Meditación 23 de Septiembre… Sanación y Liberación de la Codependencia

Melody Beattie, en su Libro Más del Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente maneja diversos miedos y que en ocasiones le aterra cuando debe liberarse de ellos. Aunque el intento genera incomodidad, debe asumirse el cambio hasta dejar ir esos temores.

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Medita sobre esto:

Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para sentarte o acostarte. Cierra los ojos y respira profundamente varias veces para relajar tu cuerpo y tu mente.

Imagina que estás en un lugar seguro y pacífico, rodeado de luz y amor.

Visualiza un lazo o cuerda que te conecta a una persona o situación que has sentido que te controla o te atrapa en la codependencia. Esta cuerda puede ser simbólica de las relaciones tóxicas o los patrones que deseas liberar.

Con cada respiración profunda, siente cómo esa cuerda se vuelve más tenue y ligera. Visualiza cómo se separa suavemente de ti, permitiendo que te sientas más libre y autónomo.

Mientras observas cómo esa cuerda se aleja, di en voz alta o en silencio: «Soy libre para ser yo mismo. Me amo y me acepto tal como soy».

Continúa respirando profundamente y siente cómo la liberación de esa cuerda te llena de una sensación de paz y empoderamiento.

Lleva tu atención a tu corazón y visualiza una luz cálida y amorosa que crece con cada respiración. Siente cómo esta luz te envuelve y te llena de amor propio y compasión.

Repite en silencio o en voz alta estas afirmaciones: «Merezco amor. Merezco felicidad. Merezco paz».

Permanece en este estado de calma y amor propio durante unos minutos, respirando conscientemente y sintiendo la liberación de la codependencia y el fortalecimiento de tu propio ser.

Cuando estés listo, abre los ojos y regresa gradualmente a tu entorno presente, llevando contigo la sensación de liberación y empoderamiento. (Alpha).

Te invito a ejercitarte en esta meditación. Si deseas, responde estas interrogantes: ¿Estás dispuesto a comprometerte hasta lograr liberarte de la codependencia? ¿Ves como una necesidad enfrentarte con tus miedos, culpa, vergüenza? Si quieres, comparte tus respuestas al respecto.

Creer en un Ser superior y la Curación de la Codependencia…

En el camino hacia la curación de la dependencia afectiva, nos encontramos con momentos de profunda vulnerabilidad y desesperación. En esos momentos, recordar nuestra creencia en un ser superior puede ser una luz en la oscuridad. Nos recuerda que no estamos solos en este viaje, que hay una fuerza más grande que nosotros que nos sostiene y nos ama incondicionalmente.

Creer en un ser superior nos invita a soltar el control y confiar en que el universo tiene un plan para nosotros. Nos ayuda a reconocer que no podemos controlar las acciones y decisiones de los demás, pero podemos controlar nuestras propias respuestas y elecciones. Esta creencia nos brinda la serenidad para aceptar lo que no podemos cambiar y la sabiduría para cambiar lo que sí podemos.

Cuando confiamos en un ser superior, también nos damos cuenta de que merecemos amor y cuidado, tanto de nosotros mismos como de los demás. Nos ayuda a reemplazar la necesidad de validación externa con la autoaceptación y el amor propio. Nos recuerda que somos dignos de amor y respeto, no por lo que hacemos, sino por lo que somos.

En última instancia, creer en un ser superior nos brinda esperanza. Nos recuerda que cada día es una oportunidad para crecer, sanar y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. A través de esta creencia, encontramos la fuerza para superar los desafíos de la dependencia afectiva y abrazar una vida llena de relaciones saludables y amor propio.

En los momentos de debilidad, en los momentos de duda, recordemos nuestra creencia en un ser superior como un faro que nos guía en la oscuridad. Nos sostiene, nos inspira y nos da la fortaleza para sanar y crecer. En esta creencia, encontramos la esperanza que necesitamos para liberarnos de la dependencia afectiva y abrazar la libertad y la felicidad en nuestras vidas. (Alpha).

