Reflexión del Día: Lo difícil es aceptarlo

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La Codependencia es una enfermedad que deteriora nuestro espíritu. Afecta nuestras vidas personales: nuestras familias, nuestros hijos, amigos y parientes; nuestros negocios y carreras; nuestra salud, y nuestro crecimiento espiritual. Es debilitante, y si se deja sin tratamiento, ocasiona que nos volvamos aún más destructivos con nosotros mismos y con los demás. Muchos llegamos al punto en el que tenemos que buscar el apoyo de otras personas.
Vivimos en los extremos en vez de vivir en equilibrio. Sufrimos nosotros y nuestras parejas, nuestros hijos y nuestros amigos a causa de nuestras conductas. Nuestras relaciones se estancan, se deterioran o se destruyen.
Llegamos a aceptar nuestra incapacidad de mantener relaciones sanas y nutritivas con nosotros mismos y con los demás. Comenzamos por reconocer que la causa radica en patrones destructivos que hemos tenido durante mucho tiempo en nuestra vida. Hemos encontrado que estos patrones entran en cinco categorías generales: patrones de negación, patrones de baja autoestima, patrones de conformidad, patrones de control y patrones de evasión.
¡Creemos que la recuperación comienza con un honesto autodiagnóstico! La prueba de fuego esta en concluir que se es Codependiente, luego, iniciamos el Camino de la recuperación, con altos y bajos, pero al estar claros, que así no se puede continuar «sobreviviendo», asumimos la responsabilidad de amarnos y desapegarnos de las falsas creencias de que somos «indispensables» en la vida de los demás, que todo gira a nuestro alrededor, y que nada puede hacerse bien si no participamos en ello. Dejamos de «batallar» con la necesidad de control que nos acompaña desde siempre, soltamos a las personas, nos desentendemos de la figura «heroica» que nos ha acompañado muchísimo tiempo. Nos damos cuenta que la vida es para disfrutarla sanamente, y que «podemos y merecemos» ser felices.

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No hay respuestas

  1. Isa dice:

    ¿Y qué ocurre cuando esa persona es tu hija? ¿Cómo podemos eliminar el sufrimiento que nos produce verla equivocarse, y no querer quitarse la venda de los ojos?
    No tengo remedio para esto, Emma.

    • Alpha1950 dice:

      Isa. Los hijos son «regalos de Dios», solo que ellos deben vivir sus experiencias, equivocarse, acertar, perder, ganar. Así hicimos nosotros con nuestros padres. El momento en que decidamos «soltarlos» de verdad, no dejar de amarlos; sino «aceptarlos como son», va a ser liberador para ambos. Estar allí para cuando nos necesiten, pero mas de espectadores que de actores. Esa es la gran y difícil tarea. Intentarlo bien merece la pena! Valemos como personas individuales, ellos que hagan y deshagan con su vida, pagaran por sus actos. Solo hay que aprender a «dejarle las cosas a Dios», sea cual sea la concepción que tengamos de esa Divinidad. Resulta duro, pero esa es la Verdad, ¡Desapegarse con amor!. Date el chance! Si hay remedio, búscalo dentro de Ti, saca fuerzas, pide al Señor que te las de, y aquieta tus miedos, poco a poco, parecerá lento el camino, al «dar la vuelta» veras resultados. Liberándola a ella, realmente te estas desatando TU.
      Siento que tienes bellas amigas que te quieren, percibo eso así a la distancia, aprovecha esto al máximo, usa ese afecto como un «refugio» a tu dolor, ese es un excelente bálsamo para el alma.
      DTB siempre y te llene de energía positiva para lograr el CAMBIO que necesitas en tu existencia.

  2. EMMA SILLER dice:

    ES LA PRIMERA VES QUE ESTOY EN CONTACTO CON UNO O CON MUCHOS NO SE, LO QUE SI SE QUE NUNCA ES TARDE PARA RECTIFICAR EMMA

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