Reflexión del Dia: 9 de Junio



Los sentimientos no son el fin ni el principio del vivir. Lo sentimientos no deben dictar o controlar nuestro comportamiento, pero tampoco podemos ignorar nuestros sentimientos. No pueden ser ignorados. Nuestros sentimientos son muy importantes. Cuentan. Importan. Nuestra parte emocional es especial.
Si hacemos que los sentimientos se vayan, si los alejamos, nos perdemos de una parte importante de nosotros mismos y de nuestras vidas. Los sentimientos son nuestra fuente de alegría, y también de tristeza, de miedo y de ira. La parte emocional de nosotros es la parte que ríe y la que llora. La parte emocional de nosotros es el centro para dar y recibir la cálida llama del amor. Esa parte de nosotros nos permite sentirnos más cerca de la gente. Esa parte de nosotros nos permite disfrutar del tacto y de otros sentimientos sensuales.
Nuestros sentimientos también son indicadores. Cuando nos sentimos felices, cómodos, cálidos y contentos, por lo general sabemos que todo está bien en nuestro mundo, en el momento presente. Cuando nos sentimos disgustados, con enojo, miedo o tristeza, nuestros sentimientos nos dicen que hay un problema. Puede estar en nuestro interior —algo que estamos haciendo o pensando— o puede ser externo. Pero algo está mal.
Los sentimientos también pueden ser motivadores positivos. La ira puede ayudarnos a resolver un molesto problema. El miedo nos empuja a correr fuera del peligro. Las heridas que se repiten y el dolor emocional nos dicen que nos mantengamos alejados. Nuestros sentimientos también nos pueden dar claves para conocernos a nosotros mismos: nuestros deseos, necesidades y ambiciones. Nos ayudan a descubrirnos ya conocer lo que realmente estamos pensando. Nuestras emociones también golpean esa parte de nosotros que busca y sabe la verdad y desea la autopreservación, el automejoramiento, la seguridad y la bondad. Nuestras emociones están conectadas a nuestro proceso de pensamiento consciente, cognoscitivo ya ese don misterioso llamado instinto o intuición.

(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
desapego de chopra1

Meditación 9 de Junio… Eres responsable de ti mismo



Podemos delegar tareas, pero no podemos delegar responsabilidades, si la responsabilidad es realmente nuestra.
Algunas veces, es normal delegar tareas a otras personas. Podemos contratar personas para que hagan ciertas cosas por nosotros. Podemos entablar contratos con un terapeuta o un sanador para ayudarnos a resolver un determinado problema, pero la responsabilidad por la cual los consejos que seguimos y las decisiones que tomamos en nuestras vidas, finalmente nos pertenecen.
Es fácil ser flojo. Podemos permitir que un amigo, un empleado o incluso un terapeuta capacitado comiencen a tomar nuestras decisiones por nosotros. Podemos escuchar lo que dicen y tomar sus consejos ciegamente. Entonces no tenemos que asumir la responsabilidad de nuestras vidas. Si la decisión no funciona, podemos decir: «Estabas equivocado. Mira el desastre en el que me has metido. Soy una víctima, otra vez».
Sí eres tu, pero eres una víctima de ti mismo.
Podemos escuchar consejos y dejar que otras personas nos ayuden, pero si nos ayudan a hacer algo que es nuestra responsabilidad, la responsabilidad final de la decisión aún nos pertenece.
Obtén ayuda cuando la necesite. Delegar tareas Pero no des tu poder. Recuerde que puedes pensar, puedes sentir, puedes cuidarte, puedes resolver tus problemas.
No te hagas perezoso. No des la responsabilidad de tu vida.
«Dios, ayúdame a recordar que soy responsable de mí».

(Melody Beattie de su Libro Mas del Lenguaje del Adiós).