Reflexión del Dia: 22 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»reitera que los codependientes tenemos como tarea prioritaria «responsabilizarnos de nosotros mismo». Hemos estado cuidando de los otros, dejándonos de lado por mucho tiempo. Es momento de voltear nuestra atención a nosotros mismos. Buscando ayuda llegamos a encaminar nuestra sanación.

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Reflexiona sobre la transformadora búsqueda de la autonomía en la Codependencia

La codependencia es un camino que a menudo nos lleva a un laberinto emocional donde nos perdemos en las necesidades y deseos de los demás. En este viaje, es fácil perder de vista quiénes somos realmente y cuáles son nuestras propias necesidades y deseos.

El deseo ardiente de cuidar y rescatar a otros puede parecer una virtud, pero cuando se convierte en una necesidad obsesiva, puede convertirse en una carga emocional abrumadora. La codependencia nos lleva a pensar que nuestra valía y felicidad dependen de los demás, y esta creencia nos ata a relaciones tóxicas y comportamientos autodestructivos.

La liberación del ciclo codependiente comienza con la comprensión de que somos individuos valiosos y dignos de amor, independientemente de nuestras relaciones con los demás. Melody Beattie nos guía hacia la necesidad de hacernos cargo de nosotros mismos y desapegarnos de la idea de que nuestra felicidad depende de otros.

Desapegarse no significa renunciar al amor o a las relaciones, sino reconocer que somos responsables de nuestras propias vidas y que debemos cuidar de nosotros mismos antes de poder cuidar genuinamente a los demás. Es un acto de amor propio que nos permite construir relaciones más saludables y auténticas.

A medida que nos desprendemos de las expectativas y demandas de los demás, encontramos nuestro camino de regreso a nosotros mismos. Descubrimos nuestras pasiones, valores y sueños personales. Aprendemos a establecer límites saludables y a decir «no» cuando sea necesario sin sentirnos culpables. Este viaje hacia la autonomía es a menudo desafiante, pero es una búsqueda transformadora que nos lleva a un lugar de mayor equilibrio y autenticidad.

La codependencia puede haber sido nuestro pasado, pero no tiene por qué ser nuestro futuro. A medida que nos hacemos cargo de nosotros mismos y nos desapegamos de la necesidad obsesiva de cuidar a los demás, abrimos la puerta a una vida más plena y significativa. El camino hacia la recuperación puede ser difícil, pero la recompensa es una conexión más auténtica con nosotros mismos y con los demás, basada en el amor y el respeto mutuo en lugar de la dependencia y el sacrificio. (Alpha).

Te invito a reflexionar en el texto anterior, y trata de responder estas preguntas: ¿Has intentado desapegarte de aquello que te perturba? ¿Has visto algún avance en esta dirección? Comparte tus vivencias con nosotros, son de utilidad.

Meditación 21 de Septiembre … Aceptar el flujo de la vida

Melody Beattie, en su Libro Mas del Lenguaje del Adiós nos hace reflexionar que el codependiente neceita meditar y replantearse alcanzar la paz y serenidad en su vida ingobernable que lleva.

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Medita sobre esto:

Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para sentarte en posición relajada. Cierra los ojos y respira profundamente varias veces para relajar tu cuerpo y mente.

– Reflexiona sobre la idea de que la vida es un flujo constante de experiencias, cambios y desafíos. Visualiza un río que fluye suavemente.

– Imagina que estás parado en la orilla de este río. Observa cómo el agua fluye constantemente, llevando hojas y ramas en su camino. Cada hoja y rama representa una experiencia, una emoción o un evento en tu vida. En lugar de luchar contra el flujo del río o tratar de controlar qué hojas y ramas fluyen en él, simplemente observa con aceptación. Reconoce que no puedes controlar todo en la vida, pero puedes elegir cómo reaccionas a lo que llega a ti.

– Respira profundamente y repite en silencio o en voz alta: «Acepto el flujo de la vida. Confío en que las experiencias que llegan a mí son oportunidades para aprender y crecer».

– Siente cómo la tensión y la resistencia se disuelven a medida que te abres a la aceptación y la confianza en el proceso de la vida.

– Permanece en este estado de relajación y aceptación durante unos minutos, respirando conscientemente y permitiendo que la sensación de flujo y tranquilidad te envuelva.

