Reflexión del Dia: 1 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» aborda el patrón de comportamiento del codependiente como salvador. Esta perspectiva invita a una profunda reflexión sobre cómo este papel de rescatador puede ser perjudicial para el propio codependiente y cómo liberarse de el es esencial para la recuperación.

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Reflexiona sobre esto:

Vale la pena preguntarse las razones que llevan a algunos codependientes a asumir el papel de «salvador de otras personas». Aquí algunas razones válidas:

– La necesidad de «ser necesitado»: Muchos codependientes asumen el papel de salvador porque encuentran satisfacción en sentirse necesitados por los demás. Esto puede proporcionar un sentido de propósito y valor. Sin embargo, este ciclo de rescate puede volverse adictivo y mantenerlos atrapados en relaciones disfuncionales.

– El sacrificio personal: El comportamiento salvador a menudo implica sacrificar las propias necesidades y límites en favor de los demás. Esta falta de autocuidado puede llevar al agotamiento emocional y físico, lo que finalmente perjudica tanto al codependiente como a la persona que están tratando de salvar.

– La creencia errónea de que se puede cambiar a los demás: Los codependientes a menudo creen que tienen el poder de cambiar a las personas a través de su amor y cuidado. Esta creencia es ilusoria y puede generar frustración y resentimiento cuando los esfuerzos de rescate no tienen éxito.

– La falta de límites claros: Los codependientes que asumen el papel de salvador a menudo carecen de límites claros. Están dispuestos a tolerar comportamientos dañinos o abusivos en nombre de ayudar a la otra persona, lo que puede resultar en relaciones tóxicas y destructivas.

– La pérdida de la propia identidad: Al centrarse en salvar a los demás, los codependientes pueden perder de vista su propia identidad y necesidades. Pueden sentir que su valía depende completamente de su capacidad para rescatar a otros.

– La necesidad de validación externa: El comportamiento salvador a menudo está impulsado por una búsqueda constante de validación y aprobación externa. Los codependientes buscan sentirse valorados a través de su papel de rescatador, lo que puede convertirse en una trampa emocional.

La autora Melody Beattie enfatiza la necesidad de romper con estos patrones dañinos para encontrar una recuperación genuina y construir relaciones más equilibradas y auténticas. El camino hacia la liberación de este papel de rescatador es un paso esencial en la búsqueda de la salud emocional y el bienestar personal. (Alpha).

Te invito a leer y, si lo deseas, respondete estas interrogantes: ¿Sientes que estás interviniendo actualmente la vida y decisiones de otra persona? Si es así, ¿qué pretendes con esta conducta patológica? ¿Estás consciente que necesitas ayuda profesional? Comparte tus vivencias aquí.

Reflexión del Dia: 29 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»plantea que el codependiente mantiene la creencia erronea de manipular e intervenir en la vida de los demás.

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Reflexiona sobre esto:

La manipulación en la codependencia puede manifestarse de diversas maneras, como la búsqueda de atención constante, el uso de la culpa para obtener lo que se quiere, la victimización excesiva o la evitación de conflictos a través de la manipulación emocional. Estos patrones pueden surgir debido a la necesidad de controlar a los demás para sentirse seguros o valorados.

Es importante destacar que la manipulación no es una estrategia de comunicación saludable ni una herramienta efectiva en las relaciones a largo plazo. Aunque puede proporcionar resultados momentáneos, a menudo daña la confianza y debilita la calidad de las relaciones. Cómo evitar usarla en nuestras relaciones, tratando que cada día, éstas sean mas saludables:

– Autoconciencia: El primer paso para superar la manipulación en la codependencia es la autoconciencia. Reflexiona sobre tus patrones de comportamiento y reconoce cuándo estás recurriendo a la manipulación. Identificar estos patrones es esencial para el cambio.

– Autoaceptación: Practica la autoaceptación y el amor propio. Reconoce que mereces amor y apoyo sin necesidad de manipular a los demás para obtenerlo. Trabaja en fortalecer tu autoestima.

– Comunicación Asertiva: Aprende y practica la comunicación asertiva. La comunicación asertiva te permite expresar tus necesidades, deseos y límites de manera directa y respetuosa, sin recurrir a la manipulación.

– Establecimiento de Límites Saludables: Trabaja en el establecimiento de límites claros y saludables en tus relaciones. Estos límites protegen tu bienestar emocional y fomentan relaciones más equilibradas.

– Terapia y Apoyo: Considera la posibilidad de buscar la ayuda de un terapeuta especializado en codependencia. La terapia puede proporcionar herramientas y apoyo para abordar la manipulación y desarrollar habilidades de comunicación saludables.

