Meditacion 25 de Diciembre… Diviértete un poco

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica que el codependiente está llamado a dejar atrás su pasado doloroso y empezar a disfrutar la vida.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Diviértete un poco. Aflojar un poco. ¡Disfruta la vida!
No tenemos que ser tan sombríos y serios. No tenemos que ser tan reflexivos, tan críticos, tan ligados dentro de nosotros mismos y los rígidos parámetros que otros, y con frecuencia nosotros mismos, hemos colocado a nuestro alrededor.
Esto es vida, no un servicio funerario. Diviértete con el. Entra en ello. Participar. Experimentar. Tomar un riesgo. Sé espontáneo. No siempre estés tan preocupado por hacer las cosas bien, haciendo lo correcto.
No siempre te preocupes por lo que otros piensen o digan. Lo que piensan y dicen son sus problemas, no los nuestros. No tengas miedo de cometer un error. No seas tan temeroso y apropiado. No te inhibas tanto.
Dios no tenía la intención de que fuéramos tan inhibidos, tan restringidos, tan controlados. Estos parámetros represivos son lo que otras personas nos han impuesto, lo que hemos permitido que se nos haga. Fuimos creados completamente humanos. Nos dieron emociones, deseos, esperanzas, sueños, sentimientos. ¡Hay un niño vivo, emocionado y amante de la diversión en algún lado !Déjalo salir! ¡Déjalo revivir! Que se divierta, no solo durante dos horas el sábado por la noche. ¡Tráelo con nosotros, deja que nos ayude a disfrutar este regalo de estar vivo, ser completamente humano y ser lo que somos!
Tantas reglas. Tanta vergüenza con la que hemos vivido Simplemente no es necesario. Nos han lavado el cerebro. Ahora es el momento de liberarnos, dejarnos ir y entrar en una vida plenamente humana.
No te preocupes. Aprenderemos nuestras lecciones cuando sea necesario. Hemos aprendido disciplina. No iremos mal. Lo que sucederá es que comenzaremos a disfrutar la vida. Comenzaremos a disfrutar y experimentar todo nuestro ser. Podemos confiar en nosotros mismos. Tenemos fronteras ahora Tenemos nuestro programa para una fundación. Podemos permitirnos experimentar y experimentar. Estamos en contacto con nosotros mismos y nuestro Poder Superior. Estamos siendo guiados, pero un objeto congelado e inanimado no puede ser guiado. Ni siquiera se puede mover.
Diviértete un poco. Aflojar un poco. Rompe algunas reglas. No seremos castigados por Dios. No tenemos que permitir que la gente nos castigue. Y podemos dejar de castigarnos a nosotros mismos. Mientras estemos aquí y viva, comencemos a vivir.

«Hoy, me permitiré divertirme con la vida. Me relajaré un poco, sabiendo que no me romperé. Dios, ayúdame a dejar de lado mi necesidad de ser tan inhibido, apropiado y reprimido. Ayúdame a inyectarme una gran dosis de vida dejándome estar completamente vivo y ser humano.»

Mi Reflexión: El codependiente está rodeado de «normas», «disciplina férrea» y cero «diversión», así fue criado y a eso se adaptó. Es momento de dejar atrás la rigidez y comenzar a divertirnos, a vivir la vida, a disfrutar de lo que la divinidad nos depare. Soltar las creencias viejas y empezar a sustituirlas por nuevas formas de disfrutar. No tienes que sentirte mal por ello, por el contrario, dejarte ir. Celebra estar vivo y agradece a Dios lo que te da diariamente. ¡Es tu momento de libertad. No lo desperdicies! (Alpha).