Cuando estés listo, abre los ojos y regresa gradualmente a tu entorno presente, llevando contigo el sentido de aceptación y confianza en el flujo de la vida.

¿Has asumido como terapéutico la búsqueda de la paz en tu vida? ¿Has buscado ayuda para esto? ¿Lograste este cometido? omparte en los comentarios.

Enterarme de quién soy realmente, me desafia…

«Siempre me vi como alguien cariñosa, dedicada, la persona que siempre estaba allí para ayudar a los demás. Pero no fue hasta que mi mundo comenzó a desmoronarse cuando me di cuenta de que estaba atrapada en una red de codependencia.

Al principio, me resistía a la idea. Pensaba que amar significaba sacrificio, estar siempre disponible, y poner las necesidades de los demás antes que las mías. Fue gracias a Melody Beattie y su enfoque en el desapego amoroso que comencé a ver las cosas de otra manera. Su libro «Ya No Seas Codependiente», fue un faro de claridad en un mar de confusión emocional.

La idea de que podía cuidar de mí misma sin sentirme culpable, que podía establecer límites y que eso en realidad era una forma más sana de amar, fue revolucionaria para mí. He empezado a practicar el desapego amoroso, permitiendo que las personas que amo vivan sus propias vidas, cometan sus propios errores, y cosechen sus propias recompensas. Es un proceso doloroso y liberador a la vez.

Sigo luchando con mi deseo de controlar las situaciones y a las personas que me importan, pero ahora tengo herramientas para enfrentar esos impulsos. Me pregunto a mí misma: ¿Esto es realmente mi problema? ¿Tengo el poder de cambiar esta situación o esta persona? La mayoría de las veces, la respuesta es «no». Y aunque es doloroso aceptar esa realidad, también es increíblemente liberador.

Todavía estoy en mi viaje hacia la recuperación, pero me siento agradecida por cada paso que tomo en dirección a un amor más sano y un sentido más fuerte de quién soy realmente. Por primera vez en mi vida, me siento emocionado por descubrir mi propio potencial y no definirme únicamente en función de mis relaciones con los demás.»

Reflexión: Es importante recordar que superar la codependencia es un proceso complejo que a menudo requiere apoyo profesional. Si tú o alguien que conoces está lidiando con problemas de codependencia, buscar el consejo de un profesional capacitado es crucial. (Alpha).

Meditación 20 de Septiembre … Espontaneidad

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente debe asumir sus imperfecciones, dejar ir la necesidad de controlarse así mismo y a los demás. En la medida que asumimos la recuperación vamos despertando ese verdadero ser que habita en nosotros y alcanzamos la «espontaneidad».

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Medita sobre esto:

En la recuperación estamos aprendiendo a dejarnos ir. Estamos aprendiendo a ser espontáneos.
La espontaneidad puede asustarnos a algunos de nosotros. Podemos temer la pérdida de control que implica la espontaneidad. Podemos seguir operando aún bajo las reglas codependientes que prohíben la espontaneidad: sé bueno; sé correcto; sé perfecto; sé fuerte; no te diviertas; y estate siempre en control.
Podemos asociar la espontaneidad con el actuar de una manera adictiva, compulsiva, autodestructiva o irresponsable. No es eso de lo que estamos hablando en la recuperación. La espontaneidad positiva implica expresar libremente lo que somos, de una manera divertida, sana, que no nos lastima y que no infringe los derechos de los demás.
Aprendemos a ser espontáneos y libres a medida que nos vamos haciendo más conscientes y vamos creciendo en autoestima. La espontaneidad surge a medida que se incrementa la confianza y la fe en nosotros mismos, y nos vamos sintiendo más seguros de nuestra capacidad de mantener límites sanos.
Ser espontáneos está en relación con nuestra capacidad para jugar y para lograr intimidad. Para llegar a todas esas deseables acciones, necesitamos ser capaces de dejar ir nuestra necesidad de controlarnos a nosotros mismos y de controlar a los demás, y entrar completa y libremente en el momento presente.
Deja ir la tirante rienda con que te detienes a ti mismo. ¿Qué importa si cometes un error? ¿Qué importa si te equivocas?.
Saborea tus imperfecciones. Permítete ser un poquito necesitado, un poquito vulnerable. ¡Corre un riesgo!
Podemos ser espontáneos sin hacernos daño a nosotros mismos o a los demás. De hecho, todo el mundo se beneficiará de nuestra espontaneidad.