– Responsabilidad Personal: Reconoce tu responsabilidad personal en tus acciones y decisiones. Aprende a tomar responsabilidad por tus propias emociones y necesidades en lugar de intentar controlar a los demás.

La manipulación puede ser un patrón difícil de superar, pero es fundamental en el proceso de recuperación de la codependencia. A medida que desarrollas una mayor autoconciencia, estableces límites saludables y practicas la comunicación asertiva, puedes liberarte de la necesidad de manipular a los demás y construir relaciones más auténticas y satisfactorias. La clave está en trabajar en tu propio crecimiento personal y en abordar las raíces de la codependencia para lograr relaciones más saludables y equilibradas. (Alpha).

Te invito a leer y responderte estas interrogantes: ¿Has usado este patrón de forma recurrente en tus relaciones? Si es positiva tu respuesta, ¿cómo te has sentido al respecto? ¿Cuáles han sido las reacciones de las personas con quienes te relacionas? Comparte aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 23 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»reitera que los codependientes nos creamos una falsa creencia de dominio sobre la voluntad de los demás, y eso es ilusorio y debemos modificarla.

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Reflexiona sobre esto:

El empoderamiento del codependiente, según la perspectiva de Melody Beattie, es un proceso liberador que comienza con la toma de conciencia y la decisión de cambiar. En lugar de sentirse atrapado en patrones de cuidado excesivo y dependencia emocional, el codependiente se da cuenta de su valía como individuo y reconoce que tiene el poder de tomar decisiones saludables en su vida.

Este empoderamiento implica aprender a establecer límites saludables, decir «no» cuando sea necesario y tomar responsabilidad por sus propias acciones y emociones. El codependiente se da cuenta de que merece amor, respeto y felicidad, y que no necesita depender de las relaciones con los demás para encontrar su propio sentido de identidad y satisfacción.

El viaje hacia el empoderamiento puede ser desafiante, pero a medida que el codependiente adquiere un mayor sentido de autoestima y autonomía, se encuentra en una posición más fuerte para construir relaciones equitativas y saludables. El empoderamiento no significa renunciar al amor y la compasión hacia los demás, sino encontrar un equilibrio que permita el crecimiento personal y el respeto mutuo en todas las relaciones. Es un camino hacia la autenticidad y la realización personal que ofrece la libertad de ser uno mismo y vivir una vida más plena y satisfactoria. (Alpha).

¿Has logrado dejar ir tus patrones de control sobre los demás? ¿Cómo lo has logrado? Comparte tus vivencias aquí.

Reflexión del Dia: 17 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»reitera que la codependencia es un trastorno que puede llevar al codependiente al límite de insanidad. Estar obsesionado trastoca su psiquis y le incapacita para «deslastrarse» de este problema. Pierde el control sobre su vida danzando en un círculo vicioso de obsesión-compulsión imparable.

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Reflexiona sobre esto:

La obsesión no es un signo de amor o cuidado, sino un síntoma de una profunda inseguridad emocional y una necesidad de controlar variables externas para sentirse seguros interiormente.

La compulsión se traduce en pensamientos y comportamientos repetitivos que consumen la mente del codependiente, a menudo hasta el punto de descuidar sus propias necesidades y bienestar. Puede manifestarse en múltiples formas, como la necesidad de saber dónde está la otra persona en todo momento, qué está haciendo o sintiendo, o incluso intentar controlar sus acciones y decisiones para aliviar la ansiedad propia. Esta conducta es contraproducente; no solo desgasta emocionalmente al codependiente, sino que también puede resultar en una dinámica tóxica que aleja a la otra persona.

Melody Beattie argumenta que el primer paso para liberarse de la obsesión compulsiva es reconocerla y aceptarla como una señal de que algo no va bien. Luego, la tarea es redirigir ese enfoque hacia uno mismo. ¿Por qué existe esta obsesión? ¿Qué necesidades emocionales no están siendo satisfechas? ¿Cómo se puede obtener una sensación de seguridad y bienestar sin depender de otra persona?

Una vez que se hace este trabajo de autoconciencia, el siguiente paso es desarrollar herramientas y estrategias para manejar el comportamiento compulsivo, lo que a menudo implica el establecimiento de límites saludables y la práctica de técnicas de manejo del estrés como la meditación, el ejercicio o la terapia.

En resumen, la obsesión compulsiva en el contexto de la dependencia afectiva es una señal de alarma que no debe ignorarse. Según Beattie, la clave para superarla radica en cambiar el enfoque de controlar a otros a cuidar de uno mismo, estableciendo un sentido de autonomía y autoestima que no dependa de factores externos. (Alpha).

