Reflexión del Dia: 12 de Enero



HUMILDEMENTE LE PEDIMOS QUE NOS LIBERASE DE NUESTROS DEFECTOS. (Séptimo Paso de CoDA).
CONFIAR EN EL PROCESO
He visto a personas en recuperación de la codependencia arreglárselas, luchar, y privarse de cosas sin razón o con la esperanza de salvar una relación en particular. Una vez entradas en recuperación, he visto a estas mismas personas usar la misma habilidad para aguantar, avanzar, y privarse de algo para ayudarse a terminar una carrera, o iniciar sus propios negocios, o hacer otra cosa en su propio beneficio.
Un rasgo de carácter se canalizó en otra dirección.
Un deseo de controlar puede atenuarse con los límites apropiados y respeto, y luego canalizarse hacia habilidades administrativas y de liderazgo.
Toda la energía que invertimos en odiarnos y estar a disgusto con nosotros mismos puede convertirse en positiva, puede usarse para amarnos a nosotros mismos.

Una parte de las actitudes de cuidadores y cuidados sin fin que regalamos al mundo pueden volverse hacia nosotros mismos, hasta que verdaderamente aprendemos a amarnos y cuidarnos.
Y así va.
Sí, estamos mejor sin algunas cosas. Algunas cosas podrán invertirse. Algunas cosas habrá que trabajar, con la ayuda de Dios, a través del tiempo. Algunas cosas aprenderemos a aceptar.
Quizá nunca sea yo una buena cocinera, y no estoy segura de que me importa. Acepto eso de mí misma. Si ha de cambiar algún día, lo hará. Por ahora, no me interesa cambiar ese rasgo particular.
Algunas cosas las hago bien. Algunas mediocremente. Algunas no las hago. Eso está bien.
Entre más tiempo trabajamos estos Pasos, mayor perspectiva tendremos respecto de nosotros mismos y de nuestros pasados. Entre más plenamente permitimos la sanación en relación con nuestros pasados, mayormente podremos ver y aceptar los regalos de ese pasado.
Una vez que superemos la amargura, podremos recibir el regalo de cada relación, aun las más dolorosas.
Seremos sanados. Nos llegará el amor hacia nosotros mismos y hacia otros. Quizá el regalo más curativo de todos es la aceptación de uno mismo, una aceptación inmediata y siempre presente de uno mismo, de todo lo que somos y hemos sido, y de todo lo que hemos pasado. Entre más podamos aceptarnos a nosotros mismos, más fácilmente nosconvertiremos en quienes estamos destinados a ser.

Este Paso no nos absuelve de responsabilidad por nosotros mismos. Pero no tenemos que preocupar e inquietarnos. No tenemos que forzar nuestra recuperación. No tenemos que rebajarnos ni criticarnos más por no ser capaces de cambiar algo respecto a nosotros mismos.
Nuestra tarea primaria es aceptación y amor por nosotros mismos. De ese lugar, todas las cosas buenas sucederán y nos llegarán.

Seremos llevados hacia la sanación que necesitamos. Se darán situaciones. Entrarán personas a nuestra vida. Escucharemos una frase en una junta. Alguien llamará y comenzará a hablar de algo que nos mueve. Nos darán un libro. Un pensamiento, una inspiración se nos ocurrirá.
Quizá seamos llevados a un terapeuta privado o grupo especializado de recuperación. Quizá seamos llevados al conocimiento de otra adicción o problema en nosotros mismos, y hacia la recuperación del mismo. Puede que nos encontremos en una relación que dispara una curación profunda de daños pasados.
Posiblemente nos encontremos en una situación de empleo que nos reta de nuevas formas para asumir nuestro propio poder. Puede que descubramos nuevas partes de nosotros mismos que podemos explorar y trabajar.
El proceso funcionará, y trabajará su magia en nosotros, si permitimos que suceda. A veces trabaja aún cuando nos resistimos. Nos encontraremos cambiados, hasta el centro de nosotros mismos, en formas que no podíamos hacer por nuestra cuenta.
Y sucede de manera natural, si lo dejamos.
Este Paso nos da permiso de ser quienes somos. Pedimos: por favor ayúdame. Por favor transfórmame. A partir de ese momento, podemos ser quienes somos y dejar que el cambio se dé.
No tenemos que esforzarnos tanto. No tenemos que luchar tanto. Nuestra tarea es aceptarnos, en todo momento. Pidamos a Dios hacer lo demás. Pidamos, sabiendo que lo que deseamos y necesitemos que se haga por nosotros, es más de lo que podemos lograr. Pidamos, sabiendo que no se espera que lo hagamos por nosotros mismos.
Luego, seamos receptivos y confiemos en lo que viene.
Sí, tenemos un papel en este proceso. Ese papel es aplicarnos a los Pasos. Hay tareas que hacer, y se nos mostrará y ayudará a hacer lo que sea que debamos hacer, cuando sea que debamos hacerlo. Pero la tarea de este Paso es sencillo. Este es el Paso donde «humildemente pedimos a Dios lo que necesitamos». Nos da permiso de llegar cual somos y traer nuestras necesidades y deseos a nuestro Poder Superior. Pedimos por favor, y luego confiamos en que hemos sido escuchados
.

(Melody Beattie de su Guía de los Doce Pasos).

También te podría gustar...

Deja un comentario