Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós recalca que las diferencias individuales existen y nosotros debemos ser únicos, expresando nuestras ideas de forma honestos y sinceros en el marco de esa diversidad.
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Medita sobre esto:
Descubriremos la naturaleza de nuestro genio particular cuando dejemos de intentar conformarnos a nuestros propios modelos o a los de otras personas, aprendemos a ser nosotros mismos y permitimos que se abran nuestros canales naturales. (Shakti Gawain).
Tenemos mucho en común el uno con el otro. Y la recuperación, el crecimiento y el cambio se fortalecen al honrar estas similitudes. Pero cada uno de nosotros es único. Cada uno de nosotros tiene nuestras propias fortalezas, debilidades, dones, vulnerabilidades, nuestras propias personalidades.
El propósito del crecimiento espiritual no es eliminar la personalidad. Es para refinarla y mejorarla, y permitirnos a cada uno de nosotros expresarnos creativamente.
No estamos destinados a ser como cualquier otra persona. La comparación nos dejará incómodos, ya sea por orgullo o por inadecuación.
Tú eres tú. La maravilla de la vida consiste en encontrar tu propio ritmo al baile, tu propia forma de ver el mundo, tu propia pincelada, frase o combinación especial.
Hay una vieja historia sobre un escritor que acude a su maestro y le dice: «Maestro, todas las historias ya han sido contadas. No hay necesidad de que escriba. Todo lo que debe decirse ya ha sido escrito».
«Es cierto que no hay nuevas historias», dijo la maestra. «Las lecciones universales han tenido lugar durante mucho, mucho tiempo. Y los mismos temas han influenciado a la humanidad desde que comenzó el tiempo. Pero nadie ve esa historia a través de tus ojos. Y nadie más en el mundo contará esa historia exactamente como tu lo harás. Ahora regresa a tu escritorio, toma tu pluma y cuéntale al mundo lo que ves».
La belleza del mundo reside tanto en nuestras diferencias como en nuestras similitudes. Permite que la belleza que se canaliza a través de ti se condimente con tu propia perspectiva especial del mundo.
Hay una diferencia entre el ego y la personalidad. Deja caer el ego. Deja que tu personalidad brille, en todas sus glorias, debilidades y excentricidades.
Respeta cuánto tienes en común con otras personas.
¡Entonces como ser único, sé tú mismo!
«Dios, gracias por hacerme único».
Reflexión: Cada ser humano tiene una perspectiva diferente de la vida. Si bien tenemos similitudes con otras personas, también tenemos diferencias a veces notorias. Lo más importante es aprender a lidiar con ambas situaciones, y emitir nuestros juicios de manera honesta y franca. Cada quien percibe el mundo a través de sus experiencias previas. Nadie es idéntico a otro. Somos únicos. (Alpha).
¿Has entendido que somos únicos y los demás también lo son? ¿Tienes claro que los otros pueden hacer sus cosas y no necesitan de ti? ¿Cómo lidias con esta verdad? Comparte acá.