Reflexión del Dia: 30 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que tenemos un magnífico aliado para salir de esta vida tormentosa que vivimos como codependientes. Ese aliado es nuestro poder superior. A el podemos entregar las cargas. Contribuyendo nosotros en recuperarnos, lo demás dependerá de ese tránsito espiritual que es la Terapia Doce Pasos de CoDA.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

También podemos depender de Dios. Él está con nosotros y a Él le importamos. Nuestras creencias espirituales nos pueden dar una fuerte sensación de seguridad emocional.
Permítanme ilustrar esta idea, Una noche, cuando vivía en un vecindario violento, tuve que caminar por el callejón de atrás de mi casa para subirme a mi coche. Le pedí a mi esposo que me viera desde una ventana del segundo piso para asegurarse de que nada me pasara. Estuvo de acuerdo. Mientras caminaba por el patio posterior, lejos de la seguridad de mi hogar y en !o negro de la noche, empecé a sentir miedo. Me volteé y vi a mi esposo en la ventana. Me estaba cuidando. Estaba ahí, Inmediatamente me abandonó el miedo, y me sentí consolada y a salvo. Sucede que creo en Dios, y que encuentro el mismo sentimiento de consuelo y de seguridad al saber que Él siempre cuida de mi vida. Me empeño en buscar esta seguridad.
Algunos codependientes empiezan a creer que Dios nos ha abandonado. Hemos sufrido tanto. Tenemos tantas necesidades insatisfechas, a veces por tanto tiempo que nos lamentamos: “¿A dónde se ha ido Dios? ¿Por qué se ha ido? ¿Por qué Él ha permitido que esto suceda? ¿Por qué no quiere ayudar? ¿Por qué me ha abandonado?” Dios no nos ha abandonado. Nosotros nos hemos abandonado a nosotros mismos.
Él está ahí, y a Él le importamos. Pero Él espera que nosotros cooperemos cuidando de nosotros mismos.

Reflexión: No hay nada más positivo que tener la certeza y fe de que Dios está Obrando en nuestra vida dándonos guía y provisión para cubrir nuestras necesidades materiales y espirituales. Cuando manejamos esta idea con convicción todo va a fluir de manera inesperada, pero saludable.(Alpha).

Confías en la guía y provisión divina? Has tenido experiencias al respecto? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 29 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que el pasado debe quedarse atrás y hacerle frente a un futuro que será prometedor en tanto y en cuanto nos propongamos cambiar desde adentro y luchar por nuestra propia felicidad.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Podemos aprender a depender de nosotros mismos. Tal vez otra gente no haya estado allí cuando la hemos necesitado, pero nosotros podemos estar allí cuando nos necesitamos a nosotros mismos.
Dejemos de abandonarnos a nosotros mismos, nuestras necesidades, nuestros deseos, nuestros sentimientos, nuestras vidas, y todo lo que nos conforma. Haz el compromiso de siempre estar allí cuando te necesites tú mismo. Podemos confiar en nosotros mismos. Podemos manejar y contender con los eventos, los problemas y los sentimientos que la vida nos depara. Podemos confiar en nuestros sentimientos y en nuestros juicios. Podemos resolver nuestros problemas. Podemos, también, aprender a vivir con nuestros problemas no resueltos. Debemos confiar en la persona de la que estamos empezando a depender: uno mismo.

Reflexión: Sentirse deprimido y abandonado no conduce a nada positivo. Basta de culpar a aquellos que nos abandonaron de niños, que no supieron darnos amor, que nos hicieron sentir inútiles y fracasados. Ya es otro tiempo y nos toca emprender un nuevo camino espiritual para sanar las heridas infringidas y aprender a amarnos tal cual somos. Proponte amarte y aceptarte, es tu total responsabilidad contigo mismo. (Alpha).

Tienes heridas del pasado que te frenan crecer y ser feliz? Comparte aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. (Romanos 8:1-2).