¿Estás planeando dejarte ir y disfrutar de la vida? ¿Has programada tus planes de cambios favorables para desapegarte? Comparte aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 23 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que el codependiente maneja pensamientos, sentimientos y emociones complejas que lo conducen a tener hábitos insanos comprometiendo su salud física y emocional.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de nosotros empezamos a hacer estas cosas por la necesidad de protegernos a nosotros mismos y de satisfacer nuestras necesidades. Hicimos, sentimos y pensamos estas cosas para sobrevivir – emocional, mental y a veces físicamente-. Tratamos de entender y de contender con nuestros complejos mundos de la mejor manera. No siempre es fácil vivir con personas sanas y normales. Pero es particularmente difícil vivir con personas enfermas, atribuladas o perturbadas. Es horrible tener que vivir con un alcohólico delirante. Muchos de nosotros nos las hemos tenido que ver con circunstancias indignantes, y estos esfuerzos han sido tan admirables como heroicos. Hemos hecho lo mejor que hemos podido.
Sin embargo, estos recursos de autoprotección ya no nos resultan útiles. En ocasiones, las cosas que hacemos para protegernos se vuelven contra nosotros y nos lastiman. Se vuelven autodestructivas. Muchos codependientes apenas logran sobrevivir, y la mayoría no satisface sus necesidades.

Mi Reflexión: La codependencia nos sumerge en un torbellino de emociones difíciles de manejar. Posiblemente creamos hacer lo correcto rescatando y cuidando personas disfuncionales, pero nuestra vida se convierte en un caos, perdemos todo sentido de racionalidad, y terminamos siendo manejados, abusados y victimados por los demás. (Alpha).

¿Eres un codependiente en recuperación? ¿Estás en terapia con grupos de ayuda de CoDA? Comparte acá tus vivencias al respecto.

Meditacion 22 de Diciembre… Di cómo se siente intuitivamente

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que muchas de nuestras acciones pueden basarse en la intuición, considerando esta como la capacidad de comprender las cosas sin utilizar complejos razonamientos.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

La primera vez que la intuición me clonó en la cabeza es una historia que he contado muchas veces en mis escritos. Estaba en tratamiento por dependencia química en ese momento. Necesitaba un trabajo para salir. Busque los anuncios y solicité cada oportunidad que pensé que me merecía. Ningún trabajo era demasiado pequeño, escaso o humilde para pasar por alto en el proceso de solicitud. Nadie quería contratarme. Lo busqué durante semanas, meses, sin éxito.
Un día, estaba al final de mis recursos. Estaba esperando que un autobús me llevara de vuelta al hospital, donde se encontraba el centro de tratamiento, cuando una pequeña voz en mi corazón me instó: Mira detrás de ti. Yo si. Estaba parado frente a un banco. Al lado había una escalera que conducía a la oficina de un abogado, en el segundo piso.
Sube las escaleras y pide hablar con el director de la firma de abogados. Dile que quieres un trabajo, fueron las palabras que escuché a continuación.
Eso es una locura, pensé. No tiene ningún sentido. Pero lo hice de todos modos. Aún así, una voz pequeña no dejaba de animarme. Cuando hablé con el abogado, le dije dónde vivía y qué estaba pasando en mi vida. Él dijo que entendió; alguien en su familia también había tenido problemas con la dependencia química. Luego me miró y me dijo: «Es gracioso que hayas venido. Estaba pensando en crear un nuevo puesto para una secretaria legal en mi oficina, pero aún no me he comunicado con la publicidad».
Dos semanas después, él me llamó. Conseguí el trabajo. Era mejor que cualquiera de los que había solicitado, pagaba más, e hizo el mejor uso posible de las habilidades que poseía en ese momento.
Todos tenemos una fuente especial de sabiduría y orientación disponible para nosotros, en tiempos de problemas y en el funcionamiento cotidiano de nuestras vidas.
Cuando se enfrente a un dilema, tómese un momento. Siente la situación. Sal de tu cabeza. Tome al menos una decisión de manera intuitiva hoy.

«Dios, ayúdame a confiar en mis poderes intuitivos.»

Mi Reflexión: La intuición como «la facultad de comprender las cosas al instante, sin necesidad de realizar complejos razonamientos». Cuando presentimos que debemos realizar alguna acción que queremos, hagámosla. Cuando estamos en recuperación pedimos a nuestro poder superior nos de la capacidad de accionar para lograr algo, es allí cuando opera la intuición. Solo no vamos a hacer mucho para recuperar nuestra vida, siempre debemos pedir a Dios que nos ayude a salir de esa dependencia autodestructiva. (Alpha).

