Previniendo el Apego Afectivo (I)

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¿El Apego puede prevenirse?
Bajo determinadas circunstancias, podemos crear inmunidad a las adicciones afectivas y relacionarnos de una manera más tranquila y descomplicada. Siempre podemos estar afectivamente mejor. Si tu pareja está bien constituida, aún puedes fortalecerla más; y si tiene deficiencias no muy graves, puedes mejorarla. El mejoramiento afectivo es un proceso continuo que no puede descuidarse.
Los tres (3) principios que se presentan a continuación permiten desarrollar una actitud anti-apego, es decir un estilo de vida orientado a fomentar la independencia psicológica sin dejar de amar. Por desgracia, nuestra cultura no los enseña de una manera programada y coherente porque, paradójicamente, la libertad es uno de los valores más restringidos.
El primer principio es el de la Exploración, o el arte de no poner todos los huevos en la misma canasta; el segundo es el de la autonomía, o el arte de ser autosuficiente sin ser narcisista, y el tercero, es el principio del sentido de vida, o el arte de alejarse de lo mundano. La aplicación de cada uno de ellos hará tambalear los esquemas responsables de la adicción afectiva, pero si la aplicación es conjunta, el impacto psicológico será óptimo. Una persona audaz, libre y realizada es un ser que le ha ganado la batalla a los apegos.

La inmunidad a la adicción afectiva sólo puede alcanzarse cuando todos nuestros papeles estén debidamente equilibrados. Somos mucho más que esposo/ esposa o novio/ novia. Si vivo exclusivamente para mi pareja, si reduzco todas mis opciones de alegría y felicidad a la relación, destruyo mis posibilidades en otras áreas, las cuales también son importantes para mi crecimiento interior. Cuando se logra la madurez afectiva, el acto de amar no. es tan cautivante como para anularnos, ni tan distante como para enfriarnos. Se obtiene un punto medio, el lugar equidistante, donde el amor existe y deja vivir.

EL PRINCIPIO DE LA EXPLORACIÓN Y EL RIESGO RESPONSABLE
La persona apegada, debido a su inmadurez emocional, no suele arriesgarse porque el riesgo incomoda. Jamás pondría en peligro su fuente de placer y seguridad. Prefiere funcionar con la vieja premisa de los que temen los cambios: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”. Enfrentarse a lo nuevo, siempre asusta. El anclaje al pasado es la piedra angular de todo apego. Aferrarse a la tradición genera la sensación de estar asegurado. Todo es predecible, estable y sabemos para dónde vamos. No hay innovaciones ni sorpresas molestas. Rescatar las raíces y entender de dónde venimos es fundamental para cualquier ser humano, pero hacer de la costumbre una virtud es inaceptable. Muchas parejas entran en una especie de canibalismo mutuo, donde cada uno devora al otro hasta desaparecer. Se absorben como dos esponjas interconectadas.
¿Quién dijo que para establecer una relación afectiva uno debe encarcelarse? ¿De dónde surge esa ridícula idea de que el amor implica estancamiento? ¿Por qué algunas personas al enamorarse pierden sus intereses vitales? ¿El amor debe ser castrante? ¿realmente el vínculo afectivo requiere de estos sacrificios?. Los preceptos sociales han hecho desastres.

Amar no es anularse, sino crecer de a dos. Un crecimiento donde las individualidades, lejos de opacarse, se destacan. Querer a alguien no significa perder sensibilidad y volverse una marmota sin más intereses que lo mundano.

El principio de la exploración responsable, (por “responsable” entiendo hacer lo que nos venga en gana, siempre y cuando no sea dañino ni para uno ni para otros), sostiene que los humanos tenemos la tendencia innata a indagar y explorar el medio. Somos descubridores natos, indiscretos por naturaleza. Cuando exploramos el mundo con la curiosidad del gato, todos nuestros sentidos se activan y entrelazan para configurara un esquema vivencial. Es entonces cuando descubrimos que el placer no está localizado en un solo punto, sino disperso y accesible. Y no estoy insinuando que haya que reemplazar a la pareja o engañarla. La persona que amo es una parte importante de mi vida, pero no la única. Si pierdo la capacidad de escudriñar, husmear y sorprenderme por otras cosas, quedaré atrapado en la rutina. Nadie tiene el monopolio del bienestar. Krishnamurti decía: “Cuando se adora a un solo río, se niegan todos los demás ríos; cuando usted adora a un solo árbol o a un solo dios, entonces niega todos los árboles, todos los dioses”.
Puedes amar profunda y respetuosamente a tu pareja y al mismo tiempo disfrutar de una tarde de sol, comer helados, salir a pasear, ir a un cine, investigar sobre tu tema preferido, asistir a conferencias y viajar; en fin, puedes seguir siendo un ser humano completo y normal. Vincularse afectivamente no es enterrarse en vida, ni reducir tu hedonismo a una o dos horas al día. No hablo de excluir egoístamente al otro, sino de complementarlo. Me refiero a dispersar el placer, sin dejar de amar a la persona que amas y sin perderte a ti mismo. Hermann Hesse afirmaba: “Él había amado y se había encontrado a sí mismo. La mayoría, en cambio, aman para perderse”.
¿Por qué este principio genera inmunidad al apego afectivo?
Porque la exploración produce esquemas anti-apego y promueve maneras más sanas de relacionarse afectivamente, al menos en cuantas áreas básicas:

a. Las personas atrevidas y arriesgadas generan más tolerancia al dolor ya la frustración; es decir, se ataca el esquema de inmadurez emocional.
b. Una actitud orientada a la audacia y al experimentalismo responsable asegura el descubrimiento de nuevas fuentes de distracción, disfrute, interés y diversión. El placer se dispersa, se riega y desaparece la tendencia a concentrar todo en un solo punto (por ejemplo, la pareja). El ambiente motivacional crece, y se amplía considerablemente.
c. Explorar hace que la mente se abra, se flexibilice y disminuya la resistencia al cambio. El miedo a lo desconocido se va reemplazando por la ansiedad simpática de la sorpresa, la novedad y el asombro. Un susto agradable que no impide tomar decisiones.
d. Se pierde el culto a la autoridad, lo cual no implica anarquismo. Simplemente, al curiosear en la naturaleza, las ciencias, la religión, la filosofía y en la vida misma, se aprende que nadie tiene la última palabra. Ya no se traga entero, y someterse no es tan fácil. Aparece un escepticismo sano y la interesante costumbre de preguntarse por qué.

Algunas sugerencias prácticas.

1. Juego y espontaneidad. Los adultos perdemos la magia del juego y nos enconchamos.
Racionalizamos tanto que nos constipamos. D´Annunzio, el gran escritor italiano, decía: “¿Quién ha dicho que la vida es un sueño? La vida es un juego”.
– Empieza por alguna travesura que no sea peligrosa.
– Recurre al método del absurdo.
– Despreocúpate del qué dirán y de la adecuación social.
2. Bucear en lo intelectual
3. Incursionar en el arte.
4. Viajes y geografía.
5. Conocer gente.

(Walter Riso en su Libro Amar o Depender).
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3 Respuestas

  1. jeey solarte dice:

    Gracias por tan elocuente planteamiento, acabo de entender que yo debo y quiero hacer cambios radicales en mi vida de pareja.

  2. Helen dice:

    Yo soy codependiente porque tengo mucha adiccion a lo afectivo porque tenia una tremenda dependencia emocional , la codependencia la entiendo como un apego complusivo teniendo adiccion de afecto. En vez de pedir de forma saludable y tranquila yo lo pedia de forma compulsiva y tenia que ser ya y a toda costa. La verdad es que vivir de esa manera era muy doloroso.
    Yo he hecho trucos como repartirme los huevos y evitar tenerlos en la misma canasta. Pero en mi caso busque otros huevos como las amistades pero me puse tan tan compulsiva con unos amigos que al final ese huevo se rompió y perdi a esos amigos.
    La clave para mi es desear parar esta compulsion que es apego compulsivo. Yo veo la codependencia como un apego compulsivo hacia determinadas personas. No son todas sino unas concretas que yo llamo personas compulsivas para mí.
    la autosuficiencia que hablan y separarme de cosas mundanas y acercarme a cosas profundas y espirituales lo he tenido que conseguir con ayuda. Yo sola eso no podia porque yo por mi misma no daba de sí debido a que tenia mucha autocompasion y conmiseracion y siempre culpaba a los demas de mi codependencia y les hacia responsables de mis faltas.
    Yo necesite para hacer estas sugerencias del texto ayuda, necesite pedir ayuda a mas gente y sobretodo si eran codependientes como yo que teniamos el mismo objetivo de querer recuperarnos de la codependencia y empezar a tener relaciones sanas. Y se hace ayudandonos mutuamente. Yo por eso me esta ayudando mucho la asociacion de Codependientes Anonimos para poder realizar estos objetivos que dice el texto y tambien a parar ese apego compulsivo y tener serenidad y relaciones sanas conmigo misma y con lo demás.

  3. luz k dice:

    complemento? este articulo walter lo menciona , sin embargo sigo sus conferencias y dice que no debemos utilizar esta expresion,lo cual me parece excelente.

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