Reflexión del Dia: 2 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» explora cómo el codependiente a menudo experimenta un profundo dolor emocional como resultado de patrones de comportamiento disfuncionales en sus relaciones.

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Reflexiona sobre esto:

Vivir nuestra vida puede no ser tampoco un prospecto emocionante para algunos de nosotros. Tal vez hemos estado tan envueltos con otras personas que hemos olvidado cómo vivir y disfrutar de nuestras vidas.
Podemos sufrir un dolor emocional tan grande que pensamos que no tenemos vida propia; lo único que sentimos es nuestro dolor. Eso no es verdad. Somos más que nuestros problemas. Podemos ser más que nuestros problemas.40 No porque hasta ahora la vida haya sido tan dolorosa debe seguir lastimándonos. La vida no tiene que herirnos tanto, y no será así, si empezamos a cambiar. De aquí en adelante puede ser que no todo sean rosas, pero tampoco tiene por qué ser todo espinas. Necesitamos y podemos desarrollar nuestras propias vidas. Como dice un amigo mío: “Consiguete una vida”.
Algunos codependientes piensan que una vida sin futuro, sin propósito, sin grandes sacudidas y sin grandes quebrantos no vale la pena vivirse. Eso tampoco es verdad. Yo creo que Dios nos tiene guardadas cosas emocionantes e interesantes a cada uno de nosotros. Creo que para cada quien existe un propósito placentero y que vale la pena por algo más que cuidar a la gente y ser un apéndice de ella. Creo que manifestamos esta actitud cuando cuidamos de nosotros mismos. Empezamos a cooperar. Nos abrimos a la bondad y a la riqueza de que disponemos dentro de nosotros y para nosotros.

Mi Reflexión: Superar este dolor implica un proceso de autoaceptación, autocuidado, establecimiento de límites y búsqueda de apoyo. A través de la recuperación, los codependientes pueden sanar heridas emocionales y construir relaciones más saludables consigo mismos y con los demás. (Alpha).

Te invito a reflexionar en estas interrogantes: ¿Crees que el dolor emocional ha limitado tus oportunidades o relaciones? ¿Has buscado controlar a las personas o situaciones a tu alrededor como una forma de lidiar con tu dolor emocional? ¿Qué pasos has dado o estás dispuesto a tomar para abordar y sanar tu dolor emocional? Comparte tus respuestas si lo deseas.

Reflexión del Dia: 1 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» aborda el patrón de comportamiento del codependiente como salvador. Esta perspectiva invita a una profunda reflexión sobre cómo este papel de rescatador puede ser perjudicial para el propio codependiente y cómo liberarse de el es esencial para la recuperación.

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Reflexiona sobre esto:

Vale la pena preguntarse las razones que llevan a algunos codependientes a asumir el papel de «salvador de otras personas». Aquí algunas razones válidas:

– La necesidad de «ser necesitado»: Muchos codependientes asumen el papel de salvador porque encuentran satisfacción en sentirse necesitados por los demás. Esto puede proporcionar un sentido de propósito y valor. Sin embargo, este ciclo de rescate puede volverse adictivo y mantenerlos atrapados en relaciones disfuncionales.

– El sacrificio personal: El comportamiento salvador a menudo implica sacrificar las propias necesidades y límites en favor de los demás. Esta falta de autocuidado puede llevar al agotamiento emocional y físico, lo que finalmente perjudica tanto al codependiente como a la persona que están tratando de salvar.

– La creencia errónea de que se puede cambiar a los demás: Los codependientes a menudo creen que tienen el poder de cambiar a las personas a través de su amor y cuidado. Esta creencia es ilusoria y puede generar frustración y resentimiento cuando los esfuerzos de rescate no tienen éxito.

– La falta de límites claros: Los codependientes que asumen el papel de salvador a menudo carecen de límites claros. Están dispuestos a tolerar comportamientos dañinos o abusivos en nombre de ayudar a la otra persona, lo que puede resultar en relaciones tóxicas y destructivas.

– La pérdida de la propia identidad: Al centrarse en salvar a los demás, los codependientes pueden perder de vista su propia identidad y necesidades. Pueden sentir que su valía depende completamente de su capacidad para rescatar a otros.