«Hoy tiraré el libro de reglas y disfrutaré de ser como soy. Me divertiré un poco con el regalo de la vida, de mí mismo y de los demás».

Reflexión: Cuando los codependientes decidimos transitar el sendero de la recuperación aprendemos a soltar la necesidad de controlar, entendemos y aceptamos nuestras imperfecciones y nos proponemos «amarnos a nosotros mismo» dejando libre a los otros para que actúen conforme a su criterio. Ese tránsito nos lleva a permitirnos ser «vulnerables y mostrar menos rigidez en las actuaciones» Aprender a vivir que el momento presente nos conduce a una serenidad y paz increíbles. (Alpha).

¿Te has permitido mostrarte tal cual eres, necesitado y vulnerable? ¿En tu recuperación has aprendido a vivir en el momento presente? Comenta acá tus vivencias.

Meditación 19 de Septiembre … Disculpas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que es saludable para mantener nuestras relaciones aceptar los errores cometidos y pedir disculpas a la persona que tratamos inadecuadamente. Pedir excusas es un gesto de madurez y evita situaciones difíciles con las personas de nuestro entorno.

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Medita sobre esto:

A veces actuamos de una manera que nos deja incómodos. Eso es humano. Por eso tenemos las palabras: “Lo siento”. Curan y cierran la brecha. Pero no tenemos por qué decir “lo siento” si no hemos hecho nada mal. Una sensación de vergüenza puede llevarnos a disculparnos de todo lo que hacemos, de cada palabra que decimos, por estar vivos y ser como somos.
No tenemos por qué pedir disculpas por cuidar de nosotros mismos, por manejar nuestros sentimientos, por fijar límites, por divertirnos o porque nos estamos curando.
No tenemos que cambiar nunca de rumbo, si éste es el que más nos conviene, pero a veces una disculpa general reconoce otros sentimientos y puede ser útil cuando no están claras las cosas en una relación. Podemos decir: “Siento mucho el pleito que tuvimos. Siento mucho que te haya lastimado con lo que tuve que hacer para cuidarme a mí mismo; no tenía la intención de que así fuera.”
Una vez que pedimos una disculpa, no tenemos que seguirla repitiendo. Si alguien quiere seguirnos sacando una disculpa por el mismo incidente, eso es asunto de esa persona y no tenemos porque dejarnos enganchar.
Podemos aprender a tomar seriamente nuestras disculpas y a no darlas cuando no sean validas. Cuando nos sintamos bien con nosotros mismos, sabremos cuando es momento de decir que lo sentimos y cuando no.

“Hoy tratare de ser claro y sano en mis disculpas, asumiendo responsabilidad por mis acciones y por las de nadie mas. Dios mío, ayúdame a averiguar de que es de lo que necesito disculparme y que no es responsabilidad mía”.

Reflexión: El codependiente se mueve con sentimientos de culpa y vergüenza. Siente que cualquiera de sus actitudes hieren a las personas de su entorno. Asumir a tiempo y cuando sea necesario ofrecer disculpas, es responsable e indica aceptar que se equivoco, solo que debe aprender cuándo darlas y hacerlo una sola vez, no mantenerse pidiendo excusas hasta que la otra persona lo considere necesario. Quien debe saber hasta cuando hacerlo somos nosotros, sin importarnos lo que opine la persona a quien le otorgamos esa disculpa. (Alpha).

¿Has practicado pedir disculpas a quien considera ofendiste con alguna actuación? ¿Lo has hecho con la convicción que es el momento adecuado?. Comenta aquí tu experiencia al respecto.

Meditación 18 de Septiembre … Deja que sucedan cosas buenas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que el codependiente debe asumir un cambio de actitud durante la recuperación y aceptar las cosas buenas que van a pasar en su vida. Dejar que sucedan y disfrutar de los momentos de alegría, felicidad y sosiego. Mantenerse en el pasado no ayuda, solo enrarece la recuperación.

