podemos amar a alguien que tiene problemas, alguien fuera de control. Su problema puede ser el alcoholismo, un trastorno de la alimentación, apostar de una manera compulsiva, un problema emocional o mental, o cualquier combinación de estos.
Algunos de nosotros podremos haber vivido con problemas menos serios, pero que nos preocupan de todas maneras. Las personas que amamos o que nos importan pueden tener cambios súbitos en sus estados de ánimo. Pueden hacer cosas que desearíamos que no hicieran. Podemos pensar que él o ella podrían hacer las cosas de otra manera, de un modo mejor, de una forma que creemos que no causaría tantos problemas.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Día: 19 de febrero de 2019
Meditación 19 de Febrero… Di gracias por la ayuda
Hay tantas charlas de hágalo usted mismo. Mucha charla de autoayuda.
¡La curación es un regalo!
Sí, participamos en nuestros regalos.Si nos estamos recuperando de la dependencia química, vamos a nuestras reuniones y trabajamos los Pasos. Lo mismo es cierto si nos estamos recuperando de la codependencia u otros problemas que podríamos enfrentar.
Nos paramos en cada entrada y protestamos, «No quiero esto. No quiero el problema No quiero la curación.» Quiero recuperar mi vida, tal como era, o como lo imaginé. «Y resistimos y luchamos, pero los cambios caen sobre nosotros de todos modos.»
Hacemos nuestra parte, lo que sea que eso signifique para nosotros, cada día. Poco a poco, el próximo paso se vuelve claro. Una curación comienza a establecerse en nuestras vidas.
Recibimos nuestros medallones por el número de días que hemos permanecido derecho o ido a Al-Anón. O pasamos por unas vacaciones importantes sin derrumbarse y llorar, porque nos centramos en quién está allí, en lugar de quién no está allí.
Podemos sentirnos bien con las cosas que hemos hecho, la parte que hemos desempeñado en el cuidado de nuestras vidas. Pero recuerda, la curación es un regalo. También lo es el amor También lo es el éxito. Siéntete bien haciendo tu parte para ayudarte a sí mismo. Pero un gentil gracias también puede estar en orden.
«¡Gracias Dios!»
(Melody Beattie de su Libro Mas del Lenguaje del Adiós).