Trata de responder estas preguntas: ¿Estás obsesionado por alguien o alguna cosa en especial? ¿Cuál es tu conducta cuando estás obsesionado? Comparte tu vivencia con nosotros.

Meditación 15 de Septiembre… Negación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que del proceso de duelo, el codependiente se mantiene «pegado» en la negación. Esta etapa difícil de pasar, propicia las conductas autodestructivas de la codependencia, e impide que se elabore el duelo de manera sana.

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Medita sobre esto:

La negación es un caldo de cultivo fértil para los comportamientos que llamamos codependientes: controlar, centrarse en los demás y descuidarnos. La enfermedad y las conductas compulsivas o adictivas también pueden surgir durante la negación.
La negación puede ser confusa porque se asemeja a dormir. No somos conscientes de que lo estamos haciendo hasta que hayamos terminado de hacerlo. Forzarnos a nosotros mismos, o a cualquier otra persona, a enfrentar la verdad generalmente no ayuda. No enfrentaremos los hechos hasta que estemos listos. Tampoco, al parecer, nadie más. Podemos admitir la verdad por un momento, pero no nos permitiremos saber lo que sabemos hasta que nos sintamos seguros, y preparados para lidiar con ello.
Ayuda hablar con amigos que nos conocen, nos aman, nos apoyan, nos alientan y nos afirman.
Ser amable, cariñoso y afirmarse con nosotros mismos ayuda. Nos ayuda a nosotros mismos, y a nuestro Poder Superior, a guiarnos hacia y a través del cambio.
El primer paso hacia la aceptación es la negación. El primer paso para avanzar a través de la negación es aceptar que podemos negarnos y luego permitirnos avanzar suavemente.

«Dios, ayúdame a sentirme lo suficientemente seguro como para aceptar lo que tengo que aceptar».

Mi Reflexión: Al atravesar el Duelo, los codependientes tienden a mantenerse en negación. Siendo que esta fase es la que «dispara» nuestras conductas autodestructivas: los hace victimarse, desconfiar de su poder y controlar obsesivamente a los demás. Quienes deseen sanar, les toca utilizar todas las herramientas para salir «suavemente» de la negación. Solo es difícil lograrlo. Buscar ayuda profesional y adscribirse a un Programa de Doce Pasos es una excelente alternativa para lograrlo. Deben caminar hacia la «Aceptación», moviéndose a su propio ritmo, aunque para ello deban «fajarse» en el trayecto hasta responsabilizarse de si mismo, y ¡asumir con firmeza esa tarea! (Alpha).

¿Durante el Duelo te has estancado en la negación? ¿Has buscado ayuda para transitar el proceso de Duelo? ¿Cuáles herramientas usaste? Comparte tus resultados aquí.

Reflexión del Dia: 14 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que los codependientes viven a merced de lo que los otros necesitan. Se convierten en «veletas» que apuntan hacia la satisfacción de las necesidades de los demás, dejando de lado las propias. Viven reaccionando, enojándose cuando no se hace lo que dice y exige. Por ese control desmedido termina siendo dominado por las circunstancias que promueve.

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Reflexiona sobre esto:

La actitud reaccionaria del codependiente es un mecanismo de defensa, una forma de intentar controlar un entorno emocional que percibe como impredecible o inestable. Sin embargo, esta actitud suele resultar contraproducente. Al estar siempre en modo de ‘reacción’, el codependiente se deja llevar por las emociones y comportamientos de los demás, perdiendo el control sobre su propia vida y bienestar emocional.

Esta reactividad perpetúa un ciclo de desequilibrio emocional y relacionamientos tóxicos. No solo genera tensión y conflictos, sino que también eclipsa la habilidad del codependiente para ser proactivo en su propio proceso de sanación. La reactividad es, en esencia, una distracción de la verdadera tarea en cuestión: centrarse en el propio bienestar y establecer límites saludables.

Para romper con esta actitud reaccionaria, Beattie sugiere un cambio hacia el autoconocimiento y el autocuidado. Esto implica aprender a tomar un paso atrás, a respirar y a evaluar la situación antes de reaccionar. Al convertirse en observadores conscientes de sus propios patrones de pensamiento y comportamiento, los codependientes pueden aprender a responder en lugar de reaccionar, una habilidad clave en el camino hacia la recuperación y la construcción de relaciones más saludables.