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Medita sobre esto:

Antes de la recuperación, mis relaciones eran pésimas. No me iba muy bien en mi trabajo. Estaba entrampado en mi familia disfuncional ¡Pero al menos sabía qué esperar! (Anónimo).

Quiero que la segunda mitad de mi vida sea tan buena como la primera fue de desgraciada. A veces tengo miedo de que no sea así. A veces me asusta que pueda ser así.
Las cosas buenas pueden asustarnos. El cambio, incluso el cambio para bien, puede ser atemorizante. De alguna manera, los cambios para bien pueden ser más atemorizantes que las épocas difíciles.
El pasado, particularmente el de antes de la recuperación, puede haberse vuelto confortablemente familiar. Sabíamos qué esperar en nuestras relaciones. Eran predecibles. Eran repeticiones del mismo patrón, las mismas conductas, el mismo dolor, una y otra vez. Podrán no haber sido lo que queríamos, pero sabíamos lo que iba a suceder. Esto no ocurre cuando cambiamos de patrones y empezamos la recuperación.
Podemos haber sido bastante buenos para predecir eventos en la mayor parte de las áreas de nuestra vida. Las relaciones serían dolorosas.
Nosotros viviríamos en privación.
Cada año sería casi una repetición del año anterior. A veces, las cosas se ponían un poco peor; otras un poco mejor, pero el cambio no era drástico. No hasta el momento en que empezamos la recuperación.
Entonces cambiaron las cosas. Y cuanto más progresamos en este milagroso programa, más cambiamos nosotros y nuestras circunstancias. Empezamos a explorar un territorio desconocido.
Las cosas se ponen bien. Se mejoran todo el tiempo. Empezamos a tener éxito en el amor, en el trabajo, en la vida. Un día a la vez, empiezan a ocurrir cosas buenas y la desgracia se disipa.
Ya no queremos ser víctimas de la vida. Hemos aprendido a evitar las crisis y traumas innecesarios.
La vida se pone buena.
“¿Cómo manejo las cosas buenas?”, preguntó una mujer. “Es más difícil y más extraño que el dolor y la tragedia.”
“Del mismo modo que manejábamos las experiencias difíciles y dolorosas”, le contesté. “Un día a la vez”.

«Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de vivir en el dolor y en la crisis. Ayúdame a quitarme lo más pronto posible los sentimientos de tristeza y los problemas. Ayúdame a encontrar mi base y equilibrio en la paz, la alegría y la gratitud. Ayúdame a trabajar tan duramente por aceptar lo bueno como he trabajado de duro en el pasado para aceptar lo doloroso y lo difícil».

Reflexión: Cuando el codependiente asume vivir en la alegría y el sosiego y dejar atrás el pasado doloroso, está abriéndose a los cambios que dan miedo porque no estamos acostumbrados a vivir en positivo. Darse esa oportunidad, mientras se recupera, permite valorar su capacidad par enfrentar la vida con una óptica sana, dejando atrás todo aquel drama y tristeza. Confiar en sí mismo para «rehacer» su vida, con la guía del Creador, es un excelente comienzo para gobernar realmente su vida. (Alpha).

¿Estás dispuesto a asumir esos cambios positivos en tu vida? ¿Has sentido la necesidad de retomar la gobernabilidad que habías perdido? Comparte tus vivencias en los comentarios.

El Autoconocimiento y la sanidad de la Dependencia Afectiva…

El enfoque de Melody Beattie en su libro «Ya no seas Codependiente» ofrece una perspectiva valiosa sobre la importancia del autoconocimiento en la dependencia afectiva. La dependencia afectiva es un patrón de comportamiento en el cual una persona busca constantemente la validación y la satisfacción emocional a través de las relaciones con otros, a menudo sacrificando sus propias necesidades y deseos en el proceso. El autoconocimiento es una herramienta esencial en la recuperación de la codependencia, ya que nos permite entender las raíces de este patrón y trabajar para cambiarlo.