Reflexión del Dia: 28 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que vivir en drama permanente significa un círculo vicioso que mantiene baja la autoestima y evita que progrese hacia la recuperación.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Creemos que necesitamos a alguien que nos cuide, porque nos sentimos desamparados. Algún cuidador por fin nos presentará a una persona o a alguna institución para que nos cuide mental, física, financiera o emocionalmente.
¿Por qué, se preguntarán, personas aparentemente razonables hacen este tipo de rescate? Por muchas razones. La mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de lo que hacemos. Creemos en verdad que estamos ayudando. Algunos creemos que tenemos que rescatar. Hemos confundido nuestras ideas acerca de lo que es ayudar y de lo que no lo es. Muchos estamos convencidos de que el rescatar es una obra de caridad.
Incluso podemos llegar a considerar cruel y duro de corazón hacer algo con tanta sangre fría como permitir a una persona que maneje y afronte un sentimiento legítimo, sufra una consecuencia, se desilusione al escuchar un “no”, se le pida que responda a nuestras necesidades y deseos y que en lo general se le considere responsable de si mismo o de sí misma en este mundo. No importa que ellos ciertamente paguen un precio por nuestra “ayuda”, un precio que será tan duro o más severo aún que cualquier sentimiento que pudieran enfrentar.

Reflexión: Rescatar es una compulsión que maneja el codependiente en el marco del Triángulo del Drama de Karpman. Se mueve en ese escenario sin saber por qué lo hace? solo por el mero hecho de servir a «quien cree lo necesita». Ese pensamiento embarga su mente y vive envuelto en un rescate permanente. Lamentablemente se olvida de vivir. (Alpha).

Eres un rescatador compulsivo? Cómo has tratado de recuperarte? Comparte aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. (Gálatas 5:13).

Reflexión del Dia: 27 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que para el codependiente no tiene ninguna importancia la diversión. Ha pasado gran parte de su vida aislado socialmente, así lo aprendió y así ha estado actuando.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La diversión no se lleva con la codependencia. Es difícil divertirnos cuando nos odiamos a nosotros mismos. Es difícil disfrutar de la vida cuando no hay dinero para la comida porque el alcohólico se lo ha bebido todo. Es casi imposible divertirnos cuando estamos enfrascados con emociones reprimidas, mortalmente preocupados por alguien, saturados de sentimientos de culpa y de desconfianza, controlándonos con rigidez a nosotros mismos o a alguien más, o preocupados por lo que los demás están pensando de nosotros. Sin embargo, la mayoría de la gente no está pensando en nosotros; está preocupada por sí misma y por lo que nosotros pensamos de ella.
Como codependientes, necesitamos aprender a jugar y a disfrutar. Disponernos para divertirnos y permitirnos hacerlo es una parte importante de cuidar de nosotros mismos. Nos ayuda a mantenernos sanos. Nos ayuda a trabajar mejor. Equilibra nuestra vida. Merecemos divertirnos. La diversión es una parte normal de estar vivos. Divertirnos es tomarnos tiempo para celebrar que estamos vivos.
Podemos planear la diversión dentro de nuestra rutina. Podemos aprender a reconocer cuándo necesitamos jugar y qué tipo de cosas disfrutamos hacer. Si no podemos hacer esto, sí podemos tener como meta inmediata aprender a divertirnos. Empezar a hacer cosas sólo para nosotros mismos, tan sólo porque queremos hacerlas. Al principio podemos sentirnos incómodos, pero al poco rato nos sentiremos mejor. Se habrá vuelto divertido.
Podemos permitirnos disfrutar de la vida. Si queremos algo y podemos pagarlo, compremoslo. Si queremos hacer algo que es legal e inofensivo, hagámoslo. Cuando estemos involucrados haciendo algo que es recreativo, no encontremos maneras para sentirnos mal. Disfrutemos de la vida. Podemos descubrir cosas que disfrutarnos al hacer, y luego dejarnos disfrutarlas. Podemos aprender a relajarnos y a disfrutar de las cosas que hacemos a diario, y no sólo de las actividades recreativas. El martirio puede interferir con nuestra capacidad para sentirnos bien bastante después de que el alcohólico ha dejado de ayudarnos a sentirnos desdichados. El sufrimiento puede volverse habitual, pero también el disfrutar de la vida y ser buenos con nosotros mismos. Probémoslo.

Reflexión: La baja autoestima del codependiente lo lleva a dejar de lado aquello que le haga feliz. Esta acostumbrado a no divertirse, Lo necesario sería iniciar progresivamente, como parte de su terapia, un esquema de actividades sociales, con su pareja, familia, amistades para reentrenarse en aquello que le satisfaga y ponga en contacto saludable con las personas. (Alpha).