Así que, según Beattie, enfrentar la reactividad no es solo un aspecto periférico del tratamiento de la codependencia; es fundamental para recuperar el control y la autonomía en la propia vida. (Alpha).

Trata de responder estas interrogantes ¿Vives reaccionando ante cualquier situación cotidiana? ¿Puedes detener esa necesidad de controlar? ¿Cómo lo haces? Comparte tus vivencias.

Reflexión del Dia: 10 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»refiere como la codependencia se instala en nuestras vidas, esas conductas autodestructivas inician con una preocupación y avanzan hasta llegar a obsesión y compulsión. De allí en adelante la vida del codependiente se torna ingobernable y el se vuelve impotente para salir de ese círculo vicioso.

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Reflexiona sobre esto:

Tal vez tú hayas estado obsesionada con alguien o con algo. Alguien dice o hace algo. Se te ocurre un pensamiento. Algo te recuerda un evento pasado. Entra un problema en tu conciencia. Algo sucede o no sucede. O percibes que algo está sucediendo, pero no estás segura de qué es.
Podrás no saber qué es, podrás no saber por qué es, y no estás segura de cuándo, pero sabes que algo malo –algo terrible– ha sucedido, sucede o va a suceder.
Te da algo en el estómago. El sentimiento te abruma, esa ansiedad tan común en los codependientes que te hace retorcerte y estrujarte las manos. Es la que nos lleva a hacer muchos de los actos que nos lastiman; es la sustancia de la que se alimentan la preocupación y la obsesión. Es el peor de los miedos. Por lo general el miedo viene y se va, nos deja volando, listos para pelear, o sólo temporalmente asustados. Pero la ansiedad perdura. Se adhiere a la mente, paralizándola para todo excepto para sus propios propósitos, un interminable fárrago de los mismos pensamientos inútiles. Es el combustible que nos impele a incurrir en conductas controladoras de todo tipo. No podemos pensar más que en seguirle echando ojo a las cosas, en controlar el problema y hacer que se vaya; es el material del que está hecha la codependencia.

Reflexión: Aprender a soltar la necesidad de control es un paso esencial para curar la codependencia. Implica enfrentar y aceptar la incertidumbre de la vida y comprender que cada persona es dueña de su propio destino, incluido uno mismo. Al renunciar al control, abrimos la puerta a relaciones más auténticas y a una mayor paz interior. (Alpha).

¿Te has responsabilizado de ti mismo? ¿Cuáles herramientas estás usando para lograr esto? Comenta acá tus experiencias y resultados.

Reflexión del Dia: 8 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente esta tan obsesionado por resolver problemas de los demás que olvida vivir. Se siente que solo a través de «estar apegado» puede «sentirse vivo». Por costumbre se adapta a «reaccionar» ante situaciones que le son ajenas, pero que el las asume como propias; en eso pierde el foco y su interés se desmarca del cuidado responsable de si mismo.

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Reflexiona sobre esto:

Quizás hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la cuerda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca. Algunos de nosotros ni siquiera nos daremos cuenta de que nos hemos estado agarrando tan fuerte. Otros nos habremos convencido de que debemos asirnos así de fuerte. Creemos que no existe otra alternativa que la de reaccionar a esta persona o problema de esta manera obsesiva.
A menudo, cuando le sugiero a la gente que se aparte de esta persona o de este problema, me responden con horro. “¡Oh, no!”, dicen, “nunca podría hacer eso. Yo lo amo, o la amo, demasiado. Me importa demasiado para hacerle eso».Este problema o esta persona es demasiado importante para mí. Tengo que permanecer apegado a ella (o a esto)”.
Mi respuesta es: “¿Quien dice que tienes que hacerlo?” Les tengo noticias, buenas noticias. No “tenemos” que hacerlo así. Existe una forma mejor. Se llama “separación”. Al principio puede darnos miedo, pero a fin de cuentas funcionará mejor para todas las personas involucradas.

Reflexión: Los codependientes viven apegados a situaciones ajenas, tratando desesperadamente de resolver problemas de otros, dejan de cuidarse a si mismo por solucionar lo que en muchas ocasiones resulta imposible hacer. No comprende que esta perdiendo el sentido de «responsabilizarse de sí mismo», de resolver sus propias situaciones, de aceptar la realidad en un contexto sano, donde cada persona tiene las capacidades para actuar como y cuando lo desee. Resulta lamentable que así vivamos, lejos de todo deseo de aprender a amarnos y atender nuestras reales necesidades. (Alpha).

