Reflexión del Dia: 11 de Abril



No podemos cambiar a las personas. Cualquier intento de controlarlas es un engaño y una ilusión. Se resistirán a nuestros esfuerzos o redoblarán los suyos para probar que no podemos controlarlas. Podrán adaptarse temporalmente a nuestras demandas, pero cuando nos demos la vuelta regresarán a su estado natural. Y aún más, la gente nos castigara por obligarla a hacer algo que no quiere, o a ser como no quiere ser
Ningún control será suficiente para efectuar un cambio permanente o deseable en otra persona. A veces podremos hacer cosas que aumenten la probabilidad de que la gente quiera cambiar, pero ni aun eso podemos garantizar o controlar.
Y esa es la verdad. Es una desgracia. A veces es difícil de aceptar, especialmente si alguien a quien amas se lastima a sí mismo o a sí misma y a ti. Pero así es. La única persona a la que puedes o podrás hacer cambiar es a ti misma. La única persona que te atañe controlar eres tú misma.
Desapégate. Renuncia. A veces cuando hacemos esto el resultado que habíamos esperado sucede rápida, a veces milagrosamente. A veces, no sucede. A veces nunca sucede. Pero tú saldrás beneficiado. No tienes que dejar de ocuparte o de amar. No tienes que tolerar el abuso. No tienes que abandonar métodos constructivos, como la intervención profesional, para solucionar tus problemas. Lo único que tienes que hacer es poner tus manos emocionales, mentales, espirituales y físicas otra vez dentro de tus propios bolsillos y dejar a las cosas y a la gente solas. Déjalas estar. Toma cualquier decisión que necesites tomar para ocuparte de ti mismo, pero no las tomes para controlar a los demás. ¡Empieza a ocuparte de ti mismo!

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
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Meditacion 11 de Abril… El bien en el Paso Diez



El Paso 10 dice: «Continuamos haciendo un inventario personal y cuando nos equivocamos lo admitimos de inmediato». No sugiere que ignoremos lo que es correcto en nuestra vida. Dice que seguimos haciendo un inventario personal y centrándonos en nosotros mismos.
Cuando hacemos un inventario, querremos buscar muchas cosas. Podemos buscar sentimientos que necesitan nuestra atención. Podemos buscar de nuevo una baja autoestima. Podemos buscar formas antiguas de pensar, sentir y comportarnos. Podemos buscar errores que necesitan corrección. Pero una parte fundamental de nuestro inventario puede centrarse en lo que estamos haciendo bien y en todo lo que nos rodea.
Parte de nuestra codependencia es un enfoque obsesivo sobre lo que está mal y lo que podríamos estar haciendo mal, real o imaginariamente. En recuperación, estamos aprendiendo a enfocarnos en lo que es correcto.
Mire sin miedo, con un ojo amoroso y positivo. ¿Qué hiciste hoy? ¿Te comportaste de manera diferente hoy de lo que harías hace un año? ¿Llegaste a alguien y te permitiste ser vulnerable? Puedes felicitarte por eso.
¿Tuviste un mal día pero lo resolviste con eficacia? ¿Practicaste gratitud o aceptación? ¿Tomaste un riesgo, posees tu poder o estableces un límite? ¿Te responsabilizaste de ti mismo de una manera que antes no tenías?
¿Tomaste tiempo para orar o meditar? ¿Confiaste en Dios? ¿Dejaste que alguien hiciera algo por ti?

Incluso en nuestros peores días, podemos encontrar una cosa que hicimos bien. Podemos encontrar algo con lo que sentirnos esperanzados. Podemos encontrar algo para esperar. Podemos enfocarnos de manera realista en las visiones de lo que puede ser.
«Dios, ayúdame a dejar de lado mi necesidad de permanecer inmerso en la negatividad. Puedo cambiar la energía en mí y en mi entorno de negativa a positiva. Afirmaré lo bueno hasta que se hunda y se sienta real. También me esforzaré por encontrar una cualidad que me guste de alguien más que sea importante para mí, y correré el riesgo de decírselo a él o ella».

(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).