¿Usas la intuición con frecuencia? ¿Te es de utilidad? Comparte tus vivencias acá.

Reflexión del Dia: 20 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en la actitud reaccionaria del codependiente. Reafirma que cualquier evento dispara conductas autodestructivas que alteran la serenidad de esta persona.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás.

Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. Generalmente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triangulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.

Mi Reflexión: El codependiente es un reaccionario ante cualquier evento. Se mueve en el triángulo del drama o de Karpman. Cuando rescata personas y trata de solucionar todos sus problemas, esta siendo irresponsable doblemente. Por un lado impide que ese ser humano resuelva sus conflictos, y al propio tiempo se desprende de la responsabilidad que tiene el de cuidarse a si mismo. (Alpha).

¿Eres una persona apegada? ¿Eres reaccionario a eventos? Comenta acá.

Meditación 20 de Diciembre… Celebrar

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que cuando el codependiente está en recuperación debe valorar los cambios que va alcanzando en ese camino a la sanidad. Reafirma lo importante de continuar atravesando ese sendero espiritual con alegría.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Mira tu vida ¡Mira el camino que has caminado hasta aquí y celebra!
Una de las alegrías de caminar hasta la cima de una montaña es mirar hacia atrás, hasta qué punto has llegado. Es maravilloso pararse en una cresta alta y ver el pequeño sendero que se extiende en la distancia.
Celebra con asombro lo lejos que has llegado en esos primeros pasos de sobriedad y en tu fe y disposición para dejar de lado tus miedos.
Celebra esos primeros momentos vacilantes de aprender lo que significaba cuidarse a sí mismo. Incluso ahora, con cada paso que das, estás siendo transformado.
¡Celebra!
Da la vuelta. Mira. Mira lo lejos que has llegado. Celebra el viaje que has tomado hasta ahora.
Y espera la aventura que se avecina.

«Dios, ayúdame a celebrar todos nuestros triunfos. Gracias por caminar conmigo, incluso cuando sentí que estaba caminando sola».

Mi Reflexión: Cuando el codependiente decide asumir el compromiso de su recuperación transita un camino de altibajos increíble. Ese tránsito genera temor y miedo, pero al propio tiempo esperanzas en su curación. Hay que alegrarse de cada cambio por mínimo que este sea. Estar dispuesto a transformar su vida es una meta difícil, pero liberadora. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Has visto cambios significativos en tu vida producto de la terapia CoDA? Comparte aquí tus vivencias.

Meditación 19 de Diciembre… Poseer nuestro poder

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós recalca que el codependiente no tiene que sentirse víctima. La recuperación prepara al codependiente para recuperar su poder interior y reafirmarse como individuo.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

¿No lo ves? No tenemos que ser tan victimizados por la vida, las personas, las situaciones, el trabajo, los amigos, las relaciones de amor, la familia, los sentimientos, los pensamientos, las circunstancias.
No somos víctimas No tenemos que ser víctimas. ¡Ese es el punto!
Sí, admitir y aceptar la impotencia es importante. Pero ese es un primer paso, una introducción a este negocio de recuperación. Más tarde, viene a ser dueño de nuestro poder. Cambiando lo que podemos. Esto es tan importante como admitir y aceptar la impotencia.
Y hay tanto que podemos cambiar.
Podemos ser dueños de nuestro poder, donde sea que estemos, donde sea que vayamos, con quienquiera que estemos. No tenemos que estar allí de pie con las manos atadas, arrastrándonos impotentes, sometiéndonos a lo que venga. Hay cosas que podemos hacer. Podemos hablar. Resolver el problema. Use el problema para motivarnos a nosotros mismos a hacer algo bueno por nosotros mismos.
Podemos hacernos sentir bien. Podemos irnos. Podemos volver a nuestros términos. Podemos defendernos por nosotros mismos. Podemos negarnos a permitir que otros nos controlen y manipulen.
Podemos hacer lo que tenemos que hacer para cuidarnos a nosotros mismos. Esa es la belleza, la recompensa, la corona de la victoria que recibimos en este proceso llamado recuperación. ¡De eso se trata!
Si no podemos hacer nada acerca de la circunstancia, podemos cambiar nuestra actitud. Podemos hacer el trabajo dentro: enfrentamos valientemente nuestros problemas para que no seamos victimizados. Nos han dado una clave milagrosa para la vida.
No somos más víctimas a menos que queramos serlo.
La libertad y la alegría son nuestras para tomar, para sentir, para el trabajo duro que hemos hecho.