¿Vives apegado a personas? ¿Gastas tu tiempo en controlar y reaccionar ante los problemas de los demás? ¿Has asumido un rol más activo en tu recuperación del apego afectivo? ¿Cómo lo has logrado? Comenta tus experiencias en los comentarios./strong>

Reflexión del Dia: 7 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» detalla el triangulo del Drama de Karpman, en el cual se mueve continuamente el codependiente practicando su rol como rescatador. Permite visualizar como pasamos de controladores a controlados, haciendo de la existencia algo incierto, sin disfrute alguno. Vivimos solo a través de rescatar a quienes creemos lo necesitan, sin detenernos a pensar que nos corresponde «cuidarnos y amarnos» como tarea primaria.

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Reflexiona sobre esto:

Déjenme ilustrar refiriéndoles un rescate. Una amiga mía estaba casada con un alcohólico. Cada vez que él se emborrachaba, ella manejaba por toda la ciudad, pedía la ayuda de sus amigos y perseguía despiadadamente a su marido hasta que lo encontraba. Por lo general ella se sentía benévola, preocupada y apenada por él —lo cual era una advertencia de que se aproximaba un rescate— hasta que lo llevaba de regreso a casa y lo metía en cama asumiendo la responsabilidad por él y por su sobriedad. Cuando él ponía la cabeza sobre la almohada, las cosas cambiaban. Asumió ella entonces el papel de perseguidor. No quería a este hombre en su casa. Esperaba que él se lamentara días enteros de lo enfermo que estaba. Él era incapaz de asumir sus responsabilidades dentro de la familia, y en general actuaba de manera lastimosa. ¡Había hecho esto tantas veces! De modo que ella lo atacaba, comenzando con uno que otro tijeretazo y al final con una explosión total. Él toleraba su persecución por breve tiempo y luego de ser una desamparada víctima se volvía un perseguidor vengativo. Entonces ella asumía el papel de la víctima. Lástima de sí misma, sentimientos de desamparo, de vergüenza y de desesperación se apoderaban de ella. Esta era la historia de su vida, se lamentaba. Después de todo lo que había hecho por él, ¿cómo podía tratarla de esta manera? ¿Por qué a ella siempre le pasaba esto? Se sentía víctima de las circunstancias, víctima de la indignante conducta de su marido, víctima de la vida. Nunca se le ocurrió que era también víctima de sí misma y de su propia conducta.

Reflexión: Los codependientes somos aquellas personas que nos caracterizamos por «rescatar» a quienes consideramos «víctimas», pero llego el momento que en lugar de asumir la responsabilidad por los problemas de alguien más, debemos guiarlo para que encuentre sus propias soluciones. Esto no solo es más saludable para ti, sino que también es más empoderador para la otra persona.(Alpha).

¿Cuántas veces has actuado como «rescatador»? ¿Cuáles emociones sientes durante esta experiencia? ¿Lograste salir de esa situación? ¿Cómo lo hiciste? Coméntanos tus vivencias y aquellas estrategias que usaste.

Reflexión del Dia: 6 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente debe asumir «desapegarse» cuando su vida se ha hecho ingobernable. Es saludable hacerlo a tiempo, no tiene otras opciones para sanar, solo «desapegarse».

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Reflexiona sobre esto:

¿Cuándo debemos desapegarnos? Cuando no podamos dejar de pensar, de hablar acerca de o de preocuparnos por alguien o por algo; cuando nuestras emociones estén en constante ebullición; cuando sintamos que tenemos que hacer algo acerca de alguien porque ya no podemos soportar la situación ni un minuto más; cuando estamos colgando de un hilo y sentimos que tal hebra está a punto de romperse; y cuando creemos que ya no podemos seguir viviendo con el problema con el que hemos estado tratando de vivir. ¡Es tiempo de desapegarnos! Aprenderán a reconocer cuándo es aconsejable desapegarse. Una buena regla a seguir es esta: cuando más necesitas desapegarte es cuando esto parece ser lo más lejano o lo menos posible de hacer.

Reflexión: En lugar de consumirte en las necesidades y deseos de otra persona, el desapego te invita a reinvertir esa energía en tu propio crecimiento y felicidad. En el proceso, creas el espacio para que la otra persona también lo haga. Por tanto, desapegarse con amor es liberar y ser liberado, permitiendo que cada uno busque su propia felicidad y plenitud, mientras sigue estando disponible en una capacidad más sana y equilibrada.(Alpha).

¿Has vivido situaciones de apego afectivo? ¿Has asumido el compromiso de desapegarte? ¿Cómo lo has hecho? ¿Te ha sido útil? Comenta aquí y comparte tus vivencias./em>