No afirmo que los codependientes sean una especie peculiar porque necesitan y quieren amor y aprobación. La mayoría de la gente quiere estar dentro de una relación amorosa. Quieren tener a una persona especial en sus vidas. La mayoría de la gente quiere y necesita tener amigos. La mayoría de la gente quiere que las personas cercanas en sus vidas la amen y la aprueben. Estos son deseos naturales, sanos. En la mayoría de las relaciones está presente cierta cantidad de dependencia emocional, aun en las más sanas.
Pero muchos hombres y mujeres no sólo quieren y necesitan a la gente: necesitamos a la gente. Podemos ser
manejados, controlados por esta necesidad.
Necesitar demasiado a la gente puede causar problemas. Otras personas se convierten en la clave de nuestra felicidad. Creo que gran parte del estar centrado en los demás, con nuestras vidas en órbita alrededor de otras personas, va de la mano de la codependencia y mana de nuestra inseguridad emocional. Creo que, en gran medida, la búsqueda incesante de aprobación en la que nos embarcamos proviene también de la inseguridad. La magia está en los demás, no en nosotros, creemos, El sentirse bien está en ellos, no en nosotros. Entre menos cosas buenas encontremos en nosotros mismos, más las buscaremos en los demás,
Ellos lo tienen todo; nosotros no tenemos nada. Nuestra existencia no es importante. Hemos sido abandonados y relegados tan a menudo que también nosotros nos abandonamos.
Necesitar tanto a la gente, y sin embargo creer que no somos dignos de ser amados y que la gente nunca estará ahí cuando la necesitemos, puede volverse una creencia profundamente imbuida. A veces, pensamos que la gente no está ahí para ayudarnos cuando en realidad lo está. Nuestra necesidad puede bloquear nuestra visión, impidiéndonos ver el amor que está ahí esperándonos.
En ocasiones, ningún ser humano puede estar ahí para ayudarnos en la forma en la que requerimos, que nos absorba que nos cuide y que nos haga sentirnos bien, completos y seguros.
Muchos de nosotros esperamos y necesitamos tanto de la gente que nos conformamos con muy poco.
Podemos volver nos dependientes de personas con problemas, de alcohólicos y otras personas con problemas. Podemos volvernos dependientes de personas que no precisamente nos gustan ni amamos. A veces, necesitamos tanto de la gente que nos conformamos casi con quien sea. Podemos necesitar a gente que no satisface nuestras necesidades. De nuevo, podemos encontrarnos en situaciones en las cuales necesitamos que alguien esté ahí para apoyarnos, pero que la persona que hemos elegido no puede o no podrá hacerlo.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Día: 19 de abril de 2019
Meditación 19 de Abril… Autoaprobación
La mayoría de nosotros quiere ser querido. Queremos que otras personas nos consideren amables, amables y cariñosas. La mayoría de nosotros queremos la aprobación de los demás.
Desde la infancia, algunos de nosotros hemos estado tratando de obtener aprobación, tratando de hacer que la gente nos agrade y nos tenga en alta estima. Podemos temer que la gente nos deje si desaprueba nuestras acciones. Podemos buscar la aprobación de personas que no tienen para dar. Es posible que no sepamos que ahora somos adorables y que podemos aprender a aprobarnos a nosotros mismos.
Para poder vivir felizmente, vivir consistentemente con la forma en que nuestro Poder Superior quiere que vivamos, y aprovechar un estilo de vida que está en armonía con el universo, debemos dejar de lado nuestra extrema necesidad de aprobación. Estas necesidades no satisfechas de aprobación y amor de nuestro pasado le dan a otros el control sobre nosotros hoy. Estas necesidades pueden impedirnos actuar de acuerdo con nuestros mejores intereses y ser fieles a nosotros mismos.
Podemos aprobarnos a nosotros mismos. Al final, esa es la única aprobación que cuenta.
«Hoy, dejaré de lado mi necesidad de aprobación y mi necesidad de ser querido. Los reemplazaré con la necesidad de agradarme y aprobarme. Disfrutaré de la sorpresa que encuentro cuando hago esto. Las personas que cuentan, incluido yo mismo, me respetarán cuando sea sincero conmigo mismo».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).