– La necesidad de validación externa: El comportamiento salvador a menudo está impulsado por una búsqueda constante de validación y aprobación externa. Los codependientes buscan sentirse valorados a través de su papel de rescatador, lo que puede convertirse en una trampa emocional.

La autora Melody Beattie enfatiza la necesidad de romper con estos patrones dañinos para encontrar una recuperación genuina y construir relaciones más equilibradas y auténticas. El camino hacia la liberación de este papel de rescatador es un paso esencial en la búsqueda de la salud emocional y el bienestar personal. (Alpha).

Te invito a leer y, si lo deseas, respondete estas interrogantes: ¿Sientes que estás interviniendo actualmente la vida y decisiones de otra persona? Si es así, ¿qué pretendes con esta conducta patológica? ¿Estás consciente que necesitas ayuda profesional? Comparte tus vivencias aquí.

El Testimonio de Laura …

Mi nombre es Laura, y quiero compartir mi historia. A lo largo de los años, me he dado cuenta de que soy una persona codependiente, atrapada en una relación tóxica que no puedo dejar ir. Mi vida gira en torno a él, y sé que es un problema, pero siento que no puedo romper este ciclo destructivo.

Conocí a Daniel hace varios años, y al principio, parecía el hombre perfecto. Era carismático, encantador y siempre tenía la respuesta correcta para todo. Pero con el tiempo, comencé a notar señales de que algo no estaba bien. Daniel era extremadamente controlador y crítico. Siempre tenía que saber dónde estaba, con quién me encontraba y qué estaba haciendo. Se enfadaba fácilmente y a menudo me culpaba de cosas que estaban fuera de mi control.

A pesar de todo esto, no podía dejarlo. Tenía miedo de estar sola, de enfrentar el mundo sin él. Además, cuando las cosas iban bien entre nosotros, eran realmente buenas. Me hacía sentir especial, amada y necesaria. Anhelaba esos momentos y estaba dispuesta a soportar los momentos difíciles con la esperanza de que las cosas cambiaran.

Mis amigos y familiares me advertían que la relación era tóxica y que debía alejarme de Daniel, pero yo no podía. Me sentía atrapada en un ciclo interminable de amor y dolor. Cada vez que intentaba poner límites o alejarme, él hacía promesas de cambiar y me manipulaba emocionalmente para que me quedara.

Me di cuenta de que mi autoestima estaba destrozada. Me había perdido a mí misma en esta relación, y ya no sabía quién era sin Daniel. Sentía que no merecía algo mejor y que este era mi destino.

Mi codependencia me estaba consumiendo, pero estoy tratando de buscar ayuda. Sé que necesito terapia y apoyo para romper este ciclo. Quiero volver a ser una persona independiente y valiosa por derecho propio. Sé que será un camino difícil, pero tengo la esperanza de que algún día podré liberarme de esta relación tóxica y encontrar la paz y la felicidad que merezco.

Reflexión: La necesidad de cuidar y rescatar a su pareja puede llevar a una constante autonegación y sacrificio de sus propias necesidades. Esta relación puede convertirse en un ciclo de altibajos emocionales, donde el codependiente lucha por mantener la paz y la estabilidad. Este es un acto valiente de autoexamen. Implica cuestionar la dinámica dañina y reconocer que merece una vida de amor, respeto y bienestar emocional. Superar una relación tóxica puede ser un proceso desafiante, pero es un paso crucial hacia la recuperación y la posibilidad de construir relaciones más saludables en el futuro. El codependiente pude liberarse de las cadenas de la codependencia y encontrar la paz y la felicidad dentro y fuera de las relaciones.(Alpha).

Reflexión del Dia: 2 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»explora cómo el codependiente a menudo experimenta un profundo dolor emocional como resultado de patrones de comportamiento disfuncionales en sus relaciones.

