Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el dejar ir debe ser asumido como un proceso natural que nos permite seguir adelante.
Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.
Medita sobre esto:
Podemos ser amables, confiar en las personas y aún así no permitirnos ser utilizados o abusados. No tenemos que dejar que las personas hagan lo que quieran con nosotros. ¡No todas las solicitudes son legítimas! ¡No todas las solicitudes requieren un sí!
La vida puede ponernos a prueba. La gente puede buscar nuestros puntos débiles. Podemos ver un denominador común de los límites que se están probando en nuestra vida. Si tenemos un punto débil en un área, es posible que nos veamos sometidos a pruebas repetidas en esa área por familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos. La vida, las personas, nuestro Poder Superior y el Universo pueden estar tratando de enseñarnos algo específico.
Cuando aprendamos esa lección, encontraremos que los problemas con esa área disminuyen. El límite se ha establecido, el poder ha sido propiedad. Por ahora, la lección ha sido aprendida. Es posible que necesitemos estar enojados con ciertas personas por un tiempo, personas que han llevado nuestra tolerancia al límite.
Esta bien. Pronto, podemos soltar la ira y cambiarla por gratitud. Estas personas han estado aquí para ayudarnos a aprender sobre lo que no queremos, lo que no toleraremos y cómo poseer nuestro poder. Podemos agradecerles por lo que hemos aprendido.
¿Cuánto estamos dispuestos a tolerar? ¿Hasta qué punto dejaremos que otros vayan con nosotros? ¿Cuánto de nuestra ira e intuición debemos descontar? ¿Dónde están nuestros límites? ¿Tenemos alguna? Si no lo hacemos, estamos en problemas.
Hay momentos en los que no debemos confiar en los demás, sino confiar en nosotros mismos y establecer límites con quienes nos rodean.
Hoy, estaré abierto a una nueva conciencia sobre las áreas donde necesito límites más saludables. Voy a renunciar a mi suposición ingenua de que la otra persona siempre tiene la razón. Intercambiaré esa opinión por confiar en mí mismo, escucharme a mí mismo y tener y establecer límites saludables.
Reflexión: El acto de «dejar ir» es esa música eterna que habita en segundo plano en nuestras vidas. Hemos de entender que estas palabras, «dejar ir», no están ligadas en exclusivas al dolor, a la pérdida o al sufrimiento. En ocasiones, renunciar es una forma de permitirnos también ser un poco más felices. (Psic. Bernardo Peña).
Estás dispuesto a dejar ir aquello que te perturba? Comenta acá.
Versículo Bíblico del Dia: Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas. (1 Reyes 2:3).