«Hoy, me recordaré tantas veces como sea necesario que no soy una víctima, y ​​no necesito ser víctima de lo que venga en mi camino. Trabajaré duro para eliminarme como víctima, ya sea que signifique establecer y hacer cumplir un límite, alejarme, enfrentar mis sentimientos o darme lo que necesito. Dios, ayúdame a dejar de lado mi necesidad de sentirme víctima.»

Mi Reflexión: El codependiente por su historia de abusos y maltratos durante su infancia se cree una víctima permanentemente. Eso lo lleva a dejar de asumir un papel activo en su vida, dejando a otros que la controlen. Cuando estamos en el proceso de la recuperación debemos cambiar muchas de las conductas aprendidas y asumir un mayor control de nosotros mismos. Empoderarnos es una tarea que prevalece en el tiempo y nos «deslastre» del papel de víctima dándonos libertad e independencia. (Alpha).

¿Estás haciendo tu mejor esfuerzo para rescatar tu poder interior? Cuáles herramientas estás usando? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 18 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ratifica que el codependiente es reaccionario. Mantiene una actitud negativa, con sentimientos de enojo e ira permanentes. Recalca que hay otro modo de vivir cuando aceptamos cambiar y recuperarnos.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Reaccionamos porque estamos ansiosos y temerosos de lo que está sucediendo, de lo que podría suceder y de lo que ha sucedido.
Muchos reaccionamos como si todo fuera una crisis porque hemos vivido tantas crisis durante tanto tiempo que la reacción a la crisis se ha convertido en un hábito.
Reaccionamos porque pensamos que no deberían estar sucediendo las cosas como suceden.
Reaccionamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos.
Reaccionamos porque la mayoría de la gente reacciona.
Reaccionamos porque pensamos que tenemos que reaccionar.
No tenemos que hacerlo.
No debemos tener tanto miedo de la gente. Son gente como nosotros.
No tenemos que abdicar a nuestra paz. No sirve de nada. Disponemos de los mismos recursos y
hechos cuando estamos en paz que de los que disponemos cuando estamos en un estado frenético y caótico.
De hecho disponemos de más recursos porque nuestras mentes y emociones están libres de actuar a su mayor potencial.
No debemos abdicar a nuestro poder para pensar y sentir por cuenta de los demás. Tampoco eso se requiere de nosotros.

Mi Reflexión: El codependiente es un reaccionario y son muchas las razones para asumir esta conducta insana. La recuperación tiene como propósito revertir el comportamiento que mantiene nuestra vida en crispación y ansiedad permanentes. Hay otra manera de vivir; en paz, serenos, con control de nuestro poder interior. La tendremos cuando nos propongamos cambiar con ayuda de nuestro poder superior. (Alpha).

¿Vives reaccionado a cualquier situación? ¿Como lo estás enfrentando? Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 17 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ratifica la actitud reaccionaria del codependiente y como esto altera su capacidad de tomar decisiones, por ceder su control a otros.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.
Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emociones y conductas controladas —disparadas— por cualquier persona o cosa en nuestro entorno.
Indirectamente estamos permitiendo que los demás nos digan qué hacer. Eso significa que hemos perdido el control. Estamos siendo controlados.
Cuando reaccionamos abdicamos a nuestro poder personal, dado por Dios, para pensar, sentir y actuar de acuerdo con nuestro mejor interés. Permitimos que otros determinen cuándo nos sentiremos felices; cuándo nos sentiremos en paz; cuándo nos sentiremos irritados; y qué es lo que diremos, haremos, pensaremos y sentiremos. Abdicamos a nuestro derecho de sentirnos en paz al capricho de nuestro medio ambiente. Somos como una pizca de papel a merced de la tormenta, dejándonos arrastrar por cualquier viento.