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Reflexiona sobre esto:

Vivir nuestra vida puede no ser tampoco un prospecto emocionante para algunos de nosotros. Tal vez hemos estado tan envueltos con otras personas que hemos olvidado cómo vivir y disfrutar de nuestras vidas.
Podemos sufrir un dolor emocional tan grande que pensamos que no tenemos vida propia; lo único que sentimos es nuestro dolor. Eso no es verdad. Somos más que nuestros problemas. Podemos ser más que nuestros problemas.40 No porque hasta ahora la vida haya sido tan dolorosa debe seguir lastimándonos. La vida no tiene que herirnos tanto, y no será así, si empezamos a cambiar. De aquí en adelante puede ser que no todo sean rosas, pero tampoco tiene por qué ser todo espinas. Necesitamos y podemos desarrollar nuestras propias vidas. Como dice un amigo mío: “Consiguete una vida”.
Algunos codependientes piensan que una vida sin futuro, sin propósito, sin grandes sacudidas y sin grandes quebrantos no vale la pena vivirse. Eso tampoco es verdad. Yo creo que Dios nos tiene guardadas cosas emocionantes e interesantes a cada uno de nosotros. Creo que para cada quien existe un propósito placentero y que vale la pena por algo más que cuidar a la gente y ser un apéndice de ella. Creo que manifestamos esta actitud cuando cuidamos de nosotros mismos. Empezamos a cooperar. Nos abrimos a la bondad y a la riqueza de que disponemos dentro de nosotros y para nosotros.

Reflexión: Superar este dolor implica un proceso de autoaceptación, autocuidado, establecimiento de límites y búsqueda de apoyo. A través de la recuperación, los codependientes pueden sanar heridas emocionales y construir relaciones más saludables consigo mismos y con los demás. (Alpha).

Te invito a reflexionar en estas interrogantes: ¿Crees que el dolor emocional ha limitado tus oportunidades o relaciones? ¿Has buscado controlar a las personas o situaciones a tu alrededor como una forma de lidiar con tu dolor emocional? ¿Qué pasos has dado o estás dispuesto a tomar para abordar y sanar tu dolor emocional? Comparte tus respuestas si lo deseas.

Reflexión del Dia: 1 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» aborda el patrón de comportamiento del codependiente como salvador. Esta perspectiva invita a una profunda reflexión sobre cómo este papel de rescatador puede ser perjudicial para el propio codependiente y cómo liberarse de el es esencial para la recuperación.

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Reflexiona sobre esto:

Vale la pena preguntarse las razones que llevan a algunos codependientes a asumir el papel de «salvador de otras personas». Aquí algunas razones válidas:

– La necesidad de «ser necesitado»: Muchos codependientes asumen el papel de salvador porque encuentran satisfacción en sentirse necesitados por los demás. Esto puede proporcionar un sentido de propósito y valor. Sin embargo, este ciclo de rescate puede volverse adictivo y mantenerlos atrapados en relaciones disfuncionales.

– El sacrificio personal: El comportamiento salvador a menudo implica sacrificar las propias necesidades y límites en favor de los demás. Esta falta de autocuidado puede llevar al agotamiento emocional y físico, lo que finalmente perjudica tanto al codependiente como a la persona que están tratando de salvar.

– La creencia errónea de que se puede cambiar a los demás: Los codependientes a menudo creen que tienen el poder de cambiar a las personas a través de su amor y cuidado. Esta creencia es ilusoria y puede generar frustración y resentimiento cuando los esfuerzos de rescate no tienen éxito.

– La falta de límites claros: Los codependientes que asumen el papel de salvador a menudo carecen de límites claros. Están dispuestos a tolerar comportamientos dañinos o abusivos en nombre de ayudar a la otra persona, lo que puede resultar en relaciones tóxicas y destructivas.

– La pérdida de la propia identidad: Al centrarse en salvar a los demás, los codependientes pueden perder de vista su propia identidad y necesidades. Pueden sentir que su valía depende completamente de su capacidad para rescatar a otros.

– La necesidad de validación externa: El comportamiento salvador a menudo está impulsado por una búsqueda constante de validación y aprobación externa. Los codependientes buscan sentirse valorados a través de su papel de rescatador, lo que puede convertirse en una trampa emocional.

La autora Melody Beattie enfatiza la necesidad de romper con estos patrones dañinos para encontrar una recuperación genuina y construir relaciones más equilibradas y auténticas. El camino hacia la liberación de este papel de rescatador es un paso esencial en la búsqueda de la salud emocional y el bienestar personal. (Alpha).