Sientes que das poco o mucho tiempo a la diversión? Comenta acá.

Lectura Bíblica sugerida: Los tesoros de maldad no serán de provecho; Mas la justicia libra de muerte. (Proverbios 10:2).

Reflexión del Dia: 26 de Julio

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que el codependiente merece sanar y vivir una vida llena de serenidad y paz interior. Está llamado a mejorar su autoestima.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Nuestra baja autoestima u odio a nosotros mismos está vinculado con todos los aspectos de nuestra codependencia: nuestra calidad de mártires; nuestra negativa a disfrutar de la vida; nuestro fanatismo por el trabajo; nuestra tendencia a mantenernos tan ocupados que no podamos disfrutar de la vida; nuestro perfeccionismo; el hecho de no permitirnos disfrutar de las cosas que hacemos bien o sentirnos bien acerca de ellas; nuestra desidia; el amontonar pilas de sentimientos de culpa y de incertidumbre acerca de nosotros mismos; prevenir la intimidad con los demás que nos hace huir de las relaciones, evitar comprometernos, quedarnos dentro de relaciones destructivas; iniciar relaciones con personas que no nos convienen, así como evitar a la gente que nos conviene.
Podemos encontrar medios sin fin para autotorturarnos: comer en exceso, descuidar nuestras necesidades, compararnos con los demás, obsesionarnos, morar en recuerdos dolorosos, o imaginar futuras escenas dolorosas. Pensamos: ¿qué tal si ella vuelve a beber?, ¿qué tal si tiene un affaire?, ¿qué tal si un tornado destruye la casa? Esta actitud del “qué tal” es siempre buena para conseguir una fuerte dosis de miedo. Nos espantamos y luego nos preguntamos por qué estaremos tan asustados.
No nos gustamos, y no nos vamos a permitir obtener ninguna de las cosas buenas de la vida porque creemos que no las merecemos.

Reflexión: El codependiente nunca ha recibido amor del bueno. Su vida se ha movido en el abandono, la y carencias afectivas. No sabe lo que es dar y recibir amor de manera saludable. él debe modificar la creencia al respecto. El merece lo mejor. Trabajar la autoestima es gradual y a veces lento. (Alpha).

Sientes que necesitas mejorar tu autoestima? Estás trabajando en ello? Comparte aquí tu experiencia al respecto.

Lectura Bíblica sugerida: Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
(Filipenses 4:8).

Reflexión del Dia: 25 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la importancia de asistir a terapia para poder desprenderse de lo que agobia y martiriza la vida del codependiente.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Medita sobre esto:

Muchos de nosotros esperamos y necesitamos tanto de la gente que nos conformamos con muy poco.
Podemos volvernos dependientes de personas con problemas, de alcohólicos y otras personas con problemas. Podemos volvernos dependientes de personas que no precisamente nos gustan ni amamos. A veces, necesitamos tanto de la gente que nos conformamos casi con quien sea. Podemos necesitar a gente que no satisface nuestras necesidades. De nuevo, podemos encontrarnos en situaciones en las cuales necesitamos que alguien esté ahí para apoyarnos, pero que la persona que hemos elegido no puede o no podrá hacerlo.
Es posible incluso llegar a convencernos a nosotros mismos de que no podemos vivir sin alguien y que nos marchitaremos y moriremos si esa persona no está dentro de nuestra vida. Si esa persona es un alcohólico o tiene serios problemas, podremos tolerar el abuso y la enfermedad para mantenerla dentro de nuestra vida, a modo de proteger nuestra fuente de seguridad emocional. Nuestra necesidad se hace tan grande que nos conformamos con demasiado poco. Nuestras expectativas caen por debajo de lo normal, por debajo de lo que deberíamos esperar de nuestras relaciones. Luego, nos quedamos atrapados, varados.

Reflexión: Depender de los demás es desgastante, conduce a frustrarse y acaba con nuestra dignidad. Estamos llamados a recuperarnos y aceptar como prioridad «dejar ir» aquello que nos agobia y que nunca podremos controlar y mucho menos cambiar. Dediquemos esa energía en nosotros mismos, cuidándonos y amándonos. (Alpha).

Estás asistiendo a terapia? Sientes cambios positivos en tus creencias? Comparte aquí.

Lectura Biblica sugerida: Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será destruida. (Salmo 37:28).

