Reflexión del Dia: 8 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente enfatiza que la baja autoestima. lo conlleva a la falta de convicción para cambiar positivamente y asumir su vida, apreciando lo que hace y sobre todo lo que es.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos de nosotros creemos haber cometido errores tan graves que sensatamente no podemos esperar que se nos perdonen. Algunos de nosotros creemos que nuestras vidas son un error. Muchos de nosotros creemos que todo lo que hemos hecho es un error. Pocos de nosotros creemos que no podemos hacer nada bien, pero al mismo tiempo, demandamos de nosotros mismos la perfección. Nos colocamos en situaciones imposibles, y luego nos preguntamos por qué no podemos salir de ellas. Luego terminamos la labor abochornándonos de nosotros mismos. No nos gusta lo que hacemos, y no nos gusta quiénes somos. Fundamentalmente, no somos suficientemente buenos. Por alguna razón, Dios nos creó como una persona totalmente inapropiada para la vida.
En la codependencia, al igual que en muchas otras áreas de la vida, todo está conectado con todo, y una cosa conduce a la otra. En este caso, nuestra baja autoestima frecuentemente está conectada con mucho de lo que hacemos o que no hacemos y nos conduce a muchos de nuestros problemas.

Reflexión: El codependiente carga con una pesada cruz, la de su subestima personal. Situación que lo lleva a dudar de sus capacidades, atributos y potencialidades. No cree en si mismo, prefiere quedarse allí donde esta, aun cuando no se sienta a gusto con lo que hace. Ese circulo vicioso solo se rompe con una terapia seria que el asuma con total responsabilidad por el tiempo que sea necesario. Ese escenario puede revertirse, solo que hay que proponérselo con firmeza. (Alpha).

¿Actualmente estás en recuperación? ¿Cuáles han sido los resultados? Comparte aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3:17).

También te podría gustar...

Deja un comentario