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Meditación 28 de Septiembre … El Poder de la Rendición

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la espiritualidad en la recuperación de la codependencia como una búsqueda de significado y propósito en la vida. Al conectarse con una dimensión espiritual, los individuos pueden encontrar un sentido más profundo en sus experiencias y relaciones.

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Medita sobre esto:

En la codependencia, a menudo hay un impulso de controlar y manipular las situaciones y las personas para sentirse seguros. Melody Beattie enfatiza la importancia de rendirse a una fuerza superior, lo que puede ser entendido como Dios o el universo. La rendición implica reconocer que no tenemos control absoluto y que necesitamos confiar en algo más grande que nosotros mismos.

También destaca la práctica de la oración y la meditación como herramientas esenciales en la recuperación. Estas prácticas pueden ayudar a los codependientes a conectarse con lo divino, a encontrar calma en momentos de caos emocional y a desarrollar una mayor claridad y sabiduría interior.
puedes explorar cómo esta dimensión espiritual puede ser una herramienta poderosa para el crecimiento personal, la sanación emocional y la construcción de relaciones más saludables y equilibradas.

Desde una perspectiva espiritual, la autoaceptación y el perdón son componentes fundamentales. Aprender a perdonarse a uno mismo por errores pasados y desarrollar una compasión profunda hacia uno mismo son pasos importantes en el camino hacia la recuperación.

La relación con Dios o la espiritualidad puede ser una fuente de fortaleza interior y resiliencia. Puede ayudar a los individuos a enfrentar los desafíos de la vida con mayor serenidad y confianza. (Alpha).

¿Crees que hay un Poder Superior a ti que al que puedes acudir en busca de dirección para tu vida? De ser así, ¿has logrado entablar una relación cercana o íntima con ese poder superior a ti? Comenta tus experiencias al respecto.

Practicando el Autoamor desde una relación con Dios…

«Desde que tengo memoria, la idea de «yo» estaba siempre entrelazada con las personas a mi alrededor. Era como si yo no existiera a menos que estuviera reflejado en los ojos de alguien más. Mi bienestar estaba inexorablemente ligado a la felicidad y satisfacción de los demás. Era, en esencia, un codependiente.

El camino hacia la recuperación no ha sido fácil, pero cada día, me esfuerzo por practicar el autoamor. He aprendido que no soy responsable de las emociones o acciones de los demás, y que antes de poder cuidar de alguien más, debo cuidar de mí mismo. Aprender a decir ‘no’ fue mi primera lección. Definir límites, mi segunda. Al principio, cada «no» resonaba en mi mente como un fallo, pero con el tiempo, he llegado a verlo como una afirmación de mi valor y dignidad.

Practicar el autoamor también ha significado aprender a perdonarme. Dejé de castigarme por no ser suficiente para los demás y comencé a celebrarme por ser suficiente para mí mismo. He aprendido a disfrutar mi propia compañía, a valorar mis pensamientos y sentimientos, y a establecer metas personales independientes de las expectativas de los demás.

Mirándome al espejo cada mañana, repito: ‘Tú eres suficiente. Tú eres digno de amor y respeto. Tú tienes el derecho de vivir tu vida según tus propios términos’. Algunos días son más difíciles que otros, pero cada afirmación, cada momento de auto-reflexión, me acerca más a ser la persona que quiero y merezco ser.

Resaltó como relevante que este viaje se ha visto profundamente influenciado por mi relación con Dios, que ha sido una fuente constante de fortaleza y amor incondicional. La aceptación de mis imperfecciones se ha vuelto más fácil al reconocer que soy una creación de Dios, hecha a Su imagen, y que cada error es una oportunidad para crecer y acercarme más a Él. Mi relación con Dios me ha enseñado el valor de la autenticidad y la importancia de establecer límites saludables. He aprendido a priorizar mi bienestar y a seguir el camino que Él ha trazado para mí.

Reflexión: En esta travesía es fundamental la gracia y amor incondicional de Dios, porque estos son los cimientos fuertes y duraderos de la transformación. A través del Autoamor y la Fe, puede encontrarse un camino de luz en la oscuridad, un sendero que lleva hacia la paz interior y la auténtica libertad de la dependencia afectiva. (Alpha).