Reflexión del Dia: 24 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que la codependencia tiene como base una baja autoestima y ello lleva al codependiente a autoagredirse, llegando incluso a perder el amor por sí mismo.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Podemos encontrar medios sin fin para autotorturarnos: comer en exceso, descuidar nuestras necesidades, compararnos con los demás, obsesionarnos, morar en recuerdos dolorosos, o imaginar futuras escenas dolorosas. Pensamos: ¿qué tal si ella vuelve a beber?, ¿qué tal si tiene un affaire?, ¿qué tal si un tornado destruye la casa? Esta actitud del “qué tal” es siempre buena para conseguir una fuerte dosis de miedo. Nos espantamos y luego nos preguntamos por qué estaremos tan asustados.
No nos gustamos, y no nos vamos a permitir obtener ninguna de las cosas buenas de la vida porque creemos que no las merecemos. Como codependientes, tendemos a entablar relaciones totalmente antagónicas en nuestro interior.
Algunos de nosotros aprendimos estas conductas de odio a sí mismo dentro de nuestras familias, posiblemente con la ayuda de uno de nuestros padres que era alcohólico. Algunos reforzamos ese desdén que sentimos por nosotros mismos dejando a un padre alcohólico para casarnos con un alcohólico. Podemos haber iniciado relaciones adultas con una frágil autoestima, para luego descubrir que lo que nos quedaba de autoestima se ha desintegrado. Pocos de nosotros podemos haber guardado nuestra autoestima completamente intacta hasta que lo conocimos a él o a ella o hasta que surgió ese problema; repentina o gradualmente nos encontramos odiándonos a nosotros mismos.

Reflexión: La codependencia se fundamentan en una baja autoestima. Eso conduce a una falla tremenda en el amor que merecemos darnos y por ende la responsabilidad que debemos asumir para con nosotros mismos. (Alpha).

Estás en terapia actualmente? Trabajas con tu estima personal? Comparte tu vivencia aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. (Salmo 55:22).

Reflexión del Dia: 23 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que el rol preferido por el codependiente es de «cuidador compulsivo». También plantea que puede ejercer el de «victima», ejerciendo todo un drama a su alrededor para llamar la atención.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

¡Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás!
Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. General mente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triangulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.
Después de que rescatamos, inevitablemente nos movemos a la siguiente esquina del triángulo: la persecución. Nos volvemos resentidos y nos enojamos con la persona a quien tan generosamente hemos “ayudado”. Hemos hecho algo que no queríamos hacer, algo fuera de nuestra responsabilidad, hemos ignorado nuestras propias necesidades y deseos, y nos enojamos por ello. Para complicar más el asunto, esta víctima, esta pobre persona que hemos rescatado, no siente gratitud por nuestra ayuda. No aprecia suficientemente el sacrificio que hemos hecho. La víctima no se porta corno debiera. Ni siquiera está siguiendo nuestro consejo, que tan prontamente le brindamos. Esta persona no nos deja recomponer sus sentimientos. Algo no ha funcionado bien, de modo que nos rasgamos nuestro halo y sacamos nuestro trinche.

Mi Reflexión: El codependiente habitualmente se mueve en un triangulo vicioso que se denomina «Triangulo del drama o de Karpman». En este escenario figuran tres actores: rescatador, victima y victimario. El codependiente ejerce el rol de «rescatador-cuidador por excelencia». Vive pendiente de los otros,de intervenir en su vida, cambiarla, ofrecer consejos, sugerencias. No siempre se queda ejerciendo ese papel sino que en ocasiones pasa a ser victima, se debilita, se desarma, dramatiza, solo para buscar amor, afecto, felicidad. Triste vida la del codependiente. Necesita ayuda para salir de esa trama insana. (Alpha).

¿En ese triángulo cuál es tu rol? ¿Identificas claramente la conducta autodestructiva en tu vida? Comenta acá.