Mi Reflexión: El codependiente como reaccionario a cualquier evento que pase a su alrededor pierde el control de sus actos y con ello está en minusvalía para mantenerse ecuánime. Esa conducta autodestructiva lo lleva a asumir cualquier comportamiento que transgreda sus derechos. Es negativo mantenerse en esa crispación constante. Debe detenerse iniciando su recuperación para lograr sanar y salir de ese círculo vicioso. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Te ha sido de utilidad? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 16 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la particularidad que tiene el codependiente para reaccionar ante cualquier evento de su vida. Exagera esa respuesta viviendo de manera compulsiva.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes son reaccionarios. Reaccionamos con ira, culpa, vergüenza, odio a nosotros mismos, preocupación, sentimientos heridos, gestos controladores, acciones solícitas, depresión, desesperación y furia. Reaccionamos con miedo y ansiedad. Algunos de nosotros reaccionamos tanto que nos resulta doloroso estar cerca de la gente, y torturante encontrarnos dentro de un grupo grande de personas. Es normal reaccionar y responder a nuestro medio ambiente. Reaccionar es parte de la vida. Es parte de interactuar, es parte de ser humano y de estar vivo. Pero nos permitimos irritamos tanto y distraernos tanto. Pequeñeces, cosas mayores —lo que sea— tienen el poder de descarrilarnos. Y nuestra respuesta después de que reaccionamos a menudo no es la que más nos conviene.
Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.

Mi Reflexión: Una conducta habitual en el codependiente es la «reacción permanente e inusual a todo evento o situación a su alrededor». Esta conducta aprendida acompaña nuestros actos parte de nuestra vida. Nos mantenemos en crispación, actuamos de manera compulsiva y desgastamos las energías en cualquier tontería. Eso impide que vivamos serenos y tranquilos. (Alpha).

¿Vives reaccionando a cualquier evento? ¿Esa conducta te hace sentir bien? ¿Cómo tratas ese problema? Comparte tu experiencia al respecto.

Meditación 16 de Diciembre… Suelta el miedo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refiere que el codependiente se enfrenta a sentimientos de miedo a fracasar, todo esto por la baja estima personal.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

A veces, decimos que queremos pasar al siguiente nivel en nuestras vidas: en el trabajo, en el juego o en el amor. Pero parece que la puerta está cerrada. El miedo puede disfrazarse detrás de muchas caras diferentes: queremos hacerlo a nuestra manera; no estamos interesados; o simplemente no es tiempo. Lo que nos enfrentamos no es una puerta cerrada, es el miedo que estamos reprimiendo y manteniendo dentro.
Si está confundido acerca de por qué no avanza naturalmente en algún área de su vida, eche un vistazo más de cerca. Vea si tiene algunos miedos ocultos que podrían estar frenando. Si estás bloqueado y tratando de avanzar, recuerda sentir y liberar primero tu miedo. Luego vea si esa no era solo la llave que necesitaba para desbloquear y abrir esa puerta.

«Dios, ayúdame a ver, sentir y liberar mis temores sobre seguir adelante en mi vida.»

Mi Reflexión: Generalmente el codependiente maneja sentimientos negativos, entre los que resalta «el miedo» que lo acompaña y frena su recuperación. Por miedo se aleja de la serenidad y paz interior. No sabe cómo enfrentarse a la vida, sino a través de entregar su tiempo a cuidar a otros, desdibujándose de si mismo. Cuando se está en recuperación empezamos a manejar esos sentimientos y logramos vencerlos día a día con la ayuda de nuestro poder superior. (Alpha).

¿Estás lidiando con el miedo? ¿Cómo lo enfrentas? Comparte tus vivencias.