Reflexión del Dia: 6 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que solo responsabilizándonos de nosotros mismos alcanzaremos la recuperación.

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Reflexiona sobre esto:

A medida que aprendemos a preocuparnos por nuestras necesidades y a satisfacerlas, nos perdonamos a nosotros mismos cuando cometemos errores y nos felicitamos a nosotros mismos cuando hacemos bien las cosas. No sentimos tanta congoja cuando hacemos algunas cosas pobremente y otras más con cierta mediocridad, pues eso es también parte de la vida. Aprendemos a reírnos de nosotros mismos y de nuestra humanidad, pero no reímos cuando necesitamos llorar. Nos tomarnos en serio, pero no demasiado en serio.
Finalmente, podernos incluso llegar a descubrir la sorprendente verdad: pocas son las situaciones en la vida que no mejoran cuando nos preocupamos por nosotros mismos y cuando nos darnos lo que necesitamos. De hecho, podemos aprender que la mayoría de las situaciones mejoran cuando cuidamos de nosotros y atendemos nuestras necesidades.

Reflexión: Responsabilizarnos de nuestro cuidado es la meta que trazamos para recuperarnos de la codependencia. Cuando asumimos con seriedad y perseverancia esa misión empezamos a aceptarnos tal cual somos y a introducir los cambios graduales que requiere nuestra vida. Observamos entonces mejoras en lo que nos proponemos hacer. (Alpha).

¿Has iniciado tu recuperación? ¿Has aceptado responsabilizarte de tu cuidado? Comenta acá tu experiencia al respecto.

Meditación 6 de Diciembre… Es una oportunidad

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la maravilla de regalos que nos da El Creador y si valoramos ese obsequio podemos vivir la vida a plenitud.

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Medita sobre esto:

Para desarrollar un fuerte sentido de lo precioso de la vida humana, debe conectarse con el sistema de creencias de uno. El sistema de creencias no necesita ser el sistema kármico budista, pero tiene que ser uno que sea sumamente consciente de la singularidad y la naturaleza especial de esta forma de vida. (Robert Thurman).

¿Lo ves? ¿Ves lo que es una oportunidad especial y preciosa cada día de tu vida?
Mira más de cerca. Mira todas las lecciones que puedes aprender. Vea cómo puede participar en su crecimiento. Vea con qué cuidado Dios le toma la mano, lo guía por el camino correcto, ofrece las palabras y oportunidades adecuadas en los momentos correctos, envía a las personas adecuadas a su manera.
Puedes sentir. Puedes tocar. Puedes agonizar en la desesperación y reírte con regocijo. Puedes hacer bromas. Puedes llorar en las películas. Puedes llorar en la cama por la noche. Entonces levántate al día siguiente, refrescado.
Puedes probar una naranja, un limón, un mango y describir en detalle la diferencia en cada uno de esos gustos. Se puede oler un bosque de pinos. Puedes tomar la mano de tu amigo y sentir cómo tiembla porque tiene miedo.
Puedes tropezar y caer y sentirte abandonado, luego levantarte y de repente, en un momento, entender la lección que has estado tratando de aprender. Puede saltar de los aviones, sentir la suavidad de la espalda de su amante y sujetar a su hijo contra su pecho.
Puedes esperar y agradecer a Dios más tarde.
Pero también podrías agradecer a Dios ahora.
Tal vez la mejor manera de agradecer a Dios es viviendo tu vida plenamente hoy.

«Dios, ayúdame a usar esta oportunidad, esta vida que me han dado lo mejor que puedo todos los días».

Reflexión: Aprender a valorar y disfrutar las maravillas que Dios pone en nuestra existencia, determina la calidad de vida que llevamos. Cuando empezamos a sentir a plenitud lo que nos ofrece cada día de nuestra presencia en esta tierra estamos disfrutando el mayor de los regalos que nos da El Creador. No tenemos que poseer bienes materiales para sentirnos dichosos y realizados, solo basta con disfrutar de la naturaleza, de todo lo que está a nuestra disposición sin costo alguno. Empecemos a ser agradecidos y a fijarnos más en las cosas hermosas que nos ha dado Dios ¡Vivamos a plenitud! (Alpha).

¿Valoras lo que Dios te provee? ¿Te sientes viviendo tu vida a plenitud? Comenta acá.