Lectura Bíblica sugerida: Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él. Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. (Salmo 68:4-5)

Reflexión del Dia: 22 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que el codependiente maneja sus emociones conforme a su percepción de la situación. La celeridad impregna nuestros actos y eso nos lleva a mantenernos ansiosos.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La gente en general, no sólo los codependientes, a diario se enfrenta con la perspectiva de aceptar o de rechazar la realidad de ese día en particular y de las circunstancias presentes. Tenemos muchas cosas que aceptar en el curso de una vida normal desde el momento en que abrimos nuestros ojos en la mañana hasta que los cerramos por la noche. Nuestras circunstancias actuales incluyen quiénes somos, en dónde vivimos, con quién o sin quién vivimos, en dónde trabajamos, cuál es nuestro medio de transporte, cuánto dinero tenemos, cuáles son nuestras responsabilidades, qué hacemos para divertirnos, y cualquier problema que pueda surgir. Algunos días, aceptar esas circunstancias es muy fácil. Sucede de manera natural. Nuestro cabello está en orden nuestros hijos se portan bien, nuestro jefe es razonable, estamos bien de dinero, la casa está limpia, el coche funciona, y nos gusta nuestro cónyuge o amante. Sabemos qué podemos esperar, y lo que esperamos es aceptable. Está bien. Otros días no nos va tan bien. Se descomponen los frenos del coche, tenemos goteras en el techo, los niños están como locos, nos rompemos un brazo, perdemos el empleo, o nuestro cónyuge o amante nos dice que ya no nos ama. Algo ha sucedido. Tenemos un problema. Las cosas son diferentes. Las cosas están cambiando. Estamos perdiendo algo. Nuestras circunstancias actuales ya no son tan cómodas como antes. Las circunstancias han sido alteradas, y tenemos que aceptar una nueva situación. Inicialmente podemos responder negándola o resistiéndonos al cambio, al problema o a la pérdida. Queremos que las cosas sean como eran Queremos que el problema se solucione rápidamente.
Queremos estar cómodos otra vez. Queremos saber qué esperar. No estamos en paz con la realidad. Nos da pavor. Temporalmente hemos perdido el equilibrio.

Reflexión: El codependiente debe lidiar con los problemas de la vida. Cada quien tiene que aceptar sus propios dilemas y hacerle frente de la mejor manera, es nuestra misión. La diferencia esta en la percepción que le demos a cada situación y la premura en solucionarlos. El codependiente es obsesivo, compulsivo y se acelera ante la crisis. (Alpha).

Aceptas tu realidad sin pretender cambiarla? Cómo lidias con esas situaciones que te mueven emocionalmente? Comparte aquí.

Lectura Biblica sugerida: Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él. Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. (Salmo 68:4-5).

Reflexión del Dia: 21 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere como estrategia eficaz para la recuperación, trazar metas y acciones para lograrlas.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Hay una magia en fijarse metas y escribirlas. Esto pone en movimiento una poderosa fuerza psicológica, espiritual y emocional. Nos percatamos de cosas que necesitamos hacer para lograrlas y completarlas y las hacemos. Las cosas vienen a nosotros. ¡Las cosas comienzan a suceder!
Hurguemos con más profundidad dentro del poder de las metas. Cuando te sometes a tus deseos, cuando te permites
obsesionarte con una meta, recibes el poder físico, la energía y el entusiasmo que necesitas para conseguir tu meta.
Pero también recibes algo más, algo igualmente valioso. Recibes la “instrumentación automática” que necesitas para ir derecho a tu objetivo.
Lo más sorprendente de una meta que anhelas con firmeza es que te mantiene en ruta para alcanzar tu objetivo. Esto no significa repetir las cosas dos veces. Lo que sucede es esto: Cuando te sometes a tu meta, la meta trabaja por sí misma dentro de tu mente subconsciente. Tu mente subconsciente siempre está en equilibrio. Tu mente consciente no lo está, a menos que esté a tono con lo que tu mente subconsciente esté pensando. Sin la plena cooperación de la mente subconsciente, una persona tiene dudas, está confundida, indecisa. Ahora, cuando tu mente subconsciente ha absorbido tu meta, reaccionas de la manera correcta en forma automática. La mente consciente está libre para pensar clara y directamente.

Reflexión: El codependiente como parte de su recuperación esta comprometido consigo mismo. Eso le lleva a trazar metas logrables y hacer el monitoreo a estas. Instrumentar acciones que permitan ver el logro de lo planteado es un ejercicio interesante que nos lleva a saber si hemos trabajado en la dirección correcta. (Alpha).

Estás comprometido con tu recuperación? Trazas metas y acciones de realización? Comparte tu vivencia al respecto.

Lectura Bíblica sugerida: Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. (Salmo 55:22).