Reflexionar sobre la necesidad del autoconocimiento en la dependencia afectiva implica reconocer que la codependencia no es simplemente una serie de comportamientos externos, sino una manifestación de conflictos y heridas internas. Al comprender nuestras propias experiencias pasadas, traumas y creencias limitantes, podemos comenzar a desentrañar el nexo entre nuestra dependencia afectiva y nuestro mundo interior.

El autoconocimiento nos permite identificar patrones repetitivos en nuestras relaciones y reconocer cuándo estamos sacrificando nuestro bienestar en favor de los demás. Al hacerlo, podemos comenzar a establecer límites saludables y a desarrollar una mayor autoestima y autoaceptación.

Entender la necesidad del Autoconocimiento se logra:

a) Reconociendo las heridas emocionales: Para superar la codependencia, es fundamental explorar nuestras heridas emocionales pasadas. ¿Qué experiencias de la infancia o relaciones pasadas pueden haber contribuido a nuestra dependencia afectiva? Identificar estas heridas nos permite empezar a sanarlas.

b) Explorando nuestras creencias limitantes: A menudo, nuestras creencias sobre nosotros mismos y nuestras relaciones pueden perpetuar la dependencia afectiva. Reflexionar sobre las creencias que tenemos acerca del amor, la valía personal y la necesidad de agradar a los demás nos ayuda a desafiar y cambiar estas creencias limitantes.

c) Practicando la autoaceptación: La codependencia a menudo está vinculada a una falta de amor propio. El autoconocimiento nos permite aceptarnos a nosotros mismos con todas nuestras imperfecciones y aprender a amarnos incondicionalmente. A medida que nos valoramos más a nosotros mismos, disminuye nuestra dependencia de la validación externa.

d) Estableciendo límites saludables: El autoconocimiento nos ayuda a identificar cuándo estamos sobrepasando nuestros propios límites para complacer a los demás. Aprender a establecer límites sanos es esencial para mantener relaciones equilibradas y satisfactorias.

e) Fomentando la autonomía: A medida que nos conocemos mejor, desarrollamos una mayor autonomía emocional y aprendemos a satisfacer nuestras propias necesidades en lugar de depender de otros. Esto nos permite tener relaciones más saludables y equilibradas.

La necesidad del autoconocimiento en la dependencia afectiva, según el enfoque de Melody Beattie, nos invita a mirar hacia adentro y explorar las causas subyacentes de nuestros patrones codependientes. A través de este proceso de autoexploración y sanación, podemos liberarnos de la dependencia afectiva y cultivar relaciones más saludables y satisfactorias, basadas en el amor propio y la autonomía emocional. (Alpha):

Reflexión del Dia: 15 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en la necesidad de dejar de actuar como cuidadores que viven rescatando a las personas aun cuando estas puedan responsabilizarse de ellas mismas.

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Reflexiona sobre esto:

El codependiente que asume el rol de rescatador a menudo lo hace con buenas intenciones, creyendo que está ayudando o incluso salvando a la otra persona. Sin embargo, este comportamiento suele ser más perjudicial que beneficioso, tanto para el rescatador como para la persona que se pretende ayudar. Al asumir la responsabilidad de los problemas de los demás, el rescatador se sume en una espiral de control y ansiedad, perdiendo de vista sus propias necesidades y límites.

Beattie nos recuerda que el papel de rescatador es una forma de evasión. Al enfocar toda la atención y energía en arreglar a otra persona, el codependiente evade enfrentar sus propios problemas y carencias emocionales. Este rol también desempodera a la otra persona, reforzando la noción de que no pueden cuidar de sí mismos y perpetuando su dependencia.

Para romper este ciclo como codependiente, debes reconocer que no puedes controlar o cambiar a otra persona, y este es un paso crucial hacia la recuperación. Al centrarte en su propia salud emocional, puedes empezar a liberarte del rol de rescatador y a establecer relaciones más equilibradas y saludables.

La adopción del rol de rescatador es un callejón sin salida que perpetúa la codependencia y el drama relacional. Solo al deshacernos de esta necesidad de «salvar a los demás» podemos empezar a salvarnos a nosotros mismos. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Te has identificado como un rescatador en tus relaciones habituales? ¿Cómo abordas esta situación? Comparte tus vivencia acá.