Meditación 11 de Noviembre… Muévete de tu centro

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que una manera positiva de mantenernos alerta, centrados, enfocados en el presente es la atención plena en todo lo que hagamos por muy simple y básico que sea.

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Medita sobre esto:

Todo lo que tu mano encuentre que hacer, hazlo con todas tus fuerzas. (Eclesiastés 9:10).

Muévete desde tu centro.
Es una lección que aprendí en aikido. Pero es más que una lección sobre artes marciales; Es una antigua lección sobre cómo debemos vivir.
Prueba este ejercicio. Camina por la habitación deseando estar en otro lugar: en su silla, en su automóvil o con su amigo. Luego haz una actividad durante cinco minutos, como lavar los platos, concentrarse todo el tiempo en otra cosa que preferiría estar haciendo o en algo que le preocupa. Luego, regresa a donde empezaste.
Ahora, camine por la sala consciente de cada paso, presente para cada movimiento. Presta atención a dónde estás y cómo se siente cada paso. Y estar dispuesto y con la intención de estar justo donde estás. Lave los platos, preséntalos para sentir el agua caliente, el olor del jabón y cómo se siente el piso debajo de tus pies. Sé consciente. Ten la intención de lavar esos platos. Estar ahí, en ese momento en el tiempo. Ten cuidado de lavar hasta que los platos estén limpios y enjuagados hasta que estén limpios. Sé feliz y agradecido por la tarea. Dale a esa tarea tu todo.

Eso se está moviendo desde tu centro. Significa que estamos ahí, completamente presentes, enfocados y conscientes. No deseamos estar en otro lugar. Y valoramos mucho lo que estamos haciendo, sin importar el tamaño de la tarea. Cuánto más ricas se vuelven nuestras vidas cuando ponemos todo nuestro empeño en todo lo que hacemos. Los colores son más brillantes, el éxito más dulce, la pérdida más aguda y las lecciones más verdaderas.
Muévete de tu centro en todo lo que haces, incluso las tareas ordinarias y los momentos de la vida. Vierte todo tu corazón en tus relaciones. Da tus mejores ideas en el trabajo. No te preocupes. El universo tiene más de donde vinieron. Detén el automóvil a un lado de la carretera y observa la puesta de sol.
Todo lo que encuentre que hacer, hazlo con todas tus fuerzas.

«Dios, recuérdame vivir mi vida plenamente todos los días».

Reflexión: Como parte de la recuperación podemos concentrarnos en hacer las cosas usando la atencion plena. Significa que todo lo que hagamos sea centrados en esa tarea, viviendo cada instante de manera total, involucrándose en los detalles. Puede ser desde observar la naturaleza y disfrutar de sus maravillas más simples, como una labor doméstica, leer un libro o simplemente meditar conscientemente hasta mantenernos en el aquí y el ahora. (Alpha).

¿Has probado mantenerte centrada y consciente en cada instante de tus actividades diarias? Comparte tu experiencia.

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